1er Congreso Internacional "Pobres y Pobreza en la Sociedad Argentina"

Universidad Nacional de Quilmes - Argentina

Noviembre 1997

Ponencias publicadas por el Equipo NAyA
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CONGRESO SOBRE POBRES Y POBREZA EN LA SOCIEDAD ARGENTINA 4-7 DE NOVIEMBRE DE 1997 U.N.Q.U.I.

"Relectura de los conceptos de pobre y pobreza."

AUTOR: Licenciado Francisco Antonio Senegaglia

El mundo está superpoblado. La humanidad está condenada a quedarse sin recursos. Se cree que en el 2025 los habitantes de la tierra podrían ser 10.400 millones.

Estas simples oraciones comienzan descubriendo desde el discurso al pobre. Este se halla enunciado.

PRIMER ASPECTO

a tener en cuenta: un mundo superpoblado corre el riesgo de quedarse sin recursos. Consecuencia: hay lugar para los que pueden ser útiles y produzcan.

Existe en nosotros la noción algunos. Algunos es una separata de la clase todos.

Todos, es decir el género humano contiene a algunos.

Algunos denominados productivos, algunos denominados improductivos, inútiles.

Vale decir no todos.

En la mesa mundial no entran todos, es un hecho lamentable pero real.

El discurso nos permite ver una experiencia concreta; o mejor interpretar esta experiencia.

A lo largo de la historia de la humanidad, esta experiencia renace insatisfecha, dramática e incostetable.

Apenas una nueva versión del diluvio, el Arca delimitó el mundo entre condenados y salvados. Han cambiado los modos de producción y las explicaciones.Las ideologías se amontonan. Pero hay un esquema común a todas. El discurso de la significatividad es preciso a la hora de definir pobre y pobreza: Excluido. Inútil. Improductivo.

El carácter enfático de la exclusión se traduce como no necesario.

Pobre, históricamente desde la experiencia y desde el discurso interrpretante es no necesario.

SEGUNDO ASPECTO

La no-necesariedad implica desde el discurso un juicio de valor y un punto de vista.

Por que pensar que algunos sujetos son no necesarios es calificarlos como desechables, pero también pone a alguien en el lugar del que juzga.

Ahora, uno tiene la tentación (a esta altura) de preguntar conjugando el verbo de la existencia: ¨Es un desecho, o lo hicieron?.

Este cambio en el discurso nos permite pensar que pobre no es cualquier excluido sino mas bien un despojado.

Pero, desde una simple descripción de falta o de no recurso pasamos a un enunciado de compromiso político (político, no politiquero).

Sencillamente pasamos de describir la pobreza a interpretarla.

Al interpretar pobreza no solo es el que no tiene (descriptivamente) sino el que no sirve (juicio de valor).

Ajustemos este concepto ambiguo.

Las categorías de tener relativizan las de ser. Por lo que para alcanzar esta noción es preciso oponerle otra realidad. Es decir no puede ser analizada desde si mismo, sino en contraposición.

Podemos decir que su naturaleza es relativa y que pensarlo en forma dialéctica es el camino mas productivo.

Identificar en cada caso cual es lo opuesto a pobreza, pues cada nueva significación comporta un distinto juicio de valor.

Veamos algunos términos de esta mención: En un sentido económico pobre (pauper) se contrapone a (dives) rico; en un sentido político pobre (minor, impotens) se opone a poderoso (potens, maior); en un sentido higiénico, pobre (infirmus, esurius, famelicus, vulneratus) se distingue de sano (sanus); en un sentido cultural, el pobre es el analfabeto (inbecillis, simplex, idiota) en oposición a letrado.

Pobre y parafraseando la definición de Michel Mollat es aquel que de modo permanente o temporal se encuentra en una situación de debilidad o dependencia o humillación, caracterizado por la privación de medios, de poder de consideración social. Dinero, relaciones, influencias, poder, ciencia, cualificación, técnica, honorabilidad de estirpe, fuerza física, capacidad intelectual, libertad, dignidad personal.

Vivir al día, el pobre no tiene ninguna dignidad.

Estas apreciaciones valorativas, se juegan en los contenidos mencionados.

La lengua interpreta la realidad, pero en realidad la crea.

Ahora bien la justificación semántica radica en que pobre se predica del que está incompleto y la referencia es el estar completo.

Es decir analíticamente pobre contiene a impotente, enfermo, vulnerado - vulnerable, analfabeto, imbécil, incapaz, la lista será interminable.

TERCER ASPECTO.

Sería retomar este concepto de exclusión en relación a la expresión a la tierra y su producción no alcanza para todos. Es decir para algunos de ese todos no alcanza.

Para quienes alcanza primera cuestión.

Para los que si hay, ¨No es mucho? ¨Acaso no les sobra? ¨Es realmente que no hay para todos, o que algunos quieren mas de lo que necesitan? Esto es paradójico, lo que hace pensar en que rico no es el que tuvo suerte. Rico en contraposición a pobre es el que acapara. Este es un nuevo contenido a repensar.

Por lo que hemos revisado nuevamente nuestras categorías: Rico no es solo el que tiene y no está excluido, sino que tiene porque acapara, y la conceptualización nos permite ver acumulación = no distribución.

Ahora cuando buscamos en el discurso social algún concepto que nos explique la diferencia que existe entre quienes tienen por demasía, y quienes no tienen por demasía, es decir parafraseando a R. Castex, la distancia que se desplaza entre la zona de integración y la zona de exclusión, es referenciada por la desigualdad que en tanto contenido se manifesté como justicia - injusticia.

Es decir, este concepto nos acerca mas al concepto de pobreza es producido por la injusticia, lo que quiere decir, es que alguien se quedó con algo que no le corresponde.

¨Entonces pertenecer a la zona de integración es ser de los injustos? De ninguna manera.

Pero pertenecer a la zona de vulnerabilidad o de exclusión no es una elección y si es producida (nunca es clara la distancia entre la autonomía y la dependencia).

Un CUARTO ASPECTO

es relevar conceptualmente en la necesidad cultural de excluir, estar excluido sentirse excluido.

Para dicho concepto importa analizar que es lo que se repite en los hechos. Estos son a saber dos, la vulnerabilidad que denominamos pobreza y la acumulación, que denominamos riqueza. El común denominador de ambos conceptos es la desigualdad. Lo sistemático que se repite en la sociedad es la desigualdad.

Esta desigualdad transcribe una necesidad estructural de la cultura.

¨Podríamos pensarla con las características de un universal? Universal en sentido amplio, es decir, el de repetirse sistemáticamente en las sociedades.

Y si se repite, ¨es una necesidad de organización social? O mejor ¨es un mecanismo necesario de control? La cultura rige de acuerdo a intereses y esto definen las relaciones con carácter de sistema.

¨Se podría boicotear esta estructuración de desigualdad, pero de equilibrio?

Un QUINTO ASPECTO

es planteado por la subjetividad.

La pobreza es un acontecimiento experiencial, y en este sentido la pobreza es vivida como un mal, a saber: Significa la penuria de medios y servicios destinados a satisfacer las necesidades fundamentales de la vida humana, aquellas de la cual el hombre está sujeto a desde el momento mismo del nacimiento, es la carencia original, aquella que nos define como incompletos e inadaptados.

Aquí, la carencia es respecto de la consecusión de los mecanismos que permitan al hombre adaptarse, es decir afiliarse a la naturaleza humana.

Un hombre sujeto a la supervivencia está condenado a la enajenación de su propia realización humana. No hablamos de matar al espíritu pero sin duda de bloquearlo.

El expropiado queda a la merced.

La apropiación pretende lograr seguridad, perjudica a la comunidad y al prójimo, se rige por las pasiones y por el placer, hiere al alma, busca el propio interés, rebaja el valor del trabajo, sobrevalora el cuerpo concibe la inteligencia y la voluntad como propiedad privada.

Se manifiesta como deseo de lucro y dominación como envidia, presunción y orgullo. Busca desenfrenadamente la fama, el honor y la gloria y promueve intriga sin cesar (L.

Boff).

Es decir este aspecto muestra al hombre como la causa de toda pobreza, en el reside la desigualdad, la falta de justicia, la necesidad desgraciada de tener y poder mas que la define.

Un SEXTO ASPECTO

que es claramente deducido de la experiencia humana de la pobreza, es el que nos permite pensar el carácter subjetivo de misma.

En las especies animales no existe la pobreza. Su no existencia se debe a dos razones obvias; Primera, que habitan el medio que les ofrece la potencialidad instintiva. Segundo: y derivado de la misma, el habitat es autoregulado.

La conclusión es terminante. No hay pobreza porque hay adaptación (no hay excesos).

La experiencia humana por otro lado es precisamente desadaptativa; y lo es desde los orígenes filo y ontogenéticamente.

Esto nos permite anticipar que la pobreza es fruto de la inadaptación.

Es decir perdida objetiva y regulada de la necesidad.

No hay animales obesos. No hay animales bulímicos o anoréxicos.

Pues estos se rigen con un criterio de necesidad, y la necesidad está sujeta a la naturaleza: Prima la especie no el individuo.

El hombre engorda (por ej.) porque libidiniza la comida, así como todas las actividades. La falta de un valor objetivo hace que pivotee valores y que maneje las necesidades. Esto es lo que llamamos deseo, la representación psíquica de una necesidad.

El deseo sobredimensiona la necesidad. Esta sin rodeo (pues sería largo) y de manera enfática es la causa subjetiva de la pobreza. Pues la sobredimención genera el deseo de mas, que hace muchas veces que otros tengan menos.

Ahora bien esta experiencia de carencia-acumulación es apenas un continuo representativo de la falta estructural que define al hombre como incompleto.

De esta falta somos todos partícipes; lo mismo hace la experiencia humana frágil.

La fragilidad, los pobres la viven como una certeza y los ricos como una amenaza pero rige para ambos.

Pero en conclusión la falta estructural o la inadaptación humana definen la pobreza subjetivamente, psíquica y objetivamente cultural.

Los animales no tienen problemas demográficos o similares.

SEPTIMO ASPECTO

Hay una realidad innegable. La pobreza contesta a la situación de expropiación. Descriptivamente los marginales ya no están en los márgenes. Ahora están en el centro. Y por mas alturas que tengan nuestros edificios, no dejaremos de verlos, de sentirlos. Ellos están y por riqueza ostentan una paciencia que envidiarían la Tropas de Anibal.

No se puede acusar a la sociedad de responsable, pues sería arbitrario. Pero innegablemente hay una llamada a la conciencia social para responder. Dicho de otra forma hay una pobreza moral que consiste en una falta de conciencia que se transmuta en indiferencia y omisión. A modo de testimonio un párrafo de una obra de Leonardo Boff.

"de madrugada como todas la mañanas niños y perros disputan alrededor del basurero.

Revuelven y revuelven sacan y meten los restos de comida en la basura.

Niños y perros comparten el pan enmohecido en la basura.

En un mundo perro, sin corazón, esta es la forma encontrada por Dios para atender la oración de los miserables pequeños hambrientos ­El pan nuestro de cada día, dánosle hoy! .

Aquel día, no, aquella semana el pan de nuestra mesa no era el mismo.

Era pan amargo, lleno de las blasfemias de los pobres que para Dios son súplicas.

Y volvió a ser dulce y bueno solo cuando lo repartimos con aquellos hambrientos niños y perros".

OCTAVO ASPECTO

La pobreza es un estado en si mismo, producido por varias causas, algunas hemos revisado.

Cabe señalar ahora las consecuencias de la pobreza o mejor los males que causa.

Puede pensarse la pobreza como producto de situaciones de promiscuidad o delincuencia.

Es decir, pobreza causa mas pobreza porque aliena.

Analizamos las dos variantes: 1) Pobreza y promiscuidad. La pobreza engendra la falta de respeto a la vida del otro. La pérdida de la individualidad, la cosificación .

Atenta contra los vínculos filiatorios haciendo fallidas las identificaciones y patológica la identidad.

Sumando a la promiscuidad la delincuencia, el sentido que se pierde es el de la vida misma; lo que no vale es la vida misma y no importa jugarla, pues valor no tiene.

La consecuencia es clara, la falta de medios culturales ocasionados por la falta de participación en la mesa de los bienes genera pobreza, la pobreza promiscuidad, carencia de vínculos, falta de identificación e identidad, estas favorecen la actividad delictiva que no es mas que reclamar por otros medios lo que no se les dio por derecho.

Es decir, la pobreza enferma y genera violencia.

Lo que es claro que frente a las necesidades materiales sistemática, lo que reproduce es una falta de sentido moral que hace a muchos marginales kamicazes de la cultura, síntoma de diagnóstico que reclaman urgente atención.

Un NOVENO ASPECTO

¨Que significa ser pobre en la Argentina? Empezamos este trabajo hablando de demografía y de mesa de alimentos. Quiero pensar la pobreza en la Argentina como pobreza paradójica.

Ser pobres en la Argentina es un insulto cotidiano del que todos somos partícipes.

No es lo mismo ser pobre en el interior que en el conurbano bonaerense, etc.

En la Argentina hay un aumento o un relanzamiento como sostiene Castex de la vulnerabilidad. Primero porque ha bajado la calidad del empleo medio en algunos casos y desaparecido en otros, donde la descalificación es absoluta.

Pero fundamentalmente ha dejado de ser la Argentina de la esperanza y si esto es cierto, ser pobres en la Argentina ya no es un problema coyuntural, es un estado que vino a quedarse.

Un estado que encierra una gran lista.

Una lista que no guarda sus aspectos más graves en la indigencia o carencias materiales.

La verdadera pobreza de nuestros pobres, es no tener futuro. No tener sentido. No poder formar parte de un proceso vitalizador de integración y filiación. Un proceso de reparación vincular.

Sin embargo, los grupos de familias marginales aumentan, los adolescentes vagabundean coqueteando con las drogas y la delincuencia. Sus vidas son la expresión desesperada de la falta de sentido y realización.

Sin contención vincular son hijos de nadie y no tienen nada por que luchar.

Hay nuevos pobres. Hay menos esperanza.

CONCLUSIONES

He elegido nueve aspectos absolutamente arbitrarios. La intención no es hacer una lista, sino desde el enunciado afirmativo formular algunas preguntas.

Todos los enunciados son para contraponer diferencias y desigualdades.

Así en el Primer aspecto hemos afirmado que pobre es igual a no necesario, es decir prescindible.

Segundo Aspecto: Subrayamos el sentido dialéctico de la concepción de la pobreza, destacando a pobre como desecho y despojado, Tercer Aspecto: que pobreza, es no distribución para algunos, es decir, es un estado producido en todo caso por la acumulación, lo que hace a la pobreza un estado de injusticia.

Cuarto Aspecto: Destacamos que la pobreza fundamentalmente es sobre todo una experiencia, es decir, es vivida, subrayamos que la vivencia es traducida como vulnerabilidad.

También nos preguntamos si existe una necesidad cultural de desigualdad.

Un Quinto aspecto fue pensar la pobreza como un producto subjetivo de la naturaleza humana.

Un Sexto aspecto fue comparar la pobreza desde lo psíquico y lo cultural.

En un Séptimo aspecto revisamos la responsabilidad social que la pobreza acarrea sobre la sociedad.

También en un Octavo aspecto recurrimos a los males que el estado de pobreza promociona como son, la promiscuidad y la delincuencia.

Finalmente, señalamos un Noveno aspecto, como lo paradójico que es un pobre en la Argentina.

De todos estos aspectos enunciados, no cabe duda que la pobreza como estado o producto es producción genuina del espíritu humano. Podrían pensarse muchas variantes intervinientes, pero es el hombre en su subjetividad, en su narcisismo, el primer responsable.

Creer que se puede separar la pobreza estructural, política y económica es sano, pero descuidar la variable psíquica, es ingenuidad, ya que la raíz de todo producto cultural empieza en los subrogados psíquicos.

Toda la literatura Freudiana pensaría de todo intento de reparación humano como una ilusión. ( Cfr. el porvenir de una ilusión, el malestar en la cultura y por que la guerra como testimonio).

Sin embargo, se puede trabajar sobre esta conciencia para desplazar ciertos estigmas, que aunque no sean reparadores pueden aliviar el enfrentamiento moral.

Para esto solo queda un trabajo. Que el hombre pueda reconocer al otro como un igual. La esencia de la pobreza en todas sus variables es probar la diferencia, la distancia. El contratrabajo es pues que el otro tenga un lugar no solo en la mesa del pan sino y, sobre todo en la de la igualdad.

El otro es igual a mi y merece todo aquello que yo merezco.

Es decir, reconocer al otro como un par, como un igual.

Por eso señalamos que ante todo la pobreza es un problema de identificación. El otro no es igual entonces es prescindible y no hay "culpa" si se queda afuera.

­No! El otro es igual a mi, único, necesario e irrepetible como yo. Solo reconocer al otro como igual puede des- alienar al otro y darle una esperanza. La restauración social es siempre primero moral. No podemos pedir ni convencer a los poderosos y a las sinarquías que abran las posibilidades a todos los hombres, pero si tenemos un compromiso inexcusable , el de trabajar sobre nuestra concepción de pobreza y del otro. Si podemos liberar a los desdichados de nuestros estigmas, los que nos distancian y nos hacen desiguales.

Cuando empecemos a comprender la fuerza y el poder que todavía tiene nuestra pobreza la restauración social transmutará en esperanza.

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