II Encuentro Nacional "La Universidad como Objeto de Investigación"

Centro de Estudios Avanzados (CEA - Universidad de Buenos Aires -UBA)

Noviembre 1997

Ponencias publicadas por el Equipo NAyA
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"LAS REFORMAS CURRICULARES EN LA FACULTAD DE AGRONOMIA Y ZOOTECNIA: FRACASO DE UNA ESTRATEGIA"

Marcos M. Ceconello1

RESUMEN

Las instituciones de educación superior tienen la facultad de diseñar sus propios planes de estudio. Sin embargo, en ocasiones, la generación de un nuevo diseño curricular rara vez se concreta.

Tal es el caso de la Facultad de Agronomía y Zootecnia de la Universidad Nacional de Tucumán, institución que reconociendo falencias en sus planes de estudio no los ha modificado desde 1960.

Este trabajo analiza la única estrategia tomada para producir reformas: la repetida constitución de Comisiones Curriculares. Al respecto, revisa críticamente su composición y resultados de su labor.

Se determinó que el fracaso de la estrategia mencionada reside en el tipo de poder ejercido por las autoridades combinado con el predominio de la estructura de cátedra.

LAS REFORMAS CURRICULARES EN LA FACULTAD DE AGRONOM+A Y ZOOTECNIA: FRACASO DE UNA ESTRATEGIA

Las instituciones de educación superior, al contrario de lo que sucede en otros niveles educativos, tienen la facultad de diseñar sus propios planes de estudio debido a su relativo grado de autonomía. Esta atribución se vio particularmente beneficiada por la aprobación de la nueva ley universitaria y otros cambios contextuales, como por ejemplo el régimen de incentivos y los proyectos para el mejoramiento de la calidad universitaria (FOMEC), que generaron un clima favorable a la autoevaluación institucional y la revisión curricular.

Sin embargo, en ocasiones, la generación de un nuevo diseño curricular o la modificación de uno existente rara vez se concreta.

Así es muy común encontrar en el ámbito universitario carreras donde los planes de estudio vigentes tienen 30 años o más de existencia; aún cuando se hayan realizado o se realicen intentos para modificarlos.

El caso que se presenta es un ejemplo de lo mencionado.

LA FACULTAD DE AGRONOMIA Y ZOOTECNIA

El 15 de diciembre de 1947, por resolución del rector de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT), se fundó la Escuela de Agronomía, dependiente de la Facultad de Ciencias Biológicas. Esta Escuela se convirtió en Facultad de Agronomía el 15 de noviembre de 1951 y en Facultad de Agronomía y Zootecnia (FAZ) en diciembre de 1960, al aprobarse la carrera de ingeniería zootecnista (FAZ, 1977).

Actualmente la facultad cuenta con 247 docentes (el 60% de ellos con dedicación exclusiva) distribuidos en 43 cátedras agrupadas en 6 departamentos. Esta estructura organizativa implantada en 1966 sufrió, hasta 1994, cinco cambios (el número de departamentos varió entre cuatro y ocho) que obedecieron, fundamentalmente, a razones administrativas.

La matrícula estudiantil es de aproximadamente 850 alumnos inscriptos en las dos carreras dictadas: ingeniería agronómica e ingeniería zootecnista.

Ambas carreras están compuestas por 31 materias ordenadas en cinco años de cursado, sin embargo el 61% de los 435 egresados del período 1985-1994 demoró más de ocho años en obtener su título.

Actualmente, la oferta educativa puede caracterizarse por un marcado sesgo hacia la formación teórica, aislamiento de las condiciones reales de producción, métodos de enseñanza que privilegian la transferencia y no la generación de conocimiento y un predominio del área técnica sobre la socioeconómica (Ceconello, 1996).

LOS PLANES DE ESTUDIO

El elemento que debe sintetizar la formación requerida por el profesional es el plan de estudios. Ello implica que debe abarcar las siguientes definiciones:

1. un diagnóstico de necesidades en materia de recursos humanos; 2. una propuesta del perfil de egresado que responde a la necesidad; 3. los requisitos necesarios para la implementación de la formación (facilidades y limitantes); 4. la toma de decisiones respecto a la mejor alternativa para lograr la formación deseada; 5. la selección de metodologías y recursos necesarios para desarrollar la formación de recursos humanos escogida; 6. la determinación de los mecanismos evaluativos de resultados y procesos a los efectos de retroalimentar el sistema ya sea para mejorar, cambiar o suspender el plan (Yapur, 1986).

De acuerdo con la definición precedente no existe en la FAZ información sistematizada sobre los distintos planes de estudio que tuvieron y tienen vigencia.

Solamente se cuentan con resoluciones del Decano y/o Consejo Directivo, que eran elevadas al rectorado para su aprobación final, pero que no realizan ningún tipo análisis o argumentaciones, remitiéndose solamente a las formalidades administrativas.

Desde el año de su creación y hasta la actualidad, en la FAZ han regido cuatro planes de estudio, ellos se designan por los años de su puesta en vigencia: 1953, 1960, 1967 y 1978. Actualmente sigue vigente el Plan de Estudios de 1978.

Todos los planes de estudio mencionados se remiten únicamente al listado de materias, el régimen de correlatividades entre ellas y su ordenamiento temporal. En ningún caso se hallaron menciones sobre los perfiles profesionales, fundamentos, objetivos y otros componentes técnicos. Puede afirmarse que los planes de estudio de la FAZ se estructuraron en el año 1960, cuando se inicia la carrera de ingeniería zootecnista. Todas las modificaciones posteriores estuvieron dirigidas a intensificar la rigidez de la planificación, así por ejemplo, se ordena el cursado en 5 años, aparece un nuevo régimen de correlatividades y casi desaparecen las materias optativas (la carrera de Zootecnia nunca las tuvo). Este concepto cerrado e inflexible del currículo no ha variado sustancialmente, a pesar de los casi 36 años transcurridos desde entonces.

LAS COMISIONES CURRICULARES

Bajo este nombre genérico se han agrupado las comisiones especiales, nombradas por el Decano o por el Consejo directivo para proponer cambios en los planes de estudio de la FAZ.

Al igual que en el caso de los planes de estudio, los informes encontrados carecen de cualquier sistematización e incluso muchos de ellos ni siquiera llegaron a tratarse como proyectos definitivos.

Entre los antecedentes hallados se cuenta una publicación conjunta entre la FAZ y el Centro de Estudiantes de Agronomía y Zootecnia (CEAZ), "Hacia un plan de estudios para la Facultad y el País" (FAZ y CEAZ, 1959).

En ella se transcriben numerosas opiniones de docentes y alumnos de la FAZ, entre ellas las del Decano de entonces, quien menciona, entre otras cosas, la necesidad de dividir la carrera en dos ciclos, uno básico y otro profesional.

Este último con orientación regional y con un sistema de materias optativas. Una importante consideración realizada por este profesional es la imposibilidad de imponer reformas curriculares si docentes y alumnos no están convencidos de sus bondades.

La Comisión encargada de proponer las reformas fue integrada por profesores, estudiantes y egresados. Entre las falencias del plan de estudios vigente mencionan, la

... insuficiencia del conocimiento de las ciencias básicas, falta de experiencia práctica, superficialidad de los contenidos técnicos y ausencia de sentido económico en los planteamientos técnicos por parte de nuestros egresados (FAZ y CEAZ, 1959).

La propuesta de reforma realizada se inclinaba hacia la formación de un ingeniero agrónomo "mejorador de la producción agrícola en general", sosteniendo que la producción animal y la forestal no eran prioritarias por ser de menor importancia socioeconómica en la región. Si bien las modificaciones posteriores al plan de estudio de ingeniería agronómica lo inclinarían fuertemente hacia la producción vegetal, la carrera de ingeniería zootecnista se aprobaría en 1960.

En 1973 la Comisión de Actividades Docentes (FAZ, 1974), sin mencionar en forma directa modificaciones a los planes de estudio, propone, entre otras reformas menores, el régimen cuatrimestral para todas las materias, medida que sería concretada cinco años después. Entre los argumentos esgrimidos sobresale el que afirma que: "un calendario estable exigirá del docente una planificación detallada del curso, una estricta selección de contenidos y el empleo de técnicas de enseñanza modernas y eficientes (FAZ, 1974)". Si bien la reforma de planes de estudio de 1978 incorporaría el régimen cuatrimestral para el cursado, no se ha hallado evidencia de que efectivamente se tomara en cuenta tal propuesta. La segunda modificación realizada consistió en eliminar de la carrera de agronomía la única materia sobre producción animal.

Durante el año 1979 el Decano formó una Comisión Especial integrada por 4 docentes, para que elaborara un anteproyecto tendiente a restituir al plan de estudios de la carrera de ingeniero agrónomo las materias relacionadas con la producción animal. El argumento fue que las incumbencias profesionales habilitaban a los egresados para realizar actividades ganaderas que no estaban capacitados para emprender conforme al plan vigente (FAZ, 1979).

Recordemos que hacía sólo un año se había eliminado la única materia vinculada con la producción animal del plan de agronomía. Otras reformas a incorporar, tales como la elaboración de un trabajo final la actualización de programas se introducirían a partir de 1981. Pero esto evidentemente no sucedió.

En el mes de abril de 1984, a solicitud del Decano Normalizador, se constituiría la Comisión de Planes de estudio, seguramente la más numerosa de todas hasta el momento. Estaba integrada por 20 miembros (2 docentes por Departamento, 2 estudiantes por carrera y 2 egresados). El producto de esta Comisión fue un plan de estudios estructurado a partir de un perfil profesional basado en devolver al ingeniero agrónomo la formación en producción animal (propuesta similar a la de 1979), debido a que las incumbencias profesionales habilitaban a estos profesionales para tales menesteres. Esta postura produjo roces en el seno de la Comisión, al enfrentarse las posiciones de agrónomos y zootecnistas. El informe fue elevado al Decano en 1986, quién se remitió a crear una nueva comisión curricular.

Esta Comisión, integrada en 1987 por un docente de cada departamento y un estudiante por carrera, viajaría incluso a la ciudad de Córdoba, para interiorizarse sobre las reformas del plan de estudio de la Facultad de Ciencias Agropecuarias, dependiente de la Universidad Nacional de esa provincia. No se hallaron informes o resultados concretos sobre su gestión.

Al respecto, un informe realizado por el Centro de Pedagogía Universitaria (CPU) sobre los avances de las comisiones curriculares de las distintas facultades de la UNT, indica que la Comisión de la FAZ había cumplido con las etapas de diagnóstico y diseño del plan de estudio. Sin embargo, afirma que en los diagnósticos elaborados por las comisiones curriculares

... no se explicita que se haya relevado la situación de las áreas de Investigación y Extensión, ni planteos en lo que hace a su rendimiento cualitativo y cuantitativo...

Pareciera predominar una visión profesionalista 'determinar el perfil profesional', 'estudio de mercado', etc., donde la acción del diagnóstico parece centrarse en una evaluación de contenidos. Esto se confirma al analizar los problemas señalados como prioritarios (CPU, 1987).

En el año 1990 fue creado en la FAZ el Centro Interdisciplinario de Curriculum y Aprendizaje (CICA) a cargo de dos profesionales de las ciencias de la educación.

Las misiones de este organismo eran, contribuir a mejorar las prácticas docentes, e iniciar un proceso destinado a la reforma curricular de la facultad.

El CICA tuvo a su cargo el asesoramiento y asistencia a la última Comisión Curricular que se desempeñó en la FAZ.

Esta fue formada en 1991 con la participación de docentes y alumnos. Una de las acciones emprendidas fue solicitar a los departamentos de la FAZ sus opiniones respecto de los cambios que consideraran necesarios introducir en los planes de estudio. Todos los departamentos, excepto uno, emitieron sus respuestas. Las mismas, en todos los casos fueron elaboradas por las cátedras que componían los distintos departamentos, comprobando nuevamente la ilusión que representa la estructura departamental.

Las respuestas se dividieron entre las que aportaban más material para el análisis y las que indicaban que nuevos contenidos deben ser incluidos en las materias. Sólo dos docentes, en nombre de sendas cátedras propusieron reformas integrales que incluían, entre otras medidas, revisión de contenidos, adecuación de las materias básicas a las profesionales y curriculum flexible, para el logro de un profesional con formación generalista.

Analizando estas respuestas, la Comisión informó que, dada la escasa repercusión que la misma tiene en la Comunidad Académica..., se puede prever que el tiempo calculado para la introducción de cambios significativos en la estructura curricular va a ser mucho mayor que el inicialmente previsto (Informe de las actividades realizadas por la Comisión de Reformulación Curricular, 1991).

Otras actividades fueron la de solicitar las opiniones de otras instituciones vinculadas al sector agropecuario, entre ellas el Colegio de Ingenieros Agrónomos y Zootecnistas, INTA, Estación Experimental Obispo Colombres, Secretaría de Estado de Agricultura y Ganadería de Tucumán y a diversas asociaciones de productores.

En una segunda etapa se analizaron los planes de estudio de carreras similares dictadas en otras facultades nacionales, entre ellas, Buenos Aires, Rosario, Córdoba y Salta.

Producto de la labor realizada, en 1993 se entregó al Decano una propuesta de reformulación curricular, que también incluía un diagnóstico la formación académico - profesional de la FAZ. En él se afirma que,

Algunos miembros de la FAZ y de otras instituciones coincidieron en señalar que la principal dificultad de la formación actual de ingenieros agrónomos y zootecnistas es lo arcaico de los planes vigentes: no atienden los desarrollos de la tecnología agropecuaria contemporánea y forman un ingeniero que desconoce la realidad sin estar preparado para atender las demandas que se realizan a su profesión (Propuesta de la Comisión Curricular de la FAZ, 1993).

Entre las numerosas críticas efectuadas a los actuales planes de estudio, sobresalen las relacionadas con el desconocimiento de la realidad agropecuaria por parte de los egresados y la desarticulación entre las distintas asignaturas, lo que va en desmedro de la capacidad para resolver problemas.

Entre las reformas curriculares se incluyeron: - la organización de los planes de estudio en dos ciclos, uno de formación general y otro de orientación profesional; - adecuación de los contenidos y las cargas horarias de las llamadas ciencias básicas; - revalorización de las prácticas y creación de talleres de prácticas agrícolas y ganaderas con enfoque sistémico; - generalización del sistema de promoción directa para las materias; - eliminación del régimen de regularidad por materia; - recomendación para que la carga horaria por materia no supere las 100 horas; - incorporación de un mayor énfasis en la formación humanística, en ciencias sociales y economía.

La propuesta, elevada al Decano, ni siquiera fue considerada por el Consejo Directivo. Este fue, siempre, el destino de los informes de las comisiones curriculares.

LA AUTOEVALUACION INSTITUCIONAL

Debido a su conformación y al tipo de tarea realizada esta comisión se incluye dentro de las curriculares.

Durante el primer trimestre de 1996 el Honorable Consejo Superior de la UNT aprueba los objetivos, plazos y métodos del Programa de Evaluación Institucional, que se proponía, entre otras cosas, realizar evaluaciones específicas de las distintas Unidades Académicas. Para esta misión se dispuso la formación de equipos de autoevaluadores por facultad.

El Honorable Consejo Directivo (HCD) de la FAZ constituyó una Comisión de Autoevaluación integrada por un total 16 miembros entre titulares y suplentes (Res. HCD 438/96). Cuatro de ellos fueron designados de acuerdo con su función específica o especialidad (coordinación, representación ante la Comisión del Rectorado, pedagogía y estadística), el resto obedeció a la representación por estamento, similar a las de los Consejos Directivos de facultad.

Esta numerosa Comisión elaboró un informe basado en información solicitada a todas las cátedras de la FAZ y convocó a docentes y alumnos a una jornada para debatir los problemas detectados y sus estrategias de solución (Res. HCD 856/96).

De la jornada mencionada participaron aproximadamente 90 docentes y 30 alumnos que listaron, de acuerdo con las consignas de trabajo, debilidades y fortalezas de la institución y las posibles estrategias para superar estas últimas. Las debilidades encontradas en el área curricular (sin establecer un orden causal) fueron:

Elevada carga horaria Excesiva duración de las carreras Inadecuado sistema de evaluación Reglamento de actividades docentes permisivo Superposición de contenidos Poca flexibilidad Contenidos excesivos Falta de perfil de egresado o inadecuación Falta de vinculación al medio Poca práctica de campo Burocracia excesiva para implementar los cambios en los programas (Comisión de Autoevaluación, 1996).

Algunas de las estrategias analizadas para superar las debilidades encontradas fueron:

Reforma curricular Racionalizar la carga horaria Implementar carreras intermedias con salida laboral Instituir prácticas preprofesionales Reducción de contenidos Revisión curricular participativa Revisión de modelos didácticos Currícula flexible (materias comunes y optativas) Seleccionar contenidos Implementación curricular de actividades agropecuarias integradoras (Comisión de Autoevaluación, 1996).

Puede apreciarse que los problemas detectados por la comunidad académica de la FAZ y sistematizados por la comisión de autoevaluación, son los mismos que los diagnosticados, con mayor o menor precisión, por anteriores Comisiones de Reforma Curricular.

DISCUSION Y CONCLUSIONES

Como se ha expuesto, casi todos los intentos que se realizaron en la FAZ para producir cambios en sus planes de estudio fueron erráticos y desordenados, sin tener, en la mayoría de los casos, una definición precisa de los conocimientos, habilidades y destrezas en que debería capacitarse a un futuro egresado.

La constitución de Comisiones de Reformas Curriculares aparece como una constante a lo largo de los años. Sin embargo, sus propuestas nunca fueron tomadas en cuenta.

Prácticamente la totalidad de los cambios introducidos en los planes de estudio de la FAZ fueron realizados por Interventores, Delegados Normalizadores o Decanos, funcionarios nombrados por gobiernos que suprimieron la autonomía universitaria.

Es necesario volver a recalcar la ausencia de documentos que registren adecuadamente las razones académicas de las sucesivas reformas de los planes de estudio anteriores o sustenten los vigentes. Sucede lo mismo con los informes de las sucesivas Comisiones Curriculares; en el mejor de los casos, se hallan en manos de algún ex integrante de las mismas; en el peor, se han extraviado definitivamente.

Es también llamativo que las propuestas no estén precedidas por estudios diagnósticos, evaluación de necesidades internas o externas que den cuenta de un estado de situación, a partir de las cuales se formulen políticas de transformación académica. Esto es un indicador del desinterés institucional por las necesidades sociales, pero al mismo tiempo revela la carencia de políticas gubernamentales sobre el papel de la educación superior en el desarrollo de los recursos humanos.

No sólo la constitución de Comisiones Curriculares ha demostrado su fracaso como estrategia, el proceso de autoevaluación institucional, que detectó falencias similares a otras comisiones pero con un grado muy alto de participación y consenso, no fue tomado en cuenta debidamente por las autoridades de la FAZ.

Al respecto, el Consejo Directivo aprobó el informe final presentado y hasta la fecha no ha surgido ninguna iniciativa o propuesta. Este comportamiento no es ajeno al manejo discrecional de la autoridad por parte de los Consejeros, quienes combinando el poder personalista con el colegiado (Clark, 1992)2 se convierten al mismo tiempo en impulsores y obstáculos para el cambio.

En general se constata que quienes designan a los numerosos miembros de la comisiones curriculares (característica que les confiere una aparente representatividad) son los mismos que ignoran sus propuestas.

La situación descripta, como ya lo demostrara una investigación previa (Ceconello, 1996), se ve favorecida por la predominancia de la estructura de la cátedra por sobre la del departamento, convertido así en una ficción organizativa. De esta manera el docente se siente más identificado con su cátedra que con la institución.

Por otro lado, los análisis o propuestas sobre los planes de estudio privilegiaron, casi siempre, el área docente, en desmedro de las de investigación y extensión.

En ese sentido, no existió ni existe en la FAZ una materia u área que se ocupe de la formación para investigación y extensión rural.

Todo ello se explica a la luz de una particular dinámica institucional, que combina características organizativas con el manejo del poder, incapaz de superar el formalismo curricular.

REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

Ceconello, Marcos 1996 "Formación universitaria y extensión agropecuaria. Desencuentro entre oferta y demanda. El caso de la Facultad de Agronomía y Zootecnia de Tucumán y el programa Cambio Rural". Tesis de M. Sc. En Extensión Agropecuaria, Universidad del Litoral - INTA. Centro de Pedagogía Universitaria (CPU).

1987 "Informe sobre comisiones curriculares". Dactilografiado.

Clark, Burton 1992 "El sistema de educuación superior. Una visión comparativa de la organización académica". México, Nueva Imagen y Universidad Autónoma Metropolitana - Azcapotzalco.

Comisión de Autoevaluación 1996 "Síntesis del proceso de autoevaluación". Dactilografiado. Informe presentado ante la Comisión de Autoevaluación de la UNT.

Comisión de Reformulación Curricular de la FAZ. 1993 "Propuesta de reformulación curricular de la FAZ". Dactilografiado.

Comisión de Reformulación Curricular de la FAZ. 1991 "Informe de las actividades realizadas por la Comisión de Reformulación Curricular". Dactilografiado.

Facultad de Agronomía y Zootecnia. 1977 "Recordando los 30 años de vida de la facultad de Agronomía y Zootecnia. Trigésimo aniversario de la creación". Tucumán, FAZ-UNT.

Facultad de Agronomía y Zootecnia. 1979 "Informe de actividades realizadas". Tucumán, FAZ.

Facultad de Agronomía y Zootecnia. 1974 "Informes y conclusiones de las comisiones". Tucumán, FAZ.

Facultad de Agronomía y Zootecnia y Centro de Estudiantes de Agronomía y Zootecnia. 1959 "Hacia un plan de estudios para la Facultad y el País". Tucumán, FAZ-CEAZ.

Yapur, Clotilde M. 1986 "Programas de estudio". Consultoría en capacitación docente. Turrialba, CATIE.

NOTAS

1 M. Sc. en Extensión Agropecuaria, Ing. Zootecnista.

Cátedra de Sociología Agraria, Facultad de Agronomía y Zootecnia - Universidad Nacional de Tucumán.

"El estrato poderoso en un contexto gremial se compone así de personas que fungen simultáneamente como autócratas y como colegas (Clark, op.cit.)"

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