VII Jornadas sobre Alternativas Religiosas en Latinoamérica

Asociación de Cientistas Sociales de la Religión en el Mercosur

27 al 29 de Noviembre de 1997

Ponencias publicadas por el Equipo NAyA
https://www.equiponaya.com.ar/
info@equiponaya.com.ar

Título: "Los mundos posibles de la pobreza entre asistentes de programas sociales pertenecientes a organizaciones religiosas"

Autor: Lic. P. Gustavo Rodriguez
Especialidad: Antropología Social

El objeto de este trabajo es comunicar algunos resultados parciales de la investigación en curso sobre la construcción del concepto de pobreza como objeto semiótico en los discursos de miembros del voluntariado social perteneciente a organizaciones religiosas en la zona de La Plata y Gran La Plata. Esta investigación forma parte del proyecto denominado "La construcción del concepto de 'Pobreza'. Estudio de su intertextualidad en la relación asistente-asistido", llevado a cabo desde la Escuela Superior de Trabajo Social, de la U.N.L.P. en el marco del Programa Nacional de Incentivos por el equipo conformado por las lic.

Marcela Trincheri, Claudia Tello, Pablo Gustavo Rodriguez y colaboradores bajo la dirección de la Lic. Virginia Ceirano

Marco teórico y metodológico

El proyecto involucra el estudio de procesos sociales de producción, circulación e interpretación de la significación, desde un punto de vista antropológico, en consideración a una caracterización de los fenómenos sociales como significativos, en tanto interpretados.

Las estrategias metodológicas provienen en parte de la etnometodologia y en parte de la semiótica de enunciados propuesta por Magariños de Morentín (1994), que a su turno resulta de la confluencia de la semiótica cognitiva y el análisis del discurso, con aportes de la lógica modal, fundamentalmente con el concepto de mundos posibles, que aquí se especifica como mundos semióticos posibles, y los aportes teóricos de M. Foucault referidos a las formaciones discursivas que esta metodología intenta operacionalizar. De acuerdo con nuestro marco teórico "todo lo efectivamente dicho se corresponde con una posibilidad de decirlo preexistente" (Magariños de Morentín 1996b), posibilidad que no es individual, sino que el productor del texto en cuestión comparte con la comunidad a la que pertenece, por cuanto se halla inscripta en alguna formación discursiva vigente en tal comunidad.

Entendemos a los conceptos como objetos semióticos cuya significación se produce en el discurso y no a nivel de la lengua o código. El objeto semiótico, no se confunde desde este enfoque con el referente en el sentido de Fregue como objeto material, sino que es un objeto del lenguaje, un objeto significante. "[...] el mundo tal como lo construye para alguien, alguna (o cada una) de las interpretaciones vigentes, en determinado momento y comunidad (o sector, todo lo acotado que se desee, de tal comunidad)" (Magariños de Morentín 1994:4).

Los estudios cognitivos nos han enseñado que el mundo que conocemos no es "el mundo tal como es" debido a que el input perceptual es organizado junto a un plus de información previa de modo tal que el resultado "se experimenta no como parte del acto de pensar sino como parte del entorno". Ray Jackendorff (1983) distingue así el mundo material, al que denomina mundo real del que llama mundo proyectado , que sería aquel que experimentamos, ya construido e interpretado por lo que "toda realidad es una semiosis" (Magariños de Morentín 1983:11).

Las formaciones discursivas, cuya identificación es uno de los objetivos de nuestro proyecto conceptualmente resultan ser el "[...] producto textual de las operaciones cognitivas socialmente adquiridas por determinado emisor, en el cual y con las cuales se construyen los significados del mundo semiótico posible para ese determinado emisor" (Magariños de Morentín 1993:36). Y operativamente están constituidas por conjuntos de enunciados o mundos semióticos posibles vinculados por las "relaciones de accesibilidad que pueden identificarse al relacionar un texto, sus interpretaciones vigentes en determinado momento histórico de determinada sociedad y el conjunto de referentes construídos para cada una de tales interpretaciones" (Magariños de Morentín 1995:6). En otras palabras, mundos posibles accesibles entre sí pertenecen a la misma formación discursiva.

El análisis procede gradualmente de la identificación de unidades sintácticas mínimas en los textos producidos por los sujetos entrevistados hasta la identificación de esas unidades complejas denominadas formaciones enunciativas, pasando por la constitución de enunciados y su articulación en redes de enunciados denominadas hiper-redes secuenciales (HRS) en función del uso semejante que se hace de un mismo término e hiper-redes contrastativas (HRC), en base a la significación diferencial que un mismo término recibe en diferentes enunciados o por distintos productores. Así se van conformando conjuntos de enunciados relativamente homogéneos opuestos/contrastantes con otros conjuntos de enunciados relativamente homogéneos opuestos/contrastantes con otros conjuntos de enunciados relativamente homogéneos, indicativos de los distintos significados socialmente vigentes de un término en una comunidad determinada en un momento determinado. Un segundo objetivo de nuestra investigación es establecer la dispersión social de estos conjuntos de enunciados en la población en estudio. A tal efecto se cruzan dichos conjuntos con los grupos demográficos construídos en el análisis de acuerdo con las variables organización religiosa, edad, sexo, condición asistente asistido.

Hipótesis

Las hipótesis que orientan nuestro trabajo a los fines heurísticos postulan la existencia de al menos tres formaciones discursivas diferenciadas, correlacionadas con actores o conjuntos sociales específicos: a) una formación correspondiente a la formulada por la política social Estatal, expresada por quienes implementan los programas sociales orientados por esa política; b) otra susceptible de ser asignada a una concepción cristiana o religiosa de la pobreza, que atraviesa las diferentes denominaciones, en tanto remite a las Sagradas Escrituras; c) una última formación perteneciente a los propios pobres construida a partir de la los signos identificatorios que surgen de su relación con otros que los tipifican como tales.

Estas hipótesis son postuladas provisionalmente por abducción en base a formulaciones del sentido común, del conocimiento personal de los investigadores adquirido previamente como miembros "nativos" de algunas de las organizaciones y organismos considerados en nuestro estudio y en algunas formulaciones de la teoría social que postulan cierta correspondencia (bien que no unívoca ni mecánicamente determinada) entre condiciones materiales de vida y "formaciones ideológicas", "cosmovisiones" o "cultura", según las preferencias teóricas de los autores.

Corpus, técnicas de recolección de datos y análisis

Nuestro trabajo, de tipo exploratorio, persigue la identificación de los significados socialmente vigentes del concepto de pobreza independientemente de su representatividad estadística en la población en estudio, por lo cual la estrategia de abordaje es de tipo cualitativo. El análisis requiere que los textos de las entrevistas sean reducidos a unos enunciados simples denominados definiciones contextuales

"La definición contextual es aquella mediante la cual se establece el sentido que adquiere un término cualquiera presente en determinado segmento textual completo en función del contexto al que dicho término aparece asociado en ese mismo segmento" (Magariños de Morentín 1996).

Las definiciones contextuales son construidas en el análisis mediante las transformaciones de los enunciados obtenidos por segmentación de la entrevista en unidades mínimas sintácticas y semánticas, y su posterior normalización, de manera tal que "determinado nombre efectivamente utilizado en un segmento textual ocupe el lugar del núcleo del funcionema nominal en una oración copulativa con cláusula de relativo, constituyendo el verbo ser junto a dicha cláusula el funcionema verbal que completa la definición contextual.. Así, por ejemplo, el enunciado obtenido por la segmentación:

"o sea, cuando uno humildemente acepta su pobreza es bueno"
es transformado en la definición contextual:
"Pobreza es aquella suya a la cual es bueno que uno acepte humildemente" Con cada entrevista reducida a un archivo de definiciones contextuales se forma un documento que ingresado al programa NUD*IST 1pasa a integrar la base de datos de enunciados.

Actualmente nuestro corpus está formado por 1440 enunciados, obtenidos a partir de entrevistas semiestructuradas administradas a asistentes de organizaciones religiosas, partidos políticos y programas estatales y a los asistidos por estas organizaciones, de los cuales XXX corresponden los asistentes y asistidos de organizaciones religiosas. La etapa final del análisis consiste en la construcción de ejes conceptuales, redes secuenciales y redes contrastativas. Esto se fue logrando mediante la elaboración de categorías conceptuales, la codificación de las definiciones contextuales bajo las categorías pertinentes y la vinculación entre estas categorías para dar forma a un modelo conceptual, representado en el programa por el árbol de nodos, que se va modificando a medida que progresa nuestra comprensión de los datos.

Resultados preliminares

Aunque el análisis de las entrevistas no ha concluido aún el grado de avance alcanzado nos permite ofrecer algunos resultados preliminares del análisis de las entrevistas de los asistentes. Por otra parte es preciso tener en cuenta que nuestra muestra es de tipo cualitativo; los informantes han sido seleccionados deliberadamente en base a determinadas características para asegurar que cierto tipo de información estuviera presente, de modo que aunque daremos algunos datos estadísticos sobre la muestra esto será sólo a los fines de describir nuestro corpus de enunciados y de ninguna manera pueden considerarse estadísticamente representativos de un universo mayor. Sí en cambio caracterizan cualitativamente concepciones sociales efectivamente vigentes en nuestra sociedad. Que su distribución se corresponda puntualmente en todos o en la mayoría de los casos posibles con los grupos estudiados es una hipótesis que deberá ser fortalecida con el análisis de entrevistas adicionales hasta alcanzar la saturación teórica de la muestra.

Hemos identificado usos modalizados y no modalizados de los lexemas pobre y pobreza, y otros lexemas utilizados alternativamente, como humilde, carenciado, , necesitado, miseria, miserable, hambre, marginal/marginado.

Entre las modalizaciones de pobre se encuentran en el corpus: pobre voluntario, pobre rico, pobre espiritual, pobre material, pobre digno, pobre rescatable, pobre no rescatable, pobre infeliz, pobre porque quiere, pobre creyente, pobre no creyente. Entre las modalizaciones de pobreza hallamos: pobreza espiritual, pobreza material, pobreza digna, pobreza voluntaria, pobreza degradante, pobreza buena.

Los ejes conceptuales se han determinado considerando la totalidad del corpus de unidades textuales (UT), no solo las correspondientes a los asistentes de organizaciones religiosas.

Un primer eje conceptual que fue identificado establece una divisoria entre dos sentidos de pobreza o pobres que hemos denominado Pobreza Uno y Pobreza Dos. La primera es caracterizada por "la falta de algo material o por condiciones de vida determinadas por otros: falta de trabajo, lugar de residencia, falta de recursos económicos, explotación económica, intereses de los gobiernos".

El otro sentido tiene que ver con una interpretación que podríamos definir como "culturalista", que considera a la pobreza no como algo material sino como un estilo de vida, en términos de actitudes y comportamientos: "humildad, abnegación, entrega [...] falta de expectativas, [...] vagancia, ociosidad, haraganería, comodidad, mezquindad" falta de interés y también vinculado con la actitud hacia Dios y las Sagradas Escrituras. Esta categoría aparece claramente heterogénea, pudiendo reconocerse definiciones que connotan positivamente esta concepción de la pobreza en términos valorativos, y otras que lo hacen en el sentido opuesto.

Al establecer esta nueva división pudimos constatar que algunos de los lexemas alternativos a pobreza o pobre podían ser reagrupados de acuerdo a estos mismos ejes conceptuales, en uno u otro sentido, mientras que otros aparecían usados unas veces con valoración positiva y otras con valoración negativa. Las categorías que codificaban estos lexemas fueron consecuentemente divididas en dos y fueron identificadas por el agregado a su nombre de un signo "+" o un signo "-" según corresponda. Así, por ejemplo, la categoría pobre espiritual fue subdividida en pobre espiritual+ y pobre espiritual--.

De este modo tenemos que un eje conceptual expresa la pobreza entendida como cultura o estilo de vida con valoración positiva mediante los lexemas pobre rico, pobre creyente, humilde, pobre rescatable, pobreza buena, pobreza digna y ciertos usos de los lexemas marginal, marginado, pobreza espiritual y pobre espiritual. Por otra parte la misma concepción de pobreza pero con valoración adversa aparece en los usos de los lexemas rico pobre, pobre no creyente, pobre infeliz, pobre malo, pobre voluntario, pobre porque quiere, pobreza degradante, pobre no rescatable, pobre indigno, pobreza indigna, miserable y ciertos usos de los lexemas pobre espiritual, pobreza espiritual, marginal y marginado.

Las tres acepciones del lexema pobreza están presentes en todos los grupos de informantes, aunque no en todos los entrevistados individualmente, pero varía la frecuencia con la que se presentan en cada grupo. Cruzando las categorías resultantes de estos ejes conceptuales (P1, P2+ y P2-) con la variable organización religiosa desde la cual brindan asistencia los voluntarios (católico, evangelista, mormón) obtenemos la Tabla 1.


Como podemos observar entre los católicos entrevistados predomina claramente la concepción de la Pobreza uno sobre las otras dos, y la conceptualización de la Pobreza dos negativa es menos frecuente de lo que cabría esperar por azar en más de un 40%. Entre los evangelistas se hace referencia a la Pobreza dos negativa con una frecuencia levemente mayor de lo esperado, en tanto el valor que sorprendente es la escasa referencia a la Pobreza dos positiva, con casi un 42% menos de lo esperado. Por su parte, entre los mormones es notoria la escasa referencia a la Pobreza uno (60,4% menos que la frecuencia teórica) mientras que en su discurso ocupa un lugar más importante los uso del lexema pobreza y sinónimos en el sentido de la pobreza dos positivo (23% sobre lo esperado) y la pobreza dos negativo (26,2% más que Fe).

Por otra parte, observando la distribución de las referencias a los distintos sentidos de pobreza vemos que el sentido de la Pobreza uno predomina entre los entrevistados católicos, mientras que entre los mormones se presenta en una frecuencia muy baja proporcionalmente y entre los evangelistas en una medida que no se desvía mucho de la frecuencia teórica. La Pobreza dos positiva se hace presente en una frecuencia llamativamente baja en los evangelistas (41,8% menor) y en los otros grupos en valores que superan escasamente los valores calculados. Finalmente las menciones a la Pobreza dos negativa es notoriamente baja entre los católicos mientras que en los otros grupos se presenta en valores que se desvían poco de los calculados.

En otras palabras, de acuerdo a nuestros datos provisionales, cuando los asistentes católicos dicen "pobre" o alguno de sus sinónimos están pensando la mayoría de las veces en los pobres en el sentido de nuestra categoría Pobreza uno, mientras que para evangelistas y mormones significa generalmente pobreza como un estilo de vida o como cultura. Los evangelistas lo utilizan principalmente en su valoración negativa y los mormones alternan entre el sentido positivo y el negativo casi en igual medida.

Desde un punto de vista más cualitativo al definir la pobreza en el sentido de Pobreza uno los católicos la vinculan a la falta de trabajo, a tener muchos hijos y a la falta de medios económicos, los evangelistas agregan a las mujeres solas, sin esposo, y a carecer de ropa y comida para los hijos. Los mormones mencionan la falta de comida, medicamentos, la falta de oportunidades de progreso, las políticas estatales y la inseguridad en los barrios.

La Pobreza en el sentido dos con valoración positiva es definida por los católicos como dependencia de Dios, abandono en Dios o en la fe, la relacionan con la humildad igual que los evangelistas, quienes también indican que se la lleva en el corazón y permite heredar el Reino de los Cielos. En tanto los mormones enfatizan el esfuerzo personal y el valor de la educación: caracterizan al pobre en este sentido como alguien que manda sus hijos a la escuela para que se eduquen, que se preocupa por la educación, gente sufrida que quiere salir de su situación y "se esfuerza realmente", que inculcan a sus hijos que Dios los ama que mejoren, que estudien y se preocupen, aunque al mismo tiempo atribuyen parcialmente la situación de pobreza a un designio divino ("debe haber algún motivo por el cual nosotros tenemos que estar pasando esto").

La caracterización más detallada corresponde a la de la Pobreza dos con connotación negativa. Los católicos la definen como dolor, un drama interior, pequeños infiernos, no creer en la gente, ser pobre porque se quiere, no tener un sentido para vivir, no haber sido capaz de superarse, querer "pasar" a los asistentes con mentiras.

Los evangelistas la consideran también como un dolor "en el corazón", no tener fe, no ser creyente, no tener amor al prójimo, no ser sensible al sufrimiento ajeno, ser orgulloso, soberbio, pecador no arrepentido, tener malos pensamientos como el de hacer daño, no aceptar al Señor Jesucristo como su único y suficiente Salvador, pecar contra Dios u ofenderlo, no esforzarse, ser perezoso, vicioso, estar sin hacer nada. Entre los mormones se repiten algunas características como la falta de fe, la pereza, y el tratar de engañar a los asistentes, pero un gran número de definiciones vinculan esta pobreza con la ignorancia y con un desinterés por la educación tanto formal como en sentido amplio, por ejemplo: no saber comer bien, no saber ni cocinar las lentejas que les dan, no saber administrar su dinero, no saber cuando hay que vacunar a los hijos, mandar a los chicos a la escuela sólo para que coman, no querer hacer la secundaria, enseñar a sus hijos que no vale la pena ir a la escuela secundaria. El esfuerzo personal también ocupa un lugar prominente en la definición de la P2- entre los mormones. Por ejemplo: tener oportunidad de cambiar y no desear hacerlo, no aspirar a mejores trabajos e ingresos, acostumbrarse a no trabajar, esperar que los demás le solucionen los problemas, automarginarse, escudarse en la pobreza para vivir de los demás, elegir vivir así por conveniencia. Otras características mencionadas son: no ser sinceros en su conversión, bautizarse por interés para recibir ayuda y aparecer por la Iglesia sólo cuando necesitan algo, vender lo que se le da para su consumo, tener malos hábitos, iniciarse sexualmente en la adolescencia con embarazos y conflictos psicológicos como consecuencia, no adaptarse al trabajo.

Un tercer eje conceptual identificado caracteriza a los pobres por una diferencia de potencia con los asistentes. Nos referimos a expresiones que sugieren que el pobre al que se refieren como pobre sin modalizadores, carenciado, necesitado, oprimido, marginado/marginal (categoría a la que denominamos "GranPobre") aparece definido por su papel pasivo, por su carácter de objeto de la acción de otro. Las mencionadas expresiones son las combinatorias de las preposiciones a, por y para y de los expresiones pronominales "que" y "cual" con el correspondiente artículo en todos los géneros y números, de acuerdo a la siguiente tabla:


Tabla 2

Una búsqueda en nuestra base de datos arrojó un resultado interesante:

- Este tipo de expresiones se hallan presentes en el 62.5 % de los asistentes entrevistados para los que la asistencia es parte de su militancia política, en el 22,2 % de las manzaneras del Plan VIDA y en el 100% de los asistentes pertenecientes a organizaciones religiosas.

- Sobre el total de definiciones contextuales que responden a esta construcción (142) el 19% corresponden a militantes políticos, el 3,52% a manzaneras y el 77,47% a asistentes de organizaciones religiosas; aunque cabe aclarar que no se han realizado la misma cantidad de entrevistas para cada categoría de asistentes por lo que sería más justo ponderar estos resultados.

- Así, observamos que entre manzaneras el promedio de uso por entrevistado de este tipo de expresiones indica que encontramos usada una de estas expresiones cada dos entrevistas (0,55 UT por entrevistado), entre los militantes políticos el promedio es de 3,37 UT de este tipo por informante y entre asistentes de organizaciones religiosas el mismo valor se eleva a 10 UT por persona.

Si consideramos este valor como indicador de la presencia de una concepción clientelar o paternalista de los pobres, nuestros resultados estarían indicando que esta concepción es más fuerte entre los asistentes de organizaciones religiosas que entre manzaneras y militantes políticos, con lo que este énfasis podría considerarse como una de las características de la formación discursiva de los asistentes voluntarios de estas organizaciones.

Tareas pendientes

Son varias las tareas que aún quedan por desarrollar en el presente estudio

  • Por una parte las distribución y las diferencias en la conceptualización de la pobreza en sentido uno, dos positivo y dos negativo en la comparación entre hombres y mujeres, entre asistentes y asistidos, entre asistentes de organizaciones religiosas, militantes políticos y voluntarios de programas sociales estatales.
  • Por otra parte, queda explorar la aparición de enunciados que expresan una diferencia de potencia entre asistentes y asistidos en el discurso de los asistidos, y también su variabilidad en el discurso de los asistentes pertenecientes a diferentes organizaciones religiosas.
  • Finalmente, podrían explorarse otros posibles ejes conceptuales.
Una profundización de este proyecto, en el que ya estamos trabajando como equipo apunta a buscar la posibilidad de reconducir estas formaciones discursivas a los textos de base de las diferentes organizaciones, posibilidad contemplada en la metodología y adelantada por el intertexto en las entrevistas, cuando los informantes citan expresamente o implícitamente las Sagradas Escrituras o manuales de la organización.

Bibliografía

Jackendorff, Ray (1983): Semantics and cognition. Cambridge. MIT press Magariños de Morentín, Juan µngel (1983) El signo. De. Hachette, Bs. As.

Magariños de Morentín, Juan Angel (1993): La semiótica de enunciados. I.I.C.S., Investigación 10, U.N.L.P., La Plata.

Magariños de Morentín, Juan Angel (1994): Hacia un concepto estricto de Mundos semióticos posibles. En: VI Congreso internacional de la asociación española de semiótica "Mundos de ficción", Murcia.

Magariños de Morentín, Juan Angel (1995a): "Los mundos semióticos y el espacio imposible". En: Congreso de Semiótica, Córdoba.

Magariños de Morentín, Juan Angel (1995b): Fundamentos lógicos de la semiótica. (inédito).

Magariños de Morentín, Juan Angel (1996b): "Manual operativo para la utilización de la semiótica de enunciados". (mimeo).

Qualitative Solutions and Research Pty Ltd. (1996): User's guide for QSR NUD*IST. Revision 3, Scolari Ed. Melbourne, Australia.

Título: Los mundos posibles de la pobreza entre asistentes y asistidos por programas sociales pertenecientes a organizaciones religiosas.

Autor: Lic. P. Gustavo Rodriguez
Especialidad: Antropología Social
Lugar de Trabajo: Escuela Superior de Trabajo Social - Universidad Nacional de La Plata.
Cargo: docente - investigador
Domicilio: calle 10 s/n§ entre 495 y 496, (1897) Gonnet, Pdo.

La Plata, Pcia. Bs. As.
Tel.: 021-71-5245 Email: swallace@isis.unlp.edu.ar

Resumen

Se presentan resultados parciales de la investigación en curso "La construcción del concepto de pobreza. Estudio de su intertextualidad en la relación asistente-asistido".

El estudio persigue la identificación de formaciones discursivas (Foucault) vigentes en torno a la conceptualización de la pobreza en la población mencionada, valiéndose de la semiótica de enunciados, técnica de análisis de discursos desarrollada por Magariños de Morentín. A partir de la construcción de definiciones contextuales se están determinando los ejes que nos posibilitarán establecer relaciones de isotopía entre los enunciados.

_______________________________

1 QSR NUD*IST es un software especializado para el análisis de datos cualitativos desarrollado por Tom y Lyn Richards, de la empresa Qualitative Solutions and Research, de Melbourne, Australia.

Buscar en esta seccion :