Orden y desorden en el Wall Mapu: formas de organización identitaria.

Autores: Juan Carlos Radovich (INAPL UBA) y Alejandro Balazote (UBA UNCPBA)


Resumen: En esta ponencia analizamos las percepciones medioambientales y su relación con las practicas económicas de pobladores mapuche asentados en la provincia de Neuquen, ámbito de producción energética por excelencia. Las explotaciones hidrocarburíferas e hidroenergéticas conllevan procesos de inversión de capital han afectado a sectores populares, pequeños productores y por sobre todo a poblaciones mapuche pauperizadas. En otros trabajos hemos estudiado estos temas, nos proponemos aquí analizar como la dirigencia de las organizaciones etnicistas plantea las demandas de los afectados, como en su estructuración discursiva se amalgaman elementos económicos y simbólicos al tiempo que se construye un tipo particular de identidad cultural que resulta funcional para viabilizar acciones pragmáticas.


Introducción.

La afectación de numerosos pobladores mapuche residentes en distintos parajes de la provincia de Neuquen como consecuencia de la ejecución de ciertas actividades económicas que implican un violento proceso de inversión y desinversión de capital ha sido denunciada por diversas organizaciones indianistas de esta provincia durante los últimos años.

El impacto social que ocasionan estas actividades productivas es sin duda uno de los aspectos en los cuales se manifiesta en la actualidad la violencia ejercida por el Estado nación sobre este pueblo, no ya a partir del empleo de las armas como antiguamente sino mediante la implementación de determinadas medidas económicas que favorezcan el desarrollo de la explotación hidroenergética e hidrocarburífera de la cuenca neuquina.

Debido a esto se han construido una serie de represas sobres los ríos Limay y Neuquen, así como también se ha montado la infraestructura necesaria para la extracción, procesamiento y distribución de petróleo y gas lo cual ha causado innumerables perjuicios al pueblo mapuche.

La realización de grandes obras, en particular las represas hidroeléctricas y la explotación hidrocarburífera gasifera y petrolífera constituyen un tipo particular de producción. En ambas se desarrollan una serie de "actividades a término" producto de una planificación específica. Los aspectos centrales de la misma son determinados sobre la base de un horizonte temporal previamente definido, sea por el cronograma de obra o por las reservas estimadas. Las alteraciones que puedan producirse sobre este horizonte (modificación del cronograma de obra o ampliación de las reservas) en nada modifican las características de este tipo particular de inversión.

El fin de la presa, la culminación de un ducto, o el agotamiento de las reservas gasíferas y petrolíferas tendrán una consecuencia inmediata: La localización de los capitales en otras áreas o regiones de mayor rentabilidad. La desinversión es la consecuencia temida de un proceso de "inversión a término" que conllevan estas actividades.

Es posible diferenciar claramente este tipo de inversiones de las realizadas en otras ramas de actividad. En estas últimas la dinámica del capital esta pautada por la nivelación de la tasas de ganancias y su flujo se determinara (en condiciones ideales) en torno a este criterio. La selectividad del capital no esta fijada en principio mas que por el nivel de beneficio obtenido. Así, su localización espacial es relativamente "independiente" de la "proximidad" de los ámbitos productores y los de consumo. Las constricciones de su ubicación no se relacionan exclusivamente con la localización de las materias primas. En la medida que el abastecimiento de los mismos puede realizarse de ámbitos alternativos. De acuerdo con esto el proceso de producción no necesita desplazarse espacialmente.

Por el contrario la generación hidroenergética y la explotación hidrocarburífera implican una localización del capital que esta dada por la existencia de recursos. La heterogeneidad espacial de su distribución fija las pautas de la selectividad de las inversiones.

Por sus características, estas inversiones se vinculan de una manera específica con el medio ambiente, dado que ocasiona profundas modificaciones en la naturaleza. Somos concientes que toda actividad productiva produce la alteración del entorno natural pero las que aquí señalamos, lo hacen de una manera cualitativa y cuntitativamente diferente. El desvío de ríos, la creación de lagos artificiales, el agotamiento de los recursos no renovables, la contaminación de suelos, la modificación de la estructura de los subsuelos por el empleo de explosivos son algunas de sus consecuencias.

Los efectos sociales de la desinversión de capital sobre las poblaciones afectadas, una vez finalizadas las actividades productivas resultan mayores porque operan sobre un entorno natural fuertemente modificado. El agotamiento de algunos recursos, los impactos sobre la flora y la fauna, el deterioro de las cubiertas vegetales son algunas de las efectos negativos que este tipo de actividades que impactan sobre las poblaciones afectadas limitando sus estrategias de reproducción.

En la provincia de Neuquen, ámbito de producción energética por excelencia , las explotaciones que conllevan procesos de inversión de capital han afectado a sectores populares, pequeños productores y por sobre todo a poblaciones mapuche pauperizadas. En otros trabajos hemos estudiado estos temas , nos proponemos aquí analizar como la dirigencia de las organizaciones etnicistas plantea las demandas de los afectados, como en su estructuración discursiva se amalgaman elementos económicos y simbólicos al tiempo que se construye un tipo particular de identidad cultural que resulta funcional para viabilizar acciones pragmáticas.

Orden económico orden simbólico.

Las organizaciones indianistas de la provincia de Neuquen plantean una política de duro enfrentamiento a los gobiernos provincial y nacional. Se manifiestan abiertamente en contra de la implementación del modelo económico neoliberal, y cuestionan la política seguida por la administración neuquina para con el pueblo mapuche. En lo que concierne al impacto ocasionado por la explotación energética responsabilizan a ambas administraciones de llevar a cabo una política cómplice con los intereses de las empresas energéticas.

"Ayer por nuestras tierras aptas para la agroganadería. Hoy el libre mercado nos visita tras nuestros recursos subterráneos gas y petróleo" (Documento S/D).

La visión histórica de estas agrupaciones vincula el proceso de afianzamiento del Estado Nacional con la implantación de un orden económico y un orden cósmico contrarios a las concepciones mapuche.

"En esta invasión militar se impuso un nuevo principio, un nuevo orden. Un orden donde el hombre es el centro y la naturaleza es algo que se puede dominar, que está a su servicio, con el objeto de lucrar. Un orden estamentado entre seres superiores e inferiores" (Wallmapuche-ixofillmogen. Documento de trabajo. Primer taller local región sur. ).

Las demandas específicas sobre los daños causados por las inversiones que hemos comentados párrafos mas arriba se estructuran bajo un discurso que vincula lo económico con lo cultural

Las relaciones entre el orden económico y el orden cósmico establecidos por el dominio winka centrados en la lógica reproductiva del capital plantean una relación jerárquica entre el hombre y las demás "fuerzas de la naturaleza". Esta concepción antropocéntrica resulta contradictoria con el "orden de los pueblos originarios" basado en el equilibrio, la armonía y la simetría "donde el mapuche es un newén (fuerzas o poderes del universo) más del Wall Mapu (territorio).

Parafraseando a Balandier (1997) se construye un universo simbólico en el que el orden mapuche y el orden general del mundo son la misma cosa. El hombre, lo social y la naturaleza son pensados de una manera holistica .

Este ordenamiento surge del equilibrio y la complementariedad de los newén. Cada uno de ellos tiene un rol específico y es responsable del equilibrio del Wall Mapu (territorio) y el mapudungun, el idioma que permite la comunicación entre los mismos.

"El hombre, el che, es un newén mas del Wallmapu. El Mapuzungun o Mapuchezugun, el habla de la tierra, no es un idioma que pertenezca solo al che, sino que es la manera en que las fuerzas o newén se comunican entre sí. Es por eso que cuando la Machi o la Pillan Kuse toma contacto con su newén, este se comunica con ella en mapuzungun" (Wallmapuche-ixofillmogen. Documento de trabajo. Primer taller local región sur).

La comunicación entre los hombres y los distintos newén se realiza pues a través del mapudungun, que además de ser un código comunicacional es fuente misma de sabiduría, en la medida que permite un tipo de relación específica con la naturaleza. El mapudungum es causa de conocimiento e indicador de la identidad del pueblo mapuche, identidad que desde este discurso, no se construye únicamente en relación con otros pueblos sino también en relación a los distintos newén del Wall Mapu.

"Hoy trasmitimos este saber desde la palabra escrita, pero la fuente de conocimiento -kimvn ha sido y sigue siendo nuestro mapuzungun. A él recurrimos para encontrar explicación científica sobre nuestra vida y su fundamento. Por ello comprobamos que es difícil para el no mapuche acceder a la esencia del kimvn mapuche, al no poseer el conocimiento del mapuzungun" (Wallmapuche-ixofillmogen. Documento de trabajo. Primer taller local región sur. ).

La eficacia simbólica de la lengua mapuche no se debe a la configuración de un tipo de liturgia específica o a la ejecución de una determinada secuencia ritual, sino que es a través suyo que las regularidades naturales y sociales se vinculan.

En relación a las primeras es importante aclarar que la noción de Mapu (tierra) no se limita a la superficie, incluye el espacio (Wenu Mapu) y el subsuelo (Minche Mapu) . Las relaciones entre los distintos integrantes de estos ámbitos espaciales se presentan armónicas y reproducen las mantenidas entre los distintos integrantes de la sociedad mapuche. Desde esta concepción una agresión al Wall Mapu es una agresión al pueblo mapuche. Como ya señaláramos los responsables de las acciones que deterioran el territorio resultan ser el gobierno provincial y el nacional, representantes del winka y sus intereses. Ambos, fuertemente dependientes de las empresas energéticas y de los organismos internacionales (FMI, Banco Mundial) que imponen programas y políticas que profundizan el sometimiento del pueblo mapuche.

Desde el discurso de las organizaciones etnicistas se construye una visión preterista que imagina a las comunidades indígenas en general y al pueblo mapuche en particular como armónicas , no solo en las relaciones entre los hombres, sino también entre éstos y los demás componentes del medio ambiente. El conflicto intraétnico se subsume en el interétnico. Como resultado de una construcción de opuestos, una ideología solidaria, centrada en la comunidad se opone al individualismo salvaje del sistema capitalista. La complementariedad y la cooperación entre las partes arroja fuera de los límites de la etnía la competencia, la irracionalidad del mal uso de los recursos naturales y la puja por el poder .

"Nosotros tenemos la machi que tiene la sabiduría de la medicina, tenemos el lonko que es el que nos va a conducir, nuestras autoridades religiosas (Pillan Kuse)... nada va separado, cada uno es un integrante de la comunidad de la sociedad mapuche y cumple un rol, un rol específico..." (Dirigente de Coordinación de Organizaciones Mapuche).

El equilibrio es resultado del acceso del hombre al mapudungun. El vínculo entre ambos es el garante del orden entre los distintos integrantes del Wall Mapu. La responsabilidad de la armonía territorial no recae exclusivamente sobre uno u otro sino en la relación entre ambos. Sin embargo, otros hombres, los winka pueden por si mismos alterarlo.

La agresión y el desorden se identifican con el winca y no con el sistema económico capitalista. El otro es genérico y las contradicciones en su interior no revisten mayor importancia en al análisis de las organizaciones. A diferencia de las cosmovisión mapuche, el winka construye un sistema de representaciones en el cual el hombre es el elemento de dominación de la naturaleza.

"El wallmapuche- territorio mapuche sangra por sus cuatro partes mientras el depredador winka impulsa la ideología del lucro y el consumismo extremo, explotador de la naturaleza" (Documento de trabajo. Primer taller local región sur.).

La subordinación del pueblo mapuche al Estado Nación devino en la pérdida del control de su Wall Mapu. El reclamo de las organizaciones indígenas pasa por una redefinición de las relaciones con el Estado Nación que apunte a la implantación de un régimen autonómico.

"Queremos que el Estado argentino entienda que dentro del estado hay pueblos. Pueblos que están sometidos por el Estado. Los indios buscamos nuestra autonomía" (Dirigente de la Confederación de organizaciones mapuche).

La vinculación del concepto de autonomía con los de "pueblo originario" y "territorio" permite la construcción de líneas políticas. La concepción de autonomía no se plantea como un simple reconocimiento de la diversidad cultural por parte del Estado sino que a partir de la misma se acepte que los grupos étnicos puedan tener autoridad y control efectivo sobre el Wall Mapu. El concepto de territorio es entendido como:

"...un espacio de la naturaleza que se encuentra bajo influencia cultural y [el] control político de un pueblo (...) Nuestro nombre expresa la autoidentificación cultural como ‘gente de la tierra’ , ‘ce de la mapu’. Por ello el territorio es un derecho natural, irrenunciable para la concepción filosófica y religiosa mapuche" (Documento de trabajo. Primer taller local región sur. ).

"El territorio para el mapuche no es solamente tener 10.000 ha alambradas. El territorio en la cosmovisión mapuche es todo , el aire, lo que esta abajo, lo que esta arriba... todo es el territorio. Ese es el pensamiento del mapuche..." (Dirigente de la Confederación de organizaciones mapuche).

Las representaciones simbólicas sostienen el reclamo del control territorial al cual el pueblo mapuche debe acceder por "derecho natural". La cultura, en términos discursivos, es un argumento para acceder al control de los recursos , la identidad, sustento del planteo de autoridad política, al tiempo que el concepto de territorio resulta funcional para plantear la demanda sobre el dominio integral de las riquezas.

"Que queremos los mapuche cuando reclamamos derechos territoriales? Estamos buscando la posibilidad que se nos adeuda de ejercer influencia y control sobre lo que ocurre en ese espacio territorial. Se está, por lo tanto, persiguiendo el objetivo de participar colectivamente en las decisiones que afecten a ese territorio y a los recursos existentes en él" (Documento de trabajo. Primer taller local región sur ).

La cultura se convierte en instrumento del reclamo. El discurso de las organizaciones enfatiza la diferente cosmovisión de los mapuche frente a las construcciones simbólicas del winca. Las disímiles percepciones del entorno natural se corresponderían con diferentes modalidades de apropiación. Lo ideacional resulta explicativo de este tipo de vinculación y en ningún momento entra en consideración el grado de desarrollo de las fuerzas productivas disponible por wincas y mapuches.

Los planteos que propician la armonía con el medio ambiente relacionan la destrucción de la "biodiversidad" (sic) con la destrucción del pueblo mapuche. A Partir de un intenso trabajo clasificatorio se organiza la identidad y la alteridad. Se le adjudica a los mapuche poseer el conocimiento y la sabiduría de regular adecuadamente las relaciones con la naturaleza.

"Abajo está la riqueza de adentro de la tierra de donde uno se nutre. Todo hace al mundo mapuche, al universo mapuche. No sacamos la riqueza que tiene la tierra, que por algo la tiene, no la explotamos...por ahí hay oro y no lo sacamos porque lo hemos estado guardando... Depende del tiempo cuanto vamos a sacar. En un tiempo sacábamos la piedra para hacer flechas... La madre Naturaleza nos dio el conocimiento, con que piedra las teníamos que hacer... donde estaban esas piedras y cuantas íbamos a ir usando..." (Dirigente de la Confederación de organizaciones mapuche).

A la construcción preterista de una histórica etapa ideal en la que reinaba el equilibrio entre los distintos newén le sigue la situación de contacto interétnico. Con la llegada del winka comienza el desequilibrio, la zozobra y las pérdidas para el pueblo mapuche.

Un caso concreto.

En este punto queremos ejemplificar como la producción simbólica que hemos analizado en el apartado anterior se estructura en un caso particular de agresión al Wall Mapu. Nos referimos al impacto ambiental que sufren los pobladores de la agrupación Painemil como consecuencia de las actividades extractivas desarrolladas por empresas hidrocarburiferas.

La reserva se localiza a 100 km. de Neuquén Capital y a 5 Km. de Añelo sobre el río Neuquén. Los pobladores de dicha agrupación se encuentran asentados sobre una angosta planicie comprendida entre las bardas que sirven como límite a los embalses del complejo Cerros Colorados y el río Neuquén.

En sus predios se lleva a cabo una intensa explotación de las reservas gasíferas cuyo responsable es la privatizada empresa YPF. El impacto de esta producción sobre la vida cotidiana de los integrantes de la Agrupación Painemil es muy grande. El deterioro ambiental y de las condiciones de vida de los crianceros mapuche llega al punto tal que resulta inviable (en los términos actuales) la coexistencia de la explotación gasífera y la producción ganadera, base del sustento de los habitantes de Painemil.

Las organizaciones indianistas vinculan la agresión al Wad Mapu tal como el que llevan a cabo las empresas energéticas a partir de la actividad extractiva, por lo que la pérdida de ciertos dones adquiere una dimensión particular.

"Desde hace años comenzaron a morir puf newén en Painemil. Painemil significa oro celeste. El Painemil tuwun no se desarrolló mas normalmente, separado de su unidad esencial, de su identidad. Se escondió el mapudugun-habla de la tierra hasta olvidarse, se perdió el Nor Mogen-normas de convivencia, se ocultó Ad Mogen-, se olvidó el Nguillatun, no hay Pillán Kuse- autoridad religiosa, no se conoce lawen-medicina, ni machitun-acto de curar. Se perdió newén. Murió la memoria" Coordinación de Organizaciones Mapuche. (Wallmapuche-ixofillmogen. Documento de trabajo. Primer taller local región sur).

El impacto sobre el Wall Mapu y el desequilibrio del Ixofillmogen es sustancialmente mayor en el caso de Painemil. Las agresiones sobre ambos no son solo daños a determinados recursos naturales sino que atentan también contra la existencia cultural de los pobladores de la agrupación.

"La mapu y sus recursos naturales nos dan vida y tienen un significado profundo para nuestro pueblo. No son simples objetos de lucro. Conforman la esencia de nuestra existencia física y cultural, porque nos alimenta, nos dan salud y nos ayudan a ser pueblo" (Documento de trabajo. Primer taller local región sur ).

En el discurso de las organizaciones se homologa la pérdida de ciertos "rasgos culturales" con la pérdida de la identidad mapuche. El esencialismo se expresa en forma mayúscula cuando se vincula Mapuche-Tierra-Territorio. La pérdida del pu newén, del mapudungun, del tuwún, del machitún, del Nguillatun equivalen a la pérdida de la memoria (ver testimonio citado mas arriba) implica un no reconocerse como pueblo. Creemos que la ausencia de estos elementos culturales no impide la constitución del pueblo mapuche como sujeto histórico. No practicar mas el Nguillatun, no hablar en lengua ni recurrir a la machi en caso de enfermedad, no necesariamente implican la pérdida de la memoria. El ejercicio de la misma, se manifiesta en la comprensión de un proceso histórico particular que explique las actuales condiciones de vida del pueblo mapuche.

En Painemil el ejercicio de la memoria permitió reconocerse como mapuches para enfrentar a la mas poderosa empresa asentada en el territorio nacional (YPF), utilizando todos los recursos de que disponían, al tiempo que eran respaldados por organizaciones e instituciones dada su condición de mapuches.

Fue precisamente la memoria la que les permitió relacionar su pasado de mapuches reasentados al inicio de siglo sobre la margen del río Neuquén como resultado de un proceso económico, político y militar, con sus problemas actuales. Vincular el impacto sufrido hace mas de cien años (como consecuencia de la derrota militar) por la aplicación de un nuevo modelo económico y la disputa por el control de los recursos, con los efectos sufridos ante el avance de las políticas económicas sustentadas en la doctrina neoliberal.

Para finalizar este apartado quisiéramos señalar que el discurso de los afectados pobladores de la agrupación Painemil no reproduce en su totalidad el desarrollado por los dirigentes de las agrupaciones indígenas. La mayor parte de los mapuche asentados en la reserva desconoce por completo la lengua mapuche, esto no significa que estén impedidos de la producción de un discurso etnicista pero si que la estructuración del mismo difiera en parte del desarrollado por las otrganizaciones indigenistas. Las prácticas cobran una dimensión distinta en relación a las representaciones.

La tierra no es solo la expresión simbólica de la etnicidad, constituye también un objeto y un medio de trabajo a partir de los cuales los mapuche de la reserva pueden garantizar su reproducción social. La identificación y la lucha por la tierra de los mapuche es resultado de premisas no disociadas: el control de los recursos (a través del control del Wall Mapu) y la construcción de una identidad específica a partir de esta relación.

" (...) Para nosotros los mapuche, la tierra tiene fuerza propia, como así también todos los seres que habitan en ella le pertenecen, el hombre incluido. (...) El mapuche sin tierra no es mapuche (...)" (Miembro del Consejo Asesor Indígena).

La pérdida del mapudungun que en el plano del discurso se plantea como, la pérdida de la sabiduría a partir de la cual se está imposibilitado de relacionarse sabiamente con los demás newen, significa en la práctica el quiebre de un código específico, cuya existencia facilita o dificulta las posibilidades de articular respuestas políticas, que permitan revertir la condición de subordinación de los mapuche. De esta manera, la pérdida del mapudungun deviene en la delimitación de un campo simbólico propio a partir del cual reformular dinámicamente su identidad colectiva y su percepción de la realidad. Es a partir del acceso al mapudungum que el mapuche se constituye en un ser mas pleno, dado que este paso implica el ingreso al conocimiento y la practica de una moral coconstituyente del mundo social.

Pero, como ya señaláramos, las limitaciones que conlleva esta situación no pueden plantearse como la pérdida de la memoria. De hecho, los pobladores de la agrupación Painemil han desarrollado prácticas eficaces para enfrentar, aún desde un posición desventajosa, al gobierno provincial y a la empresa YPF. La identidad mapuche trasciende el campo específico de las representaciones para instalarse también como un conjunto de prácticas que permiten lograr la realización de reivindicaciones sociales.

Consideraciones finales.

Las organizaciones mapuche de la provincia de Neuquen han planteado desde su formación una serie de reivindicaciones que van desde aquellas que se encuadran en un campo cultural a aquellas marcadamente socioeconómicas. Quizás uno de sus mayores logros sea la habilidad con que han vinculado ambos aspectos en la estructuración de sus reclamos. La producción de un sistema de representaciones, la organización de la identidad y la alteridad, así como la conformación de un corpus discursivo forma parte de un trabajo simbólico que resulta funcional para expresar demandas y reivindicaciones de tipo socioeconómico.

Los reclamos por el acceso a la tierra se realizan solo en primera instancia apelando a un planteo de anterioridad . El calificativo de "pueblo originario" no hace mas que poner en relieve sus derechos sobre el territorio. Sin embargo la fundamentación de tal reclamo no se agota en este plano. Un saber específico, una particular concepción cosmosocial convierte al pueblo mapuche en el garante de un orden específico a partir del correcto uso de los recursos. La racionalidad que conllevan sus practicas sociales y productivas no es una mas entre otras racionalidades, ni siquiera es la mejor de ellas; es la única racionalidad posible frente a la irracionalidad de los no mapuche.

Para los mapuche los ríos, la lluvia, la flora y la fauna (en definitiva objetos y medios de producción) no constituyen elementos indiferenciados de ciertos procesos productivos particulares. Cada uno de estos últimos pone en relación a distintos newen y por tanto, producir implica respetar y reproducir las características de la relación que mantienen entre ellos para evitar el riesgo de generar el caos.

La tentación de explicar las representaciones mapuche de la naturaleza en si mismas o de analizarlas únicamente en relación a su utilización pragmática en pos de alcanzar ciertos objetivos atenta contra una compresión profunda de las condiciones de surgimiento y evolución de tales representaciones.

Para abordar tal tarea debemos considerar las múltiples determinaciones y constricciones del ámbito socioeconómico en la cual surgió tal producción simbólica. Lo dicho no significa plantear un relacionamiento mecánico entre la estructura económica y las representaciones medioambientales de los mapuche.

Como señala Godelier:

"... la percepción social del medio ambiente no se compone exclusivamente de representaciones mas o menos exactas de las constricciones propias del funcionamiento de los sistemas técnico-económicos, sino asimismo de juicios de valor (positivos, negativos o neutros) y de creencias fantasmáticas. El medio ambiente siempre tiene dimensiones imaginarias. Es el lugar donde habitan los muertos, la morada de las potencias sobrenaturales benévolas y malévolas que supuestamente controlan las condiciones de reproducción de la naturaleza y de la sociedad. Tales representaciones dan sentido a comportamientos e intervenciones sobre la naturaleza que pueden parecer absolutamente irracionales a un observador occidental" (1989:56).

Esta última cita nos lleva a puntualizar la particularidad de las distintas racionalidades. Mapuches y Winkas han desarrollado modalidades diferentes de apropiación de la naturaleza así como también han producido normas acerca del uso adecuado de los recursos. Las mismas han variado en el transcurso del tiempo al compás de los cambios acaecidos en el sistema técnico-económico. La aplicación de modelos extensivos o intensivos no ha tenido únicamente consecuencias económicas así como la relación con la tierra a partir de las figuras de propiedad o régimen de reserva, no remite exclusivamente a un plano jurídico. Ambas inciden en la producción de un sistema de representaciones y normas acerca del buen o mal manejo de los recursos medioambientales.

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1er Congreso Virtual de Antropología y Arqueología
Ciberespacio, Octubre de 1998
Organiza: Equipo NAyA - info@equiponaya.com.ar
http://www.equiponaya.com.ar/congreso

Auspicia:


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