49 Congreso Internacional del Americanistas (ICA) |
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Quito Ecuador7-11 julio 1997 |
Cristina Larrea Killinger
HIST11: FORMAS FAMILIARES, PROCESOS HISTORICOS Y CAMBIO SOCIAL EN AMfRICA LATINA
FAMILIA Y ASENTAMIENTOS POPULARES EN GUAYAQUIL
Cristina Larrea Killinger
Resumen
El objetivo de esta comunicación es presentar una parte de los resultados de una investigación sobre la familia realizada en un suburbio periférico de la ciudad de Guayaquil, tomando como elemento principal de análisis la vinculación entre el proceso de invasión y las relaciones socio-familiares. Pretendemos describir cómo las familias construyen un orden social y urbano en áreas donde no hay un proyecto urbanístico consolidado por parte del Estado y demostrar cuál es el papel que juegan estas familias en el desarrollo urbano.
A un nivel más amplio esta investigación cubría estudiar y describir las relaciones familiares en un sector del suburbio periférico. Este estudio fue encargado por el Instituto Nacional del Niño y la Familia (INNFA) entre los meses de septiembre de 1994 y junio de 1995, en el marco del programa piloto llamado Modelo integrado del INNFA para atender al niño, familia y comunidad en Bastión Popular, de la ciudad de Guayaquil (1994-1995).
Texto
El proceso de urbanización creciente en los márgenes de las ciudades latinoamericanas como Lima, Sao Paulo, México D.F., o la misma ciudad de Guayaquil, entre otras, se ha convertido en un fenómeno social de gran magnitud que afecta, sobre todo, a las relaciones sociales y familiares. Las ciencias sociales, especialmente la antropología y la sociología, se han interesado en estudiar, como temas relevantes en la formación del espacio urbano, las dinámicas de inserción de las redes de parentesco, la reconstrucción de las redes sociales, los procesos de aculturación y de construcción de nuevas identidades, las configuraciones de género y las relaciones intergeneracionales.
Las investigaciones sociológicas y antropológicas basadas en estudios de caso sobre la situación en las que viven las familias de las áreas periféricas latinoamericanas, están más desarrolladas en Pero, Colombia y México (1). En el caso de Guayaquil existen dos estudios sociológicos (Cedeño 1994, Moser 1989) sobre la mujer y la familia centrados en el análisis del impacto que el desarrollo y el crecimiento urbanístico ha tenido en la estructura familiar, en general, y en la mujer, en particular. Mientras que la investigación dirigida por Estrella Cedeño solamente analiza los datos censales de 1990 para explicar cuál es la situación general de la mujer, el trabajo de Caroline Moser constituye un estudio de caso intensivo en un área urbano-marginal al sur de la ciudad de Guayaquil. Para ambas investigaciones el tema de la organización familiar fue secundario y abordado tomando como ejemplo principal a la mujer.
El objetivo de esta comunicación es presentar una parte de los resultados de una investigación sobre la familia realizada en un suburbio periférico de la ciudad de Guayaquil, tomando como elemento principal de análisis la vinculación entre el proceso de invasión y las relaciones socio-familiares. Pretendemos describir cómo las familias construyen un orden social y urbano en áreas donde no hay un proyecto urbanístico consolidado por parte del Estado y demostrar cuál es el papel que juegan estas familias en el desarrollo urbano. Cabe señalar que a nivel más amplio la investigación cubría estudiar y describir las relaciones familiares en esta área periférica.
Este estudio fue encargado por el Instituto Nacional del Niño y la Familia (INNFA) entre los meses de septiembre de 1994 y junio de 1995 (2), en el marco del programa piloto llamado Modelo integrado del INNFA para atender al niño, familia y comunidad en Bastión Popular, de la ciudad de Guayaquil (1994-1995) (3).
Descripción de las condiciones históricas, demográficas y urbanas de Bastión Popular
El área periférica de Bastión Popular se encuentra situado a unos 12 km. al norte de la ciudad de Guayaquil, por la vía Daule. Esta zona se prolonga hasta el km. 16 y limita con las áreas urbano-marginales de Paquisha, las Orquídeas, El Paraíso y la Flor del Bastión (4).
Segon el censo de 1990 el Bastión Popular cuenta con una población total de 39.949 habitantes. Sin embargo, esta cifra se encuentra superada en la actualidad, a consecuencia de la expansión que todos estos años ha sufrido el asentamiento. El análisis demográfico presentado a continuación baraja los datos de este oltimo censo, los cuales deben tenerse en cuenta como indicadores orientativos.
El nomero de viviendas censadas fue de 9.792 y el nomero de manzanas contabilizadas 688. En cuanto a la procedencia de la población se refiere el mismo censo arroja un total de 19.239 personas nacidas en Guayaquil, un total de 20.255 migrantes y 155 habitantes procedentes del extranjero o lugares de origen no declarados.
El asentamiento popular de Bastión se realizó por el sistema de invasiones de terreno, dirigida por el traficante de tierras abogado Carlos Castro, en el año 1986 (5). Primero se inició la toma en la conocida primera zona de invasión que comprende en la actualidad de los bloques 1 al 5 (6), y en el año 1987 empezó la segunda invasión de los bloques 6 al 11. Tras la muerte del abogado Carlos Castro, en el año 1991, se prolongó al bloque 12 y se terminó con la invasión de una parte del bloque 4B.
En este asentamiento se marcan tres etapas diferenciadas (10). Una primera etapa antes del asesinato del abogado Carlos Castro, realizado por Mantuano en el mismo Bastión Popular, una segunda constituida por el proceso de lucha por la legalización de tierras y una tercera, y oltima etapa, después de haberse consumado la expulsión de los dirigentes barriales del grupo de Castro y la legalización de tierras. Después del 6 de septiembre de 1991, fecha en la que el abogado Carlos Castro fue asesinado, se inició una guerra de poder entre los dirigentes de cada bloque para tomar la dirección de la organización, sin embargo, la comunidad del Bastión, constituida en la Comisión Coordinadora de Bases y apoyada por el abogado del Partido Socialista Raol Patiño inició un proceso de lucha por la legalización de las tierras. La legalización de las tierras se consiguió en el pleno del Congreso de los Diputados en marzo de 1992 y el precio tasado que se consiguió fue de 100 sucres por metro cuadrado.
Este emplazamiento se encuentra ubicado en un terreno en pendiente y se divide en doce bloques. Los primeros cinco bloques constituyen el primer periodo de invasión mientras que los siete restantes, de los bloques 6 al 12, se formaron en una segunda etapa. A ambas zonas se accede en distintos autobuses desde la vía Daule. En la primera etapa las líneas que entran al bloque 1 son la 12 y la 120. En cambio en la segunda zona las líneas que llegan al bloque 7 son la 96, la 122 y 123. Además se cuenta con la línea 83 que cubre el recorrido hasta Ecuasal.
El modelo de urbanización llevado a cabo por Castro en la invasión de Bastión Popular siguió dos procesos bien diferenciados: la toma de tierras y la consolidación del asentamiento.Mientras en el primer proceso el abogado contaba con un equipo dirigente en las tareas de repartición de las parcelas y enfrentamiento a los desalojos policiales, en el segundo proceso Castro y los dirigentes dividían los sectores, construían una oficina para la venta de parcelas y recaudaban los fondos para la provisión de una guardanía. En este segundo proceso Castro y sus dirigentes conseguían el apoyo de los moradores garantizando la estabilidad social y las mejoras de las condiciones de vida. En el primer caso, el abogado ejerció un mandato despótico de control a través de la vigilancia permanente de los moradores a través de sus dirigentes barriales y guardianía. En el segundo caso, organizó el trazado de las calles, la llegada de los servicios de transporte, las instalaciones eléctricas, y la entrada de los camiones cisterna de agua. Una vez Castro fue asesinado los comités barriales continuaron con la labor organizativa para conseguir las piletas de agua comunitaria, el pavimento de la calle principal y la introducción de otros servicios.
Todavía en la actualidad la mayoría de viviendas construidas son de caña. En la encuesta realizada en este estudio nos hemos encontrado que el 57,9% contaba con una casa construida de caña frente a un 29,5% con una casa de cemento. La distribución de casas de caña, de cemento o mixtas es desigual. Sin embargo, tras un largo periodo de observación podemos afirmar que la mayor parte de casas de cemento se concentran en los bloques 1, donde se encuentra el mercado y los pequeños comercios, 2, 3 y 4. También a la entrada de la segunda zona, cerca de la vía Daule, se concentra la mayor parte de casas de cemento. Evidentemente el tipo de construcción de la vivienda depende de la antiguedad del asentamiento, así como de las condiciones económicas de la familia.
Esta zona carece de los servicios básicos mínimos como es la falta de canalización de agua potable a las casas, una red de alcantarillado, la salida de aguas residuales, y una cantidad de servicios escolares y sanitarios mínimos. Estas viviendas se caracterizan principalmente por la utilización de pozos sépticos, el uso de agua procedente de tanqueros o piletas comunitarias y la conexión a la luz eléctrica tomada de la calle. Muy pocas casas tiene teléfono, y las que disponen de él lo alquilan a los vecinos. Las que tienen servicio sanitario, carecen en su mayoría de plato de ducha.
La familia que no cuenta con una cisterna, en la que puede almacenar un volumen mayor de agua, guarda el agua en tanques o baldes. El llenado de la cisterna, así como de los tanques y baldes, suele llevarse a cabo a través de la conexión de una manguera a la pileta comunitaria. El sistema de pileta comunitaria garantiza el suministro de agua unas horas al día, y por eso, a pesar de contar con una llave de acceso en la cocina y el baño, continuan utilizando los tanques y baldes, porque suele ocurrir a menudo que durante varios días el agua no llegue a las casas. Los motivos pueden ser variados: la rotura de la manguera que alimenta la pileta comunitaria, la restricción de agua por parte de la compañía de aguas por algunas obras de construcción en los alrededores del Bastión, o el control por parte del responsable en abrir la llave de paso de la pileta comunitaria. En el oltimo caso, suele suceder que el responsable decida no abrir la llave como medida de presión a las personas que no han pagado la cuota correspondiente. Durante la noche es difícil que hayan cortes de agua, por lo tanto constituye el mejor momento del día para recoger el agua en los tanques y baldes. En el caso de que las restricciones se prolonguen unos días, los vecinos afectados suelen proveerse de otros vecinos que les regalan agua. También tienen la posibilidad de comprar agua de tanquero.
El dinero que se paga a la compañía de aguas es recaudado por una persona asignada para este fin. Me informé de que el pago mensual por el consumo de agua es de 3.000 sucres, mientras que un tanque lleno, a través del camión cisterna, llamado tanquero, cuesta 1.300 sucres. Cada familia necesita como mínimo un tanque diario. Al menos se necesitan de 5 a 7 tanques semanales, lo que representa para la economía familiar de 6.500,- a 9.100,- sucres semanales, para aquellos que compran el agua al camión cisterna. Evidentemente la diferencia de precio es sustancial. Sin embargo este sistema de piletas comunitarias no abastece a toda la población del Bastión. Y el agua se paga a precio de oro. El tema del abastecimiento de agua ha movilizado las organizaciones barriales del Bastión. Es un asunto que ha generado conflictos entre los líderes barriales. En el caso del bloque analizado, una de las personas que recogía las cuotas correspondiente a la pileta comunitaria se quedaba, de los tres mil sucres entregados por cuota mensual, con mil sucres de beneficio. Los dos mil sucres eran entregados a la compañía de aguas.
A partir del mes de abril comenzaron a pasar las planillas del agua en la que se facturaban 5.000,- sucres por vivienda y 36.000,- sucres por vivienda con negocio propio. Este precio es el mismo para todos lo que utilizan el sistema de pileta comunitaria. Sin embargo, el consumo es diferente en función de la altura en la que se encuentra la vivienda (en esos casos el agua llega con dificultad por falta de presión) y la capacidad de extracción de agua en el caso de contar con un motor, son problemas que ocasionan quejas y discusiones vecinales.
Las familias conectan la luz directamente del poste de la calle. No se paga ninguna cuota por el consumo de luz. La gente del bloque se organiza cuando el transformador se estropea, sea por una sobrecarga o debido a la lluvia. El líder barrial es el que recoge el dinero de las familias y compra el transformador. A veces ocurre que el líder especula con el dinero y se queda con una parte, ocasionando rencillas vecinales y problemas más serios. Los mismos vecinos suelen ser los que se encargan de conectar el tendido eléctrico de sus casas al transformador, en la nueva instalación o en el caso de una avería, y ello ha ocasionado más de un accidente. En una ocasión, cerca de la casa donde vivía, un vecino se electrocutó cuando conectaba un cable del poste de luz a su casa. Lo ingresaron en el hospital con quemaduras de tercer grado y al cabo de unos meses se recuperó.
La presencia de instituciones gubernamentales y no gubernamentales en la zona se concentra principalmente en los sectores 1 y 4. Entre estas instituciones caben destacar el INNFA, las escuelas fiscales del Ministerio de Educación y Cultura y Niñez Internacional. También hay varias asociaciones locales como son: Coordinadora Central de las Bases de Bastión Popular; 12 de Septiembre; Bloque 1B; Unidos Somos Más; Unión y Progreso; Las Mercedes; 20 de Octubre; Bloque Libertad; 13 de Septiembre; Comité Bloque 7; Comité Bloque 2; Comité Unión y Progreso. La mayor parte de estos comités se han formado para reivindicar la infraestructura básica (luz y agua), legalizar las tierras y mejorar e incrementar los servicios del bloque (centros de salud, escuelas, zonas de recreo). Cuentan también con la presencia de los partidos polítcos más representativos como son el Partido Roldosista Ecuatoriano (PRE) y el Partido Social Cristiano (PSC).
Familia, vivienda e invasión
El nocleo mínimo que forma un hogar en la muestra analizada es una pareja con uno o varios hijos. A la luz de los datos observamos que hay un 18,9% de mujeres separadas que viven solas con sus hijos, frente a un 48,4% de parejas que están unidas libremente, un 18,9% de parejas casadas civilmente y un 12,6% de matrimonios eclesiásticos. El resto de mujeres, un porcentajo muy bajo, son madres solteras que viven con su madre. En esta muestra la mayor parte de parejas forman una familia nuclear. Le siguen, en orden de importancia, las familias extensas y las familias monoparentales. Es difícil afirmar que esta muestra sea totalmente representativa del Bastión Popular porque se ha realizado a las parejas jóvenes que tienen como mínimo un hijo menor de seis años (la sección muestral se extrajo del centro preescolar y la guardería).
Las parejas que viven en el Bastión, por lo general, llevan conviviendo menos de 9 años, el mismo periodo que empezó la toma de tierras. Este hecho confirma que la principal razón de compra de un solar en esta zona depende de la construcción de una vivienda propia con la intención de formar una unión estable. El 21,1% de las parejas se conocieron en 1988, el 14,7% en 1989, el 11,6% en 1986, y el 11,6% en 1987. La mayoría de las parejas llevan viviendo juntas un mínimo de 6 años.
El tamaño familiar de los hogares entrevistados arroja un porcentaje mayor de cinco personas que viven en el hogar (32,6% de la muestra). Le sigue la composición de cuatro miembros (28,4%), tres personas (11,6%) y por oltimo seis y siete personas (9,5% respectivamente). Este tamaño no siempre corresponde a la familia nuclear, porque como observaremos a continuación, hay familias extensas que incluyen parientes de filiación paterna y materna.
En 26 de los 95 hogares de la muestra vive un pariente en el hogar. El porcentaje más alto lo ocupa la madre de la mujer entrevistada, y le sigue los cuñados/as, los hermanos/as y los suegros/as. Observamos también que 12 hogares cuentan con un nomero de dos parientes, siendo la madre, luego los hermanos/as y los cuñados los más representativos. El nomero de parientes desciende a medida que aumenta el tamaño familiar.
Se observa en todos los hogares entrevistados que el nomero de hijos mínimo por familia es uno. El 83% de las mujeres ha tenido un segundo hijo, el 49,5% cuenta con tres hijos, el 20% con cuatro hijos, el 12,6% tiene cinco hijos, el 5,3% seis hijos, y solamente hay un caso en el que la mujer ha afirmado tener ocho hijos, de los cuales sólo siete viven en la actualidad.
Una vez descrito, en líneas generales, el tamaño de la unidad familiar procederemos a analizar las estrategias familiares durante el desarrollo de la invasión: 1) el motivo de compra de un solar en un terreno invadido, 2) la construcción de la vivienda y 3) la distribución espacial de los hogares.
1.- El motivo del traslado al Bastión se debe, en el 56,8% de los casos, a la bosqueda de una vivienda propia. Muchos de ellos compraron un solar para edificar su casa por motivos de unión de pareja y bosqueda de trabajo en la ciudad de Guayaquil. Es significativo señalar que 71 de las familias entrevistadas procedían de la misma ciudad de Guayaquil, preferentemente de áreas urbano-marginales, destancando el Guasmo y el Suburbio. Sólo el 11,7% eran familias emigradas de la provincia de Manabí. Por lo tanto, los datos constatan que la migración intraurbana es mayor que la migración rural.
Otro dato significativo es que el 40% de las familias se informaron de la venta de las tierras en el Bastión a través de sus amigos. Este hecho demuestra que las relaciones informales actoan en beneficio y apoyo de los cambios, como es el caso de conseguir un solar para construir una vivienda.
El 49,5% de las familias entrevistadas se informaron de la existencia de tierras en el Bastión a través de sus familiares. Por ejemplo, en una de las entrevistas en profundidad realizada la señora dijo lo siguiente:
Señora 1: yo compré. Nos enteramos por medio del tío de mi esposo.
Señora 2: mi sobrina vivía en el ocho y medio cuando yo tuve problemas con el papá de mis hijas. Ellas se enteraron y fueron donde mí a decirme que si yo ya no quería seguir con ese señor tenía que buscarme una parte donde vivir tranquila con mis hijos. Entonces yo le acepté a ella. Y ella era amiga de una hermana de (...). Entonces le dijo a ella que viniera a buscar para ver si había un solar todavía vacío, pero su hermano vivía aqui, que es (...). Entonces por medio de él vinimos a ver el solar. Y verdad que ese solar estaba vacío. Entonces él habló con la dirigenta que fue la señora donde era la encargada de estas tierras y con ella hablaron y ella dijo que había un solar y que le costaba ciento cincuenta mil. En ese tiempo yo no ganaba mucho. Y tenía que dar de entrada veinticinco mil sucres.
Casi un 70% de los encuestados tienen parientes en algunos de los bloques de Bastión Popular. Solamente el 30,5% dice no contar con ningon familiar en el área. Es significativo señalar que la mayor parte de ellos viven en la primera zona de invasión, la cual incluye de los bloques 1 al 5. El 20% residen en el bloque 3, el 14% en el bloque 1 y el 7,4% en el bloque 4. La tendencia al reagrupamiento familiar constituye una estrategia importante a la hora de comprar un solar donde construir la casa. Durante el trabajo etnográfico visité bastantes familias cuyas relaciones de parentesco eran muy estrechas con quienes vivían en el mismo Bastión Popular.
A pesar de que la tendencia general fuera la agrupación, a veces era difícil conseguirla porque el período de asentamiento había sido distinto y no todas las familias habían conseguido solares próximos. En las diez entrevistas en profundidad que realicé afirmaban mantener relaciones de ayuda y apoyo con los familiares residentes en el Bastión. En muchas de las conversaciones con vecinos y gente de la comunidad del Bastión decían tener parientes en el área, a los cuales visitaban a menudo. Por ejemplo, averigué que una mujer había conseguido agrupar a todos sus parientes, procedentes de otra provincia, en solares próximos al suyo. Todos sus hermanos vivían en solares cercanos a los suyos, y su relación era muy estrecha.
En una de las entrevistas realizadas una mujer me contó que sus padres, procedentes de una parroquia rural de Santo Domingo de los Colorados, se instalaron en el Bastión porque vivían los padres de su padre. Finalmente consiguieron comprar un solar en el mismo bloque. Cuando ella se unió y salió del hogar paterno adquirió un solar en el mismo bloque, solamente a dos cuadras, al igual que otro de sus hermanos también unido. A continuación observamos, en sus palabras, cómo llegaron sus padres al Bastión:
Y mi papá fue de Santa Domingo para allá por la vía Quinindé, entrando por el quilómetro 24, por allá se entraba. Entramos en esas montañas. Mi papá trabajó. Ya vivíamos en ese recinto cooperativa Río de Oro, en el recinto del Chiuilpe. De ahí ya nosotros crecimos, ya nos hicimos grandes. Mi papá vino para acá cuando yo tenía 19 años, y mi otro hermano era más pequeño. Porque yo soy la mayor de los hijos de mi papá. Porque de los dos muertos son mayores que mí pero de los que vivimos soy yo la mayor. Entonces ya vinimos para acá. Ya mi papá empezó aquí. Como vivía con mis abuelitos alá en la Principal. Entonces lo poco que había traído se lo habían robado por allá en el Mercado Central. Pidió ayuda a Don (...), por ahí se hizo su casita que tiene y así empezó él a vivir por ahí vendiendo tomates, vendiendo pescado, pan de todo y ya hizo su vida. Y de ahí ya nos hemos quedado aquí. Yo ahí me conocí con este señor y me hice de él y he llegado a formar un hogar. Y vivo aquí.
Además de contar con parientes en el Bastión el 87,4% los entrevistados tienen familiares en la ciudad de Guayaquil, y solamente el 12,6% no cuentan con ninguno en esta ciudad. La mayoría de estos parientes viven en el centro de la ciudad o en otras áreas urbano-marginales siendo las más destacadas las zonas del Guasmo y el Suburbio. Cuando analizamos el lugar donde vivían estas familias antes de asentarse en el Bastión observamos que las áreas preferentes eran el Suburbio (12,6%), los Guasmos (11,6%), el Mapasingue (13,7%) y el centro de la ciudad (11,6%). Las zonas del Suburbio y los Guasmos se encuentran situadas al sur de la ciudad, cerca del Estero Salado, mientras que el Mapasingue queda más próximo al Bastión. La toma de las tierras del Guasmo central fue dirigida por el abogado Carlos Castro, el cual también comandó la invasión de Bastión Popular.
La provincia donde hay mayor nomero de parientes es la de Manabí, siguiéndole la de los Ríos, el Guayas y el extranjero (Estados Unidos, Colobmia, Venezuela, Canadá, Italia y Alemania).
2.- Las viviendas más representativas del Bastión están construidas del material de caña y cubiertas con un techo de eternit. Hay un 57,9% de casas de caña, frente a un 29,5% de casas de cemento.
En la invasión de tierras del Bastión la primera casa que construían los moradores era de caña. Sobre todo en el primer periodo de la invasión, en la que se sufrían desalojos policiales, la casa tuvo que reconstruirse varias veces. Cuando en el Bastión se consiguió la legalización de tierras, la familias empezaron a construir sus casas de cemento. Evidentemente la consumación de su deseo se vio condicionado por la acumulación de un capital mínimo para invertir en la construcción. Este cambio de vivienda requería de una inversión de dinero y un esfuerzo familiar que no todas las familias disponían a corto plazo. Por ello, el proceso de construcción era largo y a menudo interrumpido. Una señora entrevistada refleja este esfuerzo familiar de la siguiente manera:
Mis hermanos sí me ayudaron a hacer, a construirla, pero nosotros esta casa la hicimos con un esfuerzo tan grande, de poquito a poquito. Estuvimos como casi tres años comprando el material poco a poco y de ahí empezamos a comprar material y empezó a armarse poco a poco. Mire que todavía no está terminada. Esta casa está hecha con un esfuerzo tan grande (...). Dos años. Era poquito a poquito. Ese año que pasó nomás se hizo esto. Tuvimos que pagar y por eso que demoramos. Lo que gana mi esposo no es suficiente. Había que pagar un señor que sólo trabajaba sábados y domingos y ahí nos ayudaban mis hermanos a construir lo más que ellos podían hacer.
Es comon que una familia suela estar muchos años transformando su vivienda al no tener dinero suficiente para seguir comprando cemento o planchas para recubrir el techo. El esfuerzo económico, mayor cuando se trata de construir una casa de cemento, es considerable para muchas familias sin ingresos estables mínimos, y sobre todo cuando la familia es monoparental, y por lo tanto, es una mujer sola la que se encarga con su dinero y esfuerzo en hacerla:
(...) yo trabajando y eso cuando llegué aquí yo me peloteé y una amiga la de (...), no sé si usted la conocerá, ella me consiguió algunos trabajos. Y ahí trabajaba yo en el día y en la noche arreglando una casa, y en el día trabajaba arreglando casas y en la noche en un restaurante. Entonces el dueño de ese restaurante tenía un depósito de madera y ahí yo ya hablé con él y él me facilitó la madera y yo iba cobrando yo le pagaba a él, y él me iba descontando de mi sueldo. Entonces ahí yo pude hacer esa casita.
En la actualidad muchas casas del Bastión son construcciones mixtas, en las que combinan paredes de caña con paredes de bloque y cemento. Las viviendas de caña son más inestables, necesitan de un mayor mantenimiento a causa de su deterioro y tienen un mayor peligro de incendio. Como ya hemos dicho el objetivo familiar es el de construir una casa de cemento, pero ello requiere una inversión que no todas las familias pueden hacer debido a la inestabilidad laboral, los bajos salarios, la depreciación del sucre, el aumento del cemento, entre otros.
En la mayoría de casos no pidieron ayuda económica a sus parientes o amigos en la construcción de su vivienda. Solamente el 20% de las personas entrevistadas reconocen haber pedido un préstamo familiar. El esfuerzo económico de la construcción recae principalmente sobre la familia beneficiada, no obstante eso no impide que muchas veces los parientes participen en la construcción, tal como hemos podido observar más arriba.
El tiempo más representativo de permanencia en el Bastión es 7 años, siguiéndole 8 años. El aumento de la compra de tierras está estrechamente relacionado con la consolidación de una invasión porque los primeros años suelen haber desalojos, quema de casas, y es peligroso para las familias. Hasta al cabo de unos años la situación no se estabiliza plenamente.
3.- La distribución espacial en el interior de las casas está dominada por una pieza onica, en la que se encuentra el espacio de dormir y comer. En las casas de caña es comon concentrar estos espacios en una onica pieza. El 43,2% de las familias viven en un lugar de estas características. También se han observado bastantes casas de caña con dos espacios diferenciados, uno para comer y ver la televisión, y otro para dormir. El 33% de las viviendas incluyen dos piezas en su hogar.
En las casas de cemento se han observado dos o más piezas. La distribución espacial mínima corresponde a la separación que hay entre el lugar de comer y el de dormir. Cuando una casa tiene tres piezas significa que se dobla el espacio de dormir, siendo una habitación para los padres solos o con hijos menores, y la otra habitación para los hijos mayores. Observamos que el 11,6% de la muestra divide su casa en tres piezas. Los tabiques que separan las habitaciones no llegan hasta el techo. Dividen el espacio pero no lo cierran. La entrada no suele tener puertas sino cortinas. A menudo no hay ninguna cortina de separación. La privacidad en las horas de sueño se consigue con el cerramiento de los toldos que preservan de los mosquitos y otros insectos. Todas las casas observadas cuentan con un toldo individual para cada cama. No obstante, en algunas casas no hay camas para todos los miembros de la vivienda, y a veces suelen repartirse varias personas en una misma cama, esteras y maderas en el suelo.
Conclusiones
Las estrategias familiares son fundamentales en el desarrollo de un proceso de invasión de tierras. A pesar de que la invasión sea comandada por un dirigente, como es en el caso de Bastión Popular, el éxito de la consolidación del asentamiento depende de las estrategias de apoyo entre los parientes.
Hemos observado que estas relaciones son sobre todo fundamentales en la primera fase de invasión. Los familiares son quienes informan de la existencia de solares en venta y estimulan a la compra de solares en lugares próximos. En ese sentido, el reagrupamiento familiar es una pauta que estimula la cohesión social en todo el desarrollo del asentamiento.
El apoyo familiar en la construcción de las viviendas de cemento es significativo porque requiere de la colaboración económica y de la mano de obra. Todas las familias tienen experiencias similares y reconocen el esfuerzo personal y familiar en la transformación de sus casas, proceso paralelo a las mejoras poblicas del área, como son la obtención de luz, los servicios de transporte, el agua y el saneamiento.
En el caso de Bastión Popular, el abogado Castro dirigió y organizó las estrategias familiares en el proceso de invasión y conformación del asentamiento para conseguir beneficios políticos y económicos que estaban directamente relacionados con el desarrollo urbano. Cada una de las mejorías conseguidas en la infraestructura urbana eran garantías de colaboración política y beneficios económicos directos para Castro y sus dirigentes.
En la configuración de un nuevo espacio urbano, como es el caso de las invasiones, la introducción de los servicios poblicos es una de las garantías para la consolidación del asentamiento e influye positivamente en la sustitución de casas de caña por casas de cemento. En el caso de Bastión este desarrollo urbano ganó un mayor impulso con la desaparición del control de Castro, la legalización de tierras, la presión de los comités barriales y los intereses políticos de los partidos.
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