Primer Encuentro Nacional Sobre Calidad de Vida en la Tercera Edad |
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Universidad de Buenos Aires
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Ponencias publicadas por el Equipo NAyA https://www.equiponaya.com.ar/ info@equiponaya.com.ar |
HACIA UNA VEJEZ AUTONOMA E INDEPENDIENTE
EL PLACER DEL MOVIMIENTO
Autonomía: "Capacidad de establecer armonía entre nuestro ser interior y nuestro ser en el mundo, desde esta perspectiva, hablamos también de soledad, compañía.
Autonomía es también establecer la diferencia entre mi vida y mi circunstancia, es sentir la utilidad de lo que hacemos por mínima que ella sea".
BETTELHEIM
Presentamos aquí una experiencia teórico práctica cuyo objetivo es mostrar como con un disparador, el video, motivamos al grupo a reconocer que los cambios tanto físicos como afectivos pueden darse en forma placentera. Que los integrantes del grupo reconozcan "lo que se puede y no se puede" ayuda a prevenir accidentes cotidianos que son muy frecuentes y afectan la integridad física, que a partir de este taller se despierte en la gente la necesidad de usar el cuerpo para recuperar el placer del movimiento corporal, queremos, también estimular la capacidad de afrontar cambios, la posibilidad de generar nuevos vínculos y reforzar los ya existentes.
Buscamos conjugar y entrelazar la teoría con la práctica, utilizando los emergentes como posibilitadores de un trabajo creativo y dinámico.
Esta experiencia conjunta de cuatro años con grupos de 40 a 80 años, y en diferentes instituciones, exigió de nosotras una adecuación y participación que varió con cada encuentro. Cada uno fue singular y los emergentes acordes a las necesidades y características de cada grupo; hay temáticas que se mantienen similares sin embargo en todos los grupos y edades y que podemos sintetizar: 1) ¿Se puede cambiar? 2) ¿Qué pasa con los vínculos intergeneracionales, sociales, familiares? 3) ¿Y de sexualidad? ¿Nos animamos a hablar de lo que no se habla? 4) Algunos dicen: el grupo cambió mi vida y hoy no tengo miedo a los cambios.
Coincidimos desde nuestra participación interdisciplinaria, que el trabajo con ancianos es no sólo posibilidad de aprendizaje permanente, sino también generador de cambios de conducta individuales y sociales. Al sostener la capacidad de relación se enriquece el lenguaje, los afectos y se permite seguir intentando al decir de Winicott" Ponerse en los zapatos del otro", y también darse cuenta que a mí me pasa lo mismo que a usted.
No podemos obviar como grupo de trabajo nuestras diferencias y coincidencias, a lo que sumamos un permanente interjuego entre nosotras las profesionales y el grupo de participantes. En cada actividad se nos plantean situaciones similares, ¿Qué nos pasa a nosotras al principio de la actividad? Aparecen múltiples sensaciones. ¿Habrá respuesta a la convocatoria? Surgen nuestros miedos, escena temida, una señora mira el reloj con impaciecia, otra va al baño ¿y si no vuelve? Se escucha un gran silencio, La del reloj sonríe, la el baño vuelve, las miradas expectantes y silenciosas se transforman en diálogo con nosotras, Entonces... respiramos, se apartan los fantasmas, podemos salir de la situación y volver a entrar. Sentimos alivio, aparecen en los participantes mecanismos de defensa. Buscan el vínculo tratando de identificar al conocido, pulsión de apego. Aparecen también los tiempos, el tiempo vivido y el tiempo por vivir, el jugar sorprendente del devenir grupal, donde afectamos y somos afectados. Así empezamos a percibir un eco por los temas que se hablan, una puesta en común de imágenes interiores y de interrogantes, la gente comienza a participar, e incluimos el lenguaje gestual y corporal.
Nosotras nos sentimos integrantes del grupo pero diferenciadas por la tarea, acompañamos dejándonos atravesar por lo que está pasando, por esos múltiples hilos de colores que abren canales que nos permiten confiar, acompañar y acompañarnos en toda la actividad, desde un lugar en que consideramos no saberlo todo.
A partir de las experiencias realizadas pudimos observar que los grupos funcionan como posibilitadores de elaboración de las pérdidas que cada integrante fue sufriendo a lo largo de su vida. El grupo lo sostiene y actúa en algún sentido como espacio psicoterpéutico, es frecuente escuchar que el viejo perteneciente a este segmento de población prefiera integrarse a estos grupos recreativos culturales vivencias que a un análisis individual. Desde esta perspectiva creemos que no es que los viejos tengan dificultad para acceder a un psicoanálisis, sino que al psicoanálisis de viejos parece difícil sostenerse sin desviarse por los caminos de las fundamentaciones biológicas y sociales atadas a las generalizaciones que aportan las distintas disciplinas gerontológicas que dificultan en algunos casos articulaciones con el psicoanálisis.
La vejez es un momento propicio para revitalizar o crear vínculos de amistad, compañerismo, solidaridad con otros, camaradería, hace sentir bien, da sentido a la vida, acompaña.
Consideramos la recreación como una herramienta valiosa para alcanzar objetivos concretos que permitan aunar diversión y aprendizaje.
El fin último de la recreación es transformar a personas repetidoras de la rutina cotidiana en sujetos capaces de incorporar alternativas nuevas, diferentes roles y mucha participación grupal.
RECREAR es aprender a mirar de otra manera y recuperar la imaginación, es involucrar el cuerpo y el juego placentero en el aprendizaje.
Es hacer del pensar una fiesta.
En un grupo recreativo Aida, de 75 años dijo: cuando falleció mi marido, creí terminada mi vida. Empecé a venir al grupo y todo cambió. Me permití aprender pintura y bailar que nunca lo había hecho.
Esta y otras muchas experiencias adquiridas por nuestro equipo nos confirman que recreación grupal es aprender a desaprender y desprenderse de prejuicios para poder plantear proyectos posibles y rescatar lo maravilloso del encuentro con el otro.
¿QUE ES UN GRUPO? Desde cualquier diccionario será definido como un conjunto de personas con intereses comunes.
Para Pichón Riviere el grupo es: Un conjunto de personas ligadas entre sí por constantes de espacio y de tiempo que están articuladas por su mutua representación interna, que interaccionan para lograr una finalidad que puede ser conciente o inconciente, explícita o implícita, pero que siempre es la realización de una tarea. Otra noción importante es la de EMERGENTE que surge de la interpretación. En todo grupo tenemos la posibilidad de una descripción temporal, donde incluimos un inicio, un desarrollo y un cierre del grupo. Así encontramos tres instancias en términos del trabajo grupal, ellas son pretarea, tarea, y proyecto.
Al grupo operativo lo graficamos en una estructura que lo hace comprensible, ella es la estructura triangular, donde en un vértice encontramos al grupo, en el otro al equipo coordinador y en el tercero a la tarea que nos permite comprender el acontecer grupal.
Para el desarrollo del trabajo grupal existes distintas técnicas participativas de las cuales nosotros elegimos el TALLER.
El TALLER es una metodología participativa, basada principalmente en la acción.
Nos permite operar en el proceso de enseñanza-aprendizaje integrando la teoría, la práctica y las reflexiones, creando así un espacio de comunicación, de desarrollo, de creatividad, facilitado a través de trabajos tanto grupales como individuales. El aprender se transforma en algo vivo, el enseñar implica acompañar el proceso. Reflexionar a cerca de los problemas que se plantean conlleva al análisis, hallazgo y valorización de las ideas propuestas, y, posteriormente a su realización en un trabajo común. Las nociones de cooperación, solidaridad, juego y protagonismo son ingredientes fundamentales para el éxito de esta metodología.
Nosotras circulamos con estas actividades en ámbitos donde los integrantes son viejos sanos, sin disociaciones, donde la teoría psicoanalítica nos sirve de herramienta para entender qué es lo que enferma o no a un anciano, nuestra escucha y participación actúa en sentido preventivo favoreciendo el despliegue de los recursos de cada uno de los integrantes o detectando, en algunos casos, patologías inherentes a la elaboración de duelos que, sabemos son propios del envejecer.
La omnipresencia de la muerte, característica en la vejez instala el desapego ante uno mismo y ante los objetos de amor por la proximidad de la separación definitiva. Es notorio como en estos grupos se incentiva una pertenencia que se transforma, casi diríamos en razón de vida. A partir del encuentro con una exterioridad, estas personas pueden proyectar e instalar un conjunto de ideales postergados, de deseos y de nuevas identificaciones.
El niño, dice Freud, transforma la fantasía en juego participativo que se convertirá en creatividad. En el niño que juega y en el adulto que juega, la fantasía adquiere un carácter social porque se comparte su producto con otros, entonces muchas realidades y sensaciones penosas fueron cuando niños y son cuando adultos procesadas desde el juego, que se convertirá así, en fuente de placer.
ALGUNAS CONSIDERACIONES ACERCA DE LA VEJEZ
"El cuerpo es tiempo" decía Liberman. El cuerpo es una marca insoslayable que actúa como testigo y que rompe con fantasías de inmortalidad y omnipotencia.
Freud, decía a los 60 años en Lo Perecedero, "la cualidad de perecedero comporta un valor de rareza en el tiempo. Las limitadas posibilidades de gozarlo lo tornan tanto más precioso. En el curso de nuestra existencia vemos agotarse para siempre la belleza del humano rostro y cuerpo, mas esta fugacidad agrega a sus encantos uno nuevo."
En el tema del envejecer hay más preguntas que respuestas. No es la vejez la que invalida la posibilidad de nuevos desarrollos así es que hoy vemos muchos viejos aprendiendo computación entre otras cosas. Es en este último tramo de la vida cuando vamos a usufructuar de aquello que hemos adquirido durante los anteriores.
Desde el nacimiento hasta la muerte, la vida es un devenir constante de pérdidas y adquisiciones. Así vamos disponiendo de energía suficiente para enfrentar las eventualidades que el vivir va deparando, nos vamos enriqueciendo como personas, y gracias a las múltiples experiencia vividas, la vejez lejos de ser un período de desvalimiento, podrá ser para algunos un momento de fortaleza y sabiduría.
Hay una marcada tendencia en hacer generalizaciones sobre la vejez, lo que llamamos el viejismo,"los ancianos duermen menos", "los ancianos son egoístas", pero cada sujeto viejo es único e irrepetible.
Este es un período de pérdidas, pérdidas de objetos, de personas queridas, de ideales valorados, pero también de adquisiciones, podemos destacar el rol del abuelo, la posibilidad de la transmisión, la posibilidad de poder disfrutar del tiempo libre, del ocio creativo, hacia este punto es donde apuntamos con nuestros talleres.
Hay un tiempo lógico y uno cronológico, en la mediana edad se comienza a pensar el tiempo en función de lo que falta por vivir. Aparece la personalización de la muerte, el temor a los cambios relacionados con el funcionamiento sexual, el temor al deterioro y a la invalidez.
El conflicto principal se plantea, según Erikson, entre la Generatividad y el Estancamiento, es decir, en lo que respecta a guiar y afirmar a la generación siguiente, si esto falla aparece el sentimiento de estancamiento, aburrimiento y empobrecimiento personal. Si se resuelve satisfactoriamente o no surge otro conflicto entre Integridad y Desesperación. La integridad se relaciona con ciclos vitales y madura gradualmente, si esta fracasa se instala el sentimiento de desesperación que expresa: "que el tiempo es corto, demasiado corto para iniciar el intento de otro tiempo de vida que lleve a la integridad. Dice Salvareza "El conflicto de envejecer produce un incremento en la interioridad.
Cuando este repliegue tenga las características de reminiscencias el sujeto favorecerá su proceso de envejecimiento y conseguirá la integridad."
La integridad del YO según Erikson, es un amor post narcisista de encuentro pleno con el sentido, es la aceptación plena del ciclo de vida como único y fragmento de la historia, permite sentirse parte del conjunto y reconocer el límite.
Somos concientes de que las necesidades del viejo son las mismas que las de cualquier ser humano, ser deseado, reconocido, ser útil, tener sentimientos de identidad y pertenencia, pero a su vez diferenciarse, tener intereses y habilidades. El tiempo libre que el viejo posee ofrece una dimensión amplia y contribuye, en algunos casos, a emplearlo productivamente. Hacer algo para nosotros mismos y al mismo tiempo que sirva para los otros, emprender experiencias nuevas dando lugar a la creatividad y al crecimiento. Este es un tiempo libre en el que el viejo está libre de los deberes formales.
Nosotras creemos que esta actividad como otras que realizamos con los grupos de viejos están destinadas a contribuir al desarrollo de una VEJEZ AUTONOMA E INDEPENDIENTE que como dice BETTELHEIM: AUTONOMIA es establecer armonía entre nuestro ser interior y nuestro ser en el mundo.
SUSANA AMAR DE PINCO ROSITA SELENER MABEL CRAMER
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