Primer Encuentro Nacional Sobre Calidad de Vida en la Tercera Edad |
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Universidad de Buenos Aires
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Ponencias publicadas por el Equipo NAyA https://www.equiponaya.com.ar/ info@equiponaya.com.ar |
El centro de día como lazo social
Autores :
Equipo técnico profesional del Centro de día para Adultos Mayores.
C.A.M. Obra del Padre Mario.
Domicilio: Sanabria 5560. C.P 1759. González Catán. Pcia de Bs. As.
Telefono : 022 02 430306 Interno 110. 022 02 430060
E-mail : opmadm(infovia.com.ar Integrantes : Marisa Parreira.
Lic en Psicología Directora del Centro de Atención para Mayores.
Docente a nivel terciario y Docente - tutor de cursos relacionados con la
Tercera Edad.
Tel : 154 064- 3044.
Gonzálo Abramovich.
Lic en Psicología Docente de la cátedra de Tercera Edad y Vejez. Facultad
de Psicología U.B.A.
Coordinador del área de Adultos Mayores. Sociedad Hebraica Argentina.
Sonia Meitin.
Lic. en Trabajo Social.
Ayudante de cátedra de la materia " Práctica pre profesional". Carrera de
Trabajo Social. Universidad de La Matanza.
Diana Muras.
Terapista Ocupacional.
Coordinadora Terapeútica del Hogar San Miguel.
Temática : Pobreza, aislamiento social y sufrimiento social en la vejez.
El centro de día como lazo social
Este informe se basa en la experiencia de trabajo que llevamos a cabo un grupo de profesionales en el conurbano bonaerense, en un centro de día para adultos mayores perteneciente a la Obra del Padre Mario Las condiciones de vida de la mayoría de la población que asiste al centro de día, indican diferentes grados de insatisfacción de las necesidades básicas, sus indicadores lo constituyen la alimentación, vestimenta, alojamiento, disponibilidad de redes cloacales y servicios, acceso a medios de transporte, a servicios de salud, educación y cultura, observamos que la ausencia o insuficiencia de estos indicadores ubican en el lugar de pobreza a un gran porcentaje de los concurrentes del centro.
La forma en que se configura el ser pobre y a su vez viejo abre a una serie de disquisiciones teóricas que se contrastan en el trabajo diario con esta población. Nos proponemos, entonces, mostrar una modalidad de trabajo institucional con adultos mayores que brinde la posibilidad de construir respuestas alternativas a condiciones de vida densencadenantes de morbilidad, marginación y sufrimiento psíquico.
La tarea profesional que se expone se centra en la búsqueda de instancias, personales e institucionales, que faciliten enfrentar las crisis, apelando a los recursos con los que cuenta cada adulto mayor para revertir la situación en que se encuentra, respetando su individualidad, sus necesidades, e intereses, para que el sufrimiento no sea la única respuesta subjetiva posible frente a los problemas y que el adulto mayor no sufra de más.
Temática : Pobreza, aislamiento social y sufrimiento social en la vejez.
Título : El centro de día como lazo social
Este informe se basa en la experiencia de trabajo que llevamos a cabo un grupo de profesionales en el conurbano bonaerense, en un centro de día para adultos mayores perteneciente a la Obra del Padre Mario
Introducción Con el nombre de Obra del Padre Mario se conoce a la totalidad de los distintos servicios y acciones sociales desarrollados por quien fuera su fundador, el Pbro. José Mario Pantaleo. 1 Luego de la desaparición física del Padre Mario ( Agosto de 1992) su Obra ha debido implementar un enorme proceso de cambio y adecuación a las nuevas condiciones del entorno, sin el cual hubiera sido prácticamente imposible su continuidad.
Una parte fundamental de esta transformación fue el establecimiento de pautas de organización y gestión compatibles con una estructura organizacional que debía continuar con la misión legada por el Padre Mario.
Esta Obra, declarada de Interés Nacional mediante el Decreto 928/93 del Poder Ejecutivo, por solicitud del Honorable Senado de La Nación, es llevada adelante desde el fallecimiento de su fundador por dos entidades jurídicas por él creadas : La Fundación Pbro. José Mario Pantaleo y la Fundación Nuestra Señora del Hogar Asume como misión: Promover el desarrollo humano en González Catán a través de un modelo de redistribución solidaria, gestión de excelencia y calidad en los servicios.
Si bien la Obra del Padre Mario promueve y ejecuta acciones en distintas ciudades del país (Buenos Aires, Santa Fe, La Rioja), la mayoría de las mismas son llevadas a cabo en Villa Carmen, González Catán, Partido de La Matanza, Provincia de Buenos Aires.
El partido de La Matanza es uno de los mayores del Conurbano Bonaerense con una población de 1.121.298 habitantes, lo cual representa el 14,1% del Conurbano y el 8,9% del total de la provincia de Bs. As.; actualmente se registran 238.848 personas en situación de Necesidades Básicas Insatisfechas, lo que equivale al 21,4% de la población del partido.
La localidad de González Catán ocupa el centro del partido de La Matanza, tiene una población de 154.325 habitantes, siendo la tercera del partido después de San Justo y Laferrere.
La zona de Villa Carmen, barrio en el cual se encuentra la Obra, constituye el núcleo poblacional más importante de la localidad de González Catán. Está conformada por las fracciones censales 35 y 36 del partido de La Matanza y las mismas concentran alrededor de 80.000 habitantes.2 La Obra del Padre Mario cumple su misión a través de un Comité Ejecutivo, Dirección General, Dirección Social y 7 grandes áreas finales alineadas con la temática que desarrollan. Estas son: Area Educativa, Área Discapacidad, Área Salud, Área Comunitaria, Área Cultura, Área Deportes, Dirección Social El Área Comunitaria tiene a su cargo el desarrollo de actividades específicas, vinculadas a la atención de la primera infancia, familias y tercera edad.
Allí funciona el centro de día para Adultos Mayores . C.A.M Las condiciones de vida de la mayoría de la población que asiste al centro de día, indican diferentes grados de insatisfacción de las necesidades básicas, sus indicadores lo constituyen la alimentación, vestimenta, alojamiento, disponibilidad de redes cloacales y servicios, acceso a medios de transporte, a servicios de salud, educación y cultura, observamos que la ausencia o insuficiencia de estos indicadores ubican en el lugar de pobreza a un gran porcentaje de los concurrentes del centro.
Nos proponemos mostrar una modalidad de trabajo institucional con adultos mayores que brinde la posibilidad de construir respuestas alternativas a condiciones de vida densencadenantes de morbilidad, marginación y sufrimiento psíquico.
Primeras consideraciones : Pobreza, vejez y aislamiento.
" Todos llegaron a vivir la ley de la peste, más eficaz cuanto más mediocre.
Ni uno entre nosotros tenía grandes sentimientos, pero todos experimentamos sentimientos monótonos...
el hábito de la desesperación es peor que la desesperación misma." A. Camus. La Peste
Es necesario en primer lugar delimitar conceptualizaciones que indican características de la población a la que se dirige nuestro trabajo.
El establecimiento de la categoría de pobre implica el análisis de las condiciones de vida, la presencia y/o ausencia de diferentes servicios y adquisiciones que posibilitan una vida digna de acuerdo a las necesidades de una población, de un ser humano dentro de un contexto social y cultural El concepto de pobreza es esencialmente normativo : se considera pobre a quien no obtiene o no puede procurarse recursos suficientes para llevar una vida mínimamente decorosa, hace referencia a una situación en la que no es posible obtener lo necesario para el sustento de una vida de acuerdo a los estándares vigentes de cada sociedad
"Cada clase social, en un momento histórico dado, determina el conjunto de opciones disponibles, entre los que actores de pertenencia pueden realizar sus elecciones. Al mismo tiempo alternativas diferentes se presentan, según la etapa del ciclo de vida que el sujeto transita. Por lo tanto, las estrategias individuales se ven acotadas dentro del margen impuesto por la estructura de opciones que se abren según un estadio en el ciclo vital, su posición social y el momento histórico que le toca vivir"3 La forma en que se configura el ser pobre y a su vez viejo abre a una serie de disquisiciones teóricas que se contrastan en el trabajo diario con esta población.
Una de las postulaciones mas utilizadas dentro de la gerontología es " la teoría del desapego", punto obligado de referencia de muchos investigadores sobre los aspectos psicosociales de la vejez, prácticamente nadie ha dejado de citarla en sus trabajos, ya sea a favor o en contra de ella.
En la misma se postula que a medida que el sujeto envejece se produce un desinterés vital por las actividades y objetos que lo rodean, lo cual va generando un sistemático apartamiento de toda clase de interacción social.
Gradualmente la vida de las personas viejas, se separa de los demás, se van sintiendo menos comprometidas emocionalmente con problemas ajenos y están cada vez mas absortas en los suyos propios y sus circunstancias. Este proceso - según sus autores- no solo pertenece al desarrollo normal del individuo, sino que es deseado y buscado por él, este distanciamiento afectivo lo pone a cubierto de confrontaciones con objetos y situaciones que le plantean problemas de difícil solución.
Bajo esta óptica, que indudablemente es una mirada prejuiciosa sobre la vejez, la posibilidad del ser humano, inherente a él en cuanto es un sujeto deseante, de buscar y de crear nuevas formas de vinculación con los objetos y con los otros, relacionadas con sentimientos de bienestar y de situaciones de vida mas favorables, en la vejez queda reducida a sentimientos de alejamiento y desapego, de futilidad y vaciamiento.
Según esta teoría el aislamiento afectivo y social es una consecuencia natural en esta etapa de la vida.
Si continuamos entonces bajo este posicionamiento teórico y sumamos a la vejez un estado de pobreza, que desde la realidad restringe el acceso a nuevas alternativas para una vida íntegra, llegamos a la conclusión que pobreza, vejez y aislamiento son tres conceptos que se entrelazan y potencian para mostrar un estado patético del ser humano. El ser viejo y además pobre, justifica el aislamiento y la marginación del viejo pobre y su consecuentemente esto se traduce en no observar como relevante la necesidad de implementar medidas y programas adecuados para este sector. Se naturaliza así aquello que debiera problematizarse.
Nosotros partimos desde otra mirada, consideramos necesario hacer hincapié en el interjuego de los diferentes actores sociales y las circunstancias en las cuales se produce un hecho social e individual, ello nos proporciona una visión distinta sobre estos conceptos.
Leopoldo Salvarezza en una critica a la teoría del desapego plantea : " Toda posibilidad de ser dentro del contexto humano es posible solamente en relación con otro, o con los objetos contingentes. Toda satisfacción de necesidades o deseos es provista solo en estas relaciones objétales, y la separación o el aislamiento deben ser comprendidos como formando parte de la patología o de la acción prejuiciosa y segregacionista contra los viejos de ciertas estructuras sociales, pero de ninguna manera como normalidad"4 Esto pondría en primer lugar al hombre aislado, marginado con su consecuente padecimiento psíquico, como un problema y no como un proceso intrínseco del ser humano y deseado por él.
El comportamiento individual y colectivo es influenciado por las normas no solo familiares sino socio culturales como una de las respuestas a las realidades sociales que enfrenta el individuo como reto personal. La reducción de espacios sociales se evidencian cuando el adulto mayor se aleja y lo alejan socialmente, cuando cada vez tiene menos participación en la familia y al mismo tiempo en la sociedad, cuando las contingencias producidas por el empobrecimiento obturan nuevas acciones, nuevos despliegues de subjetividad.
Ubicar a la vejez, a la pobreza y al aislamiento como fenómenos entrelazados naturalmente es una concepción no solo errónea sino discriminativa y prejuiciosa que solo provee una práctica profesional asistencialista con este sector de la población. Nosotros consideramos que la vejez y la pobreza son puntos neurálgicos del cuerpo social de urgente tratamiento.
El adulto mayor : sobre su realidad y su malestar.
" Para conocer y juzgar una sociedad es preciso llegar hasta su sustancia profunda, el lazo humano del cual está hecha y que depende sin duda de las relaciones jurídicas, pero también de las formas del trabajo, de la manera de amar, de vivir y de morir" M. Ponty . Humanismo y terror.
Consideramos que la jubilación es una conquista histórica, útil y humana lograda después de muchos años de evolución de la sociedad.
Un mito muy difundido de la geriatría consiste en afirmar que la jubilación es la antesala de toda una serie de perdidas en el anciano, que culmina con la enfermedad y la muerte.
Existen condiciones patógenas asociadas a la jubilación que podrían ser corregidas por una legislación adecuada. La primera de ellas es que se trata de una decisión unilateral asociada a la edad del futuro jubilado, es decir que no se toma en consideración la capacidad y la voluntad con que cuenta el trabajador para seguir cumpliendo sus tareas.
En segundo termino, se trata de una situación que se da de manera brusca y no en forma gradual disminuyendo paulatinamente la cantidad de horas y días de trabajo.
En ultimo lugar sin duda una de las causas principales del sufrimiento que padece nuestros ancianos, asociadas a la jubilación, es la perdida del poder adquisitivo, ya que en la mayoría de los casos al jubilarse perciben solo entre el 30 y el 50% de lo que ganaban previamente.
El empobrecimiento, producto de la disminución de ingresos de los mayores, genera la aparición de diversas patologías que observamos a diario en los relatos, de quienes se acercan al Centro.
Fundamentalmente aparecen cuadros de ansiedad, crisis de angustias, enfermedades psicosomáticas y depresiones.
Muchas de la personas que concurren al Centro, refieren estar atravesando penurias económicas que ponen en peligro su calidad de vida, y en algunos casos, directamente, su subsistencia.
Actualmente se asiste a una población de 75 personas ( 55 mujeres y 20 varones) de entre 65 y 90 años, siendo el 50 % viudo, 35 % casado y el 15 % solteros o separados. En su mayoría perciben jubilaciones y pensiones mínimas de haber mínimo o no contributivas, que representan montos por debajo del mismo, o únicamente el acceso a una cobertura médico asistencial.
El nivel de escolaridad por lo general es bajo, en algunos casos analfabetos funcionales y un porcentaje menor ha cursado estudios primarios completos.
La mayoría de nuestra población de mayores, emigraron de provincias del interior del país a Buenos Aires, en busca de nuevas oportunidades de trabajo.
Llegaron hace varias décadas a la Localidad de González Catan, en el Partido de La Matanza atraídos por las posibilidades de trabajos y con sus salarios compraron terrenos a bajo costos. Con gran esfuerzo muchos de ellos edificaron sus casas, en general de material, con servicios sanitarios, en algunos casos precarios, gas, y posteriormente luz eléctrica. El asfalto, también comenzó a llegar, aunque en la actualidad todavía muchas calle continúan siendo de tierra.
Las magras jubilaciones dificultan a los mayores la manutención de sus hogares, las reparaciones son difíciles o imposibles, ya que el poco dinero disponible se utiliza para la compra de alimentos de primera necesidad y de medicamentos.
La ayuda que el grupo familiar pueda brindarle al anciano resulta en muchos casos vital, para poder satisfacer las necesidades básicas.
Esta situación también trae aparejado un sufrimiento emocional porque los padres pasan a depender de sus hijos y pierden un rol ligado al "proveer" y "al dar" que es característico del rol paterno.
En ocasiones esta ayuda se convierte en dependencia y en una merma de la capacidad de decidir por sí mismos.
Sin embargo la situación actual de desocupación y sub ocupación nos permite observar la aparición de un fenómeno nuevo, y que va en aumento. Adulto mayores que al contar con su escasa jubilación se convierten en el principal sostén económico de la familia ampliada, ya que sus hijos de mediana edad se encuentran sin trabajo.
En algunos grupos familiares, se observa también la paradoja de que son lo nietos jóvenes que todavía consiguen empleo en algunos sectores del mercado laboral y sus abuelos jubilados los que aportan con sus ingresos a la economía familiar.
Los trastornos psicológicos asociados a esta situación en los hombres y mujeres de mediana edad motivaría a un estudio que supera a los alcances de nuestro trabajo, pero sin duda en el futuro podremos apreciar el impacto de esta situación social.
En algunos casos, la familia del adulto mayor (hijos y nietos) han construido sus hogares en el mismo terreno que habitan sus padre, hoy ancianos.
En general, la convivencia de varias generaciones compartiendo un terreno bajo un mismo techo se produce a partir de necesidades económicas y o de viviendas.
En nuestra practica cotidiana observamos que la segregación del viejo por parte de la familia no es tan grande como se pretende. En general se lo atiende, cuida y protege. Ocurre que la familia se ve severamente afectada por la crisis económica, y por lo tanto no siempre disponen de recurso para ayudar a sus viejos. Como mencionamos anteriormente, muchas veces el anciano debe ayudar a sus hijos sacrificando sus propias necesidades. En otros casos los hijos emigran buscando nuevos horizontes laborales y los viejos se quedan solos.
Resumiendo lo expuesto hasta el momento, encontramos: * Sensible disminución de ingresos.
* Perdida de vínculos sociales, ligados al mundo del trabajo.
* Perdida de Status social.
Estos factores sumados a la crisis, que afecta al grupo familiar del anciano, se ven potenciados hoy en día por la sensible disminución de la calidad de los servicios médicos y sociales que hasta ahora reciben los adultos mayores.
La crisis económica provoca un debilitamiento de las redes sociales que sostienen a los mas débiles de la sociedad.
Muchas veces la falta de recursos, la ausencia de proyectos y objetivos claros, para los ancianos produce un retraimiento de la solidaridad social, con la sensación de que ya no quedan fuerzas ni energías para ayudar a los demás, y recibir ayudas de otros.
Los adultos mayores que se acercan a nuestro Centro refieren muchas veces que necesitan ayuda par subsistir y creen que aquí encontraran alguna solución para sus problemas, valoran la asistencia del equipo profesional y la comida que reciben diariamente, pero por sobre todo buscan un lugar donde compartir con otros.
La principal causa de malestar lo constituye la sensación de aislamiento que se produce cuando los otros referentes sociales (familiares, vecinos y amigos) se encuentran abocados a satisfacer sus propias necesidades.
El adulto mayor debe lidiar con una situación de cambios sociales y económicos que muchas veces provocan situaciones de estres.
El estres se conceptualiza como la relación entre el individuo y su entorno que es apreciada por el individuo, como presionando o excediendo su recurso y poniendo en peligro su bienestar (Folkman 1984).
"Los viejos se ven sometidos a situaciones stresantes que son transformaciones percibidas como poniendo en peligro el bienestar, al vincularse con dificultades, limitaciones, deterioro, bloqueos de aspiraciones, necesidades insatisfechas, perdidas.
Las situaciones percibidas de esta manera por el anciano, muchas veces hacen surgir sentimientos y emociones de temor, desconfianza, vergüenza, etc.".5 Nos parece interesante la conceptualización que realiza Carmen Barros, distinguiendo, dentro de las situaciones estresantes, entre la perdidas y los problemas.
"Los problemas, son aquellas situaciones estresantes donde se puede hacer algo o modificarlas, siempre que medie un esfuerzo destinado a lograrlo. Dicho con otras palabras, son dificultades que podrían se alteradas al movilizar efectivamente los recursos que posee el individuo. Las perdidas en cambio, son aquellas situaciones estresantes, que produjeron un daño irreversible o irrevocable, por ende, lo único que se puede hacer frente a ellas es tratar de sobrellevarlas, tolerarlas hasta aceptarlas."6 Cabe aclarar que el equipo profesional del Centro debe con frecuencia trabajar con las perdidas o duelos, que afectan a las personas mayores. La perdida del cónyuge, los hijos, o duelos ocasionados por perdidas parciales del funcionamiento de alguna parte del cuerpo que son acompañadas por su concomitante dolor psíquico y que requieren un trabajo de elaboración por parte del sujeto. Duelos que será acompañados por sus pares y o los profesionales, pero no medicado o tratado a menos que nos encontremos en presencia de un duelo patológico.
Los problemas también tienen una cuota de dolor o sufrimiento emocional y nuestra tare como profesionales es la de ayudar al concurrente a encontrar soluciones a dicho problema, para atenuar ese sufrimiento.
El escenario cotidiano : una respuesta posible.
Aquí también esa desconocida y ansiosa y breve cosa que es la vida". J.L.Borges
De acuerdo a las expresiones de Strejilevich las principales dificultades de los programas de atención para adultos mayores se originan en el diseño de los mismos, generalmente los proyectos pensados para los mayores son aquellos diseñados por jóvenes profesionales que imaginan las necesidades y aspiraciones de los viejos.
Es preciso que el programa de atención se adapte a la idiosincrasia de los potenciales usuarios y la mejor forma de elaborar el proyecto es la de incluir a los principales interesados desde el inicio del mismo, ya que de lo contrario " Los usuarios no usaran ningún tipo de ayuda que no puedan conectar con su propia historia psicosocial, en el sentido antropológico, aún en circunstancias que objetivamente pudieran contribuir a mejorar su calidad de vida"7 El CAM ( Centro de Atención para Mayores) surge en el seno de la comunidad de González Catan, en torno de la figura de un sacerdote reconocido y querido por los pobladores del lugar. El Padre Mario Pantaleo que realizó numerosas obras en beneficios de niños, jóvenes y adultos y que con el devenir del paso del tiempo y de su propio envejecimiento comenzó a generar reuniones con los viejos del barrio, merienda mediante, para conversar sobre sus problemas y carencias y pensando en posibles soluciones.
Estos encuentros dieron origen al proyecto de creación del centro de día.
El 5 de marzo de 1990 se inaugura oficialmente el Centro de Atención para Mayores, con treinta concurrentes .
Se inicia como centro destinado a asistir a la población de adultos mayores de la zona propiciando un espacio de contención, recreativo y social, con la intervención de diferentes profesionales que accionaban en tareas orientadas a la prevención y promoción de la salud.
Hacia 1995 y a partir de la categorización de la población emerge como dato recurrente las limitaciones propias del proceso de envejecimiento ( sensoriales, motoras, mentales) y la aparición y/o cronificación de enfermedades, marcando grados de dependencia personal a los cuales el perfil asistencial del centro debería atender.
A ello se sumaba las derivaciones de médicos de cabecera y otras instituciones de adultos mayores, con un grado de dependencia y vulnerabilidad social que obligó a repensar las acciones profesionales.
Esto implicó un proceso de modificación tendiente a teorizar y ejecutar un nuevo perfil prestacional, que contenga el que ya poseía la institución pero que a la vez provea asistencia a la totalidad de concurrentes.
Es así que se conforma una estructura profesional, de servicios y actividades que posibilita continuar asistiendo a los adultos mayores, considerando a la misma como una alternativa a una prematura internación geriátrica, disminuyendo grados de morbilidad y logrando que el adulto mayor continúe en su hogar y con su familia el mayor tiempo posible y necesario.
A cada aspirante a ingresar al centro de día se le propone desde la entrevista de admisión un trabajo en conjunto con el equipo interdisciplinario y su familia a fin de determinar: * Los motivos que originan el pedido de ingreso * Los problemas a carencias que los afectan * Los recursos de que dispone el aspirante para modificar su situación Finalmente se elabora un plan de trabajo en conjunto con las partes interesadas cuyos resultados son evaluados nuevamente luego de un periodo de aproximadamente tres meses.
La planificación de actividades, el funcionamiento general del centro, encuentra su sostén teórico en la concepción de un individuo que encuentre, desee y elija, desde las múltiples determinaciones subjetivas, su transito dentro de la institución.
Se realiza una propuesta constante de espacios para el despliegue de las particularidades, se insiste en el hallazgo de una forma de bien estar vinculado con la vida.
La vejez como cualquier etapa evolutiva merece ser vivida con intensidad y plenitud, conocemos la existencia de intereses compartidos entre los concurrentes, pero también existen las diferencias individuales, el centro plantea un marco de tolerancia y respeto en el que el desarrollo de cada individuo y la comunidad puedan coexistir.
El centro brinda a los concurrentes a través de sus diversas actividades la posibilidad de recuperar un protagonismo muchas veces perdido a lo largo del tiempo, reaparece la pregunta, la búsqueda y la dificultad, la satisfacción y el cansancio del trabajo El encuentro con un proyecto permite el encuentro con el pasado y la continuación y reactivación de un deseo ligado al vivir.
Aparece el conflicto y la diferencia, pero esta no está dada desde la exclusión de lo generacional, sino con los otros pares proyectados, entra en juego la conjugación de un tiempo diferenciado al cronológico y de su paso inexorable, reaparece el tiempo de la construcción subjetiva, y se ponen de manifiesto los límites, no como productos de las pérdidas, sino como implicancia del acto.
Una pequeña viñeta nos ayuda a continuar el relato : Urbano tiene 79 años y ha decidido ser director de un boletín informativo y de un programa radial, esta actividad fue desarrollada en parte por él en la mediana edad, se desempeñaba como locutor y publicista en el interior del país.
Al ingresar al centro su discurso y su postura daban cuenta de un gran abatimiento y depresión, la vinculación con sus pares era escasa, en especial con el resto de los concurrentes varones, ya que no compartía juegos de mesa, no se interesaba por las actividades programadas, salvo en aquellas que tenían como eje la palabra y el dialogo, comienza realizando carteleras informativas para los visitantes del centro, en relación a los horarios y al funcionamiento general, en forma lenta se perfila la posibilidad de realizar un boletín informativo. En la actualidad el mismo cumplió tres años, con una tirada de 500 ejemplares y autofinanciado por los auspiciantes, al igual que el programa de radio que ha cumplido un año. Al contar con el apoyo profesional es un proyecto que involucra a la institución pero fundamentalmente se ha constituido en un proyecto personal, tarea que en ocasiones le produce cansancio, diferencias con sus compañeros y le consume su tiempo dentro y fuera del centro, en entrevistas con él manifiesta que esta será la última actividad que realice en su vida, y que por lo tanto él quiere hacerlo a su modo dentro de las posibilidades que la institución le permite.
Un proyecto proporciona una imagen a futuro, la permanencia y la continuidad de un sujeto creador que vive hasta su muerte y no que se dirige a ella.
Otras de las propuestas es la constitución de grupos de trabajo, la producción de un bien material y/o cultural y su posterior comercialización que permite la organización de tareas y la puesta en escena de instancias de elección, decisión y compromiso de los integrantes del grupo.
Esta instancia puede desencadenar en la conformación de grupos autogestivos de trabajo, entendiendo a ello como la posibilidad de un accionar autónomo y unitario como grupo, con el asesoramiento de los profesionales del centro y la distribución entre sus miembros de las ganancias que obtienen correspondiendo un porcentaje para la institución, para responder a las necesidades de infraestructura o mobiliario que se presenten.
Poseen como objetivos primordiales el intercambio con la comunidad y el dar una respuesta a las necesidades económicas que presentan gran parte de la población que asiste al centro, reivindicando un lugar de producción posible para el adulto mayor.
Como ejemplo podemos nombrar al taller de costura, el mismo posee cinco integrantes, funciona hace aproximadamente tres años, con rotación de sus integrantes producidas por decisiones personales y del grupo, han elegido un nombre para el mismo "El dedal de Oro", con una división de tareas, un cuaderno contable y tarjetas que permite su difusión. Realizan trabajos para terceros, arreglos de prendas y confección de cortinas, manteles, etc., diferentes áreas de la Fundación han solicitado su trabajo.
Durante el año pasado se realizaron adaptaciones en el lugar de trabajo referido a la iluminación y otras modificaciones necesarias que acompañan el proceso de envejecimiento y permite la continuidad del proyecto, las mismas fueron financiadas de las ganancias obtenida por el grupo.
En el CAM planteamos la organización de contextos que den significado a una acción creadora, es por ello que proponemos la formación de grupos de trabajo que en un entorno normalizado proporcionen a los adultos mayores la posibilidad de experimentar habilidades, que orientadas hacia un propósito determinado, resulten en acciones significativas que amplíen su repertorio de recursos y competencias, tanto instrumentales como sociales y le proporcionen sentimientos de confianza en sí mismo y de autonomía, a través de la gratificación de un trabajo realizado.
Partimos de la necesidad de un trabajo con la comunidad, entendido este como un trabajo en red, constituyendosé, de acuerdo a los objetivos planteados, en una tarea de constante renovación, intercambio, en la búsqueda de respuestas creativas que comprometan al individuo y que posean una continuidad que logre mantener lo que en forma diaria se construye.
La vejez no es una enfermedad, por lo tanto no hay cura para ella, no existe tratamiento o intervención profesional que detenga el devenir del proceso de vida, ni las consecuencias y modificaciones que produce en todo organismo el paso del tiempo, la pobreza no tiene como resultado la marginación y el aislamiento, el sujeto humano puede continuar en su búsqueda y construcción subjetiva aún afectado por diversas contingencias, el conflicto y el malestar pueden constituirse como motores hacia un horizonte no tan incierto.
Siguiendo a Juan David Nasio8, el dolor muchas veces es positivo, ya que se constituye en una suerte de ultima barrera frente a la locura y la muerte, si sentimos dolor es porque aun estamos con vida y podemos hacer algo para modificar lo que nos pasa. El bienestar no puede prescindir de una cuota de malestar necesario, ya que actúa como motor de cambio.
Por esta razón, desde el trabajo cotidiano en el Centro de día tratamos de enfrentar las crisis, apelando a los recursos con los que cuenta cada adulto mayor para revertir la situación en que se encuentra, sin caer en actitudes paternalista o asistencialista, respetando la individualidad, necesidades, e intereses de los concurrentes.
En todo caso se trata de que el sufrimiento no sea la única respuesta subjetiva posible frente a los problemas, y que el adulto mayor no sufra de más.
Dignificar este momento de la vida, al que inexorablemente nos dirigimos, es la primer tarea preventiva que estamos realizando para nuestra propia vejez por lo tanto tenemos la necesidad de garantizar un envejecimiento sano a través de la acción sobre aspectos de prevención primaria, secundaria y terciaria, dando respuesta a un presente que mira al futuro.
Bibliografía utilizada.
* Barros Carmen, "Trabajando hacia un envejecer pleno" Cuaderno del Instituto de Sociología Pontificia. Universidad Católica de Chile.
* Beauvoir, Simone de, "La vejez". Editorial Sudamérica.
* Dabas Elina " Redes, el lenguaje de los vínculos"
* Nasio Juan David, " El libro del dolor y del amor". Editorial Paidos.
* Redondo Nélida, " Ancianidad y pobreza" S.E.P.E.V. Editorial Humanitas
* Salvarezza Leopoldo, " Psicogeriatría, Teoría y Clínica " Editorial Paidos.
Buenos Aires.
* Strejelevich Mario, " Temas de psicogeriatría" Ediciones 1919.
Referencia biográfica.
Jose Mario Pantaleo.
Nació el 1º de agosto de 1915 en Pistoia, Italia La pujanza de la familia cayó en desgracia con la Primera Guerra Mundial y como tantas otras emigra a la Argentina en busca de nuevos horizontes.
Se radican en Córdoba y allí el pequeño Mario ingresa en un colegio salesiano y continúa en el mismo aún cuando los mayores deciden regresar a Italia.
Pasados unos años, ya establecidos, determinan la vuelta de Mario, cuyo paso por esa comunidad religiosa marca para siempre el destino de su vida.
En el año 1931 ingresa en el seminario de Arezzo y el 3 de diciembre de 1944, José Mario Pantaleo es ordenado sacerdote católico en la Catedral de Mattera.
En 1948, enterado de la necesidad de sacerdotes en la Argentina, no duda un instante, ese era su destino.
Luego de recorrer varias parroquias por el interior del país y comprobar cuáles eran los problemas y necesidades de la gente, decide radicarse definitivamente en González Catán, un lugar tranquilo y humilde, donde podría desarrollar su acción humanitaria.
En 1972 colocó la piedra fundamental de la Iglesia Cristo Caminante que se inauguró tres años más tarde, luego vinieron la construcción de la Guardería, el Jardín de Infantes, la Escuela Primaria y Secundaria, la Escuela para Discapacitados, el Polideportivo, el Centro de Atención a Mayores, la Panadería, el Centro de Capacitación Laboral, entre otros.
El 19 de agosto de 1992, a pocos días de haber celebrado sus 77 años, murió en la Ciudad de Buenos Aires. Los días que duró su velatorio en su querido González Catán más de quince mil personas pasaron doloridas frente a la capilla ardiente.
El Padre Mario Pantaleo es un sacerdote difícil de olvidar, su vida se desarrolló sobre dos senderos que recorrió sin desvíos: el de la bondad y el de la modestia. En González Catán quedó su Obra, destinada a los más desprotegidos, que testimonian el trabajo y la voluntad inclaudicable de un hombre de Dios y su gente.
Extraído del informe de Presentación Institucional de la Obra del Padre Mario.
1 Ver al final del informe referencias biograficas.
2 La reelaboración estadistica se realizó en base a los resultados del Censo 1991 desagregado por municipios.
3 Redondo .N. " Ancianidad y pobreza"
4Salvarezza L " Psicogeriatría, Teoría y Clínica "
5Carmen Barros, "Trabajando hacia un envejecer pleno" Cuaderno del Instituto de Sociología Pontificia. Universidad Católica de Chile.
6 Idem anterior 7Strejelevich. M "Temas de psicogeriatría".
8Nasio J. "El libro del dolor y del amor"
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