Primer Encuentro Nacional Sobre Calidad de Vida en la Tercera Edad

Universidad de Buenos Aires
Secretaría de Extensión Universitaria

30 de septiembre / 1 de Octubre 1999

Ponencias publicadas por el Equipo NAyA
https://www.equiponaya.com.ar/
info@equiponaya.com.ar
Buenos Aires, agosto de 1999

PRIMER ENCUENTRO NACIONAL SOBRE CALIDAD DE VIDA EN LA TERCERA EDAD Organizado por la Secretaría de Extensión Universitaria UNIVERSIDAD DE BUENOS AIRES

HACIA UNA JUBILACION MENOS TRAUMATICA

Propuesta presentada por la Fundación GRUPO BUENOS AIRES Autores: Psic. Raquel Gacek de Barsky, Departamento de Psicología Dra. Luzmila Grajales Hoyos, Departamento de Prevención Dr. Adalberto L. A. Perrotta, Departamento de Ciencia e Investigación

A MODO DE PRESENTACIÖN

Desde hace varios años se ha establecido en el seno de nuestra Fundación Grupo Buenos Aires, la preocupación por dos problemas de complejidad creciente: 1) el aumento del número de personas mayores con buena salud, lúcidas y válidas, que no participan en la vida activa de la comunidad, 2) el incremento de formas de enfermedad, generalmente deterioro mental y corporal, en esta franja de la población; ambas como consecuencia de la prolongación de la vida biológica.

Alrededor de estas cuestiones, la Fundación Grupo Buenos Aires con un equipo multidisciplinario integrado por médicos clínicos, psicoanalistas, psiquiatras y bioquímicos, está interesada en profundizar con criterios de prevención, los factores de riesgo que influyen en el deterioro mental de las personas mayores.

Los estudios demográficos muestran que a principios del siglo XXI más del 20% de la población occidental tendrá más de sesenta años y estará en condiciones de competir con los jóvenes, gracias a su experiencia. Este enorme grupo humano constituirá, además una fuerza de opinión que, unida, podrá cambiar con su voto las políticas de segregación basadas en la edad que se han practicado en las últimas décadas.

Si bien es económicamente negativo que un número considerable de ciudadanos mayores se encuentre en estado de gran dependencia, no es menos negativo para el resto de esta franja de ciudadanos, que con sus capacidades conservadas, carezca de la oportunidad de aportar su experiencia, un bien del que la comunidad todavía no ha tomado conciencia.

El status del sector de la población que nos interesan ha cambiado con las épocas y los lugares. Nuestro tiempo, signado por una excesiva competencia, se caracteriza por el desprecio a los adultos mayores. Tal condición produce malestar y muchas personas se resignan aceptando un lugar secundario cuando, en realidad, deberían estar en lugares claves por sus conocimientos.

En esta perspectiva la Fundación está trabajando desde hace algún tiempo con adultos mayores que se encuentran alejados de la vida activa y que desean reintegrarse a la productividad, previa elaboración del hecho traumático de ser jubilados- desocupados.

De los resultados obtenidos podemos decir que del 100% de las personas participantes de nuestros grupos y talleres: 1) Aproximadamente el 20% eludió todo tipo de elaboración: el trauma de la jubilación fue excesivo.

2) Aproximadamente el 20 % buscó compulsivamente trabajo para poder salir de la situación de jubilado-a 3) Cerca del 60% se preocupó por resolver los problemas básicos, buscó independencia, nuevas asociaciones de trabajo, etc. sobre la base de resolver paulatinamente el duelo por la pérdida del trabajo. En este subgrupo, un tercio trató de conseguir alguna labor circunstancial pero agradable, un tercio quedó a la espera de que llegara algo y el el otro tercio comenzó a recordar su actividad y a ver como podría retomarla. Dentro del programa de la Fundación, se incluye asesoramiento por un tiempo para los jubilados que decidieran volver a la actividad.

NUESTRO INTERES EN ESTE ENCUENTRO

Generalidades: La invitación a participar de este encuentro fue muy bien recibida porque llegó precisamente cuando nuestra institución estaba comprometida en una tarea específica sobre calidad de vida: la jubilación y sus consecuencias traumáticas.

Las informaciones a las que tuvimos acceso nos mostraron un panorama más o menos gris: la población involucrada en el hecho inminente de jubilarse no tiene la preparación necesaria para abordar este tránsito.

A medida que íbamos profundizando nos encontramos que muchas de las cosas que se dicen respecto de esta edad, parten de clasificaciones parciales que describen sectores diferentes.

Así hablar de tercera edad, abuelidad, ancianidad, senilidad, vejez, senectud, etc., son expresiones que se nos escapan de las manos para poder explicarnos el fenómeno total, ya que parecen sustentarse en prejuicios frente al envejecer.

¿No será que estamos tratando de clasificar con conceptos conservadores un fenómeno nuevo para nuestra sociedad ?

El envejecimiento de la población del mundo ha cambiado debido a los adelantos científicos especialmente en: 1) Medicina: la cirugía cardiovascular, los antibióticos, los tratamientos antihipertensivos, la cirugía endoscópica, el descubrimiento del stress oxidativo, los avances en nutrición, etc ; 2) Psicología: fundamentalmente en el tratamiento dinámico de los cuadros depresivos, las angustias, las psicosis, las psicoterapias individuales y grupales, en especial del grupo familiar, la psicoprofilaxis quirúrgica, las investigaciones psicosomáticas y toda la importancia de los afectos y los vínculos y del enriquecimiento de la vida sexual y de la capacidad para disfrutar; 3) Derecho con leyes de seguridad social como la Ley 24241 de jubilación, el Decreto 2284/ 91 para la creación de la Administración Nacional de Seguridad Social ( Anses), etc. Por lo tanto son muchos los factores que confluyen en garantizar una mejor vida especialmente para los adultos mayores.

Sin embargo distintas vicisitudes del quehacer político económico han transformado el logro de la mejor calidad de vida en un maltrato, ya que crean la sensación de que este sector resulta ser un estorbo para la sociedad por que reditúa solamente gastos. Indirectamente ésto repercute y acentúa la actitud prejuiciosa y agresiva que gran parte de la población tiene hacia este sector.

Lo ejemplifica el aumento de víctimas de la tercera edad por accidentes de tránsito -aproximadamente un 35 % del total- y es producto de la excesiva velocidad de los conductores y de la desatención de los mayores de 65 años, ensimismados en sus problemas afectivos, económicos, de maltrato y de abandono.

Estamos una gran contradicción: por un lado la ciencia hace progresos importantísimos para prolongar la vida en mejores condiciones físicas y mentales, y por otro lado los sectores activos solo se interesan en obtener ganancias económicas. Para ellos este grupo da beneficios en la medida en que se lo convierte en consumidor de servicios (geriátricos, productos farmacéuticos, ortopédicos, prótesis, etc) ¿Hasta qué punto esta contradicción no genera más enfermedad y achicamiento de las aspiraciones y de los proyectos de vida de esta comunidad cada vez más numerosa? ¿No será que se la considera desde la patología y desde la muerte y no DESDE LA SALUD Y LA PROLOGACION DE LA VIDA SANA? Pareciera que quieren agregar años a la vida y no vida a los años como dicen los especialistas de la salud en esta área.

Consideraciones específicas: Haber observado a personas que se derrumbaron vertiginosamente al jubilarse y a otras arrastrar una pesada carga depresiva melancólica , nos motivó a emprender este trabajo , aunque el mismo sea todo un desafío: La salud mental necesaria para poder abordar la jubilación.

Vamos a considerar distintos aspectos que giran alrededor de este hecho: la proximidad de la jubilación.

A- La edad de jubilarse La jubilación a una edad determinada representa el acontecimiento más dramático inventado en este siglo, ya que hace surgir a la vejez como etapa separada de la vida. Este hecho de convertir a la jubilación en un suceso universal y arbitrario ha dado una uniformidad que se relaciona más con la edad que con el tipo de tarea laboral.

La edad establecida por ley o normas de una empresa generalmente no coincide con la sensación de las personas de que ya deben retirarse, por el contrario, suelen sentirse en la plenitud de su madurez y experiencia. Tal es el caso por ejemplo, de docentes e investigadores que se hallan en momentos de gran productividad en este período, mientras que tal vez sea una exageración jubilarse a la edad fijada por ley para ciertas tareas de gran riesgo físico o de salud, mineros o estibadores, entre otros.

B- La jubilación y el tiempo libre La jubilación es muchas veces esperada con grandes espectativas porque representa la idealización del fin del trabajo obligatorio, como si se avecinara un período de tranquilidad y descanso muy ansiado. Sin embargo este estado de logro de vacaciones eternas es transitorio, porque después de un breve período ella o él se encuentran sin saber qué hacer con su tiempo. Antes era el deseo del descanso por la sensación de estar abrumado por el trabajo , ahora es el deseo de volver a ocuparse porque se está abrumado por el tiempo libre. Como vemos estos estados de ánimo crean una sensación de vacío e inutilidad, que se agudiza si se le agregan dificultades económicas; a la pérdida de autoestima se le añade el sentimiento de no poder sobrevivir.

C- La jubilación en un período crítico de la vida Al mismo tiempo es una época de la existencia donde convergen varios factores gestantes de vivencias traumáticas: crecimiento de los hijos, casamiento de los mismos y abandono del hogar , nacimiento de nietos, muerte de seres queridos mayores y también contemporáneos, enfermedades, vivencias de cambios corporales ( arrugas, disminución del tono muscular, de la fuerza, alteraciones de la visión, aparición de canas, finalización de la función reproductiva de la mujer, dolores óseos, alteraciones dentales, etc), temor a la propia muerte, cambios culturales acelerados y avances tecnológicos que exigen una rápida adaptación, balances de realizaciones personales de la vida.

Todos estas modificaciones se perciben como pérdidas dolorosas que demandan gran esfuerzo psíquico para poderlas manejar y aceptar, y hasta pueden reavivar experiencias de otras épocas que no se resolvieron adecuadamente, otras crisis que en el trayecto de la vida exigieron decisiones y acentuaron la vulnerabilidad.

Dentro de un marco de tanta fragilidad, ahora sí puede transformarse esta experiencia- la jubilación-en el inicio de un estado regresivo de extrema dependencia, ahora sí el adulto corre el riesgo de ser un estorbo para la familia y la sociedad.

D- Cambios de hábitos y de lugar de pertenencia Ya concretada la jubilación la persona debe enfrentarse a una serie de pérdidas: los hábitos cotidianos practicados durante muchos años: la rutina del trabajo compartido, los compañeros con los que se tiene una larga historia en común , el lugar donde transcurre la tarea y donde permaneció quizás más tiempo que con su familia, el hábitat donde se desempeñó (escritorio, paredes, maquinarias, herramientas, ruidos, voces, olores ) todas son cosas importantes que ante su ausencia adquirirán una dimensión exagerada (aumentada o negada).

Deberá tomar conciencia en este lapso de tiempo que la tarea específica que define la identidad laboral y la pertenencia a una institución determinada con sus normas de funcionamiento serán una pérdida. Llenar este vacío, aunque a veces se lo piense como un alivio o descanso muy esperado y merecido, no será un quehacer sencillo sino sumamente difícil y doloroso para los protagonistas.

E- La vuelta al hogar Cuando ya no va más a trabajar, el individuo cambia de grupo de pertenencia (no tiene más el laboral) y su participación en el grupo familiar también es distinto; quisiera integrarse a él (sustituyendo el perdido) pero no tiene los instrumentos adecuados. Ahora de pronto "debe estar" más tiempo en casa, antes estaba ausente durante muchas horas, volvía trayendo alguna novedad de lo que dice la calle y era una conexión con el mundo exterior. La familia se siente invadida porque se ha cambiado el ritmo habitual; el cónyuge tiene que adaptarse a esta presencia permanente, y para los hijos es muy deprimente ver a uno de sus padres aburrido, muchas veces sentado frente al televisor, ya que al disminuir su actividad han disminuido también sus aspiraciones. Se lo ve lleno de vitalidad pero paralizado y muchas veces creando conflictos en la vida diaria que antes no se daban (o al menos con tanta frecuencia).

F- La vida después de la jubilación Nuestra intención es mostrar que la jubilación no es la última puerta antes de la muerte, sino una más en el curso de la vida. Después de la jubilación existe un largo tiempo- 20, 30 o más años- en los que las personas pueden hacer nuevos planes a mediano y largo plazo; los proyectos para "ocupar el tiempo", sirven a los fines de distracción pero son muy deteriorantes si se convierten en la actividad fundamental del desocupado. Pueden capitalizar lo que aprendieron en la vida, sedimentar sus conocimientos y no necesariamente volverse viejos que tratan de aconsejar a los jóvenes. Los jóvenes tienen el derecho a equivocarse, pero los mayores tienen el derecho a demostrar que aprendieron y ahora, en una segunda oportunidad, equivocarse menos.

G- Experiencias Los ejemplos que citamos a continuación, extraídos de nuestra experiencia con personas mayores, tienen la intención de ilustrar las opiniones vertidas:

Ejemplo 1: Cuando Francisco , empleado bancario desde los 19 años, estaba a punto de jubilarse y se sentía muy feliz, pensaba que se ocuparía en el futuro en algo que siempre quiso ser: artista plástico. El monto de dinero de su jubilación le permitiría poner en marcha su proyecto tan anhelado. Francisco tomó cursos con un pintor reconocido, sin embargo al año de jubilarse empezó a aburrirse porque le sobraba tiempo y al faltarle la disciplina de alguien que tuvo esa actividad toda su vida., se cansaba de estar encerrado y solo pintando en una habitación; no pudo disfrutar la elección. Le empezaron a molestar los movimientos de las personas que estaban a su alrededor, los ruidos de los electrodomésticos, los olores a comida, etc. Su mujer empezó a sentirse controlada en sus actividades cotidianas y en los gastos del hogar. Del aburrimiento y el control pasó rápidamente a un estado depresivo y pronto se encontró desvalorizando su vida y todos los logros en ella conseguidos. Comenzó a instalarse un cuadro de impotencia sexual..

Ejemplo 2: Jorge próximo a jubilarse lo desvincularon de la empresa con una indemnización adecuada. Un proyecto que siempre estaba en su mente era ser artesano, el dinero recibido le permitió iniciar la tarea: instalar un taller en el fondo de su casa. Este proyecto nunca fue compartido con su grupo familiar y al comenzar la concreción de su nueva ocupación la respuesta del grupo fue de extrañeza; decían los hijos: A papá no se ve lo bien. Todo su comportamiento fue calificado de conducta rara y aparecieron conflictos que se fueron agravando al punto de tener que abandonar el hogar, la familia y la ciudad donde vivió.

Ejemplo 3: Astrid una mujer separada de 61 años, hace 6 años que se jubiló y por ese motivo volvió a vivir a la casa paterna con su madre, alemana, de 93 años. Cuando se jubiló fue muy impactante para ella pasar de ser secretaria ejecutiva a ser ama de casa teniendo a su cuidado una anciana. Paulatinamente se fue retirando de la vida social, de la actividad cultural y de otros vínculos, incluso dejó totalmente de frecuentarse con antiguas compañeras de oficina. Ahora solo asiste semanalmente a un templo. Su discurso se ha infantilizado y sus intereses son cada día más pobres. Se incrementaron crisis alérgicas que como es sabido son de origen psicosomático. Para evitar angustiarse por su soledad ha empezado a ingerir alcohol.

Ejemplo 4: Aída , mujer de 59 años , nos decía antes de jubilarse: Al fin ahora podré ir a visitar museos, al teatro y a conciertos gratuitos, lo que siempre deseé y nunca pude hacer por falta de tiempo. Si bien pudo concretar sus sueños una vez jubilada, a los pocos meses se encontró buscando con desesperación algo para hacer porque la diversión sólo ocupaba unas escasas horas de su larga semana.

NUESTRA PROPUESTA

Nos preocupa este momento de la vida tan vulnerable: la jubilación.

Nuestro deseo es plantear una acción preventiva que pueda evitar o atenuar un derrumbe o crisis depresiva ( muy factible si no se toman recaudos urgentes), a consecuencia del paso de la actividad a la inactividad , de la productividad a la pasividad, de la dependencia de su fuente de trabajo a la dependencia de la jubilación, de las instituciones que se ocupan de ella (Pami, otras) , la familia, la comunidad.

Cuando decimos Por una jubilación menos traumática es porque pensamos que se pueden prevenir daños mayores si se prepara con tiempo para la experiencia inevitable de jubilarse.

La tarea de prevención es anticiparse a los acontecimientos, en este caso al derrumbe, y buscar que el trauma sea manejable, en procura de mejorar o mantener un nivel de calidad de vida adecuado incrementando el bienestar en todos los aspectos: físico, psíquico y social.

ACTIVIDADES : Intentamos presentar una propuesta dirigida a hombres y mujeres entre 55 años y 60 años que estén próximos a retirarse de sus lugares de trabajo ya que deberán obligatoriamente dar un paso para el que no están preparados, paso que es lo suficientemente difícil y angustiante debido a la magnitud de los cambios que produce en el individuo.

a. Actuando a nivel preventivo abordar las situaciones problemáticas antes del hecho concreto de la jubilación: Los duelos arriba anunciados por el trabajo, por el lugar habitual , cambios de hábitos cotidianos, pérdidas de compañeros de trabajo etc, deberán elaborarse para poder despedirse con todo el dolor que esto significa. Ayudarles a aclarar el conflicto vital por el que pasarán involucrará necesariamente sentir angustia, deprimirse, descubrir y poder tolerar la incertidumbre que se generará.

b. Desde la labor grupal se tratará de prevenir todas aquellas conductas que son actualmente llamativas: aislamiento, ensimismamiento, desconfianza, irritabilidad, desconexión con el mundo exterior, disminución de la capacidad afectiva, empobrecimiento de la sexualidad, alteración de hábitos del cuidado personal, fragilidad emocional, otras.

c. Campañas informativas para la familia del futuro jubilado que se sentirá afectada por el efecto multiplicador que este hecho desencadena. La agresión es la reacción más frecuente hacia el familiar afectado, de allí se puede iniciar una cadena de conflictos, cuyas últimas consecuencias pueden ser de distinto monto de gravedad y de gran costo afectivo

d. Campañas de difusión para que toda la población tome conciencia de este estado. Esta campaña puede incluir formas específicas de elaborar la agresión que los mayores despiertan en ciertas personas y su contrapartida, la agresión de ciertos mayores íntolerantes con los jóvenes.

e. Campañas con las generaciones de jóvenes entre 20 y 40 años, para que tomen conciencia de que la jubilación , el retiro o la edad mayor, es una simple cuestión del paso del tiempo. No es una enfermedad que otros padecen y ellos no tendrán.

f. Campañas de Educación para la salud en escuelas y centros educativos para que ésto se incluya como una realidad social de la época, para que desde la infancia la comunidad se vaya adaptando al hecho de que todos envejecen y que se puede hacer de la edad mayor una etapa amable y gozosa.

g. Los profesionales responsables de esta tarea preventiva deberán tener formación como psicoterapéutas, con especialización en personas mayores. Como es obvio, la experiencia de vida de los profesionales a cargo es fundamental ya que esta labor no es un oficio para improvisar ni para improvisados, porque se puede hacer mucho daño a personas que pasan por un trance tan complejo. El riesgo es que pude llegarse a un resultado opuesto a los propósitos de la prevención: la cronificación de los síntomas.

h. La técnica a emplear será la de grupos operativos de discusión libre pero guiada, con temarios específicos. La tarea deberá realizarse, en la medida de lo posible, en el lugar de trabajo o, en su defecto, en los sitios mas frecuentados por ellos.

RESUMEN Los autores, miembros de la fundación Grupo Buenos Aires, institución que está interesada en la integración a la vida activa de personas mayores -sin dejar de cuestionarse la arbitrariedad de las leyes en vigencia-, plantean en este encuentro una tarea de prevención del daño psíquico: preparar a los jubilados para que puedan transitar de la actividad en su lugar de trabajo a la pérdida del mismo, de una manera menos traumática, aunque no menos dolorosa.

Proponen talleres para mujeres desde los 55 años y hombres desde los 60 años que van a jubilarse para prepararlos para ese trance, a efectuarse preferentemente en sus lugares de trabajo.

La difusión sobre el proceso de envejecer para la familia, la comunidad toda y en especial para niños y jóvenes, se realizará a través de campañas. Esta tarea debe estar solamente a cargo de terapeutas especializados.

DE LOS AUTORES

Fundación GRUPO BUENOS AIRES.

En el año 1975 se conformó un grupo de estudios integrado por profesionales de diferentes disciplinas: Medicina, Psicología, Ingeniería civil, Epistemología y Filosofía. En el año 1990 se transformó el grupo en una Organización No Gubernamental , fue así como surgió la Fundación Grupo Buenos Aires, con personería jurídica No. 1235/ 90- Esta institución conformada por distintos departamentos (de Ciencia e investigación, Psicología, Psicopatología, Prevención, Economía y empresas, Investigaciones veterinarias y bioquímicas) se dedica fundamentalmente a la investigación básica sustentada por modelos metodológicos de avanzada. El enfoque multidisciplinario permite investigar los fenómenos de una manera dinámica no convencional, donde la intuición y la subjetividad ocupan un lugar de relevancia.

SEDE: Juramento 1991- 10 E C. Postal 1428 - Capital Teléfono 47869113 Fax (54-1) 4799 2682 y (54-1) 47972239 E mail: barskyo@cvtci.com.ar Raquel C.GACEK de BARSKY, psicóloga, psicoanalista, miembro de la Asociación Psicoanalítica Argentina. Miembro fundadora de la Fundación Grupo Buenos Aires, a cargo del Departamento de Psicología. Asesora de psicoterapéutas del Centro de Estudios para el Desarrollo, Quito, Ecuador. Tiene publicaciones sobre distintos aspectos de la Clínica Psicoanalítica y sobre problemas de Identidad en los migrantes. Coordina talleres de Adultos Mayores.

Luzmila GRAJALES HOYOS, médica psiquiatra psicoanalista residente en Argentina desde 1987, miembro de la Sociedad Colombiana de Psicoanálisis y de la sociedad Colombiana de Psiquiatría. Miembro fundadora de la Fundación Grupo Buenos Aires a cargo de la presidencia y responsable de Departamento de Prevención. Jefe de trabajos prácticos en la Cátedra de Odontopediatría de la Facultad de Odontología de la UBA, tiene publicaciones en revistas especializadas sobre prevención quirúrgica. Coordina talleres de Adultos Mayores.

Adalberto L. PERROTTA, médico psicoanalista, Miembro titular didacta de Asociación Psicoanalítica Argentina. Miembro fundador de la Fundación Grupo Buenos Aires y responsable del Departamento de Ciencia e Investigación. Director del proyecto de investigación de la Fundación sobre Deterioro Psíquico. Director del Centro de Estudios para el Desarrollo - Quito, Ecuador. Tiene numerosas publicaciones y es autor del libro Contratransferencia y regresión Coordina talleres de Adultos Mayores.

Buscar en esta seccion :