CONGRESO VIRTUAL 2000

SEATTLE: MOVIMIENTOS SOCIALES CONTRA LA GLOBALIZACIÓN

Sebastián Valverde (UBA)

1. Introducción

Después de los incidentes de Noviembre de 1999 en Seattle (EE.UU.) todo indica que las ideologías que muchos daban por muertas están de vuelta. La primera gran señal de alarma llego en Junio de 1999 en la cumbre del Grupo de los 7 en Colonia. En dicha oportunidad miles de trabajadores, estudiantes, desocupados, ecologistas, indígenas, pacifistas y activistas en general, "saludaron" a los líderes de los siete países más ricos del mundo con una jornada de protesta en dicho lugar y en los restantes del planeta. Su objetivo era simple: denunciar al sistema capitalista global y al libre comercio como los culpables de la injusticia social y la explotación de los recursos naturales del planeta en beneficio de unos pocos y de la ruina de la mayor parte de la humanidad. La jornada de protesta tuvo repercusión mundial pero sin alcanzar la magnitud registrada unos meses después en Seattle (EE.UU.).

Allí a fines de 1999 decenas de miles de adversarios de la Organización Mundial de Comercio (en adelante OMC) se manifestaron mientras se efectuaba la conferencia mundial con la presencia de delegados de los 135 países del mundo que integran esta organización, incluyendo a los más destacados líderes mundiales.

Esta conferencia se vio interrumpida por los 50.000 manifestantes que lograron ampliamente su objetivo de hacerse escuchar ante los medios de comunicación y los asistentes, ya que muchos de ellos no pudieron trasladarse mas que hasta el lobby de su Hotel ante la magnitud de las protestas que sitiaron las calles cercanas a los lugares donde se efectuaban las conferencias. Hubo cientos de arrestos, las autoridades declararon a la ciudad en estado de emergencia y los máximos lideres del capitalismo mundial empezaron a ponerse nerviosos, al tratarse de la reunión de negocios más importante de la historia. El presidente norteamericano Bill Clinton, pragmático, indicó "Hay que integrar a esa gente que grita a la discusión" (Diario Pagina 12 02/12/1999: 24).

La magnitud de la protesta logró el objetivo de mostrar la oposición que existe a las consecuencias que genera el proceso de globalización a escala mundial, ya que fue sorprendente el nivel de adhesión anti-OMC, así como la capacidad de movilización de las diversas organizaciones que conformaron la protesta.

Además de la repercusión lograda por la capacidad de movilización, la novedad de estos sucesos fue el hecho que pudieran coincidir una gran diversidad de organizaciones y grupos, todos unidos contra la OMC y el capitalismo globalizado que este organismo representa. El ejemplo más representativo quizás sea la coincidencia entre sindicatos y grupos ecologistas que no cesaban de enfrentarse políticamente, ya que para el mundo laboral la ecología era un sinónimo de perdida de empleos. Sin embargo, una oposición común anti-OMC favorecía la reconciliación. De la misma manera, movimientos pacifistas y defensores de los derechos humanos se comprometieron contra la mundialización y sus consecuencias. También lo hacían campesinos, estudiantes, feministas, anarquistas y comunistas heterodoxos (George; 2000: 4).

Dentro de la gran cantidad de organizaciones que confluyen en este evento, figuran también activistas contra el SIDA, que sostienen que el organismo desalienta la producción de drogas contra la enfermedad en los países del Tercer Mundo, y ambientalistas disgustados porque la OMC no obliga a adoptar ciertas medidas de protección de algunas especies. La Liga de Resistentes contra la Guerra también se ha estado en las protestas argumentando que el gasto militar no está incluido en la regulación del organismo, fomentando así el peligroso aumento de los arsenales en los países subdesarrollados. Y los miembros de la religión pagana Wicca, unas 60 mujeres autodenominadas "brujas", viajaron de California a Seattle para protestar porque la OMC no se ocupa "de los ecosistemas sino de respaldar a las corporaciones transnacionales". También estuvo presente Vía Campesina, organización que nuclea a los movimientos campesinos de 65 países (Idem).

En total, más de 60.000 personas marcharon en espíritu de carnaval hacia la sala de conferencias.

La expectativa que concentraba este evento y las protestas al mismo era enorme. Como indico una de las manifestantes: "Nuestros padres tuvieron Vietnam. Nosotros tenemos la OMC. Todos aquellos preocupados por la justicia y la igualdad tienen un punto de unión para el futuro" (Diario Pagina 12 02/12/1999: 25).

Con las protestas se produjeron enfrentamientos con la Policía así como destrozos en negocios de la ciudad, y se pintaron gran cantidad de mensajes tales como "Estamos ganando", "Queremos vivir, no sobrevivir", "Quemen a los ricos", "¡Nunca se olviden del 30 de Noviembre!" (Idem).

Fue clave en esta movilización el accionar de miles de militantes que desarrollaron conferencias, coloquios, seminarios, folletos y artículos organizando la movilización.

Estos factores permitirían además, explicar porque la protesta no fue exclusiva de un solo país, sino internacional, ya que acudieron delegaciones de diferentes lugares de EE.UU., Inglaterra, Francia, Canadá, etc.

Por la importancia de la manifestación, el hecho que concitara la atención de los medios de comunicación en un evento de trascendental importancia y a pocos días que finalizara el milenio, hizo que fuera considerado como un gran triunfo. Todos parecen coincidir en que Seattle representa un punto de inflexión, un "antes y un después".

De pronto ya nadie se burlaba de las consignas de los manifestantes que hasta el día anterior sonaban idealistas: abajo el libre comercio, no a la globalización inhumana, condonación de la deuda externa a los países del Tercer Mundo, no a la explotación irresponsable de los recursos naturales, igualdad de derechos para todos los hombres.

Los nuevos activistas sé nuclean en cientos de pequeñas organizaciones locales con objetivos específicos pero un objetivo común: enfrentarse a la globalización del capitalismo que acrecienta la exclusión. A su vez estos grupos forman redes mayores internacionales sin estructura jerárquica, con la sola participación voluntaria tales como "retomemos las Calles", "El grito de los excluidos", "La vía campesina", "Jubileo 2000", etc.

Las protestas de Seattle se repitieron a fines de Enero de este año en el Foro Económico de Davos, Suiza, a mediados de Abril en la asamblea de Primavera del FMI y el Banco Mundial en Washington y el día de los trabajadores (1ero de Mayo) en varios puntos del mundo, en especial Londres y Berlín. También esta prevista la continuación de este movimiento del 26 al 28 de Septiembre del 2000 en Praga, en la Conferencia del FMI y del Banco Mundial.

2. Las nuevas formas de protesta

El primer punto que quiero destacar es que la presencia de diversos movimientos sociales sin duda no es nueva. Lo que sí lo es, es la capacidad de movilización de estas organizaciones, entre las que cabe remarcar la magnitud de las redes internacionales que constituyen, conectadas con grupos de todo el mundo. La presencia del movimiento de Seattle solo es posible de explicar gracias a la forma en que estos grupos sociales han aprendido a utilizar técnicas que podrían denominarse "marketineras" como la presencia en los medios masivos de comunicación, formas novedosas y mediaticas de protesta y el uso de Internet y el correo electrónico como forma de comunicación a la cual nos referiremos un poco mas adelante. Tras años de luchar contra el neoliberalismo, los activistas aprendieron a pegar donde más le duele al capitalismo. Para poder tener éxito, hace falta tener una buena llegada a los medios de comunicación, por ende a la opinión pública, en muchos casos a través de hacer muestras con slogans creativos. De esta manera, como suele caracterizar a los movimientos sociales, se destacó la protesta por contar con muestras innovadoras como grandes títeres y maquetas que otorgaban un aspecto festivo a un acontecimiento profundamente político.

Quizás con está táctica el puntapié inicial lo hayan dado los zapatistas. "...el éxito de los zapatistas se debió en gran medida a su estrategia de comunicación hasta el punto de que cabe denominarlos la primera guerrilla informacional. Crearon un suceso en los medios de comunicación para difundir su mensaje, mientras trataban desesperadamente de no verse arrastrados a una guerra sangrienta. Por su puesto, hubo muertes reales y armas reales, y Marcos y sus camaradas estaban dispuestos a morir. No obstante, la guerra real no era su estrategia. Los zapatistas utilizaron las armas para hacer una declaración, luego explotaron la posibilidad de su sacrificio ante los medios de comunicación mundiales para obligar a la negociación y presentar un numero de demandas razonables que, como parecen indicar las encuestas de opinión, encontraron un amplio respaldo en la sociedad mexicana en general" (Castells; 1997:102).

Como ejemplo de estas tácticas comunicaciones implementadas por diversas organizaciones, deseo mencionar dos ejemplos representativos en nuestro país: uno de ellos fue la denominada "Carpa Blanca" implementada por la CTERA y otro los "escraches" llevados a cabo por la organización H.I.J.O.S .

En todos los casos estos movimientos buscan además de manifestar sus demandas a un adversario determinado, lograr el apoyo de la opinión publica. Junto con estas innovaciones en términos de impacto "comunicacional", la otra característica de estos movimientos, en directa relación con la anterior, es la importancia que ha tenido Internet en la organización y difusión de la información de estas organizaciones a escala internacional.

Con la condición de tener acceso a una computadora y un domino del ingles cualquiera podía estar en primera fila y participar del movimiento hacia Seattle. La información permanente suministrada a través de la red a lo largo de todo el año 1999 permitió ir preparando a los diferentes grupos y a su vez la incorporación de nuevos. Esto brindó la posibilidad que grupos ubicados a miles de kilómetros de distancia en diferentes países, incluso continentes, pudieran organizarse en conjunto como si estuvieran en la misma ciudad. Estas organizaciones que integran las redes anti - globalización tienen presencia en Internet. Los sitios web de resistencia al sistema se multiplican en decenas de idiomas. Todos llaman a la acción y participación, proveen de información independiente acerca de campañas, movimientos, etc. y ofrecen gran cantidad de conexiones sobre páginas similares.

3. El proceso de globalización

El proceso de globalización política y cultural enfrenta resistencias. El objetivo de este trabajo es analizar precisamente como los cambios en la estructura económica, política, social, etc. del capitalismo, generan estas reacciones. Estas protestas no pueden ser entendidas sin analizar los estos cambios económicos y en otros ordenes que he destacado, y sus consecuencias en diferentes niveles.

Haciendo un poco de historia, es importante remarcar que el capitalismo desde sus principios se ha revelado como un modo de producción internacional, rebasando fronteras geográficas, históricas, culturales y sociales. La novedad de este modo de producción es, en la segunda mitad del Siglo XX, que se vuelve en un modo de producción no sólo internacional, sino también global. Una característica primordial del denominado proceso de globalización es que modifica todas las realidades preexistentes. Lo que es local, nacional y regional se revela de manera global. Este cambio fundamental implica la creación de un sistema global sin precedentes en la historia de la humanidad. Ha afectado de tal manera los diferentes aspectos de la realidad social, que prácticamente no existe un problema social, una crisis que no pueda relacionarse con este proceso.

Entonces, lo que se ha dado en los últimos años en llamarse "globalización" es el proceso por medio del cual el mundo, en forma lenta pero irreversible, se encamina hacia un estadio de creciente uniformidad en lo económico, político y cultural. Esta homogeneidad implica en lo político el fin de la "guerra fría" y el triunfo del modelo democrático liberal. En lo ideológico - cultural la universalización de determinados modelos de valor como el reconocimiento de los principios liberales democráticos y de los derechos humanos fundamentales. En lo económico la globalización se refiere a la expansión de las relaciones capitalistas de producción que prácticamente no encuentran mas obstáculos a su expansión con la consiguiente liberalización del trafico de mercancías, servicios dinero y capitales y la posición cada vez más dominante de las firmas transnacionales. En lo militar, con el colapso de la Unión Soviética, surge una única potencia mundial determinante en lo militar: los Estados Unidos. (Hirsch; 1997: 9).

Si bien la expansión del capitalismo se ha dado desde sus inicios, la globalización puede ser situada precisamente a partir de la caída del Muro de Berlín con el colapso de los regímenes representantes del "socialismo real", ya que es a partir de este momento en el que el capitalismo empieza a no contar con barreras a su expansión, por ende se acelera además la velocidad de los cambios producidos en las diferentes esferas.

El nuevo paradigma de la globalización implica la ruptura con el modelo de acumulación fordista que imperaba a escala mundial desde los años 30. Este sistema se basaba en el mercado interno, es decir una formula mediante la cual el consumo de toda la población integraba una parte de la acumulación del capital. La aplicación de este modelo se basaba en una fuerte regulación política de los diferentes aspectos de la sociedad - desde ya incluyendo a lo económico - el pleno empleo, el reconocimiento de los sindicatos y la conciliación de clases. El estado de bienestar representó la formula política de este paradigma económico que permitió frenar los aires de revolución social que caracterizaron las primeras décadas de siglo con el antecedente de la Revolución Rusa como expresión de la búsqueda de bienestar de los sectores oprimidos. Este modelo fordista se organizaba bajo la forma estatal nacional. Parte de esto se explica ante la necesidad de expansión de los mercados internos y la regulación estatal independientemente del mercado internacional. Este modelo de acumulación entró en crisis en los años setenta, como resultado de las propias limitaciones que imponían los procesos de trabajo existentes a la acumulación del capital, las que si bien posibilitaron el crecimiento inicial, después estancaban el desarrollo del mismo (Hirsch; 1997: 11).

De esta forma llegó a su fin la coincidencia entre la expansión del capitalismo y el bienestar general. A partir del mismo se liberalizan las mercancías y se rompe con la forma de producción anterior que implicaba la conciliación entre clases con el estado como regulador.

La globalización entonces debe entenderse como solución del capital frente a la crisis de del modo de acumulación anterior, el fordismo. Como indica Hirsch "es una vasta estrategia política, o, mas precisamente una estrategia de la lucha de clases" (Hirsch; 1997: 14)

Naturalmente, en este nuevo contexto el papel del Estado va a ser el de ser cada vez menos regulador de las demandas de diferentes actores y pasa a ser un agente directo en la acumulación del capital. Al ser nuevas relaciones las que surgen y produciendo múltiples rupturas, es previsible que no sea una etapa la que se abre de armonía, sino de conflictos y antagonismos con nuevas y diversas formas de expresión.

Sin duda una de las consecuencias de estos procesos económicos es el hecho que los Estados nacionales estén cada vez mas ausentes como reguladores y que haya cada vez menos imposiciones a la economía de libre mercado. Este modelo genera reacciones en diferentes actores sociales que efectúan una amplia gama de reclamos, pero que tienen como un común destinatario este proceso de globalización.

Uno de los fenómenos que contribuye a explicar estas protestas, es una crisis de orden político, producto precisamente, de la privatización o mercantilización de lo político, o la mentada "separación de lo político y lo económico" que no es mas que la incapacidad de lo político para modificar o regular lo económico. Así pueden explicarse otros procesos en este periodo además de estas protestas, tales como el ascenso de gobiernos socialdemócratas en Europa occidental efectuando criticas a los regímenes conservadores (mas allá que no representen peligro alguno para la continuidad del sistema capitalista), la crisis en general de representatividad de los gobiernos y partidos tradicionales, las expresiones a través de canales alternativos como movimientos de diversa índole (Sin tierra en Brasil, zapatistas en México, F.A.R.C. en Colombia), el surgimiento de lideres políticos por afuera de las estructuras tradicionales de dichos países (Fujimori en Perú o Chavez en Venezuela) etc. Como indica Matellanes "lo que enfrenta el capitalismo no es una crisis, sino un fracaso. Y ese fracaso es de naturaleza política, en el sentido que no tiene ya un proyecto de sociedad mínimamente legitimo en lo político, aceptablemente incluyente en lo social, ni viablemente generalizable en términos de modernidad económica" (1998: 47).

Las causas de este fracaso radican, según el autor, en la desaparición de la lucha de clases como forma de incentivo de nuevos compromisos políticos. En este caso quiero remarcar, lo que fortalecería a mi entender la validez de esta explicación, como a partir de los hechos de fines del año pasado, los organismos internacionales intentaron integrar a diversas ONGs a una mesa de dialogo cuando se realizaron encuentros posteriores de estos organismos internacionales. Es decir, ante la aparición de un actor social poderoso que enfrenta al sistema, el mismo busca de alguna manera "integrarlo" como fue el caso de los sindicatos durante el modelo fordista.

Otra de las razones es la desaparición de estados capitalistas que sean árbitros frente al capital, con lo cual el resultado es su escasa o nula legitimidad ante la sociedad descontenta con este proceso, y la sensación generalizada (con gran fundamento) que los estados no poseen capacidad de decisión que queda exclusivamente librada a las leyes del mercado. Esta ausencia de los Estados en su rol autónomo es una de las causas que explica que las protestas se focalicen cada vez mas en organismos internacionales. En definitiva lo que no tienen las sociedades como indica este autor es "un representante político relativamente trascendente y al menos formal del bien común y del bienestar general sino agentes activos de su propia degradación" (1998: 48).

El hecho que la crisis sea un fracaso político inherente al capitalismo en sí permite explicar que esta crisis se dé en diversos contextos. Como reacción a la globalización, se registran protestas o rebeliones en el tercer mundo, como el alzamiento zapatista iniciado el 1ero de Enero de 1994, precisamente el día en que México Ingresó al Tratado de Libre Comercio (TLC), que implica una liberalización de la economía. Sin embargo, también parecieran registrarse ciertos núcleos de resistencia en los mismos centros del sistema capitalista tal como precisamente se ha podido apreciar en Seattle. Esto es explicable, ya que además de la crisis política anteriormente mencionada, una de las consecuencias de este proceso de globalización constituye el desarrollo de condiciones de vida "tercermundistas" también dentro de las metrópolis capitalistas, lo que necesariamente va a implicar una serie de conflictos en su seno (Hirsch; 1997: 16).

4. Características de los movimientos y de las protestas

Una de los datos novedosos que quiero destacar que está presente en este fenómeno, es que las protestas no fueron dirigidas contra los Estados nacionales, sino por el contrario contra organismos financieros internacionales, como es el caso de la Organización Mundial de Comercio (OMC), el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional, etc. que son las máximas "caras visibles" del sistema financiero mundial que encarna la globalización. Si bien las protestas contra estos organismos no son nuevas, si lo es que hacia ellos se focalicen las demandas con tal nivel de masividad en lugar de dirigirlas hacia los estados nacionales. Por esta misma razón, no son organismos políticos nacionales los destinatarios de las protestas, sino por el contrario económicos internacionales, lo que desnuda ante la opinión publica cuales son los verdaderos depositarios de las decisiones.

Por otra parte, al centrarse la protesta en el plano internacional, permite no solo la convergencia de diferentes organizaciones y sectores de un mismo país, sino de diferentes regiones del mundo. Este proceso de "internacionalización" de la protesta, es factible, justamente por cambios en las comunicaciones como el uso de Internet que permite mantener una comunicación al instante con cualquier parte del mundo y que estos movimientos sociales están sabiendo aprovechar cada vez mas exitosamente.

En cierta medida puede decirse que ha retornado, aunque renovado, el internacionalismo que se lo daba por muerto junto con la idea de socialismo y de revolución. Este internacionalismo consistía en la idea que los explotados por el capitalismo en los diferentes países debían unirse para combatirlo y fue a partir de allí como el movimiento obrero y los partidos revolucionarios conformaron las diferentes internacionales. Las experiencias del socialismo real caricaturizaron este internacionalismo transformándolo en un seguimiento incondicional a las directivas de Moscú (o Pekín) mientras se abandonaba la idea de la revolución a escala internacional y se aplicaba en los hechos el modelo de "socialismo en un solo país" y de coexistencia con el capitalismo. Esto generó que la solidaridad entre los oprimidos del mundo quedara neutralizada y las luchas de cada pueblo quedaran encapsuladas en sus respectivos marcos nacionales. (Ramírez; 2000: 16)

Paradójicamente el proceso de globalización constituye entre otras cosas una internacionalización del capital, la que se dio precisamente cuando los sectores populares se olvidaron del internacionalismo.

Otras de las novedades que deseo remarcar de estas protestas, es que estos actores están llevando la protesta adelante en el mismo plano que se ha ubicado el capitalismo globalizado, es decir, en el plano internacional.

La pregunta que se abre es si este nuevo internacionalismo puede recuperar la esperanza en una sociedad más justa, como lo fue hasta la desaparición del internacionalismo la idea de socialismo.

Volviendo al tema de la convergencia entre diferentes sectores, y ya habiendo descripto el marco en que se desenvuelven estas organizaciones, uno de los interrogantes es cuales serian las causas que permiten una convergencia tan amplia de diferentes sectores en una protesta común.

En este punto voy a tomar la forma de clasificación que efectúa Alain Touraine y que rescata Manuel Castells sobre los movimientos sociales mediante tres principios: la identidad del movimiento , el adversario del movimiento, es decir el principal oponente y la visión o modelo social del movimiento u organización social que desearía obtener en el horizonte histórico de su acción colectiva (Castells; 1997:93-94).

Lo que encontramos de estos movimientos a partir de la información disponible en los medios masivos, y que destacamos como dato novedoso es, en primer lugar, una gran diversidad en cuanto a las identidades de los mismos, estando presentes en la protesta una gran multiplicidad de grupos, como ya hemos destacado.

El hecho que no sean las protestas concentradas en un único actor social, como puede ser la clase trabajadora, se explica por dos razones fundamentales. Por un lado, el proceso de globalización afecta a un espectro más amplio de la sociedad que el de la clase trabajadora asalariada, como ciudadanos críticos de la creciente mercantilización de las relaciones sociales, el deterioro del medio ambiente, etc. Por otro lado, se da como resultado de estos cambios, una creciente transformación del conjunto de la sociedad, con la consiguiente aparición de nuevos actores sociales. La lógica capitalista que afecta al conjunto de la actividad humana, trae aparejado que la esfera social del trabajo asalariado se ha extendido enormemente, transformando en asalariados a profesionales, artesanos, "cuentapropistas", campesinos y que amplían el marco de la clase trabajadora tradicional". (Ramírez; 2000: 16). Este proceso de cambio de la sociedad genera esta unión de diferentes sectores, la que es sin duda heterogénea pero con un rasgo en común que es el sentir que todos son excluidos del sistema capitalista globalizado, por diferentes razones (económicas, ideológicas, etc.) a las que cada grupo otorga importancia.

Como resultado de estas dos dinámicas destacadas anteriormente, en los últimos años han ido surgiendo y/o incrementado su presencia grupos de una gran multiplicidad de identidades. La consecuencia es que los actores sociales estén cada vez mas acostumbrados a la "diferencia", es decir la presencia de grupos específicos en términos étnicos, religiosos, de genero, etc. Por lo tanto, no es de sorprender que se den crecientes convergencias en protestas de grupos con diferentes identidades constitutivas o incluso alianzas entre organizaciones con marcadas diferencias, que hace pocos años hubieran sido completamente impensables . A diferencia de lo que caracterizó a la tradicional lucha de izquierda en estos movimientos no se percibe que un grupo social reclame una prioridad o un lugar central, por sobre los demás, con los cuales lógicamente mantienen un importante grado de acuerdo. El sujeto político que proponen estas organizaciones, saben que es el producto de un trabajo cultural y de la negociación de diferencias entre varios grupos heterogéneos, reconociendo como legítimos los reclamos de sus compañeros de lucha. De este modo, el resultado de esta lucha es mas que la suma de las partes (Adamovsky; 2000: 17).

Una de las características de estos movimientos es que se organizan sin centralismos y con un alto grado de autonomía. Sin duda esta ultima idea esta relacionada con la tendencia a uniones con grupos diferentes, ya que la autonomía se asocia con la diferencia, así como la uniformidad con la homogeneidad. Sin embargo, las manifestaciones de Seattle han demostrado la posibilidad de generar grandes actos con estructuras flexibles, horizontales y diversificadas.

También es importante remarcar que debido a la mayor homogeneidad y concentración del poder del capitalismo se produce una convergencia más heterogénea de las organizaciones de protesta contra el mismo.

Otra dinámica relacionada con la crisis del estado benefactor, es la ruptura de lazos de tipo verticales entre los Estados y los sectores sociales a los que protegía, lo que puede llevar, entre otras cosas, a la búsqueda de mayores lazos "horizontales" por parte de grupos sociales, en general con un sentimiento común de ser excluidos.

En síntesis, procesos propios de la realidad social actual, hacen posible y fomentan la convergencia de identidades diferenciadas en un frente común.

Con relación al segundo aspecto al que hacer referencia Alain Touraine, es decir el adversario de estos movimientos, pareciera existir en este punto la mayor coincidencia, ya que en todos los casos el proceso de globalización y sus consecuencias pareciera ser el adversario, en los diferentes órdenes tales como el económico, político social, medioambiental, etc.

En cuanto al tercer punto, el modelo social del movimiento, sí bien cada grupo tendría uno diferente parecieran existir convergencias, como son sin duda valores más solidarios, menos mercantilistas, de mayor armonía con el medio ambiente, derechos de las minorías, etc. Las diferencias además serian más aceptables que en otros contextos por las mismas razones que expresamos para lo inherente a las identidades de los movimientos. También en relación con el primer punto, dentro de sus concepciones ideológicas son más permeables a las diferencias, lo que hace posible la unión con otros sectores.

5. Perspectivas futuras

Si analizamos las perspectivas a futuro de estos movimientos, todo parecería indicar que su presencia no será solo un hecho circunstancial sino la forma en que se canalicen una parte importante de las demandas hacia el sistema. Tres aspectos, permitirían esperar una continuidad en estas manifestaciones: la primera y más evidente es el mantenimiento de las condiciones que dan origen a estas protestas, es decir el proceso de globalización, así como la imposibilidad de lideres mundiales de gobiernos y organismos financieros, empresas transnacionales, etc. de alterar, la lógica de funcionamiento del capital.

Una segunda razón es que estas luchas no han surgido en forma espontanea, sino que son el resultado de grandes esfuerzos y eficientes actividades organizativas realizadas en el ámbito nacional e internacional durante grandes periodos de tiempo por parte de grupos con cierta perdurabilidad. Esto es lo que permite hablar de movimientos sociales y no de una mera protesta esporádica. Por lo tanto, al tratarse de organizaciones con cierta continuidad temporal, también es esperable en lo referente a su accionar.

Una tercer causa que indicaría la continuidad de estas protestas es el éxito logrado por estas manifestaciones que he descripto en este trabajo. Alberoni (1984) menciona como un factor clave de un movimiento social el hecho de contar con una "experiencia fundamental" (o fundadora), a partir de ella se genera la formación de grupos en cuyo interior se encuentran y reconocen sus miembros compartiendo una comunidad de categorías de análisis de la realidad. Sin duda los hechos de Seattle de fines de 1999 serán esta experiencia clave que incentiva el funcionamiento y continuidad de estos movimientos. Por eso, queremos remarcar como el éxito logrado, redundaría en nuevos accionares como los previstos para fines de septiembre del 2000 en Praga en la conferencia del FMI.

También estos éxitos logrados, profundizarían la tendencia hacia la internacionalización de la organización y los organismos hacia los cuales focalizan las demandas, la creciente convergencia entre grupos diversos pero con un objetivo común de oponerse al sistema capitalista y el uso creciente del Internet como estrategia de comunicación y difusión como resultado del incremento natural que tienen las nuevas forma de comunicación.

Solo el tiempo podrá demostrarnos si las protestas se profundizaran en el largo plazo, o bien su relevancia quedara sujeta a un fenómeno de importancia de menor tiempo. Parte de esto depende de las estrategias que puede articular el capital y a su vez las tácticas implementadas por los sectores críticos, así como la posibilidad de incorporar a nuevos grupos a las protestas que aun no se han incorporado a estas manifestaciones. También queda como desafío pendiente para estos sectores, la posibilidad de articular un modelo de sociedad viable, alternativo a la globalización cuyas consecuencias se rechazan y de esta manera romper la lógica impuesta por el capitalismo del "pensamiento único".

6. Referencias bibliográficas

ADAMOVSKY, E. Pensar un nuevo internacionalismo. En Revista Reunión Nro. 8, pp. 17. Buenos aires, 2000.

ALBERONI, F. Movimiento e institución Ed. nacional. Madrid. 1984.

CASTELLS, M. La era de la Información vol. II El poder de la identidad. Ed. Siglo XXI. México. 1997.

DIARIO PAGINA 12, 02/12/1999.

GEORGE, S. Seattle, antes, durante y después En Diario Le Monde diplomatique Nro. 7, año 1, pp. 4. Enero 2000 Buenos Aires.

HIRSCH, J. ¿Qué es la globalización?. En Revista Realidad Económica Nro. 147, pp. 7-17. Buenos aires, 1997. MATELLANES, M. El fracaso político del capitalismo. En Revista Realidad Económica Nro. 158, pp. 44-65. Buenos aires, 1998. RAMIREZ, R. Pinchar el Globo a la Globalización. En Revista Reunión Nro. 8, pp. 16. Buenos aires, 2000.

TELLO, C.B. RAMIREZ, A.R. (1999) "alternativas y cambios en las estrategias sindicales argentinas frente al fenómeno global" Ponencia presentada en la III Reunión de Antropología del Mercosur (RAM), Noviembre 1999.


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