Pensamiento Magico y Eficacia Terapeutica
Ponente: José Antonio PLAZA RINCÓN
Licenciado en Antropología (U.C.M.) España
email: jarpe22@gmail.com
En el seno de todos los grupos sociales surgen indefectiblemente los terapeutas: chamanes, curanderos, sanadores, médicos, psicólogos. Cada uno de estos individuos es producto de su contexto cultural y del momento histórico del mismo. Todos son especialistas en devolver la salud a los enfermos y tanto sus recursos terapéuticos, como su visión de la enfermedad es completamente distinta ,sin embargo todos tienen éxito. La pócima, el elixir, el conjuro, el exhorto, la pastilla, la planta medicinal, la inyección, constituyen un grupo heterogéneo de remedios cuyo denominador común es el de que todos son eficaces, este hecho sorprendente invita a pensar que la curación no depende tanto del remedio ni del terapeuta, sino de la capacidad que éstos tengan para movilizar los mecanismos naturales autocurativos.
La elección que el individuo enfermo hace de uno u otro terapeuta depende de su condicionamiento previo,(socializacion) es decir, el mejor terapeuta para un paciente es aquel en el que el paciente tiene fe, pero el momento, las circunstancias y el sujeto que evalúa el acto terapéutico, modifica siempre la descricpción del mismo, así la religión de una persona es superstición para otra y la ciencia de uno es magia para otro.
En esta ponencia, aunque de forma muy breve, me propongo un acercamiento a los mecanismos subyacentes en el proceso del enfermar y de sanar del ser humano, profundizando analíticamente en la dinámica y relaciones de una serie de conceptos que considero de alto valor heurístico.
Las creencias tal y como nos dice Ortega son ideas que somos, operan en nuestro interior de manera automática, son anteriores al acto de pensar, son a priori. En resumen: Las creencias son ideas que somos, no ideas que tenemos. Son formas interpretativas de la realidad, son nuestra realidad. Se adquieren generalmente en el proceso de socialización y no se someten a verificación empírica.
La creencia es pues una estructura interpretativa que nos permite responder ante un evento.
Tiene un componente cognitivo, del que se hace una valoración afectiva (componente emocional) y que se encuentra inserto en estructuras somáticas (registros neurales). Así una cognición tendrá una repercusión afectiva, fisiológica y conductual. Este proceso es bidireccional, es decir, puede funcionar en orden inverso, un acontecimiento somático moviliza componentes afectivos, cognitivos y conductuales, es decir, activaría una red neuronal que se constituiría por ejemplo en una certeza de enfermedad y el individuo enfermaría. La creencia en la curación desactivaría la red neuronal responsable del proceso patológico y se daría la curación inmediata.
Fe es una palabra de alto contenido emocional y difícil de definir, está en la base de toda curación y es en esencia convicción o creencia, depende en cierto grado de factores psíquicos y culturales, así un nativo acude al chamán porque está convencido de que éste podrá ayudarle, igualmente acudimos al médico de más prestigio profesional porque estamos en la creencia de que es el más adecuado para ayudarnos. El concepto de fe como convicción lo encontramos en diferentes dominios de la realidad, de ahí que las curaciones por la fe sean variadas y se den en contextos diferentes, y a veces mediadas por individuos que no se tienen específicamente por terapeutas, como sacerdotes o santos, también podriamos mencionar lugares santos, reliquias, manantiales, cuevas y un largo etcetera de personas, objetos y lugares con propiedades terapéuticas.
El toque real era una práctica terapéutica propia de las monarquías absolutas europeas, Carlos I, en 1.633 curó de una sola vez 100 afectados de escrófula y su hijo Carlos II curó a más de 100.000 afectados de escrófula a lo largo de su reinado.
La fe o creencia en que un determinado medicamento, hierba, inyección, amuleto, objeto sacro, etc. cura nos lleva al concepto de placebo, en el que es necesario profundizar.
Desde el punto de vista de la medicina, el placebo es un preparado farmacéutico que contiene sustancias inertes, pero que en general presenta un efecto curativo igual, aunque de menor intensidad que el preparado activo. Está largamente estudiado el hecho de que buena parte del efecto curativo de los medicamentos se debe al efecto placebo.
Esta fuerza dinámica de los placebos sustentó a la profesión médica durante siglos, aún cuando los medicamentos eran fisiológicamente nocivos, pero la fe que el propio terapeuta transmite a su paciente los convierte en eficaces. Sería simplista reducir los placebos a las drogas medicamentosas, placebo es todo aquello que simboliza la curación y genera y refuerza la fe en la misma. Ofrendas, peregrinajes, gestos, acciones rituales, lugares, objetos simbólico-ceremoniales o sacros, deben ser considerados como medicinas reales
En los animales el efecto placebo funciona igualmente, a condición de crear un reflejo condicionado que active las estructuras autocurativas de las que hablaremos más adelante, así ratas a las que se cura una infección mediante la administración de un antibiótico y la exposición a una luz, curan de una segunda infección aplicando sólamente la luz.
En los humanos el reflejo condicionado puede estar implícito debido a experiencias previas, pero en general basta con que exista una expectativa de curación para que ésta se dé. De esto podemos deducir que el principal aliado del efecto placebo (fe) es la imaginación. Todos sabemos por experiencia cotidiana que las expectativas dan lugar a cambios biológicos importantes*, así pensar en comer propicia la secreción de jugos gástricos y saliva. Si imaginamos un limón (significante-imagen pura) y esperamos a que por trenes asociativos se active el registro neural que contiene el (significado-concepto) limón, salivaremos de inmediato, veamos este fenómeno con mayor detenimiento.
Los conceptos se almacenan en el cerebro en forma de registros durmientes, cuando estos registros se activan pueden re-crear las acciones y diversas sensaciones asociadas con una entidad determinada o con una clase de entidades (A.R. Damasio). Si tomamos como ejemplo una taza de café, ésta évoca representaciones visuales y tactiles de su forma, color, textura, temperatura, junto con las de aroma y sabor del café, así como la trayectoria que sigue la mano y el brazo para coger y llevar la taza de la mesa a los labios. Todas estas representaciones tienen además un componente afectivo y se re-crean en distintas áreas del cerebro, si bien su reconstrucción se da de forma simultánea. En el caso del limón la imagen mental activará todas las estructuras nerviosas que intervinieron codificando datos en la formacion del concepto (experiencia sensorial previa) y se re-crean todas sus propiedades, peso, acidez, etc. de suerte que la imagen imaginada se torna real en la mente al ser capaz de producir una fuerte respuesta somática. Esta sorprendente autonomía de los registros nerviosos conceptuales explicaría la sensación de presencia de los muertos al menos en el periodo de duelo o el fenómeno del miembro fantasma. Las mujeres a las que se les paracticó una extirpación de ovarios y utero, me comentan una sensación confusa de vacio en el vientre (estar hueca) término por cierto muy popularizado.
La magia tradicional funciona mediante los mecanismos antes descritos, si bien parte de dos principios previos fundamentales que actúan como potentes refuerzos simbólicos: El principio de analogía y el de contigüidad. Por tanto la magia constituye un sistema lógio-metafísico que fuerza a la creencia (fe).
El principio de analogía enuncia que dos elementos iguales gozan de las mismas propiedades, así consumir nueces sería bueno para las afecciones cerebrales en función de su parecedio morfológico o enviar el humo de una fogata al cielo equivaldría a fabricar nubes que desencadenarían la lluvias. Las curaciones por exhortos y conjuros se basan en este principio utilizando para la creación de relaciones de analogía valiendose la figura lingüistica denominada metáfora. Para ilustrar ésto analizaremos un ritual que consta únicamente de palabras para curar la Espinilla o mal de la
Paletilla,que segun la creencia popular esta causada por el desalojo de unos huesecillos que están en el estómago y al desplazarse de su lugar natural provocan dolor de estómago, tristeza grave, falta de apetito y otros síntomas difusos de origen desconocido, el conjuro dice así:
espinilla y paletillade (nombre del enfermo)
vuelve a tu lugar
como las aguas al mar
y las palomas al palomar
y el obispo a su altar.
Por la gracia de Dios
y de la Virgen María
un padrenuestro
y un avemaría.
Esta invocación mágico-religiosa es suficiente para sanar al afectado, es obvio el dinámico encadenamiento de imágenes con la finalidad de conectar o analogar la espinilla al conjunto formado por las tres relaciones metafóricas.
El esquema sería el siguiente:
Espinilla (vuelve) a su lugar como = (vuelve) Agua: Mar (como
es lo natural)
(vuelve) Paloma: Palomar (como es normal)
(vuelve) Obispo: Altar (como corresponde a su deber y dignidad
La espinilla se apropia de los atributos del triple símil y se llega a la creencia (fe) en la vuelta a su lugar. Los huesecillos regresarían al estómago y se daría la sanación. En este caso el placebo sería el conjuro y su lógica metafórica, notese que además se apela a la intervención divina con lo que se refuerza la creencia, además los rezos generan una atmósfera sugestiva que produce desviación de la atención.(volveremos sobre este punto)
Otra figura lingüistica es la metonimia utilizado por la magia por contacto que se basa en la asociación de ideas por contigüidad: Dos cosas que están en contacto comparten sus propiedades y atributos y una parte al separarse del todo mantiene las propiedades del primero y además continúan influenciandose.
El toque real del que hablamos anteriormente, la imposición de manos, las reliquias, el aliento o la saliva del curandero, el manto de la Virgen, en suma todos los objetos que han mantenido contacto con entidades especiales, adquieren sus propiedades y atributos.
El vudú y otros ritos afro-americanos constituyen casos muy llamativos.
Tanto el demonizador como su víctima han sido socializados en la creencia del ritual vudú. El demonizador se las compondrá para obtener cabellos o uñas de la víctima, es decir partes del todo que utilizará ritualmente para la confección de un muñeco,para causar el daño pue si posee la parte puede actuar sobre el todo (lógica metonímica), después se encargará de que la víctima se entere de sus intenciones y su imaginación (fe) actuarán como un mortífero placebo.
Un alto número de curaciones se dan en estado de trance, de hecho un gran número de rituales lo persiguen induciendolo mediante técnicas muy variadas: Toques rítmicos de tambor, danzas, recitaciones y oraciones, inducciones hipnóticas, utilización de drogas, son técnicas que persiguen alcanzar el trance como estado alternativo de la conciencia; en éste la sugestión está muy aumentada. La sugestión es un acto de inducción y persuasión de una idea hasta que ésta es tomada por cierta.
Si bien el trance no está siempre presente la sugestión si lo está, en mayor o menor grado. En todo ritual, incluyo las consultas de médicos y psicólogos, las palabras, los gestos, los hechos y objetos son un condensado simbólico que evocan códigos, representaciones y creencias compartidas, actuando como potentes refuerzos de la fe.propiciando la curacion
Conclusiones:
La enorme variedad de terapias y terapeutas es sorprendente y más sorprendente es aún el hecho de que todos tienen éxito terapéutico. Este hecho requiere una reflexión sobre los mecanismos que subyacen, tanto en el proceso de enfermar como de sanar humano.
Las creencias son ideas que somos, a priori al pensamiento. Son estructuras interpretativas que nos permiten valorar y responder ante un evento. Tienen componentes cognitivo, emocional y somático.que mantienen relaciones dinamicas
Una idea tendrá repercusión biológica ,asi comoy evento somático implica emociones y cogniciones
(bidireccional).
La fe es creencia y depende de factores psíquicos y culturales. Este concepto lo encontramos en la base de todas las curaciones y parece ser que actúa al margen de su intensidad.
Los placebos pueden ser objetos, gestos, conceptos, personas y drogas inocuas que simbolizan la curación y por tanto debemos considerarlos como medicamentos reales de bajo coste
(dato éste de alta repercusión social).
El aliado del placebo (fe) es la imaginación, las imágenes mentales activan las fuerzas latentes de autocuración en contextos adecuados.
Metáfora y metonimia son recursos lingüisticos privilegiados para la creación de analogías y signiificados, son formas de pensamiento y su lógica es en última instancia la lógica de las estructuras nerviosas, tal vez porque un concepto comparte con otros conceptos grupos de neuronas especializadas, creandose así trenes asociativos o redes nerviosas compatibles con las reglas sintácticas.
Los avances en neurociencia son sorprendentes, se puede gracias al PET y otros aparatos sofisticados fotografiar el pensamiento, cartografiar las funciones cerebrales, si bien aún es pronto para la elaboración de modelos conceptuales definitivos.
La sugestión es la acción mediante la cual se induce la formación de una imagen en la mente, suficientemente veraz como para producir respuestas orgánicas.Esta presente en toda sanacion.
El autor de esta ponencia trabaja en esta apasionante temática hace años y cuenta con estudios empíricos sobre la presencia de la ansiedad y el efecto placebo en las consultas de la red sanitaria oficial, donde en unas primeras conclusiones, aún por matizar, se aprecia el hecho de que se toma el efecto por la causa, o el síntoma por la patología.
El ponente estará encantado de mantener contactos con los investigadores interesados en este área.
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