UNA PROPUESTA METODOLÓGICA PARA EL ANÁLISIS DE LAS POLÍTICAS CULTURALES MUNICIPALES 1

Lic. Germán Bianco Dubini 2

RESÚMEN

Con el fin de identificar elementos pertinentes para la formulación de una política cultural que facilite el diseño y aplicación de proyectos que satisfagan necesidades culturales de los habitantes de los municipios, la presente investigación, se propone analizar la relación entre cultura y autonomía considerando aspectos como la memoria histórica, las identidades culturales, la participación y los procesos socializadores.

El trabajo de campo implica un trabajo social sustentado en una inserción fundada en el área, que pretende ser parte de una acción reflexivo transformadora. El abordaje metodológico, fundamentalmente cualitativo, se desarrolla desde la investigación acción participativa facilitadora del registro, sistematización y análisis de las prácticas de los agentes participantes.

A pesar de condiciones contextuales excluyentes, la participación real posibilita reconocerse en el propio trabajo, generar y sostener espacios incluyentes e intergeneracionales, abordar dificultades desarrollando modalidades de resolución alternativas a las mercantilizadas, construir y compartir con los vínculos más cercanos una producción socio cultural comunitaria. En el hacer, los participantes van auto-identificándose y/o proponiendo miembros que puedan integrar el grupo gestor principal. Así, la perspectiva cultural se presenta como generadora de e spacios de promoción de vida con calidad que satisfacen paulatinamente necesidades culturales.

 

SUMMARY

In order to identify pertinent elements to of a cultural politics formulation, which facilitates the design and application of projects that satisfy cultural necessities of inhabitants, this investigation analyzes the relation between culture and autonomy, considering aspects such as the historic memory, the cultural identities, participation and socialized processes.

The fieldwork involves social work supported by an insertion grounded in the area, that attempts to be part of a reflexive transformation action. The methodological approach, essentially qualitative, is developed from an active participatory investigation that facilitates the register, systematization and the participant agent's analysis.

In spite of the exclusive conditions, the real participation gives us a chance to recognize ourselves in our job, generate and support inclusive and intergeneration spaces, broach difficulties developing resolution manners, which are different from the commercial ones, and build and share a socio-cultural community production with closer links. In the practice, the participants began to identify themselves and/or propose members which could integrate the main promoter group. In this way, the cultural perspective is introduced as a creator of life promotion spaces, that gradually satisfy cultural necessities.

 

El aporte central estará en compartir una experiencia que aborda el trabajo social 3 desde una perspectiva cultural. Esto supone desarrollar explícitamente una propuesta que, partiendo de un trabajo de campo sustentado en una inserción fundada en el área, se convierta en una acción reflexivo transformadora que genere un conocimiento práctico para el campo académico pero sobre todo del que podamos apropiarnos (sobre todo aquellos que formamos directa) para operar en el campo en el que una diversidad de agentes sociales nos desenvolvemos cotidianamente.

 

I- ¿CÓMO SURGE EL INTERÉS POR EL ANÁLISIS DE LA POLÍTICA CULTURAL MUNICIPAL?.

En la Argentina de los últimos 15 años l as políticas y prácticas llevadas a cabo por el Estado han intentado consolidar el status de consumidor como nueva carta de ciudadanía - y por ende consumidor de "productos culturales" - (Canclini, 1995), lo que acentuó los procesos de exclusión social, fragmentación, empobrecimiento extremo, super-polarización de la riqueza, corrupción en los ámbitos públicos y privados, crisis de representación político partidaria, desilusión por democracias con dificultades para resolver problemas sociales, vulneración de derechos, crisis de identidades sociales, etc., que contribuyeron a precarizar materialmente ámbitos complementarios de la vida cotidiana y poner en crisis las representaciones que se tenía de ellos. (Wortman, ¿?)

Desde 1990 me desenvuelvo como profesor en un instituto municipal de música, danzas y teatro de un municipio del conurbano norte de la provincia de Buenos Aires. A partir de 1995 - año que coincide con mi ingreso a la carrera de trabajo social - comienzo a observar y vivenciar no solo su deterioro material (disfuncionalidad edilicia, escasos y precarios recursos técnicos y tecnológicos, falta de material didáctico pedagógico, etc.) sino también profundas dificultades en la dirección del mismo que vienen incidiendo negativamente en las iniciativas y motivaciones del plantel docente.

Cuando razones de "descentralización" implicaron el traslado del curso hacia otro espacio municipal, tuve la posibilidad de corroborar algunas de las observaciones previas e identificar otras. Estas observaciones ya comenzaron a esta enmarcadas sistemáticamente a partir de la puesta en práctica del proyecto sociocultural Orígenes e Influencias en Nuestra América: procesos crecientes de autonomía desde proyectos culturales socioeducativos.

La coordinación del proyecto me permitió acceder a diferentes espacios a partir de los cuales elaborar registros de las actividades del proyecto y de las reuniones, encuentros, entrevistas informales, charlas telefónicas, dichos y escuchas en espacios diferentes y de diferentes agentes participantes del espacio cultural del municipio. .

El proyecto fue presentado en junio de 2003 a la Subsecretaría de Cultura y Educación del municipio 4, logrando el primer paso: el aval del subsecretario. Esto quiere decir que el proyecto fue apoyado pero aún sin formalizarlo institucionalmente. En términos económicos significó que si bien no tenía un presupuesto asignado, contaba con el apoyo en recursos o en la gestión de los mismos (material didáctico, viáticos, comunicaciones, prensa)

Si bien no me explayaré en los fundamentos teórico-conceptuales que sustentan el proyecto si vale mencionar que: se optó por una entre una multiplicidad de definiciones de cultura (Geertz, 1987), una concepción antropológica de la cultura que la considera como regularidad de tipo universal. De esta manera se nos presenta como un proceso permanente por el cual los seres humanos viven y participan activamente la construcción de su representación de la vida como totalidad, a partir de una relación dialéctica y/o contradictoria entablada con su entorno ambiental (natural y construido); consigo mismo, con otros agentes sociales (ubicados en semejantes o diferentes posiciones sociales) y la "otredad" y; con su herencia social expresada tanto en la historia como en las creencias, mitos e ideologías, la cual se revela en el presente como apelación del pasado y proyectándose al futuro. La cultura se hace concreta en el plano de la cotidianeidad abarcando todos los ámbitos de la vida a partir de la creación, producción y apropiación de objetos espirituales (sentimientos, valores, contemplación, lúdico-recreativos), intelectuales (pensamiento reflexivo, experiencias de saberes, construcción de nuevos conocimientos), simbólicos (creencias, mitos, códigos lingüísticos, emblemas, formas de expresión artísticas), materiales (artesanías, tecnología, medios de intercambio económicas) e institucionales (normas, reglas, conductas, procesos de socialización educativos, familiares, salud, laborales, etc.) que le otorgan pertenencia e identidad, la distinguen como comunidad o sociedad y los diferencian de otras.

Desde esta perspectiva todo hombre es poseedor de cultura y, si bien esta define rasgos distintivos, particulares, perdurables y también ciertas rigideces derivadas de su acervo histórico, no es un proceso homogéneo, estático, puro, predecible y lineal, sino en permanente construcción debido a las influencias y disputas derivadas de intercambios transculturales e infraculturales 5. La cultura de un pueblo tenderá a ser instituyente en la medida que sus miembros participen en todos los niveles del proceso de creación, intercambio y aprendizaje.

Dado que las políticas culturales - cada una con sus bases ideológicas, conceptuales, metodológicas y prácticas particulares - 6 no abarcan la complejidad de este proceso, su objetivo se ciñe a realizar intervenciones fundadas, intencionadas, racionales y estratégicas, que en nuestro caso, pueden ser desarrolladas articulando el trabajo de agentes interesados: municipales, comunidades organizadas (vecinos, clubes, centros culturales, etc.) e individuales, para marcar el rumbo, compensar carencias y/o reforzar potencialidades de las propuestas culturales vigentes. Así pueden contribuir a satisfacer necesidades culturales de la población y obtener consenso para un tipo de orden o transformación social. (García Canclini, 1987)

Intencionadamente significa aquí que las bases que sentaría el proyecto deberían estar orientadas hacia políticas culturales incluyentes como son las de Democracia Participativa " la cual concibe la coexistencia de múltiples culturas en una misma sociedad, propicia su desarrollo autónomo y relaciones igualitarias de participación de cada individuo en cada cultura y de cada cultura respecto de las demás ... la política cultural no debe dedicarse a difundir solo la - cultura - hegemónica sino a promover el desarrollo de todas las que sean representativas de los grupos que componen una sociedad. No se limita a acciones puntuales, sino que se ocupa de la acción cultural con un sentido continuo (a través de toda la vida en todos los espacios sociales) y no reduce la cultura a lo discursivo o lo estético, pues busca estimular la acción colectiva a través de una participación organizada, autogestionaria, reuniendo las iniciativas más diversas (de todos los grupos, en lo político, en lo social, lo recreativo, etc.), además de transmitir conocimientos y desarrollar la sensibilidad, procura mejorar las condiciones sociales para desenvolver la creatividad colectiva. Se intenta que los propios sujetos produzcan el arte y la cultura necesarios para resolver sus problemas y afirmar o renovar su identidad. (García Canclini, 1985: 50-51)

La participación real, conciente o crítica (Sirvent:1998, Colombres, 1991) supone considerar al ser humano como agente reflexivo, es decir, capaz de darle sentido e interpretación a cada una de sus prácticas. La complejidad del carácter explicativo estará en función de sus posibilidades discursivas (Giddens, 1995) y los niveles de reflexividad, dependerán de los capitales adquiridos (social, cultural, económico y simbólico) y de la posición en el campo social. Los agentes que aparecerían como sobre determinados por la estructura, tienen a través de la lucha y la imaginación (Castoriadis, 1998), posibilidades condicionadas de reposicionarse en el campo específico estableciendo alianzas estratégicas con otros agentes que permitan manipular sus capitales y generar cambios o nuevos conjuntos de reglas (Bourdieu, 1995).

 

II - ORÍGENES E INFLUENCIAS EN NUESTRA AMÉRICA

 

Los encuentros como fiesta y método estratégico

Para promover la participación de los potenciales agentes interesados, se plantea un método estratégico de trabajo al que se denominó "Convencer desde el Hacer". El carácter optativo que tiene la participación de directivos, docentes, talleristas, alumnos y población en general en el proyecto, se basa en el respeto por la libertad de pensamiento y decisión imprescindibles para actuar convencidos y comprometidamente desde una participación real.

Tres lineamientos direccionan su proceso: 1) desde una perspectiva metodológico-vivencial se organizan encuentros socio educativos conjuntos entre diferentes áreas artístico culturales en las que se manifiesten y distingan críticamente rasgos y características correspondientes a elementos identitarios tanto de los pueblos originarios como de los heredaros hasta nuestros tiempos, con el fin de recuperar aspectos de la memoria histórica y el patrimonio cultural de nuestros pueblos que den cuenta de las distintas maneras de expresar su acervo cultural ; 2) que a lo largo del proceso de trabajo se vayan identificando participantes que se transformen en miembros de un grupo gestor 7 capaz de elaborar propuestas culturales que apunten a s atisfacer necesidades culturales de los habitantes del municipio, y sean consideradas en la formulación e implementación de la política cultural pública que el municipio lleva adelante y; 3) ir estableciendo las posibilidades de generación de procesos crecientes de autonomía considerando las condicionamientos sociales y culturales que se nos presentan.

Estos lineamientos suponen la participación de agentes sociales dispuestos a realizar un proceso reflexivo y permanente de investigación-acción en el que el análisis crítico de la memoria histórica, la visibilización de lógicas diferentes de concebir el mundo y la potenciación de saberes adquiridos, generen alternativas viables para el ámbito cultural presente y futuro.

Con en el desarrollo de la primera etapa denominada Articulación de áreas de trabajo se realizaron h asta el momento 8 encuentros: 7 dentro del ámbito municipal y 1 en la Ciudad de Buenos Aires. En ellos participaron alternativamente, docentes y talleristas de danzas, música, cine de animación y más de 200 alumnos de talleres, cursos y escuelas públicas . Alrededor de 800 fueron las personas que asistieron a los encuentros. Actualmente la planificación de nuevos encuentros y proyectos conjuntos intentan incluir otros espacios públicos municipales 8.

E l intercambio permitió difundir el proyecto; redefinir las propuestas originales; captar el interés y generar el compromiso de algunos directivos, docentes, y alumnos ; revelar en algunos la inquietud por brindar aportes a las propuestas culturales actuales; fortalecer vínculos intergeneracionales; y comenzar a internalizarlo a partir de las prácticas y planificaciones conjuntas.

Al interior del proyecto la realización de los encuentros permitió entre otros aspectos: compartir con la comunidad diferentes propuestas culturales socio-educativas conjuntas que propusieron instancias didáctico-pedagógicas para incluir al público; visibilizar los dineros que en impuestos son destinados a las áreas de cultura y educación; optimizar recursos reduciendo costos al compartir materiales, tecnología, conocimientos y tareas ya producidas; interesar a potenciales participantes a sumarse al proyecto; sistematizar el trabajo realizado a manera de memoria y como instrumento pertinente para identificar y analizar aciertos, equivocaciones, hechos novedosos, conflictos, situaciones inesperadas, contrapropuestas, impactos reales, etc., que permiten realizar ajustes en pos de mejorar y optimizar el alcance del proyecto; Generar procesos de autonomía planteando soluciones no mercantilistas a los problemas : potenciando saberes previos reconocidos o no oficialmente (locución, diseño gráfico, filmación, fotografía, multimedia, etc.); intercambiando material bibliográfico, instrumentos y tecnología ; asumiendo responsabilidades en la realización de ensayos fuera de los espacios municipales; utilizando y cuidando el espacio de práctica en instalaciones municipales para alumnos sin instrumento; fomentando la participación de familiares (medios de transporte para alumnos y tecnología); Divulgarlo estratégicamente: en diferentes medios especializados locales y e lectrónicos y asistiendo a jornadas, festivales y congresos acordes con la temática.

Las mayores dificultades aparecieron en la comunicación, mejorarla es central en función de conocer y alentar el grado de compromiso; fortalecer el seguimiento de actividades, la delegación de responsabilidades y el vínculo entre docentes participantes; favorecer funciones protagónicas.

Es justamente desde el hacer reflexivo y respetando los tiempos de cada grupo, que aquello que parece difícil de lograr se va concretando a partir de la evaluación de lo producido y la generación de nuevas ideas. Es en este escenario en el que propuestas, motivaciones particulares y condicionamientos objetivos definen formas de participación no homogéneas que permiten identificar y auto-identificarse posibles miembros del grupo gestor.

 

Las primeras observaciones

A partir de la realización de una descripción que en términos de Geertz (1987) podríamos llamar "superficial" como paso previo a la "densa", se vincularon una multiplicidad de temas y relaciones intersubjetivas que adquieren significado en el hoy considerando que los argumentos recogidos, como también señala el antropólogo, no necesariamente presentan coherencia. Esta reflexión es una advertencia contra el esfuerzo por presentar relatos coherentes que ha llevado a los investigadores a construir descripciones más parecidas obras literarias que a realidades cotidianas.

Las primeras conclusiones devienen del análisis de registros obtenidos durante el período junio 2003 - septiembre 2004, y poseen datos de fuentes primarias y secundarias. Durante el 2004 se modifica y termina por definirse la estructura institucional actual. Por lo que se pudo ir realizando un análisis comparativo de los datos que hasta el momento sobresalen como significativos sobre todo entre los discursos y prácticas de funcionarios de ambas gestiones, pues en algunos casos los lineamientos de una y otra gestión parecen reafirmarse y en otros contraponerse.

De las múltiples observaciones situadas surgen algunas conclusiones que deben ser ratificadas o rectificadas por un completo análisis socio-cultural. Sobresalen al menos cinco que podríamos identificar como: 1) tensiones entre agentes involucrados, 2) auto-atribución de acciones: desde adjudicarse trabajos que en general no son reconocidos o legitimados por otros agentes, hasta una concepción de la gestión cultural en la que pareciera que quien decide es el funcionario o deviene de la lucha entre las diferentes posicionamientos y cuotas de poder simbólicos entre funcionarios; 3) se perciben dificultades en la comunicación en relación con la predisposición a la escucha. Lo que ocasiona malos entendidos o el no registro de las conversaciones; 4) que entre el plantel de talleristas existe: un desconocimiento interpersonal y de las actividades entre aquellos que no comparten el mismo espacio institucional, fragmentación de prácticas, escasa planificación conjunta, dificultades para extender el trabajo producido hacia otros ámbitos dentro y fuera del municipio y, escasa autonomía para tomar decisiones en mejora de la calidad del trabajo 9 y; 5) habría en las nuevas autoridades un discurso devenido de organismos internacionales como la UNESCO y academias españolas en gestión cultural donde se han formado, que aparentan estar ligados a concepciones de la cultura como democracia participativa y democratización cultural. En el plano concreto sin embargo, las prácticas culturales actuales aún no han podido ser corporalizadas por la totalidad de los agentes involucrados, manifestándose como desfasajes entre los procesos de corporalización de estas nuevas prácticas y la inercia que oponen los procesos de internalización que, inscriptos en las prácticas históricas, han ido estructurando los habitus de cada agente.

Estas situaciones marcan límites y posibilidades en la implementación de un proyecto que pretende construir procesos crecientes de autonomía. Retomar la conceptualización de cultura que manejamos junto con la interpretación de los discursos y prácticas permitirá entonces establecer los parámetros posibles de autonomía en el hoy. No para aceptarlos pasivamente sino para comprender donde estamos parados, y hacia dónde queremos ir sin perder de vista las libertades condicionadas en la que nos movemos. Es que es necesario asumir que la autonomía se construye, no es algo que existe per se y como bien señala Geertz (1987), estos procesos deben ser inscriptos en marcos más amplios en los que se desenvuelva la sociedad.

Por lo que a l analizar la relación entre cultura y autonomía (en función de la información disponible hasta la anterior gestión, la que hay que complementar con la actual) se considerará que:

1 - La orientación de las propuestas culturales deviene de los acuerdos - no exentos de tensión - entre los criterios personales de los funcionarios a cargo del área cultural y los del resto de autoridades con poder de decisión. Esto implica que del espacio cultural municipal participan agentes sociales históricos (funcionarios, directores, docentes, alumnos, vecinos, público...) que ocupan diferentes posiciones y poseen diferentes capitales, los cuales son utilizados estratégicamente en disputas simbólicas a fin de orientar la política y modalidad de gestión cultural municipal . En estas disputas, el presupuesto asignado al área y los recursos materiales disponibles o generables, adquieren un peso considerable a la hora de decidir;

2- E l trabajo producido y acumulado por las diferentes cátedras y talleres de las áreas de educación y cultura no es aprovechado en todo su potencial. En este sentido el área específica de cultura (talleres, eventos, seminarios, cine, etc.), posee una sistematización, conocimiento, seguimiento y evaluación fragmentado y de escasa rigurosidad de las prácticas que se realizan bajo su órbita, lo que dificulta caracterizar las fortalezas y carencias que permitirían planificar acciones correctivas, reforzar tendencias, servicios o prácticas preexistentes e/o incorporar actividades nuevas en función de las necesidades culturales de la población. El seguimiento actual apunta fundamentalmente al control de asistencia - o ausentismo según la mirada - sin aportar recursos imprescindibles para cada taller ; .

3 - Las propuestas de los talleristas, alentadas por los funcionarios desde lo discursivo son, por el momento al menos, relegadas o desestimadas en la medida que no coincidan con la idea que alguno de los funcionarios pensaba implementar. Estas propuestas a su vez son utilizadas como construcción de poder personal, es decir, formas de posicionarse mejor dentro del área y así sumar mayor cuota de poder de decisión. Los efectos de esta lógica pero con signo contrario se manifiestan a través de: el rechazo directo de otras propuestas; la existencia - verdadera o supuesta - de obstáculos a los que la dirección no está dispuesta a colaborar en su solución o; el recibimiento formal de la propuesta pero que luego es dejada de lado sin obtener contestación alguna. Esta práctica que marca diferencias entre talleristas resuena en ellos a través de diferentes situaciones que pueden aparecer combinadas o particularizadas: incertidumbre, malestar, desánimo, ansiedad por proponer proyectos que sean del agrado de la dirección y competencia.

La sistematización de estas y otras observaciones me llevaron a reflexionar acerca de los efectos que - por acción u omisión - producen en lo social-comunitario las políticas culturales en general y las municipales en particular. Surgieron interrogantes acerca de: ¿cuáles son las representaciones que funcionarios, directivos, docentes, alumnos, padres, vecinos y público en general tienen acerca de las áreas de cultura y educación?, ¿por qué no se jerarquizaba un área que podría permitir la creación, el desarrollo simbólico y espiritual y la participación de la comunidad para generar una vida con mayor calidad y, al mismo tiempo, contribuir a generar satisfacción en los agentes que se desenvuelven prioritariamente en estos ámbitos formándose continuamente, compartiendo experiencias, etc.?; ¿no se percibe que invertir en estas áreas puede funcionar al mismo tiempo como prevención de las situaciones derivadas de un modelo socio económico cultural hegemónico y excluyente?. En este sentido García Canclini (1985:17) menciona que desde las diferentes conferencias intergubernamentales sobre políticas culturales organizadas por la UNESCO desde 1970 se concluye que " el crecimiento de los países no puede evaluarse solo por índices económicos, y que el desarrollo cultural, concebido como un avance conjunto de toda la sociedad, necesita una política pública y no puede ser dejado como tarea marginal de élites refinadas o librado a la iniciativa empresarial de grandes consorcios comunicacionales ".

Estas reflexiones derivaron en un primer planteamiento del problema a investigar: ¿qué criterios conceptuales, metodológicos y de actuación debe incluir la política cultural del municipio para guiar el diseño y aplicación de proyectos que satisfagan las necesidades culturales de sus habitantes para vivir una vida con calidad ?.

Pero responder esta pregunta supone conocer primero el trayecto que ha venido recorriendo tanto la política cultural del municipio, como los agentes involucrados pues, " toda política cultural parte de una noción de cultura (...), esta está explícitamente definida y expresada o simplemente asumida como obvia en los textos de diseño de las políticas o en los discursos de quienes movilizan el sentido de lo simbólico para fines políticos " (Ochoa, 2003:128). Es que en definitiva quienes detentan el poder político optan por un camino que representa la manera que dicho grupo tiene de proyectarse hacia el futuro (Colombres; 1991). Pero el hecho de nombrar no es suficiente dato para comprender la dirección de las políticas culturales debido a que estas " se construyen tanto desde los discursos que las nombran como desde las prácticas que le dan forma y desde las cuales se constituye su experiencia de sentido " (Ochoa, 2003:130), pero además porque la idea de una única política cultural para un país o región es empíricamente errónea pues las investigaciones han dado cuenta que se da una coexistencia de políticas que pueden ser complementarias o francamente contradictorias de acuerdo a los supuestos ideológicos, teóricos y metodológicos que las sustenten. (Colombres, 1991)

Sintetizando, la profunda crisis que imprimió el modelo socio económico explicaría solo en parte la paulatina precarización de los ámbitos dependientes de cultura y educación, pues las políticas culturales deben leerse desde " declaraciones y prácticas explícitas así como en ausencias y agendas ocultas" (Nivón, 2003:153). Por lo que se impone indagar también en las condiciones internas que definen la o las lógicas - complementarias u opuestas - que guían la política y la acción cultural desde los distintos ámbitos institucionales responsables del área de cultura. Analizar las políticas culturales del municipio implica "abordar la institución antropológicamente, es decir, como un espacio social y cultural cuyas formas organizativas, ideológicas, de trabajo, etc., deben ser estudiadas desde la cotidianeidad de sus prácticas" (Ochoa, 2002: 128).

 

III - EL PROBLEMA DE INVESTIGACIÓN

 

Luego de un análisis situado, histórico y reflexivo, acerca de las experiencias personales y profesionales que he tenido a lo largo de 14 años como docente del área artística de cultura y educación del municipio, concluí que el problema a abordar podría plantearse así: ¿permiten los criterios conceptuales, metodológicos y prácticas desarrolladas por la política cultural del municipio, procesos crecientes de autonomía en los agentes sociales involucrados, teniendo en cuenta que en el espacio cultural municipal estos agentes participan con capitales diferenciados y ocupan diferentes y desiguales posiciones para incidir en su diseño y aplicación ?.

La respuesta está claro que devendrá del posicionamiento teórico y metodológico asumido y de los análisis e interpretaciones de los discursos y prácticas de los diferentes agentes sociales involucrados.

Por lo que algunos de los objetivos que se plantearon para responder al problema son:

•  Conocer la trayectoria de los agentes sociales oficiales encargados de dirigir la política cultural municipal;

•  Conocer la trayectoria del resto de los agentes involucrados en el desarrollo de la acción cultural en el ámbito municipal;

•  Identificar y analizar los criterios conceptuales que fundamentan la política cultural del municipio en la actualidad;

•  Develar el/los método/s desarrollados por los diferentes agentes involucrados para implementar la acción cultural;

  • Determinar las representaciones que los diferentes agentes involucrados tienen acerca de la política cultural del municipio y su forma de implementación;
  • Determinar el grado de autonomía en los agentes que participan del diseño y/o implementación de las acciones y actividades culturales;

 

IV - LA CONSTRUCCIÓN DEL CAMPO DE INVESTIGACIÓN.

 

De las primeras observaciones y en b ase al bagaje teórico conceptual adquirido la propuesta que más se ajusta al problema es un abordaje metodológico fundamentalmente cualitativo que tenga como guía las elaboraciones teóricas respecto al campo que desarrolla Pierre Bourdieu .

La aproximación al conocimiento será utilizando los instrumentos metodológicos que nos provee la antropología considerando, como propone Geertz (1987:21) que: " hacer etnografía es establecer relaciones, seleccionar a los informantes, transcribir textos, establecer genealogías, trazar mapas del área, llevar un diario, etc. pero no son estas actividades, estas técnicas y procedimientos lo que definen la empresa. Lo que la define es cierto tipo de esfuerzo intelectual: una especulación elaborada en término de, para emplear el concepto de Gilbert Ryle, "descripción densa . A través de los análisis de fuentes primarias y secundarias y sabiendo que muchas veces se estará frente a interpretaciones de interpretaciones, se intentará acceder a los significados para dilucidar el problema de investigación planteado.

 

La posición del investigador

Surge sin embargo un dilema a dilucidar: la posición del investigador.

En primera instancia se encuentra el hecho de formar parte de la misma sociedad que el resto de la población que, en mayor o menor medida, está vinculada con el proyecto. Este obstáculo podría - en teoría - ser rápidamente resuelto poniendo en práctica una postura de "extrañamiento", método que permite el estudio de sociedades complejas de las que en general se forma parte pero que como señala Gustavo Lins Ribeiro (1986:66) " al insertarse en realidades sociales de las cuales no participa en lo cotidiano, desconoce (y este conocimiento es parte central del extrañamiento ) inmediatamente la conciencia práctica, importante para la definición de los parámetros del flujo de la vida social de los agentes sociales que estudia ".

Pero aquí se suma otro problema, como coordinador del proyecto Orígenes e Influencias en Nuestra América, soy parte interesada en los resultados del mismo: la respuesta la encontré en el posicionamiento como trabajador social, profesión en la que el proceso de investigación es parte de una práctica de intervención fundada. (Matus Sepúlveda, 1999)

De todas maneras se lleva adelante un control epistemológico permanente a través del registro y análisis de la propia implicación 10 o develar las prenociones - como las llamara Bourdieu (2001) - que se filtran. Este ejercicio es central para comprender el por qué de los diferentes sentimientos vivenciados, qué nos va ocurriendo a medida que desarrollamos el trabajo, con los temas abordados, con las personas que nos vinculamos, las preguntas realizadas y no realizadas, la manera de preguntar, lo que damos por sentado, el por qué de la elección de un tema, etc.

En definitiva, la realidad marca que ningún investigador es ni puede ser neutro en el campo y menos aún cuando se es parte interesada 11. Pero además ocurre que en este tipo de investigaciones y sobre todo cuando uno comienza el trabajo, no se puede ni predecir ni saber a ciencia cierta " qué tipo de actividades es necesario observar y registrar, (... ) y a través de qué tipo de actividades se puede obtener información.. .". (Guber, 2004:171,172)

Si bien a primera vista podemos decir que la observación se convierte en participante (al ser parte de las actividades, participar de reuniones, etc), la realidad muestra que cada dato significativo es útil tanto para la investigación como para confrontar los objetivos del proyecto y direccionarlo estratégicamente en función de límites, posibilidades, obstáculos y facilitadores. Por este motivo la denomino observación interviniente .

En función de la perspectiva bourdesiana entonces se elaborará un mapa del campo ubicando los diferentes agentes de acuerdo a su posición en él. Posición devenida de la trayectoria realizada a partir de los capitales acumulados históricamente y apostados estratégicamente en distintas luchas. Será establecerá la composición de los diferentes capitales que poseen estos agentes participantes para determinar su incidencia particular en el campo que participa, pero también el volumen total adquirido a lo largo de su historia y que puede ser importante a la hora de comprender su posición en el campo en cuestión. Por otra parte y en función de posiciones situadas históricamente, se lo inscribirá en la situación histórica municipal, lo que brindará indicios del por qué de algunas ubicaciones, las modalidades que adquiere el uso del poder, el respeto y/o desprecio entre los agentes, y el acomodamiento a las reglas y /o sus modificaciones.

Acceder a esta información implicará entre otras tareas: acceder a la información volcada en medios periodísticos locales y regionales; indagar, sistematizar, analizar e interpretar datos e información histórica; documentos y gacetillas existentes; establecer estadías en los horarios de trabajo en los distintos espacios municipales en relación con el área de cultura y desarrollar observaciones, diseño y elaboración de entrevistas (abiertas y semi-estructuradas) a directivos, docentes, talleristas y alumnos; asistir a los eventos organizados y en la medida de lo posible realizar algunas encuestas a asistentes de espectáculos, encuentros y diversas actividades, tomar contacto con agentes que hayan sido parte del área de cultura y educación en el pasado lejano y cercano, estén o no desempeñando funciones en otras áreas del municipio.

 

A modo de propuesta

Otras líneas de investigación pueden comenzar a explorarse a través de un completo análisis socio-cultural: 1) indagar en los orígenes identitarios culturales del municipio y su conformación actual trabajando con archivos históricos, investigaciones existentes y una muestra representativa en base a una red de indicadores acordados; 2) con el grupo gestor constituido a partir del método estratégico de la organización de encuentros mencionados, proponer una investigación muy cara al trabajo social: la realización de un auto-conocimiento cultural comunitario entre los participantes de Orígenes e Influencias en Nuestra América, y así entre otros posibles temas: develar qué es lo que identifican como patrimonio cultural propio y heredado; y conocer las creencias que tienen acerca de lo que es la cultura y las políticas culturales.

De la sistematización y análisis de la información proporcionada se podrán ir determinando cuáles se convierten en datos significativos para ser retomados en la construcción de criterios y propuestas que deban ser considerados en la política cultural municipal.

Constituir y formar el grupo gestor es imprescindible para llevar a cabo estos procesos en los que la investigación acción participativa adquiere papel central como opción epistemológica y metodológica, pues la participación real en instancias colectivas de obtención y análisis de información devela conocimientos y devuelve la confianza y creencia en las propias capacidades y así f avorecer un Desarrollo Cultural Comunitario participativo y reflexivo.

Esto es fundamental para incidir en los otros agentes involucrados, adquirir poder de decisión en la esfera pública y modificar aquellas "reglas del juego" que no sean convenientes al proyecto.

Ahora bien, la realización de estas etapas estarán supeditadas a ciertos requisitos: a) la formalización del proyecto a nivel municipal y obtener el compromiso de autoridades para enriquecerlo, apoyarlo y divulgarlo. Esto permitiría establecer un presupuesto acorde con la propuesta; b) que su formalización debe ser por lo menos hasta la finalización de la nueva gestión para garantizar su continuidad; y c) el tiempo que lleve la conformación y la formación del grupo gestor para ser capaza de obtener, registrar, sistematizar y analizar la información.

 

V - BIBLIOGRAFÍA DE REFERENCIA

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- Martínez Tena, Alicia y otros (2000): Metodología para los estudios culturales de comunidades. El Diagnóstico. Santiago de Cuba: Artículo de maestría.

- Matus Sepúlveda, Teresa (1999): Propuestas contemporáneas en trabajo social: hacia una intervención polifónica. Buenos Aires: Espacio editorial.

- Nivón Bolán, Eduardo y Ana Rosas Mantecón (2002): México: "La política cultural del gobierno del Distrito Federal 1997-2000. Notas para un balance". En Mónica Lacarrieu y Marcelo Álvarez (comp.): La (indi)gestión cultural: una cartografía de los procesos culturales contemporáneos. Buenos Aires: Ciccus-La Crujía, págs 141-171

- Ochoa Gautier, Ana María (2002): "Desencuentros entre los medios y las mediaciones: Estado, diversidad y políticas de reconocimiento cultural en Colombia". En Mónica Lacarrieu y Marcelo Álvarez (comp.): La (indi)gestión cultural: una cartografía de los procesos culturales contemporáneos. Buenos Aires: Ciccus-La Crujía, págs 121-139

- Park, Peter (1990): "¿Qué es la investigación acción participativa?. Perspectivas teórico metodológicas". Universidad de Nacional de Colombia

- Rodríguez, Víctor Manuel (¿?): "Políticas culturales y textualidad de la Cultura: Retos y límites de sus temas recurrentes" En Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación y la Cultura. Colombia: http://www.campus-oei.org/cultura/vmrodirguez.htm

- Rubinich, Lucas (1993): Extensionismo y basismo: dos estilos de política cultural. Cuaderno 1 Fundación del Sur-GECUSO. Buenos Aires. Espacio Editorial.

- Varela, Gustavo (1999): "Acerca de la Autonomía desde Castoriadis", en Revista Trabajo Social Nro.15. Uruguay: PEAL. www.revistatrabajosocial.com/

- Weber, Raymond (2002-2003): " Los nuevos desafíos de la cooperación cultural europea ". En Pensar Iberoamérica (edición digital), Nº 2. www.campus-oei.org/pensariberoamerica/ric02a01.htm

- Wortman, Ana (¿?): "Repensando las políticas culturales de la transición". Instituto Gino Germani, Facultad de Ciencias Sociales

NOTAS

1

Este trabajo forma parte de la Maestría en Desarrollo Cultural Comunitario que me encuentro realizando en el Centro de Estudios de Posgrado del Caribe (CEPCA), Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales, Universidad de Oriente, Santiago de Cuba

2 

Universidad de Buenos Aires, Facultad de Ciencias Sociales, Carrera de Trabajo Social. germanbdubini @yahoo.com.ar

3 

Sintéticamente podemos decir que históricamente trabajo social viene redefiniendo su especificidad académica y que, fracasos y autocrítica mediante, podría definirse como una profesión que a través de su inserción en diferentes ámbitos institucionales públicos y no gubernamentales (salud, justicia, educación, desarrollo social, cultura, hábitat, medio ambiente, etc.) con incidencia en múltiples áreas y problemáticas que afectan a diferentes poblaciones (desde la niñez hasta pueblos originarios) busca promover y generar procesos de transformación de aquellas situaciones que individuos, grupos y/o poblaciones viven como adversas potenciando recursos existentes en las comunidades que permitan vivir una vida con mayor calidad.

4 

En este municipio, durante el período de gestión municipal 1999 - 2003, la Dirección de Cultura y la Dirección de Educación dependían de la Subsecretaria de Cultura y Educación. A partir de diciembre de 2003 y, luego de la reelección del intendente municipal, un nuevo escenario institucional emerge. En las áreas que nos competen: 1) se crea la Secretaría de Cultura, Deportes y Turismo; 2) la Dirección de Educación pasa a depender directamente de Secretaría de Gobierno; 3) la Subsecretaría de Cultura y Educación queda como Subsecretaría de Cultura, pero 6 meses después se disuelve con la renuncia del subsecretario. Con la asunción de una nueva funcionaria (quien se desempeñaba hasta el momento como directora de los talleres dependientes del área de cultura) y su nuevo equipo toma (o mejor dicho retoma) el nombre de Dirección de Cultura.

5 

Restricciones de espacio me impiden desarrollar los procesos de construcción de identidades culturales en relación con a) el tiempo y territorio geográfico de origen; b) los intercambios transculturales (enriquecedores) e infraculturales (generadores de profundas desigualdades ocasionadas por modalidades de colonización que intentan someter y marginar prácticas autóctonas que derivan en estados de des-culturización y sub-culturización), y c) los fenómenos de resistencia.

6 

Los textos mencionados en la bibliografía de Rubens Bayardo; Nestor García Canclini; Tulio Hernández; Martín Hopenhayn; Jesús Martín-Barbero; Eduardo Nivón Bolán y Ana Rosas Mantecón; Ana María Ochoa Gautier; Víctor Manuel Rodríguez; Lucas Rubinich; Raymond Weber y; Ana Wortman dan cuenta de los diferentes tipos de políticas culturales que se han venido dando históricamente.

7 

Grupo multidisciplinario que tiene como principal tarea elaborar en base a aspectos conceptuales, el diseño del diagnóstico: necesidad del estudio, objetivos, tesis de las que se parte, organización del diseño, elaboración de las acciones a desarrollar, ejecución de las tareas, análisis de los resultados, elaboración de recomendaciones.

8 

Con el cambio de autoridades el proyecto en este momento carece de aval oficial, por lo que las actividades que realiza las hace de manera independiente más allá que estén involucrados docentes, talleristas y alumnos de los ámbitos municipales de cultura y educación. Esta situación ha resentido la continuidad y crecimiento de las propuestas e incluso su obstaculización. En junio de 2004 se le entregó a las nuevas autoridades de la Secretaría y la Dirección de Cultura copia del proyecto y las actividades realizadas. Si bien la Dirección manifiesta haberlo leído y compartiría los lineamientos, no ha permitido por ejemplo que figure el nombre del proyecto en un encuentro organizado conjuntamente en agosto de este año alegando que no está formalizado y podría traer problemas con la secretaría. Por otra parte con la Secretaría aún no se ha podido tomar contacto directo y tampoco ha dado respuesta positiva o negativa acerca del pedido de autorización para entrevistar a diferentes agentes del área.

9 

Aquí cabe señalar que la nueva gestión a cargo de la Dirección de Cultura parecería compartir al menos desde lo discursivo esta situación. Como ejemplo, puede mencionarse el interés por acercarse a los talleristas a través de la realización de reuniones conjuntas mensuales.

 

10 Concepto acuñado por René Lourau, puede verse el texto de María José Acevedo "La implicación. Luces y sombras del concepto lourauniano". Artículo de cátedra de la materia Psicología Social e Institucional, cátedra Ferraros Di Stéfano, carrera de trabajo social, Facultad de Cs. Sociales. www.catedras.fsoc.uba.ar/ferraros/BD/Implic.htm

11 

Rosana Guber en el Salvaje Metropolitano (2004), comenta lo importante que fue conocer las notas de campo que Malinovsky para comprender alguno de sus análisis, aunque lamenta que se lo haya hecho mucho tiempo después de publicadas sus obras.

 

 

 


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