1er Congreso Internacional "Pobres y Pobreza en la Sociedad Argentina"

Universidad Nacional de Quilmes - Argentina

Noviembre 1997

Ponencias publicadas por el Equipo NAyA
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DIVERSIDAD DE POBREZAS, ORGANIZACION DE PRODUCTORES Y ESTRATEGIAS DE INTERVENCION EN EL SECTOR RURAL

Este trabajo intenta describir algunos aspectos que caracterizan la situación actual de distintos grupos de productores rurales de pequeña escala (pequeños productores minifundistas) que realizan actividades económicas en conjunto.

Cabe aclarar que no se trata de un trabajo de desarrollo teórico, ni intenta verificar hipótesis, sinó que la ponencia presenta una "síntesis de observaciones" (descripción y breve reflexión) con el objetivo de comunicar lo aprehendido durante esta experiencia de trabajo con productores rurales. (1) El trabajo se estructura de la siguiente manera: Para iniciar, se describen algunos aspectos característicos que permiten hablar de un sector heterogéneo. Una primera observación permite afirmar que el sector de campesinos /as productores /as no presenta características similares, sino que la pobreza rural se presenta de diferentes maneras, identificable a través de indicadores socio económicos varios. (2) En segundo lugar se relaciona lo observado, con algunas características de la organización social que desarrollan los productores.

Para intentar comprender lo complejo de dicha trama, se describen los aspectos socio organizativos, especialmente el funcionamiento al interior del grupo que realiza determinadas actividades productivas en conjunto, y por otro lado, las modalidades de participación que los mismos adoptan como actor social en instancias organizativas más amplias. (3) Finalmente, se analiza el resultado de las acciones desarrolladas por los grupos de productores, a partir de ser destinatarios de políticas de crédito y asistencia técnica necesaria para optimizar el mismo. (4) En resúmen, este trabajo enfoca la diversidad de los rubros productivos y sus formas de comercialización; Lo particularmente compleja que parece ser la organización de los productores así como su inserción en espacios de participación que impliquen toma de decisión en temas de interés del sector; Para concluir, se plantea la cuestión del necesario apoyo crediticio, que debe ir acompañado con un soporte técnico apropiado para optimizar los resultados del emprendimiento productivo.

1) La HETEROGENEIDAD del sector poblacional en estudio:

En la estructura productiva del país se encuentra una diversidad de rubros, originada en las formas que históricamente asumió la penetración capitalista en el agro. Esto determinó zonas de gran concentración de riqueza (sustentados en las posibilidades de mayor aprovechamiento, como la Pampa Húmeda), así como zonas deprimidas, marginales, o de menor potencial económico que las primeras. (5) La división del trabajo en el sector agropecuario establece que las actividades productivas sean desarrolladas por una población que abarca una gama de categorías ocupacionales conformada por tradicionales productores agrícolas, semiproletarios rurales, criadores dedicados parcialmente a una pequeña manada y otro tanto a tareas en finca, artesanos que alternan su trabajo con la cría de ovejas o camélidos, etcétera.

El denominador común que afecta a estas categorías es la creciente pobreza que puede apreciarse, aún con los matices de las diferentes situaciones mencionadas.

La percepción del desconocimiento que sobre este sector de población pobre existe fue plasmado en "Crónica de una encuesta", texto de antología que "en algún rato libre" escribió Elena Favatier, productora de la Provincia de Santa Fé.

En la situación que ella describe, el encuestador que la visita no cree que existan productores algodoneros de 4 o 6 hectáreas. " Y dígame...¨usted cree que puedo anotar en mi planilla que usted es productora de 4 o 6 hectáreas...?, contesta el interlocutor.

El mismo error se repite al intentar ubicar otra actividad de dicha productora como "ganadera": "No hay explicación posible si usted me dice que tiene tres lecheras...entonces no puedo anotarla como ganadera..." (6)

El abanico de actividades se diversifica aún más si se las clasifica de acuerdo a los criterios con que se implementan las mismas: Teniendo en cuenta el carácter de la actividad principal desarrollada por los pequeños productores, son actividades tradicionales, aquellas que constituyen los rubros típicos de producción agrícola para cada estrato, según las condiciones del lugar y las prácticas a las que se han dedicado históricamente.

Se encuentran también actividades que difieren de lo habitualmente realizado; son rubros productivos con características de proyectos innovadores.

Estos proyectos pueden ser innovadores por ser "novedosos" para la zona. En algunos casos la inquietud por la sorpresa parece alterar la misma dinámica serena del campesino: "y si..., imagínese como estamos esperando los famosos Caquis...los Caquis que no conocemos...pero vimos en fotos y nos dijeron que va a funcionar...", explicó un productor en el recorrido del terreno donde sembró esa fruta, alternando con su cultivo tradicional.

También se habla de proyectos innovadores cuando han incorporado algún proceso tecnológico novedoso, o propone prácticas de comercialización basadas en los requerimientos de calidad, presentación y tiempo de entrega que demanda el mercado, como se describe más adelant en productores de olivo.

Finalmente, además del principal rubro generador de ingreso, existen una serie de actividades que le garantizarían una (relativa) posibilidad de reproducción doméstica de sus condiciones de vida; Son tareas de intercambio de productos: en ferias y fiestas patronales en siete de los doce emprendimientos productivos visitados en Jujuy se dedican a la economía de trueque, consideradas actividades de autosubsistencia (producción para el autoconsumo: huerta familiar, criadero de pollos y leche y queso para sostenimiento de la unidad familiar, no son considerados trabajos de generación de ingresos).

En todas las provincias, los grupos que fueron entrevistados manifestaron que destinan parte importante de su esfuerzo en la ejecución de actividades productivas no orientadas a la venta, sino para el autoconsumo familiar.

Muchas de estas tareas son realizadas por los menores.

En este sentido, existe en el imaginario colectivo la importancia del estudio para los jóvenes. "Ya no es como nosotros...ahora tienen que capacitarse", "ahora, hasta para manejar un tractor te piden que seas con estudio..." son testimonios recogidos permanentemente. Se produce entonces un aparente "corrimiento del tiempo" dedicado a cada actividad: como hay que estudiar...el trabajo ocupa el lugar destinado (en otro contexto) a las actividades de los jóvenes y aún de los menores.

El testimonio recogido en un proyecto que gira en torno a una Escuela Rural, en Santa Fé, plantea dicha contradicción: "es importante que estudien...y que también trabajen...ya no son tiempos para que se dediquen a jugar..." (los niños).

Asimismo, con menor grado de énfasis en el tema estudio (o en algunos casos con mayores limitaciones objetivas) los pequeños productores cabriteros de San Luis, que periodicamente alternan su tiempo en obras de infraestructura, cuentan con la mano de obra infantil como apoyo fundamental de sus trabajos, aún cuando no sea un tema que de inmediato se manifieste en la entrevista.

Igualmente, las actividades de autosubsistencia (criadero de aves, huerta, etcétera) no es considerado "trabajo" dentro del grupo familiar.

En la "Historia de una encuesta", el campesino responde: "y no, ella no trabaja...es simplemente ama de casa".

"No trabaja, porque mientras cría y educa a los chicos, se entretiene en la huerta, sembrando todo lo que sirve para comer...También prepara la ración para Estrella, Aurora y Esperanza, para que den suficiente leche...Por ahí tiene reunión en el dispensario o en la escuela...." "Ah, también tienen reuniones con otras mujeres...cortan, cosen o arreglan ropa para los más necesitados. Así que lava, plancha y cocina , nada más".

En cada zona y de acuerdo con las diferentes realidades locales, la situación de la mujer en el campo presenta semejanzas con otros países del continente: tanto en la diversidad de tareas, el sobre esfuerzo que implica encararlas así como el liderazgo con que son asumidas en distintas condiciones.

Como se verá más adelante, una de las formas de participación del sector es a través de la gestión de créditos asociativos; a nivel del país, un 23 % de las mujeres son titulares de crédito dentro del Programa Social Agropecuario ("1996: El año del gran salto", publicación de la Secretaría de Agricultura, Pesca y Alimentación) .

Por otra parte, la diversidad de formas de comercialización constituyen un indicador del costosísimo proceso de inserción en el mercado, y de la dificil situación económica que viven los productores en proceso de empobrecimiento. (7) Varias circunstancias favorecen las prácticas de intermediación en detrimento de los beneficios del productor directo: las vías de comunicación no se encuentran siempre en buenas condiciones y la escasez de medios de transporte atenta contra una mejor posibilidad de comercialización para el productor minifundista.

En la Provincia de Catamarca los campesinos del emprendimiento "La Esperanza" (Andalgalá), dedicado a la producción y venta de "uva pasa", después de varias gestiones lograron colocar "un cargamento completo, la producción de toda una temporada, nada menos que en el mercado de Buenos Aires...", explicaron los integrantes del grupo: "ese entusiasmo nos sirvió para reflotar la cooperativa que teníamos antes..." dijeron.

Las distancias y problemas de comunicación resultaron determinantes para agravar el problema: el argumento dificil de comprobar de que la carga no se encontraba en óptimo estado de conservación al llegar a Buenos Aires, por lo cual no le fue remitido el correspondiente pago desde el mercado central a Catamarca.

En este caso los productores realizaron un original proceso innovador con la producción de uva, pero al no poder regresar el crédito vieron aumentada su deuda y agravada su situación inicial.

La comercialización en forma individual no resulta favorable (en la mayor parte de los casos) para los pequeños productores minifundistas.

Los problemas mencionados: falta de comunicación entre las unidades productivas, estado de los caminos y vías de acceso a las comunidades más alejadas, la situación "legal" de los productores y sus dificultades para ingresar al circuito formal de la economía atentan contra la venta en pequeña escala de la unidad familiar.

La comercialización grupal aparece como alternativa, sin embargo, no siempre resulta posible, o al menos las acciones destinadas a ello no alcanzan a cumplir con esa meta, como ocurre a los productores caprinos de San Luis, que deben entregar al "cabritero", quien los provee de insumos o recursos que en muchos casos no resultan fácil de obtener, quedándose con un excedente por la venta de los cabritos.

La intermediación genera mecanismos de dependencia, especialmente en casos donde las vías de comunicación favorecen a la intermediación: varios productores en La Pampa aseguraron que el intermediario vendía el paquete de yerba a precios entre cuatro a seis pesos.

La opinión generalizada de los campesinos que están encarando actividades productivas en conjunto es que la actual situación económica agrava las condiciones en que se desenvuelven, por lo cual en muchos casos se tornan solamente una posibilidad de precaria subsistencia. Muchas veces, dicho empobrecimiento no es percibido de igual manera: los productores que parecían priorizar "unicamente el trabajo y el estudio" para los jóvenes parecerían asociar una cierta idea de "eficiencia productiva", con algo así como "sobre esfuerzo" o exigencia como posibilidad de mejora, sin hacer mención del empobrecimiento que significa quitar el juego de la vida del niño. (En otro caso, parece asociarse "eficiencia" con "velocidad", como cuando describen algún proceso. Los promotores campesinos de La Puna, vieron asombrados como uno uno de ellos que ya había aprendido a vacunar y operar animales, lo hacía con destreza y velocidad tal, que constituían la principal fuente de admiración).

La pobreza que resulta de esto, contribuye a aumentar lo heterogéneo del sector, de los rubros a los cuales se deben dedicar para sobrevivir en el mercado.

La "diversidad de acciones" que se ofrecen con tan disímiles trabajos no significan mejores posibilidades de reinserción ni contribuye a generar excedentes; en definitiva no es indicador de desarrollo de oportunidades, sino de multiplicación de tareas que los sectores de mayor pobreza entre los productores deben realizar como estrategia de sobrevivencia ante los actuales cambios macro económicos.

2) La COMPLEJIDAD que encierra el mundo de los pequeños productores:

La diversidad de rubros productivos que abarca el territorio nacional, las estrategias de comercialización que el sector campesino desarrolla y las características propias de los proyectos productivos (tradicionales o innovadores) implican una cantidad de relaciones económico sociales con diferentes instancias públicas y privadas.

Estos factores permiten hablar de una cierta complejidad organizativa, en el interior de la unidad productiva, compuesta por una cantidad de productores que va desde un mínimo de seis personas hasta grupos conformados por más de veinte unidades familiares.

De acuerdo con la cantidad de actores y variables intervinientes (relaciones que se establecen, experiencias organizativas anteriores, condiciones geográficas), en cada grupo concreto se teje una verdadera trama organizacional que permite varias posibles interpretaciones cuando se intenta el abordaje teórico del tema.

Las preguntas acerca de la organización (régimen de reuniones, sistemas de registro, formas de comunicación, etcétera) pueden abrirse en múltiples opciones en el momento de intentar responderlas.

Los trabajos realizados en conjunto por sus integrantes, los acuerdos entre las partes y las diversas "sociedades de hecho" que permiten la explotación conjunta del recurso tierra (mediería, préstamo, etcétera), son ejemplo de dinámicas organizativas que requieren articulación de elementos y grados altos de tolerancia. La primacía de "la palabra por sobre los papeles escritos" desconcierta (y emociona) cuando se desentraña alguna situación del grupo, a efectos de cumplir con el típico "diagnóstico social".

Del mismo modo, muchas prácticas de trueque que se mantienen como expresión tradicional, implican en la mayor parte de los casos, una serie de arreglos funcionales propios de una verdadera ingeniería empresarial aplicada a la unidad productiva. ( 8 ) Por ejemplo, en San Javier (Provincia de Santa Fé) doce familias cuya actividad tradicional es la cría de ganado bobino están implementando un proyecto productivo, que les demanda una diversidad de tareas propia de una moderna empresa, que los lleva a relacionarse con actores sociales, económicos y políticos.

En cuanto a las actividades productivas, se trata de un grupo heterogéneo, aunque la mitad de los productores tiene como actividad principal la ganadería. Uno de ellos se dedica a hacer tambo y el resto a la cría de vacunos criollos y media sangre, a campo libre, trasladando ganado a pastorear a las islas en los meses de verano.

Otros miembros del grupo se dedican a la cría de pollos parrilleros, dos de ellos tienen como única actividad la huerta para autoconsumo, subsistiendo con changas.

Finalmente, tres de los productores aún se dedican a hacer algodón y otro alterna sus tareas en el campo con la producción de ladrillos, mientras varios tienen pequeñas parcelas con trigo, maíz y soja.

Se trata de un grupo de ex-algodoneros que fueron dejando esta actividad por los magros resultados obtenidos, aunque todavía algunos siguen cultivándolo en pequeñas parcelas.

La superficie que poseen promedia las 16 Has, aunque hay dos productores que poseen menos de 2 Has y otros deben arrendar. Los ingresos familiares declarados por los productores es de $ 420, más aproximadamente otros $ 150 por trabajos fuera del propio predio. Se trata generalmente de "changas", que salen de las tareas "productivas", como alambrado, limpieza de terrenos, o vinculados con la obra pública.

(Una constante manifestada por todos los grupos es la poca presencia de programas nacionales dedicados al sector. Las referencias más habituales son a los programas en vigencia o más recientes: Programas intensivos de trabajo, Proyecto Jóven).

Los campesinos distribuyen el tiempo de trabajo de la unidad familiar entre las tareas que demanda el proceso productivo, y las derivadas de las necesarias gestiones que implican las mismas: horticultura, con el INTA; reemplazo de algodón, con ONG que trabajan en el tema; asesoramiento legal, para la conformación de la asociación de pequeños productores, entre otros.

La organización interna del emprendimiento les demanda una exigencia extra que en muchos casos resulta mayor que las propias actividades productivas: "hacemos esfuerzos de todo tipo para organizarnos" dice uno de los entrevistados, mientras define un estratégico objetivo a mediano plazo: la conformación de una "Asociación de Pequeños Productores"; La convicción con que lo expresan intenta disipar toda duda acerca de lo importante de su proyecto: "¨acaso quien duda de que sea necesario una organización de los productores...?", reitera uno de los entrevistados, preguntando también al resto del grupo: "¨alguno duda...? yo no dudo", remata entonces.

Este grupo ha establecido un mecanismo de reuniones mensuales que parece resolver varias situaciones simultáneas: "nos reunimos como grupo del PSA, pero también como "Asociación de Pequeños Productores", aunque todavía no estemos reconocidos con papeles y esas cosas...". Los productores explican las funciones que cada uno tiene "en la asociación, o sea en el grupo..." (dicen en una aparente confusión de las instancias organizativas entre ser un emprendimiento asociativo para recibir el crédito del programa social agropecuario y ser miembros de una representación gremial, todavía en proceso de constitución.

A su vez, están iniciando emprendimientos de horticultura, a través del programa del INTA, "que es uno de los pocos organismos que se acerca por acá..." explican, aunque uno de los miembros del grupo participan de la organización interna del PSA, en calidad de representante en la UTCP. La complejidad organizativa se observa en la cantidad de actividades que desempeñan los miembros de un grupo. (10) Una serie de experiencias distintas se encuentran en la Provincia de San Luis donde no se registran antecedentes de aspectos organizativos por parte de los campesinos del lugar.

Sin embargo, el tipo de organización que se dió a lo interno de algunos grupos entrevistados garantiza la funcionalidad del mismo, por lo menos para llevar a cabo los objetivos que se han propuesto: actividades productivas, y acceso a crédito como beneficiarios del PSA.

En estos casos no se encuentran instancias organizativas "hacia afuera del grupo", que permitan caracterizar la participación de los productores en instancias propias del campesinado, como en el caso de San Javier .

De acuerdo con lo heterogéneo que se presenta el sector de productores del interior del país, también se encuentran diferencias en el nivel de desarrollo organizativo más amplio, encontrándose emprendimientos asociativos donde sus integrantes plantean inquietudes del sector (gremiales, reivindicativas, etcétera) que van más allá de la organización con objetivos acotados grupo.

Frente a este panorama, resulta necesario plantearse como escenario posible el apoyo y fortalecimiento de los grupos de pequeños productores asociados que desarrollan proyectos donde, entre otras acciones, se tiene acceso a crédito.

Las líneas que siguen describen como impactan estas acciones de intervención: recurso financiero con soporte técnico apropiado para promover el autosostenimiento (o la reconversión económica) de los destinatarios.

Al hablar de impacto de las acciones de intervención es importante hacer referencia a la escala que se trata. En este trabajo, la población considerada es unicamente la de pequeños productores rurales que han recibido crédito. (11 )

3) La NECESIDAD de asistencia y promoción que tiene este sector rural:

En los casos estudiados se verifican ciertas regularidades en la relación que se establece entre población beneficiaria y el agente que interviene. (12) Se procedió al análisis de los proyectos económico - sociales con componentes crediticios y de capacitación técnica de grupos asociativos con diferentes grados organizativos; esto, a través de estudiar el origen del emprendimiento, dar seguimiento al desarrollo de la experiencia y comparar los resultados medibles y las metas propuestas inicialmente. (13 ) La decisión inicial de gestionar un crédito puede provenir de alguna necesidad sentida por el grupo de productores, constituir la respuesta al reclamo de un sector específico, o ser parte de alguna estrategia de participación de los pequeños productores rurales. (De acuerdo con los rubros de producción a que se dedican y a los niveles organizativos o instancias de participación institucional que han alcanzado).

En el caso de grupos de productores que gestionaron apoyo crediticio para desarrollar alguna propuesta consensuada en el ámbito local, se verifica un "apropiamiento" por parte del grupo, de la idea planteada ("formulada") inicialmente en la carpeta del proyecto.

Cuando el crédito es el resultado de una "estrategia de intercambio", es decir resulta ser una oferta desde el Estado hacia los productores, se constituye solo en expresión concreta de "lo único que puede alcanzarse", aunque no responda a las necesidades planteadas por "los beneficiarios".

Cuando la solicitud de crédito forma parte de un proyecto que se haya inserto en alguna estrategia más amplia (desarrollo local, comercialización conjunta, inversión a futuro), pudo verificarse la importancia de confluir en objetivos comunes y acciones concretas para el éxito global del proyecto.

Un ejemplo de lo mencionado lo constituye un emprendimiento asociativo de productores nogaleros que a continuación se describe: Un grupo de 20 familias de la localidad de Santo Domingo, en el Departamento de Famatina (La Rioja) están desarrollando una experiencia de mejoramiento de la producción nogalera para su comercialización en un mercado de mayor alcance que el tradicional. (14) El grupo se dispone a trabajar en conjunto a partir que varias personas se enteran que "en Campanar se estaban entregando créditos...y nosotros sentimos que nos habían dejado de lado, que había llegado un programa de apoyo al productor , y una vez más nos habían dejado de lado...entonces nos informamos para obtener el crédito, y después vino eso de la capacitación también...", dijo uno de los productores.

En la comunidad existe un semi - olvidado árbol: el histórico Nogal Solo que según los vecinos, tendría alrededor de 400 años, que congrega y asigna identidad propia a Santo Domingo.

El grupo de productores combina en su origen una iniciativa productiva con importantes sentimientos reivindicativos como comunidad local, que se siente históricamente postergada de las decisiones y beneficios del Estado. La organización que estos productores se han dado resulta funcionalmente apropiada para el logro de resultados productivos: mejorar la producción, y lograr satisfacer parámetros básicos de calidad exigidos por el mercado.

Sin embargo, reconocen lo complejo que resulta la práctica organizativa, y añaden en sentido autocrítico: "lo que pasa es que somos muy flojos para asistir a las reuniones..."; en este contexto los procesos de toma de decisiones pueden pasar por diferentes momentos del ciclo de vida del grupo, de acuerdo con la interacción entre "capacidades internas y oportunidades externas" del colectivo de trabajo. (15) La estrategia de intervención: crédito - capacitación, se ha constituído además en elemento dinamizador de las relaciones sociales que se dan al interior del grupo de productores, favoreciendo el vínculo de la comunidad local con el Departamento, afirmando su identidad en torno a un elemento de alto contenido simbólico, como el recuperado centro de atención pública (el Nogal Solo).

Algunas tareas que demandó el emprendimiento (compras de insumos, envasado de la nuez), fueron realizadas en forma conjunta. La proximidad de los vecinos permitió compartir algunas "ventajas tecnológicas, como la motosierra, que la guarda el presidente...pero tenemos un reglamento con las horas de utilización de cada uno", explicaron los productores nogaleros.

La buena relación del grupo con la asesora técnica, tareas realizadas conjuntamente, revalorización de la identidad comunitaria a partir de haberse sentido inicialmente excluídos, etcétera) es que se afirma la identidad grupal del colectivo de trabajo.

La conocida rivalidad entre dos localidades actuó como elemento disparador para organizarse, con lo cual aparecen situaciones para mencionar como la promoción que se hace del Arbol Histórico, como elemento que recupera la memoria colectiva. ( 16 ) Estas familias tienen ingresos (anuales) promedio estimados en $ 750; en general son propietarios de la tierra, aunque tienen distintas situaciones legales.; No poseen maquinaria y sus recursos financieros son escasos, dificultándose la posibilidad de algunas acciones fitosanitarias necesarias para llevar adelante la micro empresa.

Las fincas no son mayores de 2 has, y algunas están separadas en pequeñas parcelas, distantes entre sí. El sistema de producción es tradicional, sin uso de abonos químicos ú orgánicos. Los productores participantes del grupo desarrollan principalmente la producción de nogales, frutales de carozo, huertos familiares y poseen pequeños rebaños de autoconsumo.

La comercialización habitualmente se desarrollaba en forma tradicional, a granel o en bolsas que anteriormente vendían a la Cooperativa de Campanas, que a su vez comerciaba con distribuidores mayoristas.

A partir de articular acciones crediticias, con asesoramiento técnico en poda, mejora en el manejo de las plantas y envasado con "packaging" apropiado ("eso de las cajitas, que le llaman así", en palabras de una de las productoras de mayor edad del grupo) se incrementó la venta hasta poder asumir los compromisos de devolución del crédito y dejar un resto de ganancia.

En casos similares el resultado parece consistido en la integración de estrategias crediticias, de asistencia técnica y aspectos organizacionales en pos del objetivo general de obtener una cierta rentabilidad en los ingresos, que permita sobrevivir como productor, cumpliendo los compromisos contraídos.

4. SANTESIS Y CONCLUSIONES PROVISORIAS:

El ciclo desarrollado para el tratamiento del tema se planteó en torno a tres ejes:

1) Descubrimiento de lo diverso que caracteriza al sector campesino, de pequeños productores que acá se describe: especialmente se hizo mención de los aspectos vinculados con la producción y comercialización a pequeña escala.

En este sentido se verifica la necesidad de estudios particularizados, ya que son específicos los problemas vinculados con la pobreza de este sector de productores rurales.

2) Toma de conciencia acerca de lo complejo que se presenta el abordaje de dicha problemática, a partir de enfocar principalmente el análisis de los aspectos socio organizativos y de las formas de participación que pudieron observarse durante el trabajo de campo.

Por eso la importancia de promover acciones que fortalezcan (completen ) la compleja trama organizacional que desarrollan estos productores: sistematizar estilos de reuniones, implementar sistemas de registros de datos, establecer mecanismos de circulación de información entre productores, técnicos y agentes del sector.

3) Señalar una vez más lo urgente que resulta la atención integral del sector, a través de medidas de intervención económica directa (crédito), y en sus necesidades de capacitación y asistencia técnica específica para orientar a los productores en el dificil "proceso de reconversión económica", que exige actualmente el mercado.

5. NOTAS Y ACLARACIONES

1. Las reflexiones presentadas en este trabajo fueron obtenidas a partir de una serie de entrevistas en profundidad que sobre distintos temas se ha sostenido con pequeños productores minifundistas. Estas fueron realizadas desde el Programa Social Agropecuario (Secretaría de Agricultura, Pesca y Alimentación), para objetivos específicos que no tienen relación con esta ponencia.

El trabajo acá presentado y las conclusiones del mismo son responsabilidad personal, y tienen la finalidad de contribuir a la difusión de una realidad particular, a veces ajena a la dinámica urbana.

2. Por las características del trabajo, las observaciones están referidas a aquellos campesinos que dedican una gran parte de su tiempo a tareas productivas (agrícola, ganaderas), las que constituyen su principal fuente de ingresos.

3. Las modalidades de participación guardan cierta relación con las experiencias organizativas y de movilización de algunas provincias del país. Jujuy cuenta con gran cantidad de agencias nacionales, organismos no gubernamentales y labor de la iglesia, que le da un perfil de cierto dinamismo propio, especialmente a la Puna y Quebrada. También el norte de Santa Fé ha tenido la experiencia de movilización importante de las Ligas Agrarias así como de agencias de desarrollo comunitario vinculadas con la Iglesia.

4. Los productores entrevistados han recibido crédito para realización de proyectos asociativos, por un máximo de $ 1.200 por familia.

5. Acerca de la heterogeneidad de los pequeños y medianos productores, ver Barsky, Lattuada, Mascali y otros: " Explotaciones familiares en el agro pampeano / 2 " ; Centro Editor de América Latina ; Biblioteca Política No. 348.

6. Sobre este punto, ver Murmis, M y Feldman, S: "La heterogeneidad social de las pobrezas"; en "Cuesta Abajo. Los nuevos pobres: Efectos de la crisis en la sociedad argentina", de UNICEF, Losada, 1993. El texto de "Crónica de una Encuesta" salió publicado en periódicos locales de la Provincia de Santa Fé, y en documentos y conclusiones del "Curso Taller de Producción Gráfico radial" (INCUPO, Setiembre de 1996) 7. Han sido visitados alrededor de 22 rubros productivos diferentes, en las 8 provincias recorridas sobre las cuales están basadas estas observaciones.

Acerca de las actividades de producción de subsistencia, se consultó: Rojas Ruiz, Humberto: "La sociología rural y la problemática ambiental", en "Los Problemas del conocimiento y la perspectiva ambiental del desarrollo", Siglo XXI, México 1986.

8. Ver Benencia, R.: "La horticultura Bonaerense: lógicas productivas y cambios en el mercado de trabajo", en Desarrollo Económico No. 33 /134, 1994.

9. Entrevistas realizadas en la Provincia de Santa Fé - Dic. 1996 - 10. El Programa Social Agropecuario cuenta con una operatoria descentralizada a nivel provincial. El proceso de toma de decisiones está a cargo del Coordinador, y de una Unidad Técnica a nivel local (UTCP), conformada por representantes de las ONG, Iglesia y agentes que desarrollan trabajos con el sector. Participan de la Unidad Técnica generalmente dos representantes productores en cada provincia.

En algunos provincias se mantiene proporcionalidad por regiones (como en Jujuy), o por rubros productivos (tabacaleros y cañeros en Tucumán). En Catamarca se han desarrollado una serie de mecanismos de elección democrática que apunta a garantizar proporcionalidad en los criterios de selección, a partir de cruzar variables como el rubro y la zona geográfica, además de promover equidad en la representación por género.

11. Es decir, el trabajo acá presentado no constituye una evaluación de las acciones realizadas (crédito), sino que se trata de describir breves referencias de como se modoficó la situación de algunos grupos .

12. En este caso el agente es el Estado, a través del Programa Social Agropecuario.

Jujuy: 64 proyectos, con 736 familias beneficiarias; Salta: 129 proyectos, 1031 familias.

La Rioja: 67 proyectos, con 641 familias; Santa Fé: 64 proyectos, con 593 baneficiarios.

San Luis: 77 proyectos, con 659 beneficiarios; La Pampa: 51 proyectos, 396 familias.

Tucumán: 105 proyectos, con 1541 familias; Catamarca: 96 proyectos, 1031 familias.

Algunas provincias cuentan con antecedentes de créditos otorgados a través de la iglesia, o de fundaciones y ONG. (Jujuy, Santa Fé).

En algunos casos, experiencias pasadas llevan a errores de interpretación acerca del sentido del crédito. Muchas veces se ha recurrido a mecanismos clientelares que van sedimentando en actitudes tradicionales: "en realidad no hace falta devolverlo...", "¨que nos van a venir a cobrar...?" y frases de ese tenor se han recogido por ejemplo entre los tabacaleros de Tucumán y puesteros de La Pampa.

13. La información se ha recogido a través de conversaciones mantenidas a solas con los grupos de productores (sin personal del Programa Social Agropecuario). Se han visitado los campos en compañía de profesionales de distintas disciplinas, de acuerdo con los proyectos de que se trate (Ingeniero Agrónomo, Médicos Veterinarios).

14. Entrevista realizada en la Provincia de La Rioja; Junio de 1997

15. Los emprendimientos asociativos parecen recorrer varias "etapas lógicas", propias de la dinámica de los grupos sociales. En ese sentido es que se ha hecho mención del "Ciclo de vida del proyecto". Ver Benencia, R: "La problemática de los pequeños grupos de productores involucrados en programas o proyectos de desarrollo rural", Realidad Económica No 143 - Noviembre de 1996 1

6. En las entrevistas de campo se reviven fragmentos de las vivencias locales, aparecen recuerdos y emociones que guarda la conciencia colectiva; Los campesinos de la "Cooperativa Agrícola de Campanar" rememoraron entre palabras y miradas no siempre posibles de desentrañar: "eso se cortó en la época del gobierno militar, que la intervino...", "y bueno, pero eso fue muy triste pero ya pasó...", "no queremos hablar de política..."; Al referirse a la frustrada recuperación de la experiencia cooperativa reiteran: "nada quedó después que intervino el gobierno militar..., eso te saca todas las ganas de reunirte..." dijeron los productores.

6. BIBLIOGRAFIA

* Barsky, Lattuada, Mascali y otros: " Explotaciones familiares en el agro pampeano / 2 " Centro Editor de América Latina ; Biblioteca Política No. 348.

* Benencia, R: "La problemática de los pequeños grupos de productores involucrados en programas o proyectos de desarrollo rural", Realidad Económica No 143 - Noviembre de 1996 * Benencia, R.: "La horticultura Bonaerense: lógicas productivas y cambios en el mercado de trabajo", en Desarrollo Económico No. 33 /134, 1994.

* Murmis, M y Feldman, S: "La heterogeneidad social de las pobrezas"; en "Cuesta Abajo. Los nuevos pobres: Efectos de la crisis en la sociedad argentina", de UNICEF, Losada, 1993.

* Sábato, J. F. : "La clase dominante en la Argentina Moderna. Formación y características" - Cisea - Bs. As, 1995 * Leff, Enrique (compilador): "Los problemas del conocimiento y la perspectiva ambiental del desarrollo" - Siglo XXI - México, 1986

Sergio Bertini (T.E. :203 - 1361) Buscar en esta seccion :