SANTA FE LA VIEJA, MATERIAL SUBACUÁTICO ÓSEO. ANÁLISIS Y PROBLEMAS TAFONÓMICOS.

Por Mario Silveira
Centro de Arqueología Urbana (FADU).

Ciudad Universitaria. Pabellón 3, 4º P CP 1428

En este informe se analizan los restos óseos rescatados en los trabajos de arqueología subacuáticos realizados en Santa Fé La Vieja en el año 1998, como asimismo la interpretación que surge del mismo. Los trabajos de rescate del material fueron dirigidos por el Arq. Javier García Cano y la Lic. Mónica Valentini, como parte de un Proyecto de arqueología de Santa Fé La Vieja que originalmente comenzó el Dr. Agustín Zapata Gollan, que actualmente dirige la profesora María Teresa Carrara (Carrara 1996), que se cumplen dentro del marco del Convenio "Puesta en Valor de Santa Fe La Vieja" acordado entre la Universidad Nacional de Rosario y la Subsecretaria de Cultura de la provincia de Santa Fé.

El sitio se encuentra a 80 Km al norte de la actual Santa Fé, entre la actual ruta provincial Nº 1 y el río San Javier. Precisamente este río al recibir las constantes inundaciones del río Paraná provocó a su vez inundaciones frecuentes en la ciudad fundada en 1573, por ello se decidió hacia 1649 el traslado al actual emplazamiento de Santa Fé La razón del traslado se debió a que las crecientes periódicas del río Paraná provocaba inundaciones de las tierras bajas que rodeaban a la primigenia ciudad (Carrara y de Gradtis com. pers.). Posteriormente al abandono la acción erosiva del río San Javier provocó que parte de la ciudad, la que se orientaba hacia el noreste, fue llevada por el río. (ver figura Nº 1). Se formulo la hipótesis que en el río podrían encontrarse restos de materiales que habrían formado parte de los restos terrestres, en particular de los arrastrados por los derrumbes más recientes. Para contrastar esa hipótesis se deciden realizar trabajos de arqueología subacuática para efectuar el rescate de esos restos (Carrara y de Grandis com. pers.), tareas que se inician en el año 1995 y continúa hasta 1998 (García Cano 2000).

Al presente se han realizado tres tareas de arqueología subacuática. En este trabajo se analiza el material rescatado en el último de los trabajos, el efectuado en 1998, en las transectas Charrúa y Vikingos (ver figura Nº 1).

Para este análisis se ha utilizado una metodología de trabajo, como también un marco teórico, explicitado en trabajos anteriores (Silveira y Fernández 1978, Silveira y Lanza 1999 y 1999; Silveira , Mari y Pratolongo 1998, Silveira MS). El material comparativo es de propiedad del autor y se encuentra en calidad de repositorio en el Centro de Arqueología Urbana (FADU, UBA).

La metodología de trabajo efectuada por el equipo de los investigadores subacuáticos, implica el hallazgo no sólo de material en las transectas, subdivididas a su vez en cuadrículas, sino también a distintas profundidades en éstas (García Cano 2000). No obstante esta división de áreas de trabajo y de los distintos niveles de extracción observados, el examen del material nos decidió a agrupar los resultados como correspondientes a un conjunto único.

La razón básica que decide esta estrategia, es que hemos observado en varias cuadrículas de las transectas y a distintas profundidades restos óseos con cortes de serrucho eléctrico. Así tuvimos el siguiente detalle:
Charrúa 3:
- Superficie y perfil: Mammalia indet. grande, fragmento de diáfisis un corte transversal
Charrúa 4
Cuadrícula E6/E7 Nivel 0-8 cm; 10-15 cm: Mammalia indet. grande, fragmento de diáfisis un corte transversal
Sin nivel ni cuadrícula: un corte transversal en un fragmento de tibia
Cuadrícula E 8 Nivel 1-12 cm Mammalia indet. mediana, fragmento de diáfisis tubular, un corte transversal
Vikingos 5
Cuadrícula N 4 Nivel 0-20 cm: Mammalia indet. grande, fragmento de diáfisis con un doble corte transversa
Vikingos 6
Cuadrícula S 4 Nivel 25-40 cm: corte tipo "bife de costilla", de Bos taurus
Cuadrícula 4 Nivel 8 cm: Corte transversal en un calcáneo de Bos taurus
Vikingos 7
Cuadrícula S 2 Nivel 0-10 cm Mammalia indet. grande, dos fragmentos de parte media de costilla con doble corte transversal
Cuadrícula N 1 Nivel 0-15 cm: Mammalia indet. grande, dos fragmentos de diáfisiscon un corte transversal
Cuadrícula N-1 Nivel 0-15 cm corte tipo "bife de costilla" de Bos taurus
Cuadrícula (no esta indicada) Nivel 0-5 cm: Mammalia indet. grande, fragmento de diáfisis con un doble corte transversal
Cuadrícula (no esta indicada) Nivel 25-40 cm: Mammalia indet. grande, fragmento de diáfisis con un corte transversal
Cuadrícula N 6 Nivel 8-33 cm: Mammalia indet. grande, fragmento de parte media de costilla con un doble corte transversal
Cuadrícula N 6 Nivel 42-62 cm: Mammalia indet. grande, fragmento de hueso plano con un doble corte transversal
Cuadrícula N 1 Nivel 8-33 cm: Mammalia indet. grande, fragmento de tapa de vértebra con un corte transversal
Cuadrícula S 5 Nivel 0-10 cm: Mammalia indet. grande, fragmento de parte media de costilla con un doble corte transversal
Cuadrícula S 6 Nivel 18-38 cm: Mammalia indet. grande, fragmento de parte media de costilla con un corte transversal
Cuadrícula S 1 Nivel 20-35 cm: Mammalia indet. grande, fragmento indeterminado con un corte transversal
Bolsa sin etiqueta
Mammalia indet. grande, fragmento de parte media de costilla con un corte transversal
Mammalia indet. grande, fragmento de diáfisis con un corte transversal
Como se puede apreciar hay piezas aserradas en todas las transectas y a todas las profundidades, aún en la más profunda, la de 42-62 cm. (ver foto Nº ), lo que significa procesos post deposicionales producto de la dinámica del río. En resumen, esto es lo que decidió el tratamiento conjunto del análisis. Volveremos sobre algunos aspectos que sugieren estos hallazgos en nuestras conclusiones.

En total se recuperaron a nivel de género y especie, familia, clase u orden 159 fragmentos. El resultado es el siguiente

Género y especie nombre común NISP MNI
Bos taurus vacuno 23 2
Ovis aries ovino 2 1
Sus scrofa cerdo 1 1
Myocastor coypus nutria 2 1
Hidrochoeris hidrochoeris carpincho 2 1
Didelphis albiventris Comadreja común 1 1
Familia nombre común  
Camelidae guanaco/llama 1
Cervidae ciervo de los pantanos 1
Clase nombre común  
Mammalia indeterminada mamíferos en general 110
Aves aves en general 2
Peces peces en general 14

 

Donde NISP es el número de especímenes de un determinado animal, y
MNI el número mínimo de individuos de ese animal.

Además hay 58 fragmentos que por su tamaño y aspecto son inasignables taxonómicamente.

Hemos diferenciado, como en otros trabajos, la adjudicación de los restos de Mammalia indeterminado a mamíferos de tamaño, M1 que correspondería a un mamífero de tamaño similar a vacuno, M2 de tamaño similar a un ovino y M? cuando no se puede diferenciar si es M1 o M2. Al respecto tenemos: M 1 75 M 2 13 M? 22 .
Como se observa se han reconocido a nivel de género y especie 31 fragmentos (19,5 %), a familia 2 (1,2 %) y a clase 12.6 (79,3 %).

En total se han analizado 217 fragmentos de los cuales 159 han merecido algún grado de reconocimiento taxonómico lo que hace el 73,1 %. Este es un valor alto en general si comparamos con sitios históricos donde hemos efectuado análisis (Silveira MS), es muy probable que esto ocurra por el tipo de rescate efectuado en forma manual sin visión (Gracia Cano 2000), lo que desecharía los fragmentos muy pequeños, cosa que no ocurre en los sitios terrestres. El peso total de la muestra es de 1,821 kg. La media de fragmentación de los restos es de 5,56 cm
Los restos de Bos taurus (vacuno) son:
Dos fragmentos de calcáneo, un fragmento de astrágalo, tres carpianos, dos falanges terceras, una falange primera, dos falanges segundas, una epífisis distal de húmero, dos epífisis distales de metapodio, una epífisis proximal de metacarpo, dos fragmentos de costillas, una epífisis distal de tibia, cinco molares (dos terceros molares izquierdos de mandíbula son los que definen el MNI de 2 ejemplares)
- Todos estos restos corresponden a animal adulto
De Ovis aries una primer falange y un fragmento de vértebra torácica. Ambos de animal adulto.

De Sus scrofa un cuarto metatarso de un animal adulto.

De Hidrochoeris hidrochoeris, un fragmento de cráneo con maxilar y molares y un fragmento de mandíbula con tres molares. Ambos de un animal muy juvenil. (cachorro)
De Mycastor coypus un incisivo y un fragmento de cráneo (maxilar con molares). De animal adulto.

· De Didephis albiventris, una mandíbula completa. Adulto.

De Camelidae se ha rescatado una epífisis proximal con parte de la diáfisis de un metacarpo. Este presenta una fractura de aprovechamiento que hemos observado en sitios prehistóricos de Pampa y Patagonia argentina. En las figuras Nº 3 y 4, se puede apreciar el espécimen hallado y su comparación con otro de Patagonia meridional..

De Cervidae el extremo de un asta de la cornamenta. Se trata de un extremo aguzado de unos 6 cm de longitud. Se observó con lupa de 40 aumentos para determinar si se trataba de un fragmento de un probable instrumento. El resultado fue negativo.

Los 110 fragmentos de Mammalia indeterminada, buena parte son asignados a M 1 (68,1 %) Las partes esqueletarias, más representadas corresponden a fragmentos de diáfisis y partes medias de costillas.(74,6 % del total)- Es muy probable que la mayoría de estos restos de Mammalia correspondan a Bos taurus En cuanto a los restos de M 2 y M?., la mayoría se reparte entre fragmentos de diáfisis y de huesos no determinados.

Los huesos de aves corresponden a restos no determinados.

Los de peces corresponden e su mayoría a defensas de Doridae de tamaño grande.

En cuanto al estado de conservación del material, se observa que en general presenta un color negro o veteado de negro con distintos grados de meteorización. Este color negro se observa aún en los huesos más recientes, es decir en lo que presentan cortes de serrucho. Hemos realizado una prueba con reactivas químicos y esto determinó que se trataba de una sal de manganeso. Además algunos huesos presentan adherencias de una algas pequeñas de color oscuro (García Cano com. pers.) que parecen hilos

CONCLUSIONES

Este es el primer conjunto de restos óseos analizados que corresponden a un rescate de arqueología subacuática, por lo menos en la Argentina. En cuanto al análisis taxonómico no representaron ningún problema, ya que su análisis siguió las pautas que se han establecido para análisis efectuados con material de excavaciones en sedimentos al aire. A nivel interpretativo han surgido algunos aspectos que no habíamos observado al presente en otros análisis.

En primer lugar el conjunto al estar sumergido en un medio acuífero, en este caso de agua dulce, determinó que el material tomara un color negro veteado muy característico (ver foto Nº 4). Esto ya había sido advertido por quien escribe, en material que estaba en las lagunas de Pigué y Fortín Necochea (provincia de Buenos Aires, pampa interserrana), que en un período de sequía había quedado en descubierto. Este color como ya se ha explicado se debe al depósito de una sal de manganeso por intercambio iónico en el hueso. Estos sitios están en acuíferos de agua dulce pero de escasa dinámica. En esta caso el río San Javier imprime una constante dinámica a las aguas, quizá por ello se explica la meteorización que presentaba el material (ver figura Nº 5), mientras que ello no se observó en el material de las lagunas pampeanas. Hasta donde pudo haberse perdido material por esta circunstancia no lo conocemos, quizá algún trabajo de arqueología experimental aporte más información al respecto.

Determinar Conducta de Consumo (Henry 1992), para este conjunto presenta problemas. En primer lugar se trata de un conjunto pequeño, en segundo lugar se advierten problemas tafonómicos de cierta importancia. Veamos esto en detalle, la presencia de huesos con cortes de serrucho, y que podemos definir como un corte de serrucho eléctrico (ver figura Nº 6), incluso el de "bife costilla" determina el corte de media res. Esto implica que la hipótesis de material de adscripción a Santa Fé La Vieja se hace difícil, por lo menos a los huesos con esos cortes, puesto que estimo como absolutamente improbable que se hubiera efectuado ese corte a fines del siglo XVI principios del XVII. No creemos que se hubieran efectuado cortes con ningún tipo de sierra para el material de Santa Fe La Vieja, y por supuesto descartando la eléctrica que es del siglo XX. Si bien no tengo a la vista documentación al respecto para la época de Santa Fe La Vieja, hay información para 1820 en la actual Santa Fe. Un viajero dejó el siguiente relato "Incapaz ya de luchar, es desjarretado con un hacha. Por último se le corta el cuello y la res se hacha a lo largo en tres trozos, que se cuelgan en carros y se lleva al mercado de carne (Schidtmeyer 1947:153).
El análisis de material terrestre de Santa Fé La Vieja actualmente en análisis (realizado en un 75 %), permite advertir que no hay cortes de serrucho y sí de tipo expeditivo con filos anchos del tipo machete o hacha.

La presencia de huesos recientes se puede deber al hecho que al norte de Santa Fé La Vieja hay un camping y una villa de bajos recursos económicos, que tiran restos al río San Javier (Carrara y de Grandis com. pers.).

En resumen, resulta imposible separar cuales huesos se incorporaron por problemas post deposicionales, que puede ser por comidas más o menos recientes y que de una forma u otra se incorporaron al río San Javier.-Más aún, la dinámica del río hizo que estos huesos se encontraran a distintas profundidades en las cuadrículas de las transectas, como ya se ha observado. Por ello no podemos hablar de Conducta de Consumo en este caso.

No obstante hay algunos hallazgos que merecen alguna consideración. El caso del resto asignado a Camelidae es sumamente interesante, pues en nuestra opinión lo evaluamos como un resto de aprovechamiento antrópico, el corte de la díafisis y su comparación con material similar de otras áreas nos lleva a esa explicación. Las preguntas son, ¿de donde proviene este resto?, ¿qué cronología tiene?. Proviene de material de arrastre del río, o es local. No se puede determinar, aunque el resto del material rescatado (cerámica, tejas) es de adscripción a Santa Fé La Vieja. Tampoco tenemos definición de la cronología. Bien puede ser parte de una comida de los españoles de Santa Fé La Vieja, uno de los "carneros de la tierra", aunque también hay referencias a que el guanaco -una de las posibles adscripciones del resto ya que es imposible de diferenciar con resto similar de llama, subsistió en el área hasta inicios del siglo XX . Hay una película del año 1916, "El último malón, del Dr. Alcídes Greca filamada en el norte santafecino, donde se observa una tropilla de guanacos (com. pers. Carrara y de Grandis).. Lo único que queda en pie es que se trata de un resto de comida.

También hay restos que probablemente se incorporaron en forma natural, tal el caso de los restos de peces y quizá de aves. Para el caso de la comadreja también hay que pensar en un aporte natural Los de carpincho en cambio podrían presentar alguna duda por tratarse de un animal muy joven. Pero tampoco se puede descartar un aporte natural.
En definitiva este análisis presenta para el estudio de restos arqueozoológicos subacuáticos problemas interesantes de interpretación, por los procesos tafonómicos que implica un sitio subacuático en un río. Es probable que nuevos análisis aporten más información para interpretar estos óseos rescatados de corrientes de agua dulce.

AGRADECIMIENTOS
Agradezco al Arq. Javier García Cano y a la lic. Mónica Valentini por haberme permitido trabajar con los restos óseos. Tambíen en particular al primero por permitirme utilizar el gráfico de ubicación del rescate del material óseo.

BIBLIOGRAFIA

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Henry S.

1992 Consumer,Commodition and Choices. A General Model of Consumer
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Schidtmeyer Peter /1820/
1947 Viaje a Chile a través de los Andes. Ed. Claridad. Buenos Aires.

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Congreso Argentino de Americanistas. Tomo 2: 531-552. Bs.As.

1999 Zooarqueología de un sitio histórico de la ciudad de Buenos
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Silveira M., L. Mari y G. Pratolongo
MS Zooarqueología de la Casa Peña (Segunda Parte). Primeras
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