RESULTADOS PRELIMINARES DEL RESCATE ARQUEOLÓGICO "RUMBO NUEVO", TAMAULIPAS, MEXICO.

Gustavo A. Ramírez Castilla.
Centro INAH-Tamaulipas.


En 1995 el gobierno del Estado de Tamaulipas proyectó la construcción de una nueva carretera que evitara el peligroso paso por la sierra, a más de 1,100 m.s.n.m. El proyecto original sufrió varias modificaciones hasta que en 1997 se decidió por la ruta que atraviesa el cañon de Juan Capitan. El trayecto surca el cauce del arroyo de Juan Capitan y desemboca a orillas del río Chihue, entroncando con la carretera 101. La longitud de esta vía, llamada Rumbo Nuevo, es de 37 Km, en dirección NE-SW.

Los resultados preliminares del rescate arqueológico en la carretera Rumbo Nuevo, han permitido ampliar nuestros conocimientos sobre los asentamientos prehispánicos del centro de Tamaulipas. Sumando a los 13 sitios que encontramos, los rasgos de los sitios registrados por MacNeish en la sierra de Tamaulipas (1958), y los de Balcón de Montezuma (Nárez 1992) y El Sabinito (1996-98); tenemos que, en conjunto, constituyen una región cultural que comparte características arquitectónicas y estilísticas en sus materiales, contrastando con la huasteca, situada al sur.

Ya Jesús Nárez había esbozado en su artículo "la arquitectura de los asentamientos humanos en la franja nororiental de México" (Nárez, 1990b: 443-450), la idea de que la arquitectura de la Sierra Madre, en Tamaulipas central, difiere cualitativamente de la huasteca; sin embargo, no deja de atribuir a los huasteca el origen de las estructuras circulares.

He venido notando que las estructuras circulares ocupan un porcentaje bajo dentro de la arquitectura huasteca, que es predominantemente rectangular; mientras que la arquitectura de la Sierra en un 95% o más, se basa en estructuras circulares; las de planta rectangular son sumamente raras. En tanto se concluyen los análisis respectivos, se pueden adelantar algunos de los rasgos más notorios de los sitios descubiertos durante el rescate arqueológico "Rumbo Nuevo":

1.- Se han localizado un total de 13 sitios arqueológicos dentro de los municipios de Victoria y Jaumave, que sumados a Balcón de Montezuma y El Sabinito hacen 15, sin contar los más de 300 reportados por MacNeish (MacNeish,1958: 5-10)

2.- los sitios en cuestión, se encuentran sin excepción en la sierra, a una altura que varía entre los 600 y 1100 m.s.n.m., aprovechando las cimas o pequeños valles cercanos a algún río o arroyo intermitente.

3.- Arquitectónicamente, los 13 sitios comparten las siguientes características: a.- Se componen de basamentos circulares construidos con lajas de caliza cuatrapeada y unida sin mortero. El núcleo es al parecer de tierra y piedra apisonadas. La altura y diámetro de éstos basamentos es variable. Fluctúa entre los 30 cm y 260 cm, y de 3m a 30m, respectivamente. b.- Es común el uso de escalinata de tres a cinco peldaños, remetida en el basamento o en algún muro de contención, sin alfarda. c.- También es común que con muros curvos o incluso rectos, delimitaran y nivelaran grandes terrazas donde se ubican los basamentos circulares, sin un orden o plan aparente. Las diferencias altimétricas logradas con estas nivelaciones hacen que los conjunto se observen como una estructura de varios niveles superpuestos.

4.- El patrón de asentamiento resulta difícil de definir, por ahora diría que es disperso. Se aprovecharon al máximo las irregularidades del terreno, adaptándolas por medio de terrazas y/o nivelaciones, para construir los basamentos donde el terreno era más favorable. Sin embargo, estos no siempre se erigieron sobre terrazas, existen algunos levantados directamente sobre laderas. Si tratamos de explicar socialmente su distribución, da la sensación de que estas concentraciones obedecen más a una liga familiar que a un plan urbano. Aunque la plaza no parece ser un elemento común de esta arquitectura, en el Sabinito y Balcón de Montezuma, pueden apreciarse grupos de basamentos en torno a una plaza. Estos casos tal vez, deban ser considerados desde el punto de vista urbano, pero dentro del conjunto parecen ser las excepciones.

5.- En la cerámica se observan básicamente seis tipos que aparecen prácticamente en todos los sitios. Esta cerámica se caracteriza por ser rústica, con un acabado de simple pulido, dejándose a la vista la coloración natural. En general es de mala cocción y de pasta naranja con un desgrasante muy grueso de cal o yeso. Destaca un tipo mas elaborado, fabricado con la misma pasta, pero con un engobe que le da un acabado lustroso. Puede ser rojo o café por dentro y fuera, o café por fuera y rojo por dentro, y viceversa.

Afortunadamente, del sitio denominado San Antonio se recuperó una ofrenda mortuoria compuesta de cuatro vasijas, en las que predomina una cerámica naranja pulida sin decoración, afectando la forma de silueta compuesta; Stresser Pean las clasifica por su forma como "escudillas de base cóncava" (Stresser Pean, 1977: Fig. 69 –1), que en San Antonio Nogalar también están asociadas a entierros, por lo que les llama " escudillas funerarias". Se recuperó igualmente un cajete trípode café y rojo con una cuadrícula esgrafiada en el fondo, a manera de molcajete, y una olla globular cuya característica principal es la decoración en pastillaje de un personaje estilizado, cuyas cejas se alargan para formar los brazos. Sus manos con tres dedos parecen abrazar la vasija. Este personaje se repite en el anverso de la olla.

El análisis de la cerámica aún no ha concluido, y aparte de la clasificación tipológica pretendemos analizar en el laboratorio la composición de la pasta. No se ha dado aún ninguna referencia cronológica asociada con los tipos, que esperamos se afiance a los fechamientos de los entierros asociados. Falta aún revisar con mucho cuidado la tipología de MacNeish para la Sierra de Tamaulipas; la de Stresser Pean para San Antonio Nogalar y la de Balcón de Montezuma, que permanece inédita, con las que se observan relaciones. Tal vez aquí encontremos un soporte.

Ahora quiero abordar brevemente las características de uno de los sitios descubiertos, se trata del sitio denominado San Antonio. Considero que por ahora es el sitio arqueológico más grande y sui generis, descubierto durante el proyecto. A la vez es uno de los más importantes de Tamaulipas.

Este sitio se ubica en las confluencias de la sierra de Guadalupe y la de Santa Clara, dentro del macizo de la Sierra Madre Oriental, a 20 Km en línea recta, al sur de Ciudad Victoria. El sitio se conforma por 6 conjuntos, que se distribuyen de norte a sur, sobre una ladera suave en forma de abanico. Dentro y alrededor de dichos conjuntos, se erigieron más de 500 basamentos circulares, semicirculares y terrazas. La extensión del sitio abarca desde un punto a otro 2,000m en línea recta, aproximadamente.

A fin de ilustrar, intentaré hacer una breve descripción de los conjuntos y sus características más sobresalientes.

CONJUNTO DE EL PALACIO:

se trata de un afloramiento natural de caliza, su planta es elipsoidal con unos 400 m de longitud. Sobre esta eminencia se erigieron cuatro o más niveles con terrazas delimitadas por muros semicirculares y basamentos. En el extremo sudeste se observó lo que pudiera ser una tumba, formada por 6 bloques rectangulares de piedra, uno de los cuales estaba removido dejando ver una oquedad rellena de tierra. A 150m de allí, en la misma dirección, se excavó el pozo 7, del cual se recuperaron 4 entierros y la ofrenda a la que se ha hecho referencia. Este sector puede ser una especie de cementerio, pues el vaquero del rancho nos ha reportado más hallazgos de este tipo.

CONJUNTO HIDRAÚLICO:

este es un conjunto muy extraño, pues básicamente se trata de una enorme laja de caliza plana, que presenta una gran cantidad de grietas formando canales. En el extremo noroeste de esta laja, se erigió una estructura rectangular de 2m x 1.5m por lado, con aristas angulosas. Su altura es de 1.5m. La pared poniente se encuentra derrumbada. Lo que más llama la atención es un canal que atraviesa la estructura de lado a lado. Por su cercanía con un arroyo, que parecer estar conectado con esta estructura a través de un canal artificial, se le llamó conjunto hidráulico. Desconocemos totalmente su función, pero me inclino a pensar que tiene alguna relación con el agua, o ritos acuáticos. Por el lado oriental la laja está revestida con un muro y posibles escalinatas.

CONJUNTO DEL ARROYO:

Se trata de otro afloramiento de roca, bordeado al oriente por el cauce del río. En este afloramiento se observan tres o cuatro terrazas o niveles sobrepuestas. Con alrededor de 15 basamentos circulares de hasta 12m de diámetro. Por el lado sur, se desciende por escalinatas hasta una especie de calzada de 30m de ancho aproximadamente, que al parecer estuvo enlajada.

CONJUNTO DE LAS TERRAZAS:

sobre la ladera, hacia el noreste del conjunto hidráulico, se levantaron tres terrazas sobrepuestas, delimitadas con sendos muros. Uno de ellos de 2.60m de altura. Predomina en su contorno la forma lobulada, es decir, secuencias de semicírculos unidos uno al otro para formar las murallas. Aquí se observa también una escalinata remetida, bien conservada.

TEMAZCAL:

una de las estructuras que más ha llamado nuestra atención, tanto por su rareza en estas latitudes, como por su buen estado de conservación es el denominado temazcal. Considero que en realidad se trata de un temazcal. Ostenta la forma de una cúpula, en cuya base el diámetro es de aproximadamente 5m, por 1m de altura. En la base se observa lo que pudieran ser desagües y un acceso. Según informes del propietario otras construcciones similares se encuentran diseminadas por los alrededores.

CONJUNTO DE LOS BALCONES:

Es uno de los más interesantes de todo el sitio. Fue construido también aprovechando el afloramiento rocoso que se levanta en medio del cauce de dos arroyos. El trabajo principal se hizo por la cara poniente. Allí se construyeron cuatro terrazas con muros de piedra, en la característica forma lobular ya mencionada. Una escalinata pequeña da acceso desde la vereda al primer nivel y de allí se sube por unas partes derruidas que tal vez fueron escalinatas. Otra pequeña escalinata muy bien conservada se encuentra en el segundo nivel, aunque está desfasada un poco hacia el noroeste. La cuarta terraza es de gran interés, puesto que en ella existe una explanada de forma rectangular, desviada hacia el sudoeste, que es en realidad una enorme laja de caliza, aprovechada para ese fin.

De esta explanada se accede por una puerta - caso extraordinario- a un recinto abierto; que en el extremo poniente toma la forma de semicírculo, pero en el extremo oriental, termina en punta. En planta semeja una punta lanceolada. El muro que forma este recinto es muy bajo, alrededor de 60 cm de altura, pero no rodea todo el perímetro porque en parte fue formado naturalmente, por los caprichos de la naturaleza. Al centro del recinto, otro afloramiento natural: una enorme laja poligonal que corre también en sentido este-oeste. Imagino que fue aprovechada como altar.

El conjunto, como ya se dijo, se orienta en sentido este-oeste. La extraordinaria combinación de elementos como la planta lanceolada, la explanada, la puerta que da acceso a un recinto abierto y el posible altar, me hacen pensar que este edificio estuvo dedicado al culto solar.

Resulta interesante señalar que este sitio corresponde en cuanto a su ubicación y descripción con el explorado por Toribio de la Torre en 1842, llamado "Los Montezumas", y al que equivocadamente se le ha identificado con el actual Balcón de Montezuma (De la Torre, 1992:8-11), tal y como lo han señalado Jesús Nárez y Stresser Pean (Ibid: 3). También corresponde con seguridad al sitio reportado por MacNeish como Tm r 186, (MacNeish, Op. Cit. : 51 ). Sin embargo, resulta extraño que MacNeish reporte un conjunto de apenas 30 basamentos circulares. Es posible que sólo haya visto una pequeña parte del sitio, o un sitio aledaño, ya que lo ubica al poniente del rancho de "San Antonio las ruinas", con cuyo nombre se les conoce actualmente.

REGIONES CULTURALES EN TAMAULIPAS.

Con la confirmación de la existencia de numerosos sitios en la sierra que comparten rasgos, se vienen a definir tres regiones culturales para Tamaulipas:

La Huasteca: ubicada al sur de la entidad, limitada aproximadamente por el río Guayalejo y las estribaciones de la Sierra Madre Oriental y la Sierra de Tamaulipas, hasta la colindancia con las Huastecas veracruzana y potosina.

La región serrana: abarca principalmente la parte central del macizo que conforma la Sierra Madre Oriental, abarcando las sierras de Guadalupe, Santa Clara, El Filo, La Melera y La Sierra Azul. Hacia el oriente por la Sierra de Tamaulipas.

Las llanuras norteñas: que se extienden al norte del río Soto la Marina hasta el Sur de Texas. En esta amplia zona que comprende los esteros de la Laguna Madre, Laguna Barril y el delta del río Bravo por el este, y por el oeste el cauce del río Bravo, así como el vaso de la presa internacional Falcon; tenemos centenares de sitios correspondientes en su mayoría a antiguos campamentos de cazadores-recolectores y posiblemente grupos seminómadas con agricultura incipiente, pertenecientes al grupo Chichimeca que pobló este territorio desde tiempos remotos, hasta finales del siglo XVIII. Esta región comprendería en realidad la porción oriental de Aridoamérica.

Consideraciones finales. La realidad que tenemos ahora frente a nosotros nos obliga a revisar y replantear los modelos de desarrollo y dinámica cultural para el nordeste de mesoamerica. Pienso que las tres regiones culturales de Tamaulipas carecen de suficientes estudios, por lo que una de las prioridades debe ser la investigación, al menos por ahora, la recolección de datos, el registro de sitios y la realización de excavaciones meticulosas con la consecuente publicación de los resultados.

Los datos así obtenidos llevarán a estudios regionales, en primera instancia, permitiéndonos inferir las características, interrelaciones y dinámica cultural desde el interior de la macro- región, evitando así las visiones centralistas y el encasillamiento apriorístico dentro de una problemática de superárea cultural.

En ese afán, he evitado hasta este momento ubicar los hallazgos del proyecto "Rumbo Nuevo" dentro de la seriación tipológica de la huasteca, todavía - pienso-, incompleta y confusa. He evitado los fechamientos analógicos, hasta obtener los resultados del laboratorio. Me he negado a atribuir una identidad étnica a los constructores de los sitios de la sierra. De la misma manera rechazo la definición que da Nárez para esas poblaciones, identificándolos como "huastecos marginales" (Nárez,1992), término aún más confuso y carente de un soporte científico.

En el caso de la región de las "llanuras norteñas", es necesario hacer notar que no existe un sólo estudio hecho por mexicanos. Hasta ahora han sido los texanos, para ser más concretos, los aficionados a la arqueología que gozan de un reconocimiento oficial, quienes han venido registrando sitios y colectando – ilegalmente -, material arqueológico sumamente interesante en el que predominan dardos de sílex y pedernal de las más variadas formas, adornos de concha cortada, pulida o gravada, pipas de piedra y magnetita, así como diversas herramientas de piedra y concha.

La huasteca tamaulipeca, a pesar de ser la mejor conocida de las tres, se ha mantenido dentro de los estrechos límites que establecieron Ekholm y MacNeish en sus excavaciones hace 50 años. Los pocos estudios realizados posteriormente no parecer haber hecho aportaciones sustanciales. Cientos de sitios entre los municipios de Tampico, Llera, González, Mante, Tula y Ocampo, permanecen vírgenes. Miles de materiales entre los que se cuentan esculturas, vasijas, adornos, herramientas y juguetes se mantienen inéditos.

Así las cosas, la arqueología de Tamaulipas para el próximo siglo nos exige:

1.- desarrollar proyectos de investigación de sitio y regionales. 2.- revisar y replantear los modelos explicativos de la dinámica cultural al nivel de subárea y superárea; principalmente aquellos que se refieren a la frontera mesoamericana y a la caracterización de la huasteca.

3.-Difundir ampliamente los resultados. Publicar aquellos materiales inéditos que existen en museos y colecciones particulares.

4.-Brindar a la población en general, información sobre todos los aspectos de la arqueología, a través de exposiciones, apertura de nuevos museos y zonas arqueológicas, publicaciones, programas radiofónicos y televisivos que son una demánda constante de la sociedad tamaulipeca. Cabe aclarar que Tamaulipas no tiene un museo regional, lo que sin duda debe constituir una prioridad para la sociedad civil, el gobierno estatal y el INAH.

5.-Por último, en Tamaulipas no hay arqueólogos disponibles para atender la creciente demanda de rescates, salvamentos y atención a denuncias. Tampoco existen instituciones que ofrezca esta formación. Así, el noreste se abre como una posibilidad de trabajo para los egresados y como un reto para los investigadores.

Ciudad Victoria, Tamps. Julio de 1998.

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OCHOA, Lorenzo. 1984 HISTORIA PREHISPANICA DE LA HUAXTECA. Univesidad Nacional Autónoma de México. México.

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1er Congreso Virtual de Antropología y Arqueología
Ciberespacio, Octubre de 1998
Organiza: Equipo NAyA - info@equiponaya.com.ar
http://www.equiponaya.com.ar/congreso

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