II Encuentro Nacional "La Universidad como Objeto de Investigación"

Centro de Estudios Avanzados (CEA - Universidad de Buenos Aires -UBA)

Noviembre 1997

Ponencias publicadas por el Equipo NAyA
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La Universidad como Ambito Laboral en los '90

Este trabajo es un producto parcial de la investigación la Universidad como Ambito Laboral en los '90 dirigida por la Licenciada Silvia Llomovate en el marco de un subsidio otorgado por la Secretaría de Ciencia y Técnica de la UBA.

INTRODUCCION

Hace ya más de una década que escuchamos hablar de la llamada "crisis del sistema educativo" y sobre la necesidad y urgencia de cambios dentro del mismo.

La Reforma del Sistema Educativo en su conjunto, aparece como la solución a la crisis y se presenta en la actualidad como la única salida posible ; esta reforma se ve plasmada hoy a través de la Ley Federal de Educación y la Ley de Educación Superior.

Estos procesos de reforma se ven inmersos en un contexto de políticas de ajuste estructural de corte neoliberal que se muestran como el denominador común de todo el conjunto social.

Desde el Estado, la educación necesita ser racionalizada, al igual que se hizo con otros servicios que el mismo prestaba, por ejemplo : las telecomunicaciones o la energía, a partir de la privatización. Pero la diferencia fundamental entre la educación y los teléfonos consiste en que en este último caso, el inversor privado puede apropiarse de la renta que generan. Los beneficios de la educación son menos metálicos, y el Estado no puede esperar las ganancias a corto plazo de los fondos que le destine.

Los docentes se convierten así en "empleados públicos", según el propio Ministro de Economía, y su comportamiento y rendimiento es puesto en la mira, bajo los mismos parámetros de eficiencia y eficacia con los que se a mide cualquier otro sector.

Si bien la educación no se privatiza como se hizo con otros servicios cabe preguntarse, qué consecuencias trae aparejada esta situación ? En qué forma y bajo qué figuras son percibidas estas medidas de ajuste y reforma por parte de los actores del sistema educativo ? Qué significación le atribuyen a las mismas ? Cuáles son las posibilidades de cambio probables y cuáles las deseables ? Se puede hablar de reforma si tenemos en las escuelas y universidades maestros y profesores con sueldos bajísimos o programas de incentivos que generan una suerte de competencia perversa al interior mismo del sistema y que, por otro lado, al interior de la Universidades Nacionales significan, una suerte de intromisión a su autonomía , así como una clara forma de evaluación externa del trabajo de los docentes de este nivel del Sistema Educativo ?...

El creciente desarrollo de la llamada racionalidad instrumental, el enfoque tecnocrático puesto hoy en juego en el sector educación, sumado a la percepción que tiene el propio docente de su trabajo, percepción esta que está totalmente avalada por las de la sociedad en su conjunto, lleva a una desprofesionalización y desvalorización progresiva del trabajo docente.

Parecería que, bajo esta orientación de la formación de los profesores se esconde una metáfora de 'producción', a partir de la cual la enseñanza estaría vista como una 'ciencia aplicada' y el profesor como, ante todo, el 'ejecutor' de las leyes y principios del aprendizaje efectivo Frente a este panorama, y en el marco de la Investigación que cuenta consubsidio UBACYT "La Universidad como µmbito Laboral en los '90" nos proponemos indagar acerca de las percepciones de diferentes actores universitarios sobre el impacto que tiene el ajuste en este sector del Sistema Educativo en particular y que, creemos, estaría relacionado con las visiones particulares que manifiestan de su trabajo en la Universidad.

En esta etapa de la investigación, se centró el análisis en aquellos actores universitarios para los cuales la Universidad constituye su principal fuente de empleo. Para ello se recogió información a través de entrevistas a docentes, no docentes, funcionarios, representantes gremiales y autoridades de las facultades de Filosofía y Letras y Ciencias Exactas.

A los fines de este informe se recortó del universo de análisis las impresiones de docentes y no docentes de ambas facultades para dar cuenta del objetivo propuesto.

Percepciones de los docentes acerca del salario y el programa de incentivos

Cuando a los entrevistados se los interrogó acerca de su opinión con respecto a los salarios que perciben, en general, hubo acuerdo en considerar lo reducido de lo mismos ; pero, a diferencia de los no docentes, mencionaron al programa de incentivos como un paliativo frente a la grave situación económica, por la cual se encuentran en las mismas condiciones que los trabajadores asalariados del resto del país.

Sin embargo, si bien admiten que dicho programa significa un "salvavidas" frente a la situación económica actual, no dejan de reconocer que la forma de implementación del Programa de Incentivos es deficitaria por varios motivos.

En primera instancia, porque se presenta a los docentes como un sistema de premios a la docencia y a la investigación, de manera tal que, antes de percibirlos deben ser ubicados en diferentes categorías, las cuales no logran convencerlos porque los criterios no están planteados claramente o porque varían según las universidades, y esto de alguna manera los lleva a pensar que los mismos son producto de una decisión arbitraria. Por otro lado, los incentivos podrían ser considerados como parte del sueldo pagado "en negro" ; por tal circunstancia carece de los beneficios del salario : aportes jubilatorios, antigüedad. Pero la mayor preocupación está relacionada con que, por su naturaleza, cualquier cambio de voluntad política o económica, terminaría con ellos.

"...Lo que no me parece bien es que se maneje como premio y no como parte del sueldo, porque se está manejando como un premio y es algo pagado en negro ; debería ser un buen sueldo y no un premio. El premio también, pero no para pelear el bajo sueldo..." (Jefe de trabajos Prácticos con dedicación exclusiva. Facultad de Ciencias Exactas) "...Tengo una actitud muy crítica al respecto, porque realmente es plata en negro, yo realmente no lo entiendo porque es plata que ingresa y no pasa por recibo....Está bien puesto, equilibra el sueldo, menos mal que existe porque sino..." (Ayudante de Primera con dedicación exclusiva. Facultad de Ciencias Exactas) Si bien las quejas se repiten reiteradamente en relación a la arbitrariedad del programa y a la precariedad del otorgamiento de este beneficio (dinero pagado en negro y sujeción a vaivenes políticos o económicos ), la gente que se beneficia con el programa deja entrever que este estímulo al incremento de la productividad por docente ha terminado en una fuerte competencia entre ellos para lograr una buena categoría y así acceder al "incentivo económico". Es, en este punto, donde la lógica del mercado se hace más evidente desde la idea del individualismo y desde la competencia por obtener ciertos beneficios, beneficios estos que no son sólo económicos, sino que están vinculados, además, al prestigio que otorga pertenecer a la Universidad se Buenos Aires e insertarse en equipos de investigación o en cátedras que produzcan.

" Y, yo creo que está muy difícil, más competitivo, hay menos lugares. La universidad está muy difícil, hay mucha gente, la universidad no puede...." (Jefe de trabajos Prácticos con dedicación exclusiva. Facultad de Ciencias Exactas) " Para los que inician la carrera académica son peores, en el sentido de que se han creado grados de competencia cada vez más exigentes...." (Jefe de trabajos Prácticos con dedicación exclusiva. Facultad de Filosofía y Letras). " Creo que funciona como un gran mercado de trabajo que absorbe gente y que reproduce a esta misma gente. En este sentido, tiene una dinámica bastante perversa...." (Ayudante de primera con dedicación simple, Facultad de Filosofía y Letras)

Pudimos observar entonces, que se da una situación de contradicción en las impresiones de los beneficiarios, ya que, por un lado, reconocen ciertas facetas negativas de este programa. En primera instancia, porque, como veníamos diciendo lo entienden como una forma encubierta de pago en negro y no como una medida de incremento salarial. Pero además, porque el mismo representa una forma de invasión a la autonomía universitaria, dado que el Ministerio de Educación de la Nación decide premiar económicamente a los docentes de la universidad interviniendo de esta manera en decisiones que corresponden a cada universidad y cada facultad en particular.

A pesar de esto, como ya mencionamos, no dejan de reconocer que frente a la apremiante realidad económica cotidiana, el programa ha venido a paliar en parte la situación , ya que los sueldos están congelados desde 1991 para todo el sector asalariado.

"... sería como un sobresueldo en negro si uno lo viene a analizar....pero bueno, siempre es mejor que exista a que no exista". (Ayudante de primera con dedicación simple. Facultad de Ciencias Exactas)

Resulta paradójico, además, observar que si bien los docentes se expiden de esta manera con respecto al programa, en ningún momento el mismo es mencionado como una forma de evaluación de su labor. Si bien algunos docentes reconocen sentirse evaluados por sus alumnos, sus directores de tesis, los equipos de investigación e inclusive los departamentos, dicen no sentirse evaluados por ninguna instancia externa a la universidad.

" Formalmente no, por ahí me siento evaluado por mis compañeros y por los alumnos cada vez que doy clase, pero no me siento evaluado formalmente..." (Jefe de Trabajos Prácticos con dedicación exclusiva. Facultad de Ciencias Exactas) "En la docencia el único mecanismo es el concurso, pero es un mecanismo de selección, la tarea de investigación se evalúa mediante informes y publicaciones....más allá de lo que mencioné, no" (Ayudante de Primera con dedicación simple, Facultad de Filosofía y Letras)

Sólo un docente de la facultad de Filosofía y Letras mencionó a los incentivos como forma de evaluación de su tarea :

"El mecanismo de evaluación de la producción es muy claro. Yo tengo que hacer informes de mis productos de investigación permanentemente, evaluación para sistemas de incentivos, evaluación de los proyectos y ese es el mecanismo más evidente de evaluación..." (Profesor titular y Director del Instituto de Ciencias Antropológicas. Facultad de Filosofía y Letras)

Pese a que la mayoría de los docentes no expliciten percibirlo como instancia de evaluación, el Programa de Incentivos constituye claramente, en términos de las políticas universitarias, una instancia de Evaluación Externa por parte del Ministerio de Educación de la Nación de la tarea de docencia e investigación de los profesores universitarios.

Percepciones de docentes y no docentes acerca de su trabajo en la universidad

Al entrevistar a los docentes de Facultad de Filosofía y Letras, pudimos observar, en líneas generales, la importancia que tienen para ellos, tanto las actividades de docencia como de investigación en el marco de la universidad, relacionando siempre a las mismas con cuestiones que tienen que ver con la vocación y el prestigio que otorga pertenecer a un institución como esta .

"...Me interesa todo : la investigación y la docencia, yo conecto las dos cosas, yo conecto las clases con los temas de investigación..."(Profesor titular con dedicación exclusiva. Facultad de Filosofía y Letras).

"...la UBA es un lugar que me interesa más que otros, desde lo afectivo es muy difícil desprenderse de un lugar(...) es cierto que la Universidad otorga prestigio..."( Jefe de trabajos prácticos con dedicación simple. Facultad de Filosofía y Letras).

Podemos pensar que, los graduados de las carreras de la Facultad de Filosofía y Letras encuentran en la docencia un mercado amplio para insertarse laboralmente pero además, esta actividad tiene especial importancia para ellos en término de sus intereses.

De manera distinta, para los graduados de otras facultades la actividad docente estaría vista como una más de las posibilidades de ingresar al mercado de trabajo, o bien, como una de las consecuencias que trae la inserción académica y que les permite investigar en el marco de la universidad. La docencia, a su vez, otorga de alguna manera, ciertos beneficios secundarios que apuntan a cuestiones de diverso orden, como jubilación, obra social o la posibilidad de mantenerse actualizado e inserto en la comunidad académica.

"...a mí realmente me gusta la investigación, me gusta la docencia pero mechada, no me gusta dedicarme exclusivamente ... no tengo paciencia ... hay que tener voluntad ... me dedico a la docencia porque es una forma de estar actualizado, y yo creo que nunca mejor para entender un tema que tener que explicarlo... yo como becaria no tengo obra social, no tengo jubilación, no tengo nada, que sí tengo, por más que sean dos mangos, con el cargo docente..." (Ayudante de primera con dedicación simple. Facultad de Ciencias Exactas)

Intentando relacionar la percepción de los docentes sobre su tarea de investigación con la grave situación salarial que están viviendo (punto en el que todos los docentes coinciden) y con las consecuencias del achique al interior de la universidad, resulta interesante ver que esto no les impide, aunque sí les trae dificultades, seguir realizando su trabajo de investigación, ya que se trataría de una actividad que básicamente hacen por vocación, porque son científicos y como tales se dedican a investigar.

Un docente de la carrera de Geología al ser consultado sobre los sueldos docentes, nos decía:

"... es irrisorio, con esto no mantenés nada, no comprás ni la comida, pero bueno, yo creo que el interés de un ayudante no es el dinero porque sino no estaría acá ... el interés es intelectual ... acá tenés un sueldo que tiene los descuentos y además para sacar subsidios tenés que tener un cargo, así que..." (Ayudante de primera con dedicación simple. Facultad de Ciencias Exactas)

Habría que tener en cuenta en este punto en particular, que a esta situación se le agrega la crisis de otros espacios tradicionales para la investigación, como el CONICET, que en otros momentos ocupaba una gran cantidad de investigadores que han tenido que retomar sus actividades en la Universidad.

"Pero el CONICET es una cosa...es más lo que no existe que lo que existe, está minimizado a su forma más paupérrima, entonces no se puede esperar obtener algo de él porque es muy ínfima la posibilidad, para muy poca gente..." (Ayudante de primera con dedicación exclusiva. Facultad de Filosofía y Letras)

Otro punto que podríamos pensar que se relaciona directamente con el tema del achicamiento del mercado laboral para los docentes universitarios es el problema respecto de la permanencia en sus cargos docentes. En algunos casos aparece esta problemática fuertemente vinculada con la retracción del mercado laboral extra-universitario que lleva a que los profesionales que se quedan sin trabajo en ese ámbito vuelvan a la universidad a concursar por cargos docentes y esta situación estaría estableciendo una competencia muy fuerte por el acceso a los cargos.

"...La disputa por los cargos depende de la situación laboral, por supuesto. En los momentos en que el trabajo en la industria está deprimido hay más gente que busca cargos en la docencia..." (Secretario académico del departamento de Química de la Facultad de Ciencias Exactas)

Pensamos que, en este sentido, la presión por mantener su cargo en la universidad la estaría sintiendo con mayor intensidad el sector docente conformado por los ayudantes, dado que el tiempo de duración de sus cargos es menor y, por otra parte, su corta trayectoria académica, a diferencia de los profesores titulares y adjuntos, los ubica en un lugar menos ventajoso y más proclive a ser desplazados a la hora de concursar.

Pero volviendo nuevamente a las consideraciones sobre el salario que manifiestan los actores del ámbito universitario, nos encontramos con que no sólo los docentes son los afectados por las medidas de ajuste en este contexto. Si nos detenemos a analizar lo que ocurre con los no docentes, también notamos que estos sostienen explícitamente una postura de disconformidad señalando que la situación salarial es preocupante.

"Mirá, si nos ponemos con la realidad de lo que se llamaba canasta familiar, es tétrico(....)Acá una persona entra con una categoría inicial y no llega a ganar trescientos pesos, o sea que es una risa el sueldo". ( No docente. Facultad de Ciencias Exactas)

" Nosotros no cobramos, venimos por el pasaje, gasto más en pasaje que lo que es el sueldo" (No docente. Facultad de Filosofía y Letras) Para analizar esta situación debemos partir de la premisa de que para estas personas el sueldo que obtienen por su trabajo en la universidad es, tal vez, el único ingreso mensual con el que cuentan para vivir y mantenerse, mientras que, por el contrario, para la franja de los docentes constituida por quienes tienen dedicaciones semi exclusivas y fundamentalmente simples, el sueldo que reciben por su trabajo está lejos de constituir su principal o única fuente de ingresos, y que, si bien se muestran molestos y preocupados por este tema, su motivación primordial para continuar trabajando en la universidad está directamente vinculada las cuestiones ya mencionadas.

Por otra parte, para el grupo de los docentes, pudimos observar el incremento de la productividad plasmado en la carrera individualista en la que se habrían visto obligados a embarcarse a partir de la puesta en funcionamiento del programa de incentivos.

Los no docentes, por su parte, estarían sufriendo, a partir del achicamiento de personal, a través de un programa de retiros voluntarios, un deterioro de sus condiciones laborales, dado que, cada vez menos personas se encontrarían realizando el mismo trabajo, aumentando de esta manera la cantidad de tareas a cargo que tendría cada trabajador.

"Aquí se presentó el problema de que no hay personal suficiente, acá falta personal. En el departamento que yo estoy es un lugar donde tiene que haber cuatro o cinco personas y somos tres (...) y se adecuó todo para que tres hagan el trabajo que antes hacían cinco..." (No docente de la facultad de Ciencias Exactas)

Al preguntarle por la razón de esta situación el mismo no docente contestó :

"No, porque se producen retiros voluntarios y las vacantes se fueron con las personas". (No docente de la facultad de Ciencias Exactas)

De manera que, si bien con diferentes características asociadas a su posición como trabajadores en el ámbito universitario, docentes y no docentes, se ven afectados por distintas medidas de ajuste que determinan las formas concretas de su práctica cotidiana y los acercan a la realidad que viven otros trabajadores del Estado, así como del sector privado.

CONCLUSIONES

La lógica de los '90 se caracteriza por la primacía de las reglas del mercado, a partir de la cual se pone en un mismo nivel al Sistema Educativo y a otros servicios, los cuales históricamente eran pertenencia del Estado Nacional y hoy se encuentran en manos privadas.

Es, en este contexto, en el cual nos preguntamos qué ocurre con los trabajadores de la educación superior, cómo vivencian ellos este ajuste que ha llegado por igual a todos los empleados del Estado.

Uno de los puntos salientes en este análisis ha sido el tema del "programa de incentivos". Pudimos observar que el mismo se ha convertido en el estímulo obligatorio para incrementar la productividad por docente y ha traído como consecuencia una suerte de competencia individual entre docentes y equipos de investigación para acceder a ellos. De esta manera, se ha logrado trasladar la lógica de competencia en el mercado al interior de la universidad, de las facultades y de las comunidades de investigación.

Asimismo, las representaciones que los docentes universitarios tienen sobre dicha temática son ambiguas. Por un lado, el programa se presenta como un claro cercenamiento a la autonomía universitaria y junto con esto, el deterioro de su condición de trabajadores. Por otro, sostienen que los incentivos constituyen un paliativo frente a los salarios deprimidos y congelados desde el año 1991.

Sin embargo, no deja de resultar curioso que, frente al proceso de categorización en función de méritos académicos y de investigación en la que los involucra el presente programa, los docentes no manifiesten sentirse evaluados, siendo el mismo una clara forma de evaluación de la universidad.

Los no docentes, sin embargo, perciben las medidas de ajuste que los afectan como sector particular dentro de la universidad con mayor rigor. Esto podría deberse a que se encuentran posicionados de manera diferente por su condición laboral y no juegan en ellos temas como el prestigio y la vocación, que representan una motivación muy fuerte de permanencia en el sistema universitario para el sector docente.

En cuanto a la forma de concebir su rol en la Universidad, pudimos observar que los docentes de la Facultad de Ciencias Exactas no se definen a sí mismos en primera instancia como docentes, sino como investigadores con subsidios de la Universidad para desarrollar esas actividades.

En cambio, en la facultad de Filosofía y Letras, podríamos inferir que los actores se identifican como docentes a la vez que como investigadores.

Creemos que una explicación posible a esta cuestión es que en Filosofía y Letras, los graduados ven en el mercado académico una oportunidad importante de insertarse en el mercado laboral ; mientras que en Ciencias Exactas, aquellos que egresan, al ver restringido el mercado laboral extra-universitario, encuentran en la docencia un camino viable para hacer investigación en el marco de una institución prestigiosa como lo es la Universidad de Buenos Aires.

La retracción en las posibilidades de emplearse fuera del ámbito universitario junto con el achicamiento de otros organismos o instituciones en los cuales tradicionalmente se insertaban aquellos profesionales que deseaban dedicarse a la investigación, ha dado lugar a tornar muy compleja la competencia por los cargos docentes al interior de las facultades y muy vulnerable la situación de los ayudantes jóvenes con una corta trayectoria académica en el sistema.

A modo de cierre, nuestra intención sería dejar abierto el espacio hacia otros planteos, descontando desde ya, que esta ponencia no es un trabajo acabado, sino que constituye un intento de reflexión sobre la problemática cotidiana que afecta a la Educación Superior.

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