El dios de la Modernidad
R.LLOBERA, Josep. EL DIOS DE LA MODERNIDAD. El desarrollo del nacionalismo en Europa occidental. Barcelona. Editorial Anagrama 1996. Traducción de Ramón Sarró Maluquer, del original The God of Modernity. The Development of Nationalism in Western Europe. Berg Publishers. Oxford 1994.
Por Gustau Navarro
i Barba
Institut Catala d'Antropologia (I.C.A) Universitat de Barcelona
Josep Ramón Llobera es un catalán nacido en la Habana, por uno de aquellos avatares históricos que sufren con demasiado frecuencia los pueblos de la península ibérica. Sin duda es una de las personalidades mas destacadas de la antropología en Catalunya y en el panorama europeo en general. Sus textos muchas veces producidos en lengua inglesa dada su vinculación académica a las instituciones británicas, son siempre textos reconfortantes para aquellos que no nos importa detenernos a pensar y cuestionarnos nuestros propias realizaciones. Llobera con su palabra siempre mordaz y a veces irónica consigue hacernos disfrutar a muchos y enojar a otros.
La versión en c astellano de El Dios de la Modernidad, es un estudio apasionante de un fenómeno complejo como el nacionalismo, Llobera lejos de dejarse tentar por las interpretaciones fáciles, nos intenta mostrar precisamente la complejidad del fenómeno. Su trabajo huye pues de las soluciones dictadas que desde diversas interpretaciones mas ideologizadas hemos soportado y seguimos soportando en las ultimas décadas.
Contra las interpretaciones simplistas de aquellos que ven el nacionalismo como un fenómeno estrictamente contemporáneo, Llobera nos ofrece una perspectiva histórica que nos muestra el origen medieval de ciertas construcciones nacionales de la modernidad. La primera parte de la obra "La nación: una herencia medieval" quizá pueda facilitar la posibilidad a que algunos habrán los ojos ante una falacia intelectual impuesta por ciertos investigadores sociales, que pretenden contemplar nacionalismo como un fenómeno de la modernidad. Definir la nación en términos modernos y afirmar que con esas características no existe anteriormente, es de una simplicidad que ralla la estupidez, pero que puede ser útil políticamente en algunas circunstancias al negar realidades nacionales anteriores a la creación de estados nacionales con pretensiones uniformadoras de sus poblaciones.
Para desesperación de los teóricos del uniformismo y de un universalismo en que su propia identidad es y a de ser el centro de todas las cosas, el nacionalismo y los procesos de reafirmación nacional de muchas comunidades sumergidas en el seno de los pretendidos estados-nación, aparecen hoy ante sus ojos con mas fuerza que nunca y su propia estupefacción ante un fenómeno que daban por muerto les hace contemplar la realidad actual como un proceso regresivo y de vuelta a la "Barbarie", el nacionalismo es para ellos su asignatura pendiente.
En los dos últimos siglos el nacionalismo y las causa nacionales han sido reprimidas, utilizadas, ignoradas, eliminadas, exterminadas, demonizadas y exorcizadas. Pero todo ha sido un esfuerzo vano, como ha dicho con claridad C.Gertz, el nacionalismo es como un huracán imparable, uno puede prevenirse y aprender a vivir con el, pero no evitarlo.
El Dios de la Modernidad nos lleva a los orígenes del nacionalismo en la Europa Occidental, sin pretender universalizar el análisis, en un recorrido por la historia europea desde una perspectiva de antropología histórica. Después de demostrar con su contundencia habitual que las raíces del nacionalismo moderno hemos de buscarlas en la Europa Medieval, nuestro autor realiza un análisis profundo de los factores estructurales (capitalismo, estado, clase, sociedad civil, religión...) que han condicionado el desarrollo del nacionalismo en la Europa occidental.
Su trabajo es un largo y fructífero dialogo con las figuras destacadas de la ilustración y de las ciencias sociales del Siglo XIX (Marx, Weber, Durkheim...), dialogo que parte de la premisa "de creer que el progreso científico sólo se consigue cuando nuestros contendientes no son considerados ni como perros muertos ni como dioses perfectos, sino como figuras que, cuando es necesario conviene criticar al tiempo que se los respeta " ( Pág 13).
El Dios de la Modernidad, es un trabajo en que Llobera nos muestra su profundo conocimiento de la Europa medieval y del mundo moderno, así como de las escuelas que estudian el fenómeno nacionalista, un trabajo que esta llamado a ser punto de referencia, tanto para aquellos que quieran realizar una primera aproximación como para los estudiosos del nacionalismo y de sus efectos en la sociedad contemporánea.
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