49 Congreso Internacional del Americanistas (ICA)

Quito Ecuador

7-11 julio 1997

 

Salvador Méndez Reyes

1. Título del simposio: "Élites, poder e identidad en América colonial"

2. Clave del simposio: HIST 05

3. Coordinadoras: Dra. Frédérique Langue y Dra. Susan Socolow.

4. Área: Historia

5. Título de la ponencia:

"La familia Fagoaga y la Independencia".

6. Autor: Salvador Méndez Reyes

Resumen de la ponencia

La familia Fagoaga, uno de las más ricas del México colonial, a fines del siglo XVIII y principios del XIX, tuvo un muy interesante, aunque poco conocido papel en la lucha por la Independencia no sólo de México, sino de toda Latinoamérica. Sabemos que algunos miembros de esta familia estuvieron en la capital del Imperio Británico a partir de 1809 y ahí se involucraron con el movimiento independentista del Precursor Francisco de Miranda y de la Logia Lautaro, asimismo estaban involucrados miembros de esta familia en movimientos dentro de la Nueva España a favor de la Independencia.

La familia Fagoaga y la Independencia

Salvador Méndez Reyes

Universidad Nacional Autónoma de México

Centro Coordinador y Difusor de Estudios Latinoamericanos

La familia Fagoaga, una de las más prósperas de la Nueva España a fines del siglo XVIII y principios del XIX,(1) tuvo una interesante participación, aunque muy poco conocida, en los movimientos independentistas de lo que llegaría a ser México. Al respecto sostiene la investigadora Guadalupe Jiménez Codinach: "Es importante mencionar que esta familia es crucial para que podamos entender el papel que desempeñó la aristocracia criolla en el proceso de emancipación, especialmente en el ámbito internacional...".(2) En un trabajo anterior hemos visto el caso de José María Fagoaga,(3) ahora nos avocaremos al análisis de la actuación de otros dos miembros de dicha familia y de un pariente Villaurrutia, en la capital del imperio británico desde 1809 hasta 1816, aproximadamente, en contacto y colaboración con figuras tales como Francisco de Miranda, Andrés Bello, fray Servando Teresa de Mier y José Blanco White, entre otros.

En el movimiento autonomista de 1808, encabezado por el Ayuntamiento de México, que contó con el apoyo del virrey Iturrigaray, pero que fue ferozmente suprimido por algunos peninsulares encabezados por Gabriel de Yermo y por la mayoría de los integrantes de la Audiencia, los Fagoaga se dividieron, ya que los jóvenes José Francisco, quien tenía el título nobiliario de segundo marqués del Apartado, y José María daban su apoyo a su pariente Jacobo de Villaurrutia,(4) uno de los cabecillas del movimiento autonomista, mientras que José Juan y José Mariano Fagoaga sostenían la postura peninsular de obedecer a la Junta establecida en Sevilla, en ausencia del rey Fernando VII.

A fines de 1809 llegaron a Londres el segundo marqués del Apartado, José Francisco Fagoaga y Villaurrutia,(5) su hermano Francisco y su primo Wenceslao de Villaurrutia [hijo de Jacobo de Villaurrutia], quienes pronto entraron en contacto en esa ciudad con el equipo dirigido por Francisco Miranda, "El Precursor" de la Independencia hispanoamericana. No deja de llamar la atención desde un principio el viaje de estos aristócratas novohispanos a Inglaterra y su temprano contacto con Miranda. En una biografía de Francisco Fagoaga, Alamán menciona que "... los grandes sucesos de Europa que tuvieron principio en la invasión de España por Napoleón, le hicieron [a Francisco Fagoaga] emprender con el Marqués su hermano un viaje a Inglaterra".(6) Sin aclarar más sobre el motivo del viaje.

Existen algunos antecedentes de la relación de la aristocracia novohispana con Inglaterra y con Francisco de Miranda. En 1785 el conde de la Torre Cosío, el de Santiago y el marqués de Guardiola enviaron una nota secreta al rey Jorge III de la Gran Bretaña, "...por la cual se viene al cabo de que, dichos nobles, después de conspirar en México contra la monarquía española, resolvieron pedir y pidieron su valiosa ayuda al rey inglés, con el fin de que éste apoyara un movimiento emancipador de la Nueva España...".(7) Se enviaba como delegado para conferenciar con las autoridades inglesas a un tal Francisco de Mendiola.

Miranda, en una propuesta dirigida a las autoridades británicas en 1790, mencionaba que "...México trataba su Independencia con la Inglaterra en 1773...".(8) Y el mismo caraqueño, en una nota dirigida al ministro inglés William Pitt, decía ser "...agente principal de las Colonias Hispanoamericanas y nombrado por la Junta de Diputados de México, Lima, Chile, Buenos Aires, Caracas, Santa Fe, etc., para acercarse a los Ministros de S.M.B. a efecto de renovar, en favor de la independencia absoluta de dichas colonias, las negociaciones entabladas en el año de 1790...".(9)

El español Manuel Cortés Campomanes, cercano colaborador de Francisco de Miranda en Londres, informó a éste, el 30 de diciembre de 1809, de la llegada a esa ciudad de los tres miembros del clan FagoagaVillaurrutia y de un misterioso encargo que los llevaba hasta esas latitudes, en una misiva que dice:

No ignorará usted el arribo a ésta del Marqués del Apartado, con su hermano [Francisco] y un primo llamado Villaurrutea [ sic por Villaurrutia]: estos personajes son verdaderos marqueses criollos, y puede usted juzgar de ellos sabiendo que el tal marqués está bien impuesto de las cosas de Europa que desea infinito cumplir con el encargo que le han dado las monjitas de Guadalupe , que es dar un abrazo a Fernandito .(10)

No sabemos a que se refiere con estas últimas palabras, ¿se trata, acaso, de una alusión a la sociedad de los Guadalupes? Por el momento las fuentes consultadas no nos dan ninguna pista al respecto.

Parece ser que el hombre que sirvió de contacto entre los Fagoagas y el grupo de Miranda en Londres fue José María Antepara, personaje nacido en Guayaquil, quien había vivido en México, donde se había inmiscuido en negocios relacionados con la minería y probablemente con los Fagoaga. Francisco de Miranda lo llamaba en ocasiones su "amigo mexicano" y "...memorandos encontrados entre los manuscritos de Miranda indican que este camarada se hallaba vinculado a los jefes mexicanos que estaban descontentos con el régimen español...".(11) En agosto de 1809, Cortés Campomanes se había enterado de la llegada a Londres de Antepara y en carta a Miranda le había informado lo que le comunicó el recién llegado, por ejemplo que en "...México se trata[ba] la cuestión de la independencia desde antes de las circunstancias actuales, pero desde ellas con mucho más calor...". También que los mexicanos esperaban ayuda de los norteamericanos para obtener su independencia. Sostenía que en Nueva España "...todos los hombres de circunstancias y de riquezas esta[ban] en la obra". Antepara creía que Miranda "...sería utilísimo en México, pero conoce que le sería a V. difícil el ir allá; sin embargo por Nueva Orleans la cosa presenta menos obstáculos".(12)

Los Fagoaga, promotores de la labor difusora de Miranda

a) El Colombiano

De la colaboración de los Fagoaga y Antepara con Miranda y su equipo de asistentes, entre los cuales estaban Manuel Cortés Campomanes,(13) un Dr. Constancio,(14) un inglés de nombre Gould Francis Leckie, y James Mill, conocido intelectual escocés padre de John Stuart Mill, surgió el periódico El Colombiano . Los Fagoaga aportaban los fondos necesarios para la edición y distribución. Antepara, su " front man "(15) ecuatoriano, era el coeditor junto con Miranda. Éste y Cortés Campomanes eran competentes colaboradores en materias militares. El Dr. Constancio, Gould Francis Leckie y James Mill eran buenos conocedores de asuntos diplomáticos. José Blanco White, célebre español anglicizado, trajo consigo de la Península documentos oficiales que se publicaron en El Colombiano y posteriormente en su periódico El Español .(16)

Una carta de Antepara, quien firma "Alerta", a Miranda nos da luz sobre la participación de los Fagoaga en El Colombiano y en el movimiento emancipador. Por su importancia la citamos completa:

Nec magis vituperandus est proditor patriae, quam communis utilitatis, ac salutis desertor, propter suam utilitatem, aut salutem , Cicer. De Finibus . L.3, 19.

Así quieren nuestros mexicanos dar principio al periódico [efectivamente, ese fue el lema de El Colombiano ]: me agrada mucho el tema; y tanto más cuanto que les vitupera la apatiquez que los caracteriza .

De los cuatro [¿el marqués del Apartado, su hermano Francisco, Villaurrutia y Antepara?] que nos juntamos hice yo el detalle de V. el viernes y me expliqué con aquel fuego que V. me habrá advertido. Ellos ansiaron a mi llegada por saber el resultado. Lo oyeron, silenciaron, &c. y sin titubear, como por una madurada prevención. Son de sentir "se debe absolutamente conceder la liga defensiva, evitando en que se [ sic ] pueda la ofensiva, y aún están cerca de esta en caso de forzosa", todo bajo la cualidad de asentarse que se abraza este partido en las circunstancias presentes, y hasta que no varíen. Me convencieron absolutamente de la necesidad y utilidad de asentir a él, y soy ya del mismo modo de pensar, después que en la misma sesión se me relataron los planes y sus autores sobre este punto tratado ya antes de la caída de Iturrigaray , que antes no me habían confiado.

Suplicamos pues a Vmd. que dé calor y movimiento, en la firme inteligencia de que el fuego es inextinguible: que arden en él toda la Colombia [Hispanoamérica] sin la falta de uno; y que aun cierto de Sarracenos son ardidos en el.

Yo estoy obligado a acompañarlos y hasta la noche quizá no nos podremos ver...

ALERTA.(17)

"La apatiquez que los caracteriza", dice Antepara de los Fagoaga y al parecer toda la carrera política de ellos se caracteriza por una moderación extrema, una gran discreción y prudencia.

Volviendo a El Colombiano , diremos que aparecieron 5 números quincenales de este periódico, del 15 de marzo de 1810 al 15 de mayo de ese año. En el primer número se dio una explicación de la necesidad del periódico en ese momento de crisis. La invasión napoleónica de la Península Ibérica llevaba a una casi sujección total de España. Era imperativo, en consecuencia, dar en las páginas de El Colombiano toda la información necesaria para que los lectores actuaran juiciosamente en sus regiones (en Hispanoamérica), dada la situación en Europa. Mario Rodríguez sospecha que el verdadero editor pudo haber sido James Mill, quien, como un historiador típico, señaló a sus lectores hispánicos que con frecuencia los documentos habían aparecido primero en otras lenguas y por ello podría haber cambios del texto original. Solamente un editor perfeccionista como Mill, sostiene Rodríguez, era capaz de mencionar este aspecto. La organización del texto estaba en el estilo Mill: introducción, advertencias y el punto uno: la Junta Central española era ilegal desde su inicio.(18)

Los números dos y tres de El Colombiano contenían documentación acerca de la actividad militar de los franceses en España; la reproducción del decreto de la Regencia española del 14 de febrero de 1810, prometiendo a los americanos un nuevo orden y una vida digna. Observaciones sobre España de Sir John Moore, quien enfatizaba el imbécil liderazgo de la Junta Central en la guerra. Se reproducía un discurso del marqués de Wellesley, secretario británico del Exterior, en el que achacaba los problemas de los ingleses en España a la inútil Junta Central. También se insertaba el Manifiesto (1808) de Carlota Joaquina (hermana de Fernando VII y esposa del príncipe regente de Portugal, que había trasladado su corte a Brasil), quien alegaba sus derechos dinásticos sobre Hispanoamérica.(19)

Los números 4 y 5 siguieron el mismo formato documental, pero estuvieron dominados por un artículo excepcional que quedó truncado ("Se continuará") en el último número. Su título: "Pensamientos de un inglés sobre el estado y crisis presente de los asuntos en Sudamérica". Posiblemente su autor era James Mill, ya que en el artículo se hacía referencia a que había publicado mucho sobre la futura felicidad del Nuevo Mundo, alusión, entre otros, a sus artículos publicados en Edimburgh Review (enero y julio de 1809). El artículo "Pensamientos..." fue reproducido enteramente en la Gazeta de Caracas del 25 de enero de 1811.(20)

Miranda envió algunos ejemplares de El Colombiano a algunas autoridades inglesas, entre ellas al futuro duque de Wellington, a quien le decía:

Tenemos en este momento aquí en Londres algunas personas nativas de México y del Perú, quienes me presionan mucho acerca de los asuntos de sus países; sin embargo, no hemos hecho grandes progresos. Le envío los dos números de El Colombiano , que imprimen aquí a sus expensas , a fin de transmitir los acontecimientos más esenciales de Europa a sus conciudadanos del Continente Colombiano.(21)

Algunas de las personas que recibían en Nueva España El Colombiano eran, en la Ciudad de México: Jacobo de Villaurrutia, José María Fagoaga, el canónigo José Mariano Beristáin, el Cabildo, el marqués de Guardiola, el marqués de San Juan de Rayas, el conde de Medina, José Rincón Gallardo, el marqués de San Miguel de Aguayo; en Veracruz: José Mariano Almanza, José Ignacio Pavón; en Querétaro: Miguel Domínguez.(22) La lista es altamente significativa por incluir personajes de la élite novohispana involucrados en el movimiento autonomista de 1808, o en el posterior de 1810, además de dos comerciantes de Veracruz que posteriormente se les trataría de vincular con el movimiento de Javier Mina.

b) Paper Assault

El Colombiano era sólo una parte de las producciones documentales en las cuales colaboraron financieramente los Fagoaga. Otro de los proyectos mirandinos, que apoyaron éstos, era la difusión de documentos revolucionarios por toda Hispanoamérica, lo que Mario Rodríguez llama el " Paper Assault ". Parte de éste consistía en cartas a los cabildos de Caracas y Buenos Aires (julio 20, 24, 1808). Estos dos centros focales debían enviar copias a Bogotá y Quito, los de Caracas. A Lima y Santiago de Chile, los de Buenos Aires. El 10 de septiembre de 1808 el mismo procedimiento se aplicó a nuevos centros focales: México y La Habana, a quienes les fueron enviados materiales diferentes, los cuales fueron copiados y remitidos a los centros focales sudamericanos, al igual que copias de los centros sudamericanos también llegaban a los puntos de la América Media. La mayoría de la primera tanda de cartas (julio a septiembre de 1808) alcanzaron su destino; pero gran parte de una segunda tanda (octubre 6 a 20 de 1808) fue interceptada por autoridades inglesas. Pero nuevas copias, con diversos documentos adjuntos fueron realizadas por el grupo de Miranda y, gracias a la asistencia financiera mexicana, legajos de esos documentos circularon a través de Hispanoamérica a finales de 1810.(23)

La correspondencia de Miranda con los ayuntamientos contenía un manual completo de información para los americanos que quisieran iniciar sus revoluciones regionales. Se les enviaba documentación inglesa relativa a cómo podían establecer una legislación sabia; asimismo, se remitían copias de documentos clave acerca de la actuación de Miranda en las distintas revoluciones de finales del siglo XVIII, al igual que testimonios de filósofos políticos que les sirvieran para establecer sus gobiernos nacionales. Como afirmaban algunos espías españoles: Miranda estaba enviando "instrucciones revolucionarias" completas a los cabildos hispanoamericanos; pero siguiendo "la máscara de Fernando", es decir, instruyéndoles que reconocieran la soberanía nominal de Fernando VII, para que de esa manera ganaran tiempo para establecer sus propios gobiernos, evitando cualquier choque inmediato de los distintos grupos raciales y sociales y unificando las Américas con vistas al desarrollo de su papel histórico futuro. Miranda brindó esta explicación del " Paper Assault " en un carta, fechada el 9 de septiembre de 1808, al almirante británico Alexander Cochrane.(24)

Otro de los proyectos financiados por los Fagoaga fue una nueva edición del manuscrito del jesuita peruano expulso Juan Pablo Viscardo, "Carta a los españoles americanos", con una nueva adición, firmada por Antepara, en la que se exhortaba a los hispanoamericanos a unirse al movimiento de emancipación.(25)

La Carta de Viscardo fue enviada a Hispanoamérica junto con las últimas remesas del " Paper Assault " y posiblemente acompañada de una sección introductoria de un proyectado libro de William Burke, Derechos de la América del Sur y México , que posteriormente salió publicado en Caracas, en 1811. "William Burke" era en realidad el seudónimo con el que escribieron sobre América Latina James Mill y el conocido filósofo británico Jeremy Bentham, quienes tenían amplio interés en dicha región. Posteriormente el mismo seudónimo fue utilizado por Juan Germán Roscio y otras figuras del movimiento emancipador en Venezuela.(26) La sección introductoria de William Burke contenía ideas progresistas acerca de los derechos del pueblo, a favor del constitucionalismo moderno y de la tolerancia religiosa.(27)

c) South American Emancipation

Hubo una publicación más a la cual dieron su apoyo los Fagoaga. Se trata del libro South American Emancipation. Documents, Historical and Explanatory Shewing the Designs wich have been in Progress and the Exertions made by General Miranda for the South American Emancipation, during the last twenty five years (Londres, R. Juigné, 1810), editado por Antepara, quien finalizó el prólogo en septiembre de 1810. Según Rodríguez, el verdadero editor fue James Mill, asistido por Miranda y Thomas Molini, el secretario de éste. La oposición británica en el Parlamento ayudó a subsidiar esta publicación en un esfuerzo por persuadir al público de esa nación de apoyar a Miranda en la liberación de Hispanoamérica, un objetivo que proyectaba un gran potencial para la prosperidad inglesa a largo plazo. Aunque Miranda, inseguro del apoyo inglés, trató de conseguir una contribución substancial de los Fagoaga, a cambio del cual consentiría que apareciera el nombre de Antepara como editor y que éste aportara un prólogo.(28)

El autor, en quien nos hemos venido basando en estos aspectos de la colaboración de los Fagoaga en la obra publicitaria de Miranda, sugiere que quizá éstos escogieron usar el nombre de Antepara para quitarse cualquier sospecha de su participación en la publicación y difusión de la documentación de Miranda.(29)

Los Fagoaga y la Logia Americana

Es conocida la existencia de una sociedad secreta que agrupó a criollos residentes en Europa con la finalidad de buscar la Independencia de Hispanoamérica. Dicha sociedad fue llamada con diversos nombres, tales como Logia Americana, Sociedad de los Caballeros Racionales y Logia Lautaro. Algunos atribuyen la fundación de este organismo a Francisco de Miranda en Londres.(30) La logia de Cádiz fue fundada por el argentino Carlos María de Alvear, según declaración de fray Servando Teresa de Mier.(31) Ésta se hallaba vinculada con la sociedad matriz de Londres.(32) Aunque la sociedad adoptó algunos formulismos masónicos, parece ser que no estaba afiliada a la masonería, aun cuando Miranda y Alvear sí lo estuvieran.

Es un hecho que el marqués del Apartado, su hermano Francisco y su primo Wenceslao de Villaurrutia fueron miembros de la logia de los Caballeros Racionales número 7, en Londres, junto con otro mexicano: el padre Mier. Mientras que en la logia número 3 aparecían los siguientes mexicanos: Miguel Santa María,(33) Vicente [Vázquez] Acuña [alias Tacones],(34) Joaquín Lacarrera Ortiz y José Herrera. Lo anterior está comprobado debido a que un corsario interceptó la correspondencia procedente de Londres dirigida a la insurgente Caracas; en ella se incluía una carta de Alvear a Rafael Mérida, en la cual menciona los nombres de los nuevos afiliados, entre ellos el marqués del Apartado.(35) Las autoridades realistas de Coro enviaron copia de esta documentación al virrey de Nueva España; llama la atención que las autoridades novohispanas aparentemente no hayan ejercido acción alguna en contra del marqués del Apartado, a pesar de que sabían de su participación en la logia americanista de Londres. En otra comunicación de Alvear a Mérida, contenida en el mismo paquete, se menciona: "Habiendo llegado a esta ciudad con los hermanos Zapiola,(36) San Martín,(37) Mier, [¿Wenceslao de ?] Villaurrutia y Chilavert, hemos fundado por orden de la logia número 3 una con el número 7...".(38)

La Logia Americana sirvió para dar cohesión a todo el movimiento emancipador hispanoamericano. En diversos países de Sudamérica, como Argentina, Chile y Perú, fue fundamental en su proceso de liberación, con el nombre de Logia Lautaro.

Relación de los Fagoaga con la comunidad hispanoamericana de Londres.

La participación del clan Fagoaga en la logia americanista de Londres, así como su colaboración con la labor difusora de Miranda en pro de la emancipación hispanoamericana, nos muestran el activo papel que desarrollaron los tres miembros de esa familia en la importante comunidad hispanoamericana que se formó en la capital británica en la segunda década del siglo XIX, en la cual figuraron destacadas personalidades latinoamericanas, varias de ellas ya mencionadas, junto con los españoles liberales exiliados.(39)

En 1810 la Junta de Caracas había nombrado como sus comisionados ante el gobierno británico al futuro Libertador Simón Bolívar,(40) a Luis López Méndez y como secretario al ilustre Andrés Bello. Aunque Bolívar pronto regresó a sus lares; López Méndez y Bello se quedaron en Londres, incluso pasaron a residir en la casa de Miranda, en Grafton Square, en donde se conservaba la enorme biblioteca del Precursor y se reunía la logia americanista. Los Fagoaga y el padre Mier entablaron de esta manera estrecha amistad con el caraqueño Bello.(41) De 1816 data una carta de uno de los Fagoaga a éste, la cual transcribimos por su importancia:

Martes, 31 de julio de 1816.

Mi estimado amigo.

Esta mañana, en el Museo [Británico], me preguntó Mr. Blair,(42) de número 69, Great Russell Street, si conocía algún español capaz de corregir una traducción española de la Biblia; y acordándome de usted, le dije que conocía uno que, por el perfecto conocimiento de su lengua, y su buen gusto en literatura, me parecía muy a propósito; pero que ignoraba si sus ocupaciones le permitirían emprender este trabajo.

Si una de estas mañanas tiene usted lugar de pasar a su casa, diciendo que va de mi parte, o sólo dando su nombre, puede informarse del asunto mejor de lo que yo lo puedo hacer. Después de las diez, no es seguro encontrarlo en casa.

Yo no voy a la de usted, porque tengo mucho que hacer, a pesar de que mi viaje no se verificará hasta el sábado o domingo.

De usted, afectísimo amigo J. Fagoaga.(43)

Aunque Amunátegui dice que la carta anterior es de José María Fagoaga, nosotros pensamos que más bien pudiera ser de el marqués del Apartado, ya que la carta está firmada J. Fagoaga y podría ser de José Francisco Fagoaga, que era el nombre del marqués. Sabemos que éste había abandonado Inglaterra, junto con su hermano Francisco, a mediados de 1815 para retornar a la Nueva España, pero en La Habana se encontró a su primo José María, quien había sido deportado a España por órdenes del virrey Calleja. Ante esta circunstancia, el marqués y su hermano decidieron acompañarlo a la Península Ibérica, donde permanecieron algún tiempo,(44) para después volver a la Gran Bretaña y salir de ella en agosto de 1816, como se menciona en la carta recién transcrita.(45) Dicha carta nos hace recordar que Bello vivía en un estado de penuria,(46) que J. Fagoaga de alguna manera trata de aliviar recomendándole para un trabajo digno y adecuado que el venezolano aceptó a la postre. La carta también nos indica que su remitente era un hombre culto que asistía al Museo Británico y redactaba bien.

La amistad del marqués del Apartado con Bello continuó, ya que en una carta que le envió fray Servando al sabio caraqueño por mano del marqués, que de nuevo se dirigía a Inglaterra en 1826, le informa de su estado de salud y afirma "...como le certificará a Ud. nuestro común amigo el marqués del Apartado que lleva esta carta...". Menciona Mier que a través del marqués le envía uno de sus escritos que es una respuesta a una encíclica papal. Añade el regiomontano: "...Pensaba escribir a nuestro buen amigo el Sr. Blanco [White], de quien al mismo tiempo que de Ud. recibí una carta; pero el marqués [del Apartado] es carta viva... Diga Ud. al Sr. Blanco que soy siempre su amigo invariable y de todo corazón. Y que con él mismo saludo a Mr. [¿James?] Moore que me dice estar en Escocia".(47)

Otro hispanoamericano ilustre con quien convivieron los Fagoagas en Europa fue el guayaquileño Vicente Rocafuerte, con quien hicieron un viaje, partiendo de Londres hacia Rusia, en 1813. De San Petersburgo "...fueron siguiendo la retaguardia de los ejércitos rusos que empujaban a los franceses hacia el Elba, presenciando así el gran espectáculo que presentó el Norte cayendo con todo su enorme peso sobre el imperio francés. La deserción de los aliados de Napoleón y la adhesión a la gran coalición de la Suecia, la Prusia y finalmente de la Austria y de todos los príncipes de la confederación del Rin, abrió toda la Alemania a la curiosidad de nuestros viajeros que la recorrieron desde Viena hasta las costas de Holanda en donde se embarcaron para volver a Inglaterra...", en 1814.(48)

En 1815 llegó a Inglaterra el entonces joven Lucas Alamán, procedente de Francia, de donde trajo a fray Servando "...para no dejarlo perecer en París donde no tenía recursos ningunos".(49) Alamán menciona haber tratado en la ciudad del Támesis a los Fagoaga y a Blanco White. A fines del año mencionado el guanajuatense abandonó la Gran Bretaña para regresar a París. Posteriormente Francisco Fagoaga y Alamán visitarían juntos diversos lugares de Italia, Suiza y Alemania. Si Alamán se involucró en las actividades independentistas de los Fagoaga y hasta qué punto, es algo que está por saberse. Don Lucas declara solemnemente en su Historia de México , "...que ni en México ni en Europa, ha pertenecido nunca a sociedad alguna secreta, de ninguna clase o denominación...",(50) lo cual nos lleva, de momento, a descartar la posibilidad de que Alamán se hubiera afiliado a la Sociedad de Caballeros Racionales en Londres. A pesar de ello, puede ser que no haya sido ajeno a las actividades del clan Fagoaga en dicha ciudad.

Un conocido político latinoamericano del siglo XIX, Juan García del Río, recordaba en su autobiografía su precaria situación económica cuando vivió en Londres y añadía: "Muchos americanos distinguidos, a quienes tuve la honra de tratar en esos años en Inglaterra: los Srs. Fagoaga, Alamán y Villaurrutia, procedentes de México... conocen este periodo de mi vida".(51)

Notas

1 La bonanza minera del Pabellón "convirtió al (primer) marqués del Apartado y a sus hermanos en los particulares más ricos de México, o quizá del mundo, en su tiempo". Según Henry George Ward, en su obra, México en 1827 , 1a. reimp., trad. de Ricardo Haas, est. prel. de Maty F. de Sommer, México, FCE, 1995 (Biblioteca Americana), p. 618.

2 Guadalupe Jiménez Codinach, La Gran Bretaña y la Independencia de México (1808 1821), trad. de Mercedes Pizarro Suárez e Ismael Pizarro Suárez, México, FCE, 1991, p. 280.

3 Salvador Méndez, "La élite novohispana en transición: el caso de José María Fagoaga", en Quadrivium , núm. 8, en prensa.

4 Jacobo de Villaurrutia era hermano de Magdalena de Villaurrutia, quien casó con el primer marqués del Apartado, Francisco Manuel Fagoaga y Arosqueta.

5 De aquí en adelante cuando digamos marqués del Apartado nos estaremos refiriendo al segundo marqués del Apartado.

6 Lucas Alamán, "Biografía de D. Francisco Fagoaga", en Documentos diversos (Inéditos y muy raros) , comp. de Rafael Aguayo Spencer, México, Jus, 1946, vol. III, p. 340.

7 Isidro Fabela, Los precursores de la diplomacia mexicana , 2a. ed., México, Porrúa, 1971 (Archivo Histórico Diplomático Mexicano, 20), p. 8. Vid . también Jules Mancini, Bolívar y la emancipación de las colonias españolas desde los orígenes hasta 1815 , Medellín, Bedout, 1970 (Bolsilibros Bedout, 69), p. 93, en donde cita que la carta credencial de Francisco de Mendiola, fechada el 10 de noviembre de 1785, se encuentra en Record Office, Chatham Correspondence, núm. 345.

8 Francisco de Miranda, "Propuesta en consecuencia de la conferencia tenida en Hollwood el 14 de febrero de 1790", en Diario de viajes y escritos políticos , edición de Mario Hernández SánchezBarba, Madrid, Editora Nacional, 1977 (Biblioteca de la Literatura y el Pensamiento Hispánicos, 18), p. 337.

9 Citado por Fabela, op. cit ., p. 1820.

10 Cortés Campomanes a Francisco de Miranda, Londres, 30 de diciembre de 1809, citada por Pedro Grases, en advertencia editorial a El Colombiano de Francisco de Miranda y dos documentos americanistas , Caracas, Instituto Nacional de Hipódromos, 1966 (Colección Venezolanista, serie "Testimonios", 1), p. XLIV. Sub. en el original.

11 William Spence Robertson, La vida de Miranda , trad. de Julio E. Payró, edición revisada y compulsada por Pedro Grases, Caracas, Banco Industrial de Venezuela, 1967, pp. 296297.

12 Cortés Campomanes a Miranda, Londres, 23 de agosto de 1809, citada por Pedro Grases, op. cit ., pp. XLIIXLIII.

13 Este madrileño había participado en 1796 en la Península Ibérica en la frustrada Conspiración de San Blas, de carácter republicano, a consecuencia de ella fue enviado a prisión a Venezuela, en donde participó en la Conspiración de Gual y España.

14 Escribía artículos en periódicos británicos con el seudónimo de "Las Casas", según Robertson, op. cit ., era un hispanoamericano, probablemente mexicano; aunque otro autor dice que probablemente había nacido en España o Portugal, de padres hispanoamericanos. Vid . Mario Rodríguez, "William Burke" and Francisco de Miranda. The Word and the Deed in Spanish America's Emancipation , Lanham, Maryland, University Press of America, 1994.

15 Así lo llama Mario Rodríguez, en op. cit ., p. 261.

16 Ibid ., p. 266.

17 Antepara a Miranda, Londres, s.d., citada por Pedro Grases, op. cit ., p. XXVIII. Subs. nuestros.

18 Rodríguez, op. cit ., pp. 266267.

19 Ibid ., p. 267.

20 Ibid ., pp. 267268.

21 Miranda a Arthur Wellesley, Londres, 5 de abril de 1810, en Grases, op. cit ., p. XXXI. Sub. nuestro.

22 Jiménez Codinach, op. cit ., p. 281, quien cita una lista que se encuentra publicada en el Archivo de Miranda , vol. XXIII, pp. 362363.

23 Rodríguez, op. cit ., p. 513.

24 Ibid ., pp. 513514.

25 Ibid ., pp. 261262.

26 Ibid ., p. 520 y passim .

27 Ibid ., pp. 524525.

28 Ibid ., pp. 262 y 516.

29 Ibid ., p. 262.

30 Mancini, op. cit ., pp. 268270; Robertson, op. cit ., pp. 157158.

31 J. Hernández y Dávalos, Colección de Documentos para la historia de la guerra de Independencia de 1808 a 1821 , México, 18771882, vol. VI, pp. 820821. Cit. por Guadalupe Jiménez Codinach y Teresa Franco Salas, introd. a Pliegos de la diplomacia insurgente , México, Senado de la República, 1987, p. XXIX.

32 Bartolomé Mitre, Historia de San Martín y de la emancipación sudamericana , Buenos Aires, EUDEBA, 1968, vol. I.

33 Nació en el puerto de Veracruz, participó en la Independencia de la Gran Colombia y fue constituyente en Cúcuta, posteriormente se convirtió en el primer embajador de Colombia en México. Casi al final de sus días logró que España reconociera la Independencia mexicana, a través del Tratado Santa MaríaCalatrava. Vid . Ornán Roldán Oquendo, Don Miguel Santa María. Liberal veracruzano, político americanista y notable diplomático , México, Ediciones Eguiara y Eguren, 1981, 341 pp.

34 Fundó una filial de la Sociedad de los Caballeros Racionales en Jalapa. Vid . Virginia Guedea, "Una nueva forma de organización política: la sociedad secreta de Jalapa, 1812", en Amaya Garritz (ed.), Un hombre entre Europa y América. Homenaje a Juan Antonio Ortega y Medina , México, UNAM. Instituto de Investigaciones Históricas, 1993, pp. 185208.

35 Documento publicado por José R. Guzmán, en "Fray Servando Teresa de Mier y la Sociedad Lautaro", en Anales. Instituto Nacional de Antropología e Historia , época 7a., tomo I, 49 de la colección, 19671968, pp. 275288.

36 José Zapiola proporcionó información oral y escrita sobre la Logia Lautaro al historiador argentino Bartolomé Mitre, quien la aprovechó bien en op. cit ., y en su Historia de Belgrano y de la Independencia argentina , Buenos Aires, 1887. Vid . Juan Cánter, "Las sociedades secretas y literarias", en Ricardo Levene (ed.), Historia de la nación argentina. Desde los orígenes hasta la organización definitiva en 1862 , 3a. ed., Buenos Aires, Academia Nacional de la Historia, 1961, vol V, pp. 163265.

37 El futuro Libertador José de San Martín.

38 En Guzmán, op. cit ., pp. 282283. Sub. nuestro.

39 Vid . María Teresa Berruezo León, La lucha de Hispanoamérica por su Independencia en Inglaterra (1800 1830), pról. de Francisco de Solano, Madrid, Ediciones de Cultura Hispánica, 1989, 655 pp. Asimismo, Vicente Llorens, Liberales y románticos. Una emigración española en Inglaterra (1823 1834), 3a. ed., Valencia, Castalia, 1979.

40 Según diversos autores, como, por ejemplo, Mancini, op. cit ., Bolívar perteneció a la logia americanista.

41 Sobre la relación entre Bello y Mier véase el artículo de Ernesto Mejía Sánchez, "Don Andrés Bello y el doctor Mier", en Anuario de Letras , UNAM. Facultad de Filosofía y Letras, 1972, pp. 105132.

42 William Blair "...conservador del Museo Británico, médico, patriota, apóstol social y devoto de la Biblia...". Vid . Sergio Fernández Larraín, Cartas a Bello en Londres (1810 1829), Santiago, Editorial Andrés Bello, 1968, p. LXXVI. La entrada que consigna, sobre dicho personaje, The Dictionary of National Biography. The Concise Dictionary Part 1. From the Beginnings to 1900 , Oxford University Press, 1969, es la siguiente: "Blair, William (17661822), surgeon; surgeon to Lock Hospital, the Asylum, Finsbury and Bloomsbury dispensaries, female penitentiary, Pentonville, and New Rupture Society; M.R.C.S.; edited 'London Medical Review and Magazine'; published works on surgical and miscellaneous subjects, including stenography and cipher writing".

43 J. Fagoaga a A. Bello, Londres, 31 de julio de 1816, en Miguel Luis Amunátegui, Vida de don Andrés Bello , Santiago, Pedro G. Ramírez, 1882, p. 146.

44 Alamán, op. cit ., pp. 340341.

45 Jiménez Codinach, op. cit ., p. 282, menciona que Francisco Fagoaga solicitó en julio de 1816 "...un pasaporte para viajar a España. Ese documento se expidió con la aprobación del rey Fernando VII".

46 El gobierno británico, por intercesión de Blanco White y de Lady Holland, concedió una pensión a Bello y Mier, en diciembre de 1815, vid ., Mejía Sánchez, op. cit ., p. 120 y Jiménez Codinach, op. cit ., p. 290.

47 Mier a Bello, Palacio Federal de México, 19 de noviembre de 1826, en Fernández Larraín, op. cit ., pp. 168170.

48 Alamán, op. cit ., pp. 340341.

49 "Autobiografía de D. Lucas Alamán", en Documentos diversos , ed. cit., vol. IV, p. 16.

50 Alamán, Historia de México , México, Instituto Cultural HelénicoFCE, 1985 (Clásicos de la Historia de México), vol. V, pp. 712713, nota 12.

51 Domingo Amunátegui Solar, Recuerdos biográficos , Santiago de Chile, 1938, p. 55.


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