LA PROCESION DEL SILENCIO EN QUERETARO.
UN CASO ESPECIFICO

POR EVANGELINA TRUEBA ARAMBURU
ESCUELA NACIONAL DE ANTROPOLOGÍA E HISTORIA (ENAH)

CAPITULO CUATRO

QUE ES LA PROCESION DEL SILENCIO PARA LOS  CATOLICOS

El principal interés de este capítulo es desarrollar lo que es la procesión del silencio para la iglesia católica, lograr una visión clara desde el punto de vista de los propios organizadores.

Esta fiesta popular religiosa está muy arraigada en la ciudad de Querétaro, en la que participan diversos sectores de la sociedad.

En la preparación de la misma,  la Iglesia  exige  una serie de elementos de reconciliación espiritual en los creyentes  para poder participar en tal evento[13].

Cabe señalar  los alcances de esta celebración, ya que anualmente  se lleva  a cabo durante el Viernes Santo por la tarde atrayendo  a un gran número  de turistas de diferentes partes del país, además de residentes.    

LA VISION DE LA IGLESIA CATOLICA

  Según los católicos[14],  es una manifestación de fe, mortificación y penitencia que realizan el Viernes Santo por la tarde, con el fin de dar testimonio público de su unión con Cristo Redentor en el recuerdo de su pasión, muerte y resurrección

No es un acto de exhibicionismo, porque quienes participan se ocultan en el anonimato del capirote, si son hombres, ó velo negro si son damas, tampoco es un acto de triunfalismo religioso, porque se realiza con el espíritu humilde de quien se arrepiente de sus pecados que han hecho sufrir grandemente  a Dios y con ella se reconoce culpable el hombre pecador. No es un acto de hipocresía o fariseísmo, porque quienes participan activamente se han preparado en  el interior con reflexiones espirituales y además poniéndose en gracia de Dios por  el Sacramento de la Reconciliación.

 No es un escape masoquista como algunos lo calificaron en sus inicios porque de ninguna manera refleja la perversión de gozar bajamente con el maltrato que otros puedan producir.

 No es un acto meramente turístico porque ha nacido del mismo pueblo creyente en los momentos de manifestar piadosamente el dolor interior y sincero por la muerte de Cristo y el profundo dolor de María.

EL SENTIDO Y SUS FINES

He aquí algunos de los principales objetivos:

No toman a la procesión como un fin en su vida cristiana sino como un medio; no la buscan como algo esencial, sino como un acontecimiento que puede acercarlos a lo espiritual.

La procesión es un signo visible a través del cual pueden comprenderse muchos valores espirituales y tiene carácter penitencial en cuanto que con ella se busca la conversión a Dios.

Quienes participan en esta procesión entienden que la Pasión y muerte de Cristo no es lo único que hay que conmemorar, sino todo Su ministerio pascual (Pasión, muerte, resurrección y ascensión gloriosa) de donde emana la gracia divina para la santificación de la vida y reciben Su poder los sacramentos y los sacramentales. Igualmente se considera a esta procesión como un medio para llegar a la liturgia, que es fuente y cumbre en la vida de la iglesia, otro de los objetivos de ella es presentar un testimonio de fe cristiana símbolo del que se debe dar en la vida diaria.

Si se usa la mortificación (llevando cruces pesadas, caminando lentamente con los pies descalzos, con la cabeza cubierta y arrastrando una cadena atada al pie izquierdo) se hace no por complejo de culpabilidad, puesto que todos ya en estos momentos se encuentran justificados por la práctica sacramental, tampoco se hace por quedar bien, puesto que van en el anonimato y en ningún momento se cree que con ese acto se les perdonarán todos sus pecados. El móvil principal en esto es imitar un poco a Cristo. Casi desde los  inicios se le ha dado un sentido comunitario de celebración, puesto que todo pecado tiene consecuencias sociales. 

No se debe olvidar la participación de toda la iglesia en la acción penitencial para buscar una reparación.

En este ambiente propio de renovación de la iglesia posconciliar se quiere que la procesión del silencio sea un símbolo viviente de esa vitalidad del Pueblo de Dios, por ello se favorece la libertad de los integrantes, si algunos desean participar (de incógnitos) haciendo una mortificación grande, allí están las hermandades de las cruces pesadas, si algunos desean tener una presencia de fe y adhesión a Cristo, vistiendo túnica, capirote y llevando en sus manos la insignia del cristianismo en medio de un prolongado silencio, también hay hermandades para ello, lo mismo hacen las damas, pero sin llevar cruces y vestidos negros; se busca que en un ambiente de libertad de hijos de Dios y de caridad fraterna se proyecte un símbolo de lo que debe ser la vida diaria.

LA PROCESION CATOLICA

 Esta representación ha surgido del pueblo y tiene sentido para él, va orientándose a ser un acto que ayude a la reevangelización  del país y un símbolo que tenga valores para la vida real.

 Es un acto en el que se jerarquizan los valores, todo en torno a la persona  de Cristo y se acomoda a un estrato cultural que gusta de sus costumbres y tradiciones; se le revisa continuamente para que su significado lleve a un auténtico cristianismo que responsabilice al fiel y lo impulse a la liberación evangélica, si se usa la mortificación diaria, no es con exageración, no es permanente, no se busca por sí misma.

Se ajusta a las líneas de pastoral, porque trata de manifestar una dimensión comunitaria, pues si al pecar se desfigura la iglesia impidiendo a la comunidad cumplir su cometido de ser digno de caridad y de unión, con este acto se quiere suscitar en todo el ideal de la Pascua de la que es parte la pasión y muerte del Señor, ideal que busca una nueva conversión. 

Entre las distintas realidades que simboliza puede señalarse la vida diaria, hay que estar de pie y en marcha con la cruz del deber y sobre todo siguiendo a Cristo en compañía de los hermanos que también caminan.

La importancia radica en que no se debe privar a  los creyentes  de sus expresiones de piedad popular y por medio de ellas recuperar los valores evangelizadores. Tomando en cuenta la fe y el compromiso en el mundo, y en la devoción a María y  los santos se considere la realización de la Pascua de Cristo en ellos.

LA PROYECCION

  Como cualquier otra acción religiosa, aún litúrgica, debe tener una proyección en la vida ordinaria de los creyentes.

El misterio pascual de Cristo ha tenido y sigue teniendo una valiosa proyección.

La procesión se toma como un método, como uno de los medios asequibles, a una parte del pueblo de Dios; toda renovación o reforma supone una buena reflexión y es lo que brinda sobre  todo a quienes la realizan.

Deben conocerse que la mayor parte de los penitentes o integrantes de hermandades tienen un retiro de 3 días o por lo menos a quienes no puedan encerrarse se les brinda en Santa Ana una serie de reflexiones ayudando en ambos casos a una buena confesión.

La preparación, que de varias semanas se busca, va encaminada a señalar un doble compromiso en quien tome parte, su compromiso consigo mismo y otro con la sociedad, ambos delante de Cristo.

En lo personal debe buscar una superación diaria, una voluntad decidida a sortear todas las dificultades.

Toda la vida del hombre se mueve entre las motivaciones, los propósitos, los esfuerzos, las caídas y también en el mensaje más sublime que proporciona la liturgia; no está la grandeza del hombre en nunca pecar, sino en levantarse inmediatamente cuando tenga la desgracia de caer. Se hacen procesiones para ser mejores cristianos.

 

La tradición católica, que expresa sus raíces en costumbres multicelulares, pone especial atención en la Cuaresma y en su culmen que es " la Semana Mayor o Santa para celebrar a Jesucristo vivo, que rompe y triunfa sobre el pecado y la muerte" originando transformación y vida; así la penitencia cuaresmal enfoca sus acciones hacia el arrepentimiento y el cambio de vida.

EL SIGNIFICADO

La procesión del silencio, que tiene su lugar el Viernes Santo para acompañar a Cristo y a su madre en el camino de su dolor con un tono profundo de fe pascual.

Procesión es caminar, desplazarse de un lugar a otro, moverse, danzar; el caminar va acompañados de elementos acústicos y ópticos, además de posturas, gestos y movimientos. Este caminar con otros manifiesta la común voluntad de avanzar hacia una meta, cuyo origen y fin es Jesucristo en su fe.

El pueblo mexicano es un pueblo creyente en Jesucristo que según las escrituras sagradas es hijo de Dios e hijo de la Virgen María, que murió en la cruz para la salvación de los hombres y que resucitó al tercer día para salvarlos.

De esta fe es expresión, los múltiples atributos de poder, salud o consuelo que el pueblo le reconoce, los títulos de juez y de Rey que le da, las adveraciones que lo vinculan a los lugares y regiones, la devoción a Cristo resucitado, más aún, las devociones al Sagrado Corazón de Jesús y a su presencia real en la eucarística, manifestadas en las Primeras Comuniones, la Adoración Nocturna, la Procesión de Corpus Christi y los Congresos Eucarísticos.

LOS INICIOS

En una entrevista que concedió el padre Ernesto Espitía me proporcionó un escrito que hizo sobre la procesión del silencio.  A continuación se transcribe:

"Era el viernes santo de 1966, impulsado por el gran fervor de los fieles y como un resusltado de los santos ejercicios cuaresmales y viviendo el entusiasmo de los vecinos del populoso barrio de la Cruz, se me ocurrió hacer privadamente, sólo con señores y en vía de experimento, una procesión en la que hubiera un verdadero silencio que contrastara con otras manifestaciones sociales de estudiantes, campesinos y obreros en la que hay arengas, gritos, matracas, y otras cosas más.

Esta primera Procesión la realizamos solamente en el atrio y jardín del templo de la Santa Cruz. Participaron aproximadamente unos 40 señores, se mandaron hacer unas pesadas cruces de mezquite de 50 a 60 kilos, iban vestidos de con una túnica gris, un capirote y una cadena en los pies descalzos, comenzamos a las 7:00 p.m., casi en penumbra; al ver aquellos encapuchados, con su túnica y su pesada cruz, arrastrando sus gruesas cadenas, en verdad que hasta daba escalofrío e impresionaba a todo el mundo.

 En Semana Santa de 1967 los fieles se interesaron más y participaron más activamente, el número de señores aumentó de tal manera que tuvimos que hacer más largo el recorrido, llevamos las imágenes del Señor del Entierro, el Señor de las Esquípulas y la imagen de la Santísima Virgen de los Dolores.

Recorrimos las calles de Independencia, Venustiano Carranza, Río de la Loza, Cinco de Mayo, Felipe Luna y Templo de la Cruz.

Recuerdo que durante la Procesión hubo una circunstancia especial, nos llovió mucho y durante el trayecto nos alumbramos con antorchas y con la lluvia y el pesado ruido de las cadenas, la gente se impresionó mucho y todos permanecían en sus lugares guardando un profundo silencio.

Ya con éstas experiencias, tuvieron en forma la Primera Procesión del Silencio en la Semana Santa de 1968.

Las mujeres entusiasmadas quisieron participar en ella a como diera lugar. Lo mismo que en el Centro Taurino con el Padre José Morales a la cabeza llevando a la Procesión la bella imagen del Señor del Gran Poder.

Se hizo sentir en este año un fervor general en todos los fieles, un recogimiento y devoción especial, salieron varias hermandades, cada una con su imagen y una túnica de distinto color para diferenciar a cada Hermandad.

Se prepararon con un buen Retiro Espiritual de tres días, las damas vestidas de un riguroso luto: vestido negro y con un velo que les cubría la cara, llevaban una lámpara encendida y llevando sobre sus hombros la bellísima imagen de Nuestra Señora de los Dolores.

En este año participaron más de 500 personas, el recorrido se extendió hasta el centro de la ciudad, se dio vuelta por el jardín principal regresando por la Avenida Corregidora y la calzada de Zaragoza, recuerdo que cuando regresábamos por esta pendiente muy pesada de Zaragoza se cubrió totalmente la luna por un eclipse solar.

De este modo fueron los comienzos de los primeros años de la Procesión del Silencio. Tuvimos muchos contratiempos como es  natural, por un lado, las autoridades civiles que no nos permitían hacerla por razones bien conocidas, ataques de sacerdotes que nos llamaba masoquistas, exhibicionistas, etc., ataques de los hermanos protestantes que querían hacer su procesión de la luz llevando pancartas alusivas y textos bíblicos.

A pesar de todo, de este modo, nació y creció la Procesión del Silencio y ahora es como un arbusto que ha crecido y está dando buenos frutos para mucha gente de Querétaro y fuera de Querétaro.

 Recuerdo que en los inicios de la Procesión del Silencio el orden del recorrido era el siguiente:

En primer lugar iban los heraldos montados en 2 briosos caballos, tocando en cada esquina el toque de silencio.

Una banda de guerra de 12 tambores destemplados de las cuerdas, señoritas vestidas de mujeres piadosas llevando las insignias de la Pasión.

Se adornaban los principales edificios por donde iba a pasar La Procesión para cantar allí algunas Saetas y declamar bellos poemas relacionados con la Pasión de Cristo y Viernes Santo.

Después seguían las distintas hermandades llevando una imagen y cargando una cruz". 

 ¿CUÁL FUE EL OBJETIVO INICIAL DE LA PROCESION DEL SILENCIO?

"El Viernes Santo es un día muy significativo para todos los cristianos, un día en que nuestro Señor Jesucristo padeció, dio su vida por nosotros crucificado en una cruz, nos redimió y nos salvó de las garras del maligno.

Es muy justo que nosotros en este día manifestamos nuestra gratitud haciendo una manifestación de amor y de fe y de esperanza en Cristo Jesús, el silencio es el signo más significativo de lo que se quiere decir y expresar.

Por medio de la Procesión del Silencio, después de unos cuantos días de recogimiento y de meditación, los participantes se reconcilian con Dios y con los hermanos por medio del Sacramento de la Reconciliación, además se busca y se logra una verdadera conversión y una buena preparación para la Pascua de Resurrección.

Siempre se lleva en la mente las palabras de Cristo:

 Haced penitencia, el que haga penitencia se salvará. Para ser verdaderos cristianos tenemos que cargar con la Cruz de Cristo venceremos.

La procesión del Silencio es una aclamación de victoria de Cristo Jesús y estamos seguros que también un día será nuestra victoria.

Falta un año para celebrar las bodas de plata de la Procesión del Silencio y pido a Dios que sea una verdadera manifestación de fe, de amor y de esperanza, que sea una procesión grande, muy grande no tanto en cantidad, sino en calidad". 

ENTREVISTA

 Se realizó con uno de los principales fundadores de la procesión del silencio en Querétaro. El padre Ernesto Espitía, párroco de la iglesia de la Resurrección en el barrio de San Roque.

Nombre:     Padre Ernesto Espítia.

Lugar: Parroquia de la Resurrección del Señor.

Dirección:  Ópalo y Fraternidad ó San Roque #35

Teléfono:   12-89-85.

I.- ¿ Cuál fue la motivación principal para organizar en Querétaro la Procesión del Silencio?

Por un retiro durante tres días, miércoles, jueves y viernes para salir el sábado santo.

Es un día significativo, porque Cristo murió en la cruz para salvarnos, " comprarnos", liberarnos de las garras del demonio, es una manifestación de fe por medio del silencio.

II.- ¿ Cuál es el auge que actualmente tiene la procesión en Querétaro?

Se ha acrecentado, cerca de 5000 personas que vienen de Celaya, Guadalajara, D.F., Guanajuato, Querétaro.

III.- ¿ Qué sentido tiene la procesión en Querétaro?

Dar un buen testimonio de fe, esperanza y amor a Jesús alcanzar la vida eterna, acompañar a Jesús.

IV.- ¿ Cuáles son las metas que la procesión tiene para los " fieles?

Ya le contesté en la pregunta anterior.

V.- ¿ Cuál es la preparación que una persona debe tener para participar?

Cualquier persona puede participar en un retiro espiritual.

VI.- ¿ Cuál piensa usted que es el nivel de conciencia de los participantes?

Tomen conciencia, motivarlos, acompañar a Jesús llevando una cruz, la cruz de todos los días.

 VII.- ¿ La procesión del silencio tiene que ver con el proyecto de la Nueva Evangelización?

No.

VIII.- ¿ En qué forma ayuda la procesión a los participantes?

Vida espiritual, moral, familiar, que ya no "tomen" durante todo el año, se porten bien, estén en gracia de Dios.

IX.- ¿ Qué piensa de la gente que observa la procesión?

Al principio teníamos problemas con las autoridades y los carros que se estacionaban y se vio que esto de alguna manera ayuda al turismo, conviene a las autoridades y con éstas manifestaciones a lo mejor, los que observan pueden ser llamados por Cristo.

X.- Siendo Querétaro una ciudad tradicionista, ¿ Afecta a la sociedad que se pierdan sus tradiciones?

Sí, Querétaro ya no es tan conservador, ni tradicionista, pues el 30%  son queretanos y un 70% ya no lo son. Estas manifestaciones ayudan a impulsar las tradiciones queretanas.

XI.- ¿Qué sectores participan en la procesión?

Políticos, sacerdotes, de todo.

XII.- ¿ Los participantes son todos de Querétaro?

No.

EL ANALISIS

La estructura eclesiástica de esta celebración religiosa se hace presente y se refuerza con este tipo de  fiestas populares, en el caso de la procesión del silencio en Querétaro.

Se pueden analizar diferentes conceptos de religiosidad popular y se observa la relación que hay entre los grupos de poder y los grupos participantes, en las que los unen fuertes lazos de control y participación política manifiesta en la estructura social, como una forma de implicación del poder de la institución católica, es decir, la estructura eclesiástica.

Para la iglesia católica la religiosidad popular  es una realidad predominante que  toma en cuenta como una tarea importante para el proyecto de la nueva evangelización. Esta no ha sido hasta ahora plenamente satisfactoria, los creyentes que participan no son santos o no pretenden serlo, sino simplemente cambiar la vida personal; no volver a emborracharse, no ser flojos, serle fiel a la esposa, en fin, cambiar sus actos negativos, mejorar como persona mediante  la promesa al santo de la cofradía a la que pertenecen.  Sobre todo en lo que respecta a las injusticias, a los vicios, esto es, que la procesión le permite al devoto expiar sus culpas, y a la misma ignorancia religiosa; ya que la participación de los fieles en la pascua de Jesucristo es muy variada y rica en su manifestación penitencial.

Silencio es callar, escuchar, el silencio es un viaje al interior y a la realidad más profunda de lo que se celebra, para el creyente.

Dada la fuerte expresión de fe y penitencia, esta celebración nace de la necesidad de proclamar la Pascua de Cristo, sus primigenias raíces se originan en España, allá por el siglo XVI, cuyo lugar típico es Sevilla.

Cada miembro de la sociedad, está llamado no sólo a interesarse sino a hacer lo que le toca para buscar que la comunidad, de la que forma parte, se mejore. El símbolo de la  procesión está indicando que el individuo va a subliminar su vida íntima, sus relaciones familiares y laborales.

Solo un ingenuo piensa que después de una participación religiosa y de un buen propósito, el individuo va  a ser un santo.


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