Arqueología Urbana en Entre Ríos
Barrio del Puerto, Ciudad de la Paz

Por Carlos N. Ceruti
Museo de Cs. Naturales y Antropológicas "Prof. Antonio Serrano" (Paraná) - CONICET

Ponencia presentada al XII Congreso Nacional de Arqueologia Argentina - La Plata, 22 a 26 de septiembre de 1997.

 

INTRODUCCION

La presente comunicación tiene por objeto dar a conocer un trabajo de Arqueología Urbana realizado en la ciudad de La Paz (Dpto. La Paz, Pcia. de Entre Ríos) en el mes de noviembre de 1982, en el marco del Proyecto "Investigaciones arqueológicas en el área del Paraná Medio - Margen entrerriana" (Convenio Secretaría de Cultura y Educación de la Provincia de Entre Ríos - Agua y Energía Eléctrica, Soc. del Estado). En la oportunidad se contó con fondos proporcionados por AyE y CONICET, y la colaboración de la Municipalidad de La Paz.

ANTECEDENTES

El análisis de las técnicas de construcción y la organización edilicia observadas en la ciudad de La Paz entre su fundación y comienzos del presente siglo, permite distinguir dos grandes épocas:

Primera Epoca: caracterizada por construcciones precarias, de barro y paja ("ranchos"), similares a los existentes en el ámbito rural, o de adobe. Comprende las diferentes instalaciones registradas en ambas márgenes del Caballú Cuatiá, desde al menos 1799 -Plano de Joseph Pujol y Vila del Mas- (Ceruti et al, 1983) hasta 1860 aproximadamente.

Según un testimonio de 1854, "La Paz es un pueblito de 200 habitantes ... Un lugar muy triste. Las casas todas de adobe y no tiene ni siquiera una plaza, orgullo y alegría de los pueblos españoles. Tiene una capilla de adobe, cuyo campanario formado por un tirante de madera tendido a través de dos postes, consta de tres campanas que dan un alegre repique, y llaman la atención de los habitantes a las horas de las misas y oraciones..." (Page, 1954: 86).

Segunda Epoca: a partir de 1860. Coincidiendo con la llegada de los primeros inmigrantes europeos, las construcciones se hacen más sólidas y permanentes. Por Ley del 27-4-1861 se terminó de expropiar la legua cuadrada de tierra asignada para población y suburbios que pertenecía a particulares, y se dispuso su mensura y amojonamiento . El Barrio del Puerto pasó a constituirse en el más importante de la población (Medina, 1948).

En esta segunda Etapa, y hasta finales del siglo, pueden distinguirse tres grupos principales de influencias arquitectónicas:

A) Influencia hispano-colonial o criolla: casas bajas, con habitaciones alineadas sobre la calle. Generalmente con una galería interior, que da sobre un patio. Techo a dos aguas, con cumbrera de palma y cubierta de paja o tejas.

B) Influencia italiana. Admite, al menos, dos subgrupos:

Subgrupo a: grandes cuerpos de edificación de uno o dos pisos, con planta en L o en U, con muchas habitaciones alineadas, que daban a la calle o a un patio interior. Ocupaban 1/4 de manzana o más, incluyendo la esquina. Presentaban techos a una sola agua, con cubierta de zinc, tejas o baldosas, rematados con almenas. El excusado y la cocina solían estar sobre el patio, separados de las habitaciones. Son frecuentes los aljibes, para aprovisionamiento de agua.

Subgrupo b: edificios de menor tamaño, de un solo piso, con predominio de la altura sobre la longitud, con techo a una agua con cubierta de chapa de zinc o teja francesa, y el frente rematado con una balaustrada. El edificio italianizante más antiguo publicado, corresponde a este subtipo. Se trata de la vivienda ofrecida en venta al Estado Provincial por D. Juan P. Méndez en 1864, adquirida finalmente para sede de la Jefatura Política del Departamento La Paz (Rodríguez Armesto, 1984).

C) Influencia francesa: caracterizada por un acentuado barroquismo. Se hace dominante a partir de los últimos años del siglo, pero hay ejemplos mucho más tempranos. Con dos subtipos: Rococó y Art Nouveau, este último posterior, predominante en las primeras décadas del siglo XX.

Fuera de tipología, como avanzadas precarias en el poblamiento de nuevas áreas recién loteadas, o creciendo en los sobrantes entre propiedades mayores, se ubicaban construcciones de características modestas, levantadas por albañiles más preocupados por los costos que por el estilo arquitectónico.

Los restos de una de estas viviendas, datable en la segunda mitad del siglo XIX, pasaba por ser la primer construcción con fábrica de ladrillos de la ciudad de La Paz. Con frente al Paraná, en las calles Aduana entre Comercio y del Puerto de la antigua nomenclatura (actualmente calle Vieytes entre España y Belgrano), resultaba fácilmente excavable, ya que sus cimientos eran visibles en el jardín de la Casa de la Cultura (ex Aduana, hoy Casino de la ciudad de La Paz). La denominaremos "Vivienda N§ 4", atendiendo a su ubicación sobre calle Aduana, a partir de calle Del Puerto. En la catalogación de sitios arqueológicos de 1982 fue identificada como "Sitio La Paz 1" (SEntLap29).

A estas características, de por sí alentadoras para realizar una experiencia de Arqueología Histórica y Urbana, se agregaban otros elementos de juicio que resultaron decisivos:

a) El Archivo Histórico Municipal de la ciudad de La Paz poseía documentación gráfica y escrita, que permitía reconstruir la fachada y disposición interna de la vivienda.

b) Existían todavía personas que la habían visto en pie y que, incluso, la habían habitado durante la infancia.

c) En los niveles superiores de los sitios prehispánicos que estábamos excavando, aparecían elementos europeos que debían ser ubicados cronológica y contextualmente. Los materiales recuperados en las excavaciones del Puerto de La Paz debían servir como elemento de comparación, para separar los niveles pre y posthispánicos, y estos últimos entre sí.

d) El subsuelo del Dpto. La Paz está conformado, en buena medida, por arcillas expansivas del grupo de la montmorillonita. En períodos de sequía se contraen provocando la formación de grietas, que afectan también los depósitos de origen antropógeno. Por estas grietas, o por pisoteo, elementos de los niveles superiores (vidrio, loza, fragmentos metálicos) penetraban en los niveles prehispánicos, provocando la conformación de pseudo situaciones "de contacto". La homogeneidad de los sedimentos, que se habían reacomodado miles de veces a lo largo del tiempo, dificultaba mucho los análisis de formación y transformación de sitios - un tema, por otra parte, casi desconocido entonces-. La ubicación precisa de estas intrusiones históricas resultaba, por eso, fundamental en el momento de interpretar el registro.

No resulta ocioso recordar, por último, que en 1982 se conocían pocas experiencias de Arqueología Histórica, y casi ninguna de Arqueología Urbana vinculada al siglo XIX, muy poco considerado por los arqueólogos argentinos. Recién tres años después, con la creación del Programa de Arqueología Urbana del Instituto de Arte Americano e Investigaciones Estéticas de la UBA (Schavelzon, 1991), la excavación del Caserón de Rosas en Palermo lo haría saltar a la página central de los periódicos capitalinos. Las contingencias de la Arqueología de Rescate, el aislamiento y las carencias bibliográficas, explican el hiatus existente entre la excavación y utilización instrumental del sitio que -en forma optimista- denominé La Paz 1, y la publicación de este informe preliminar.

Deseo mencionar la participación especial que tuvieron en el trabajo la Prof. María Luisa B. de Cena, de la Casa de la Cultura, autora de la idea original y de algunas entrevistas a informantes; la Museól. María del Carmen de Crespo, actual Directora y entonces Regente del Museo Regional (mi guía en el conocimiento de la edificación de la ciudad de La Paz); y el Sr. Carlos Rodríguez Armesto, de la Junta Municipal de Estudios Históricos, que localizó y discutió conmigo la documentación existente en el Archivo Histórico Municipal. Los restos de subsistencia, finalmente, fueron analizados por los Lic. Cecilia Deschamps y Ulyses Pardiñas, y los Dres. Jorge Noriega y Alberto Cione, del Departamento de Paleontología Vertebrados del Museo de Ciencias Naturales de La Plata.

MATERIAL Y METODOS

Una vez decidida la intervención, se llevaron a cabo las siguientes actividades:

l) Limpieza y planimetría de los cimientos visibles. Recolección superficial de materiales

2) Excavación de una cuadrícula de 1,5x1,5 m en la parte posterior de la vivienda, detrás de la habitación utilizada como cocina, donde era factible localizar un basurero. La excavación se realizó mediante niveles artificiales de 0,10 m, pero llevando control de los niveles naturales allí donde éstos tenían menor espesor o no coincidían con el nivel artificial.

3) Revisión de viviendas antiguas de la ciudad de La Paz: seis en el Barrio del Puerto, y cuatro en otros puntos de la ciudad.

4) Revisión de documentos catastrales del Archivo Histórico Municipal, depositado en el Museo Regional de La Paz.

5) Grabación de testimonios orales. Se trabajó con once informantes, que podían proporcionar datos sobre: a) el Puerto; b) el Barrio del Puerto: c) las construcciones de Calle Aduana entre el Puerto y Comercio. Se utilizó el método de libre asociación de ideas, combinado con cuestionario guía y control cruzado de informantes.

6) Seriación y análisis de documentos iconográficos (fotografías y cuadros) depositados en el Archivo y la Pinacoteca del Museo Regional de La Paz, donde fuera visible la Calle Aduana. Los objetivos eran: a) identificar las fachadas de las viviendas, y b) identificar modificaciones en las mismas. Se utilizaron seis grupos de fotografías, ordenadas cronológicamente:

  • Antes de la construcción del muelle y galpones del puerto (1904-1905).
  • Durante la construcción del puerto (1906-1911)
  • Durante la inauguración del puerto (26-3-1911).
  • Inmediatamente después de la inauguración (1911-1912).
  • Cuando se derrumbó parte del muelle (1915).
  • Posteriores a 1915.

Esta secuencia se logró utilizando los siguientes indicadores:

A) Fechas anotadas en las fotografías.

B) Observación mediante lupa de 5x del avance de obras en el puerto.

C) Observación mediante lupa binocular (hasta 50x) de las modificaciones en las viviendas.

D) Observación mediante lupa binocular (hasta 50x) de los afiches de propaganda colocados en las fachadas de las viviendas.

A partir de la metodología expuesta, se consiguieron los siguientes resultados:

a) Reconstrucción de las fachadas originales de las viviendas de calle Aduana, entre calles del Puerto y Comercio.

b) Organización secuencial del proceso de construcción y demolición de las viviendas.

c) Organización secuencial del proceso de modificación de las fachadas, especialmente en la Vivienda N§ 4.

DISCUSION Y RESULTADOS

De la documentación conservada en el Archivo Histórico Municipal, surge que el primer propietario de los terrenos ubicados en la actual calle Vieytes entre España y Belgrano, fue Juan Bautista Peyrano, "...vecino de la Capital de la República", que los ocupó baldíos "...hace muchos años, al fundarse este pueblo", es decir, alrededor de 1848/1850. El 11 de julio de 1862, el Jefe Político del Dpto., D. Francisco Antonio Deniz le acordó la posesión, registrándose en la ocasión el título de propiedad, y el 23 de abril de 1879, con la firma de D. Prócoro Crespo, se le otorgó el título definitivo. (Expte.: "Lértora Hermanos solicitan título definitivo de media manzana").

El 26 de abril de 1887, Peyrano vendió el terreno con dos casas edificadas a los hermanos Sebastián y Nicolás Lértora, en la suma de doce mil cuatrocientos pesos moneda nacional de oro sellado. El Escribano Público Aquiles Guindós otorgó la escritura de venta, y el 25 de abril de 1890 el Agrim. Municipal José V. Núñez practicó la mensura del terreno y elaboró un plano, encontrado suelto (fuera de expediente) en el Archivo Histórico Municipal. El 15 de noviembre de 1892, el Escribano Público Ernesto de Haro otorgó el título definitivo de propiedad a los Hnos. Lértora. En el Plano de 1890, a tres años de la venta se advierten ya seis lotes edificados, y dos baldíos.

Sobre calle Aduana, de acuerdo a la fotografía más vieja conservada en el Zrchivo del Museo Regional de La Paz, había cinco viviendas:

Vivienda N§ 1: Ocupa todavía la esquina conformada por las antiguas calles del Puerto y Aduana. Hasta 1981 conservó su aspecto original. En la actualidad se mantiene en pie, aunque profundamente modificada. Corresponde al Grupo B) (Influencia italiana), Subgrupo a. Tiene 20 m de frente, aproximadamente, sobre calle Vieytes (Aduana). Fue construida después de 1877. En ese año se promulgaron la Ordenanza que obligaba a construir en ochava, y la que por primera vez impuso nombres a las calles (Rodríguez Armesto, 1985c y a). La fecha más probable de construcción se ubica entre 1887, cuando los Hnos Lértora adquieren el lote aparentemente sin edificar, y 1890, cuando ya aparece en el plano de mensura.

Vivienda N§ 2: Atípica, de 10 m de frente. Muy baja (casi la mitad que las restantes propiedades). No se pudo recabar información sobre ella, salvo que no estaba habitada cuando fue derribada para construir el Comedor "La Tapera de la Chiva", de Angel y Mirta Reibelé. A partir de las fotografías, se advierte que constaba de al menos dos habitaciones, construidas en distinta línea y en dos épocas: un dormitorio, de 5,7 m de frente con una puerta de una sola hoja en el costado (en la primer fotografía parece advertirse una segunda puerta tapiada); y una cocina de 4,3 m de frente. La primera ya estaba construida en 1890, la segunda es posterior.

Vivienda N§ 3: Corresponde al Grupo B (Influencia Italiana), Subgrupo b. La fachada, de 13,4 m de frente, está dividida en cuatro sectores mediante tres pilastras: uno está ocupado por una puerta de dos hojas que da a un zaguán, y los dos siguientes por ventanas con rejas de barrotes, correspondientes a las habitaciones. El tetenía tejas francesas y una balaustrada de ladrillos. Hasta 1982 se mantenía casi en su aspecto original (solamente se había eliminado la balaustrada, para aligerar la carga de los techos), pero luego se la alteró totalmente. Fue construida por los Hnos. Sebastián y Nicolás Lértora con posterioridad a 1890, quienes la alquilaron al Sr. Rolla para instalar una carnicería. Posteriormente fue ocupada por uno de los hermanos Lértora con una pequeña tienda y mercería (Informantes: Jerónima Ortiz y Rosa Vda. de Tassara). Hacia 1960 fue adquirida por los Hnos. Reibelé, que la utilizaron como vivienda.

Vivienda N§ 5: Similar a la Vivienda N§ 1. Se la ubica en el Grupo B (Influencia Italiana), Subgrupo a. Es la única que llegó a completarse con el revoque y las parrillas de alambre tejido entre las almenas de la carga. La fachada frente a calle Aduana, tenía 6 pilastras, que flanqueaban tres puertas y dos ventanas, no simétricas. Se destaca por no presentar ochava (lo que indica que fue construida antes de 1877) y por las escalinatas, necesarias para salvar el desnivel del terreno. Tenía 21,1 m de frente sobre calle Aduana, y 13,2 m sobre Comercio. Probablemente se trate de una de las dos construcciones existentes en la cuadra, que fueron vendidos a los Hnos. Lértora en 1887. Luego fue adquirida por la Flia. García, y en 19l5 se le hicieron algunas modificaciones, transformándose una puerta en ventana. Fue demolida para construir el edificio de la Aduana, terminado en l969.

Vivienda N§ 4: Atípica. Según el plano de 1890 tenía 12,2 m de frente. De acuerdo a las fotografías más antiguas, originalmente presentaba una fachada rectangular, lisa, blanqueada a la cal, con un cubo en la parte superior. Tenía tres aberturas: un portón de tablas verticales, machimbradas, una pequeña ventanita rectangular, enrejada, y una puerta de menor tamaño, lisa, de dos hojas. En el cubo central, que remataba la construcción, se encontraba el elemento distintivo, que a juicio de todos los informantes caracterizaba a esta vivienda: un reloj de sol, redondo, con números romanos y aguja metálica (Informante: Sra. Lila F. Vda. de Maldonado). Al estar pintado de blanco, como todo el frente, es casi invisible en las fotografías, pero aparece en una acuarela firmada por R. Lanceloti, conservada en la pinacoteca del Museo Regional de La Paz. En la misma, fechada el 10-3-44, titulada "Una calle de La Paz", se observa, en perspectiva, la vivienda N§ 4, y sobre el frente la aguja metálica y la sombra que proyecta. El techo tenía cubierta de tejas francesas, y caída hacia atrás. No estaba alineada con las viviendas linderas. La pared E formaba ángulo con la propiedad de Angel y Mirta Reibelé, dejando en el frente un espacio libre de 0,20 m.

En el plano elaborado a partir de los cimientos se advierte la presencia de tres habitaciones, y de las dimensiones registradas en el Plano de Mensura de 1890 se deduce la existencia de una cuarta. De E a W:

1) Un recinto muy estrecho, posiblemente un zaguán o una galería, de 1,55x6,30 m, lindante con la Vivienda N§ 3.

2) Una habitación de 3,90x7,20 m. Estaba separada de la anterior por un tabique de 0,19 m de espesor, constituido por ladrillos de 0,33x0,19x0,04 m, colocados longitudinalmente al eje de la pared. Las paredes exteriores tenían 0,33 m de espesor; los ladrillos se tramaron colocando, alternativamente, dos apareados en forma longitudinal al eje de la pared, y uno transversal al mismo.

3) Una habitación de 5,48x7,20 m, lindante con la Vivienda N§ 5. Los cimientos de esta última habitación están casi totalmente cubiertos por la Casa de la Cultura, de manera que sus dimensiones se deducen del Plano de Mensura de 1890.

4) Una habitación muy pequeña (N§ 3 en el plano de los cimientos), ubicada inmediatamente por detrás de la Habitación N§ 1. Tenía 1,55x1,60 m, conservaba gran parte del piso de ladrillos, y debió utilizarse como cocina.

En 1915, la vivienda fue profundamente modificada. Se derribaron las paredes internas, dejando dos habitaciones iguales. Los escombros fueron utilizados para rellenar depresiones ubicadas en la parte posterior de la vivienda, y para calzar cimientos. De acuerdo a lo indicado por el Sr. Miguel Cosentino (que vivió allí de niño, a partir de 1937), la vivienda "...tenía dos piezas al frente, chicas, quizás de 4x4 metros, con una ventanita la primera. La otra, una ventanita y una puerta. Las dos comunicaban con una galería, de unos 8x3 metros. Atrás, había una cocinita, separada del resto. Más al fondo, en el patio, un excusado". Otro informante (Angel Reibelé) indicó la presencia de una puerta y dos ventanas chicas en la parte posterior, y "un cobertizo" (posiblemente la galería, o la cocina). Esta descripción coincide con las fotografías posteriores a 1915, que muestran una fachada con dos ventanas rectangulares, y una puerta baja, de madera, ubicada al W de la vivienda, pero las dimensiones indicadas por el Sr. Cosentino no concuerdan con las de la fachada. Existen dos posibilidades: o bien las habitaciones eran más grandes, de 6x6 m, o tenían 5x6 m y existía un zaguán de entrada, al oeste, de 2 m de ancho.

Construida por Juan Bautista Peyrano, la Vivienda N§ 4 fue vendida a los Hnos. Lértora, y por éstos a la Flia. García, propietarios también de la Vivienda N§ 5, quienes la alquilaron. En algún momento, quizás entre 1905 y 1911, se instaló en ella una agencia naviera, ya que en algunas fotos se distingue un cartel borroso, que dice "AGENCIA...". Cuando la Flia. Reibelé compró la Vivienda N§ 3, la N§ 4 ya estaba deshabitada y el reloj había sido transportado al patio. La casa, finalmente, fue demolida por Juan Paigés, que llevó la aguja del reloj a Nogoyá. (Informante: Angel Reibelé).

La cuadrícula realizada en la parte posterior de la vivienda, dio los siguientes resultados:

* Sedimento limoso hasta los 10 cm de profundidad. Contenia gran cantidad de escombros (ladrillos partidos, tejas francesas, losetas para techar, restos de mezcla, porciones de revoque con pintura lisa -blanca, celeste o rosada- ) y diversos materiales culturales del s. XIX: vidrios, loza, huesos, carbón, elementos metálicos. Conformaban una masa bastante compacta, especialmente en el ángulo SE de la excavación, como si se hubiera rellenado una cavidad. También se advertía la presencia de algunos materiales modernos, como fragmentos de laja y cemento, de los utilizados al construir el camino que cruza el jardín de la Casa de la Cultura.

* Sedimento francamente arenoso entre los 10 y 20 cm. Disminuía la proporción de ladrillos y escombros, ahora concentrados en el ángulo NE, dando la impresión de que allí se demolió una pared. Se encontraron ladrillos y tejas francesas con la marca Martin Freres, pegados con mezcla de cal y arena.

* Entre los 20 y 30 cm, aumentaba nuevamente la presencia de escombros, especialmente en la pared N de la cuadrícula (pared exterior de la cocina). Se localizaron dos hileras de ladrillones cocidos, unidos con cal y arena, colocados de la misma forma que en las paredes exteriores, pero de mayores dimensiones: 0,33x0,25x0,05 m. Por debajo, un relleno de ladrillos y tejas partidos unidos con argamasa, indicando que la cocina es contemporánea de la demolición de 1915, y que el cimiento de la misma fue parcialmente rellenado con escombros antes de asentar los ladrillos. En medio de esta capa, aparecían diversos elementos culturales: trozos de metal, fragmentos cerámicos, loza, cenizas, huesos, trozos aislados de carbón, etc.

* Entre los 30 y 50 cm, los escombros (fragmentos de teja de mayor tamaño, y ladrillos partidos por la mitad), ocupaban la mayor parte de la cuadrícula. Estaban horizontalizados, conformando una especie de piso. Aparecieron dos dientes humanos, aislados, y en los niveles anteriores algunos fragmentos cerámicos no europeos, indicando tal vez que la excavación de los cimientos perturbó algún enterratorio indígena. Mezclados con los escombros se encontraron otros elementos europeos, como vidrio y trozos de metal (muy abundantes).

* Entre los 50 y 60 cm se localizaron dos grandes bloques constituidos por ladrillos y tejas, unidos con argamasa de cal y arena.

* Entre los 60 y 70 cm de profundidad, en el ángulo SE de la excavación, había una capa delgada de cenizas, con algunos fragmentos de carbón. Posiblemente se vació allí el contenido de una cocina de leña. La última capa fértil estaba entre los 70 y 80 cm de profundidad. Se encontraron dos tejas casi completas, con la inscripción: ...HENRI MARTIN/ MARTIN FRERES/ DREVETES S.C.D.C./ MARSEILLE. Se continuó la excavación hasta 1,10 m de profundidad, con resultado negativo.

El análisis detallado de los materiales culturales recuperados, será motivo de otro trabajo. Del mismo no surgen contradicciones importantes con lo esperado. Para establecer la cronología del conjunto, se tomaron en cuenta 89 indicadores, ordenados según la cronología individual conocida o estimada:

a) Siglo XVIII o anterior: 4 indicadores, todos de tradición indígena. Cerámica lisa, con antiplástico de tiestos molidos; lasca secundaria de arenisca; cristal de cuarzo; incisivos humanos con desgaste en borde interno. El conjunto puede datarse entre los años 500 y 1.500 d.C., y su presencia puede explicarse por alteración de un sitio arqueológico presente en el subsuelo del área edificada.

b) Siglo XIX (indefinido): 29 indicadores. De hierro: fragmentos no identificables; tornillo para madera; sunchos de barril; remaches con vástago; varillas; semiesfera hueca; disco; placa perforada; lima triángulo; hebillas. De bronce o cobre: clavo; tacha de tapicero; cilindro con eje (parte de mecanismo); hebillas; eslabones de cadenita (adorno). Fragmento subpiramidal de plomo; anillo de plomo; aro metálico (junta de mecanismo). Tubos de lámparas de vidrio incoloro; vidrio azul; loza pintada a mano, azul desleído; cerámica de pasta roja con vidriado castaño; cerámica de pasta roja, torneada (maceta); cerámica de pasta roja, torneada, con engobe rojo; tejuela lisa; baldosa cerámica de origen local; revoque de cal y arena con pintura a la cal blanca, celeste y ocre; fragmentos de arenisca de origen local (piedras de afilar?); pizarra escolar y lápiz de pizarra.

c) Primera mitad del siglo XIX: 7 indicadores. Clavos de hierro, cuadrados y rectangulares; cincel? de hierro forjado; vasos finos de vidrio incoloro; vasos de pulpería; botellas de vino, vidrio negro, sopladas, de base maciza (origen inglés); loza Pearlware?; botellas de cerveza de gres, sinusoidales, con vidriado castaño y blanco. La presencia de estos materiales en un contexto de la segunda mitad del siglo XIX, puede explicarse por reutilización y/o perduración.

d) Segunda mitad del siglo XIX: 49 indicadores, correspondiendo 20 de ellos a fines del siglo XIX (se los indica con asterisco). De hierro: clavos redondos*; alambre; cuchara; botón de gancho, para armar con tela; hojalillos de bronce para ropa; embocadura de pomo tipo dentífrico, de plomo; envases de hojalata para aceite; envases de hojalata litografiada; registro de acordeón; vidrio incoloro; vidrio plano, de ventanas y para cubrir muebles; frascos de vidrio incoloro, de paredes verticales*; frascos de vidrio incoloro, de boca ancha*; frascos de perfume, de vidrio incoloro*; tapones moldeados, para perfumeros o frascos de farmacia, de vidrio incoloro*; botellas de vino, de vidrio verde, con decantador y base cóncava; botellas de ginebra, de vidrio verde, con pared evertida; botellas de ginebra, vidrio verde, con pared vertical*; damajuanas, de vidrio verde, con decantador; frascos de boca ancha, de vidrio verde, con rosca; botellas ovoides, de vidrio verde, tipo Hamilton*; tintero; botellas de vino o cerveza, de vidrio caramelo*; botellas y frascos de medicamentos, de vidrio caramelo*; frascos de medicamentos, de vidrio azul*; botones de camisa, de pasta blanca de vidrio, con superficie impresa; loza Whiteware; loza blanca, con inscripción STONE CHINA, posiblemente fábrica de Robert Cochran, de Glasgow, Escocia*; loza blanca; loza borde decorado falso; loza pintada a mano, floreal; loza impresa; loza impresa desleída; loza estampada, floreal; loza anular; loza blanca fina (símil porcelana)*; muñeca de loza fina (símil porcelana)*; pipas de caolín, inscripción S. OMER*; botellas de cerveza de gres, sinusoidales, cubierta blanca; botellas de cerveza de gres, cilíndricas, cubierta blanca; porrón de ginebra, de gres, vidriado castaño rojizo; azulejo blanco liso*; azulejo "Pas-de-Calais"; tejas francesas, inscripción HENRY MARTIN/MARTIN FRERES y SACOMAN*; bakelita*; émbolo de jeringa, de plástico*; botón de hueso, torneado*; botón de asta, torneado*; taco de zapato, de cuero, con clavos*.

Sobre 89 indicadores cronológicos:

El 3,6% ( 4 indicadores) es de tradición indígena, ubicándose entre los años 500 y 1500 d.C. Su presencia en el lugar, puede explicarse por transporte por los moradores de la vivienda, o (lo más probable), por alteración de un sitio indígena al construir los cimientos.

El 6,2% (7 indicadores) corresponde a fines del siglo XVIII, o primera mitad del s. XIX, pero se trata de elementos que continuaban usándose durante la segunda mitad. Su presencia se explica por perduración o por reutilización.

El 25,8 % (29 indicadores) corresponde al siglo XIX indiferenciado.

El 25,8% (29 indicadores) puede ubicarse en la segunda mitad del siglo XIX.

El 17,8% (20 indicadores) corresponde a fines del siglo XIX, o primeros años del siglo XX (1880-1930).

De acuerdo al conjunto artefactual recuperado, el sitio fue construido, con toda probabilidad, a mediados del siglo XIX, y permaneció habitado durante las primeras décadas del siglo XX, registrándose un incremento de la ocupación en el periodo 1880-1930.

Entre los restos de subsistencia recuperados, predominan ampliamente los huesos de vaca (Bos taurus), especialmente vértebras y costillas cortados con sierra (recuérdese que en la Vivienda N§ 3 hubo una Carnicería). Están en todos los niveles. Le siguen en abundancia los restos de un ave no demasiado frecuente en la actualidad en la zona: el pato crestudo (Sarkidiornis melanotos), presente en cuatro de los seis niveles. Con presencia en tres niveles, hay restos de un mamífero de tamaño mediano, posiblemente un cérvido u otro Artiodáctilo no determinable (oveja, cabra?); cáscaras de huevos de ñandú (Rhea americana); y peces de la Familia Pimelodidae, tanto chicos (bagres) como grandes (patí, surubí?). En forma esporádica aparecieron restos de pava de monte (Pene- lope obscura) y biguá bívora (Anhinga anhinga) entre las aves; una placa de yacaré (Caiman sp.) y fragmentos mandibulares de cuis (Cavia sp.) y rata europea (Rattus sp.).

Como todavía ocurre en la zona, el consumo de animales domésticos (especialmente vacunos) se complementaba con especies silvestres, obtenidas por diversos canales (caza y pesca deportiva, "palanqueros", comercios minoristas). Esta situación era más frecuente en el s. XIX, y primeras décadas del XX.

CONCLUSIONES

* Los terrenos ubicados en la actual calle Vieytes entre Belgrano y España, Barrio del Puerto de la ciudad de La Paz, fueron ocupados en 1848-1850 por Juan Bautista Peyrano, vecino de Buenos Aires, que en 1879 recibió el título definitivo de propiedad.

* Sobre los mismos edificó dos casas, que a los fines de este trabajo denominé Vivienda N§ 4 y Vivienda N§ 5.

* La Vivienda N§ 4 se construyó primero, posiblemente antes de la mensura definitiva de los terrenos (realizada en 1861), y quedó fuera de la línea de edificación.

* La Vivienda N§ 5 fue edificada entre 1861 y 1877 (Ordenanza que obligaba a construir con esquina en ochava).

* En 1887, Peyrano vendió las propiedades a los Hnos. Sebastián y Nicolás Lértora, que entre ese año y 1890 edificaron otras dos casas: la Vivienda N§ 1 y la Vivienda N§ 2. Esta última, muy precaria, constaba solamente de una habitación, a la que con posterioridad a 1890 se le anexó una cocina.

* La Vivienda N§ 3, la última en construirse, no figura en el Plano de 1890, por lo que debe considerarse posterior a dicha fecha.

* La Vivienda N§ 4 fue profundamente modificada alrededor de 1915, adquiriendo su aspecto definitivo, que conservó hasta su demolición. Las viviendas N§ 2, 4 y 5 fueron derribadas alrededor de 1960, cuando se construyó el edificio de la Aduana.

* No podemos afirmar que la Vivienda N§ 4 fue la primera construida en el Barrio del Puerto de La Paz, ni siquiera que fue la primera de ladrillo, pero tampoco encontramos impedimento para que así fuera.

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WARE, Dora y Betty BEATTY -1993- Diccionario manual ilustrado de Arquitectura, Ed. G. Gili, S.A. de C.V., México.

 


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