1er Congreso Internacional "Pobres y Pobreza en la Sociedad Argentina"

Universidad Nacional de Quilmes - Argentina

Noviembre 1997

Ponencias publicadas por el Equipo NAyA
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UNQ-CEIL I CONGRESO INTERNACIONAL DE POBRES Y POBREZA EN LA SOCIEDAD ARGENTINA 4-7 de Noviembre de 1997

LA POBREZA COMO METAFORA DE TODA VIOLENCIA: A RAIZ DE UNA PRACTICA RELIGIOSA

Luisa Ripa
UNIVERSIDAD NACIONAL DE QUILMES 1997

PRESENTACION

El presente trabajo es fruto de una reflexión que surgiera a partir de algunos hallazgos de la investigación que se lleva a cabo en la Universidad Nacional de Quilmes, Argentina, sobre el accionar del Obispo Jorge Novak y de su iglesia diocesana en favor de los desaparecidos y sus familiares durante la dictadura militar que reprimiera en Argentina desde marzo de 1976 hasta diciembre de 1983.

Se apoya en una escucha a diversos actores de ese tiempo, pero se independiza como reflexión teórica e intenta una consideración que finalmente recurre a una conceptualización filosófica para poder decir alguna conclusión.

Expresamente se entiende como parte de un diálogo apenas comenzado en torno a este tema y necesitado de confrontación y complemento, de modo que asume su carácter de inicial y provisorio. Celebra pertenecer a este movimiento de interés y compromiso teórico acerca de realidades que nos afectan como actores y como estudiosos y nos desafían a participar en este ruedo intelectual.1 En el primer punto presentamos una síntesis del acontecimiento histórico de la dictadura y de las acciones de la Iglesia de Quilmes en respuesta a la represión mediante desaparición de personas. En el segundo, nos hacemos cargo de algunos resultados que desconfirman parcialmente nuestros supuestos y que nos enfrentan a interrogantes nuevos. En el tercero hacemos lugar a una teoría filosófica que nos parece relevante y en el cuarto jugamos con esta teoría y nuestras preguntas, escalonando algunas propuestas interpretativas.

Metodológicamente, y de acuerdo a las enseñanzas del profesor Schuster2, puede entenderse que a ciertos términos observacionales (los resultados de la investigación en relatos de los entrevistados y hallazgos documentales y mediáticos) se puede aproximar una teoría (la de la metáfora) mediante una hipótesis interpretativa (el título de esta ponencia: la pobreza como posible metáfora de toda violencia).

I. UNA EXPERIENCIA DE ENTREGA TICA Y DE SILENCIOS

El 24 de marzo de 1976 las fuerzas armadas de la República Argentina tomaron violentamente el poder, destituyendo a la Presidenta electa, María Estela Martínez de Perón, disolvieron el Congreso Nacional e hicieron lo mismo en todas las formas de gobierno y legislaturas provinciales y municipales. De acuerdo a sus manifestaciones, tomaron el país y se hicieron cargo, progresivamente, de todas las instancias de poder político y económico. La Argentina pasó a ser un país tomado, crecientemente invadido por sus propias Fuerzas Armadas.

La justificación de este golpe militar estuvo en el orden de la defensa del ser nacional, la doctrina de la seguridad nacional, la oposición a la guerrilla apátrida y marxista, la necesidad de actuar como el cirujano ante el cáncer, animándose a extirpar tejido sano si se quiere acabar con la enfermedad y prevenir sus metástasis y la necesidad de modernizar y agilizar el país detenido y atrasado por la gestión democrática.

La represión que se desató no tiene comparación en la historia argentina, supuso una organización metódica y general y produjo la detención y desaparición de treinta mil personas. A las que es preciso sumar la desaparición de hijos de las secuestradas, nacidos en cautiverio y entregados a familias distintas de la propia, a fin de asegurarles una formación fuera del peligro de corrupción marxista.3 La acción represora se acompañó de -en realidad, se mantuvo por y justificó a- una política económica de corte neoliberal liderada por el ministro José Martínez de Hoz.

La ocupación del país a que hice referencia supuso también la integración de los directorios de empresas, de las que se decía que "a ninguna le podía faltar su coronel"4. De este modo, militares y poderes económicos desarrollaron una alianza poderosa toda vez que contaban con la fuerza de las armas y del dinero.

No entro aquí a describir los vaivenes de los apoyos y las presiones internacionales: que oscilaron, por ejemplo, en el caso de los Estados Unidos, de una preparación estratégica previa al golpe, a un disgusto por la violación de los derechos humanos, donde curiosamente, recibían la oposición de países como la URSS o Cuba, quienes, solidarios con el propio Partido Comunista argentino, vetaban en los foros internacionales las condenas al gobierno militar.5 Y no lo hago porque me declaro ignorante de los muchos vericuetos de esta política internacional que sería preciso dominar.

La mencionada metáfora del cuerpo enfermo de cáncer basó su efectividad en la destrucción de todas las personas que se vincularan de alguna manera con los presuntos guerrilleros.

Incluyó la matanza de vecinos, homónimos o parientes, tomados por error. Pero, por sobre todas las cosas, acabó con miles de cristianos comprometidos con los pobres6 y la justicia, sacerdotes, religiosas, catequistas, y hasta el obispo Angelelli, de La Rioja. La Iglesia argentina cuenta hoy así con innumerables de los que ella reconoce tradicionalmente como mártires de la fe y de la caridad: los que perdieron su vida por lo que entendieron era ser fieles al Evangelio de Jesús. Para el común de los argentinos, a la vez, supuso una terrible incertidumbre vital respecto del límite, de la frontera, en la que podían ser incluidos, entre la vida y la muerte7.

Toda esta acción político-militar se sustentó en esa preparación técnica previa en Estados Unidos, en dinero externo e interno que mantuvo las operaciones, y en una serie de acciones comunicativas falaces y éticamente perversas. Comunicaciones que manejaban el miedo como arma y fueron, por ejemplo, la prohibición del uso de la palabra desaparecido o de la dupla detenido-desaparecido, la justificación de la tortura y matanza en la sospecha de que algo habrán hecho o por algo será, y la disyuntiva amenazante de o con nosotros o con ellos que extendía peligrosamente la posibilidad de confusión con guerrilleros a cualquier ciudadano, con el consiguiente riesgo de perder el trabajo, los bienes, la libertad o la vida. 8 Esta situación, me parece, produjo una especial herida en la sociedad argentina que tiene que ver con silencios e ignorancias, en definitiva, con una confusión insistente.9 A la vez, la guerrilla produjo otra herida en el imaginario respecto de los buenos y los malos. Tradicionalmente en la Argentina, la cercanía del parentezco o la asociación o la clase social eran argumento de bondad y credibilidad de las personas. Pero los cuadros guerrilleros se nutren de hijos o sobrinos de militares importantes (el hijo de Julio Alsogaray y por lo menos tres sobrinos de Videla, por ejemplo), como de militantes y dirigentes de movimientos de la Iglesia católica, por ejemplo, la Acción Católica, especialmente de la Acción Católica Estudiantil (JEC) y Universitaria (JUC).

De esta manera se extiende la posibilidad de considerar a alguien perverso y enemigo y caen importantes espacios de confianza.

La Iglesia argentina en la representación de su Episcopado tuvo un papel por lo menos tímido y de omisión, cuando no cómplice convencido de la necesidad de reprimir y matar en algunos de los obispos. Después de una temprana y fuerte declaración condenando la represión, pero que a renglón seguido se licúa con la aclaración de que "no puede pretenderse una pureza química"10 en las acciones que buscan restablecer el orden alterado por las acciones guerrilleras, se llamaron a silencio y lamentaron no poder modificar el curso de las cosas, aceptando implícitamente la tesis militar de que se trataba de una guerra y guerra sucia, donde la muerte y las tácticas de engaño así como la matanza de inocentes son inevitables.11Muchos obispos, también, han manifestado ahora su desconcierto y su convicción de que acciones silenciosas eran más efectivas o que les era imposible y les resultaba impensable cualquier defensa de los desaparecidos enfrentando a la represión.

El 19 de septiembre de 1976 se crea la diócesis de Quilmes, dividiéndola de la de Avellaneda y se consagra como a su primer obispo al religioso provincial del Verbo Divino, Jorge Novak. Se trataba de un hombre prestigioso como conocedor, doctorado por la Universidad Gregoriana en Historia de la Iglesia y docente en varias instituciones.

Capaz en tareas de discernimiento y dirección de congregaciones religiosas. Lo acompaña también una fama de hombre de oración y profunda espiritualidad. Es un ortodoxo confiable y un hombre prudente y reservado, estilo al que contribuye su personalidad y origen étnico -"ruso-alemán"- tanto como su educación disciplinada y laboriosa.12 Sin embargo, apenas abre las puertas de una curia más que humilde13, en dos habitaciones prestadas por un colegio de religiosas, comienza una experiencia que lo marca personalmente y lo distingue entre la práctica de otros obispos de la Iglesia católica en esos días. Los familiares de los desaparecidos desfilan a diario, relatan sus horrores, sus esperanzas y sus dolores y piden ayuda. En el obispado de Quilmes el obispo "abre las puertas" de la curia y de su corazón14, los escucha, comparte su dolor y su indignación y presta la ayuda que puede. Se llena una carpeta con cada caso denunciado, se eleva esa documentación a la autoridad militar correspondiente y al Vaticano y se auxilia con dinero y con asistencia legal. El dinero proviene del Consejo de las Iglesias protestante, y, a través suyo, del gobierno sueco. Y la ayuda legal se obtiene a través del Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos, que Novak co-preside junto con el obispo metodista Pagura, en especial presentando los "habeas corpus" correspondientes.

De este modo crece una rápida certeza entre los familiares de los desaparecidos de que serán escuchados y atendidos, al punto de que una de las dirigentes de las Madres de Plaza de Mayo, línea fundadora, nos expresara "todos sabíamos que podíamos ir a Quilmes".

Las acciones en este sentido anclan religiosamente en la práctica, durante dos años y medio, de rezar una misa al mes pidiendo por la recuperación con vida de los desaparecidos. Se celebran también, algunos oficios religiosos ecuménicos, es decir, compartidos con fieles y dirigentes religiosos de otros credos; uno curiosamente temprano, cerca de la Navidad de 1976, cuando la diócesis tenía apenas tres meses de creada y Novak el mismo tiempo de obispo.

El desfile de los familiares es creciente e incesante, se presentaron más de dos mil casos en los canales descritos.

Novak convoca a algunos sacerdotes, a título personal, para que lo auxilien directamente en estas gestiones. Así se ocupan de llevar documentaciones, de asistir con dinero o simplemente de continuar una relación con los familiares.

Recíprocamente, los apoya y defiende, tanto frente a la feligresía como frente a los poderes políticos y militares.

El gesto que se repite es el de obrar de barrera entre el peligro y sus sacerdotes.

Algunos laicos prestan servicios en una u otra ocasión y finalmente en 1979 se constituye una Comisión Diocesana de Justicia y Paz, sobre quien recaerá la tarea de atención a los familiares de desaparecidos y de confección de las carpetas. Lo hace cumpliendo con las recomendaciones conciliares de la Iglesia universal15 y allí se reúnen un grupo de laicas y laicos de muy distinta extracción social y política y de muy distinta ideología político religiosa.

Así, algunos de ellos expresan un compromiso con la Comisión en el que integran su entrega religiosa con convicciones políticas, en especial de oposición al gobierno militar y de entrega a causas de defensa de los más pobres y excluidos. Pero otros insisten en definir su accionar como parte de la obligación de defensa caritativa de las víctimas de la violencia, sin "caer" por ello en ninguna defensa de las posturas de la guerrilla y sin comprometer posturas políticas.

Todos comparten el riesgo de muerte, convencidos de la necesidad de entregarse como cristianos a esa causa y reconocen lo que llamaría una cierta "informidad" de la Comisión: que no reconoce dirigentes ni cargos fijos y que se reúne con estilos cambiantes, con la expresa intención de proteger a sus miembros cuyos nombres no se consignan por escrito, cuyas responsabilidades no se destacan, cuya pertenencia parece estar clara en la mente del Obispo o de su colaborador en esta tarea, el sacerdote español José Andrés Mato, pero no en los otros miembros de la CJP.

Por otro lado, las gestiones no parecen haber sido exitosas en ningún caso, salvo el de un dirigente focolar16 que fuera detenido y liberado al día siguiente, gracias a una rápida gestión personal de Novak.

En ese sentido, parece que puede designarse todo ese inmenso esfuerzo, como de importancia simbólica en el más fuerte sentido de la palabra, que obró como una especie de cuña discursiva, molesta para algunos y esperanzadora para otros. Jugando como tal, concitó para Novak las adhesiones y los repudios más fuertes, en general, apoyados en una notable ignorancia de las motivaciones totales de ese obispo (ortodoxas, institucionales y religioso- espirituales).

Pero fuese cual fuese la valoración consecuente, hay y hubo consenso acerca de que Novak y su Iglesia protagonizaron una acción decidida, temprana y manifestada constantemente reclamando justicia para los desaparecidos y sus familias y denunciando sin tapujos la violencia de la que eran objeto.

Desde este supuesto se proyectó la investigación, con el interés de producir un estudio que se hiciera cargo de la sincronía y la diacronía de esa historia y produjera un relato a ser confrontado con otros. Metodológicamente optó, en un horizonte temático donde reconocía tres núcleos, -los derechos humanos y los desaparecidos, la justicia y los pobres y la paz y los conflictos armados-, por el estudio exclusivo del primero, que parecía más relevante para presentar el objeto de estudio en la comunidad universitaria.

Sin embargo, los resultados de nuestras investigaciones matizaron este supuesto En las entrevistas encontramos algunos católicos, incluso cercanos al Obispo y a la Curia, que desconocieron tanto sus actividades en favor de los desaparecidos como sus denuncias y enseñanzas al respecto. Una flagrante ignorancia que nos planteó especiales interrogantes.

Pero encontramos también los que, sacerdotes y laicos, de distintas maneras y con distintas participaciones coinciden en el relato respecto de las acciones del obispo, aunque maticen sus evaluaciones al respecto. Coinciden en la decisión de Novak, la claridad de sus conceptos y la firmeza de sus acciones. Relatan hechos de heroísmo y destacan, algunos, el espíritu de ortodoxia y de piedad que acompaña sus acciones discursivas y prácticas. Nadie duda de que el obispo de Quilmes actuó y habló sin tapujos desde el comienzo de su ministerio episcopal y permanentemente.17

No es lo que encontramos en los documentos.

Entre todos los escritos que se archivan en el Obispado y que incluyen cartas y exhortaciones pastorales, circulares y comunicaciones, homilías, conferencias y artículos, no encontramos las palabras que buscábamos: Novak no escribe sobre los desaparecidos en los primeros tres años de nuestro estudio que abarca siete.

Hay alguna referencia somera en 1976, brusco y total silencio durante 1977 y 78 y tímidos comienzos de referencias a los desaparecidos y a la represión, en 1979.

Recién a partir de 1980 y 1981 aparecen los documentos explícitos y abundantes sobre el tema.

El hallazgo de los documentos del obispado se reproduce en las publicaciones del diario local de Quilmes "El Sol" (los diarios de Berazategui y Florencio Varela, las otras dos localidades que componen la diócesis de Quilmes, así como la revista Humor, de alcance nacional, no han tenido la importancia temática que tuviera "El Sol", pero coinciden en el "ritmo" diacrónico de noticias). También allí aparece apenas Novak al inicio de su gestión como obispo y no hay entrevistas ni declaraciones hasta las fechas en que empieza a hablar en sus escritos.

Esta diferencia flagrante entre la memoria de los entrevistados y los documentos escritos nos hicieron preguntarnos fuertemente sobre nuestros supuestos y sobre las razones de esta diferencia entre los relatos que reconstruyen el pasado y los escritos que los apoyan o desmienten. ¨Se equivocan todos los que recuerdan a un Novak temprana y constantemente denunciando? ¨Tenemos documentos parciales? ¨El silencio es fortuito u obedece a razones que nos ayuden a comprender? ¨Por qué hay unanimidad en las memorias personales y hay coincidencia en los vacíos de escritos en la curia y en el diario?

Fuimos intentando varias hipótesis interpretativas.

La primera la anticipó Yorio en su análisis de entrevistas y la confirmó Novak en la segunda entrevista que nos concede. Se trata de lo que Yorio denominó "cuidado" y Novak refiere como "respeto": el interés de no forzar una participación en acciones vitalmente riesgosas y comprometidas ideológicamente. Se trata de un silencio programado y asumido que hace de los primeros años un tiempo de protagonismo exclusivo del obispo y de los escasos colaboradores, sacerdotes, a los que convoca a título personal. Al punto que hoy lo llevan a Novak a preguntarse si no debió haber hecho una convocatoria más pública, dando la oportunidad a los católicos quilmeños de optar por esta causa de lesa humanidad, por ejemplo, haciendo una colecta y pidiendo apoyo económico a los fieles diocesanos. 18 Otra hipótesis, congruente con la anterior, es la de hacer jugar las variables espaciales, los ámbitos19 y ver cómo ante interlocutores internacionales o interconfesionales Novak se siente más libre y seguro de expresarse claramente.

Ambas dan cuenta del silencio, pero no de la diferencia con los recuerdos.

A ese respecto también presentamos la hipótesis de la "palabra creíble", es decir, de la fuerza de la palabra fáctica, del texto de la acción, al decir de Ricoeur, por el que se recuerda como dicho exclusivamente lo que se hizo coherentemente con el discurso verbal (por eso nadie menciona como denunciantes a dos obispos de los que se publican claras denuncias en 1976, pero que mantuvieron actitudes complacientes con el poder militar), o, como es nuestro caso, corrigiendo el discurso verbal no pronunciado.

Pero hay otra hipótesis interpretativa más fuerte que es la tesis de este trabajo: Novak habló de los desaparecidos y de la represión pero lo hizo mediante la metáfora de la pobreza.

II LA NOCION DE METAFORA Y DE METAFORA VIVA COMO DONACION DE SENTIDOS

En la lógica tradicional, desde Aristóteles20, se reconoce el lugar de la metáfora dentro de las posibilidades del lenguaje analógico.

El entramado lingüístico y conceptual aceptan tres formas de expresión: la univocidad, la equivocidad y la analogía21. En el primer caso se logra un ajuste a la realidad significada tal que se expresa lo mismo y de la misma manera cada vez que se use ese término. En el segundo caso no hay en realidad conceptos sino azarosamente términos equívocos que casualmente resultan la misma palabra para designar realidades totalmente diversas e inconexas (fuente de múltiples chistes que tienen la particularidad de valer exclusivamente en un idioma, lugar de encuentro terminológico sin ninguna conexión semántica).

Pero es en el tercer caso donde se dan las posibilidades más interesantes. Se trata de una manera de pensar y de decir donde juegan, a la vez, la unidad y la diferencia. De este modo se dice lo mismo, pero no de la misma manera. Se predica por analogía, es decir, por extensión del logos o sentido pero en esa extensión sufre modificaciones más o menos importantes de significación. Por esta razón nunca son nociones o palabras que se ajusten perfectamente sino que entrañan una constante tensión interior y una movilidad entre lo uno y lo distinto, una implícita comparación interna que no se detiene nunca.

En realidad, entre el primero y el último se da esta relación: los unívocos son más exactos, pero a costa de ser más abstractos y generales. Los análogos son menos precisos y difíciles de atrapar, pero se refieren a realidades más hondas y profundas. Su condición de inexactos se corresponde a su riqueza semántica.

(Los equívocos son meras equivocaciones que no interesa tener en cuenta aquí)22 La analogía tiene dos estructuras fundamentales. Una es la de atribución y otra es la de proporcionalidad. En la primera se distingue un primer analogado y analogados secundarios a los que se atribuye el mismo concepto por relación con el principal y la segunda sigue el esquema matemático de las proporciones, es decir, la igualdad de relaciones entre términos entre sí diferentes. A su vez, ambas pueden ser "intrínsecas", cuando el vínculo semántico les corresponde por propia definición, o "extrínsecas", cuando el vínculo semántico es una comparación externa que no responde a la naturaleza misma de esas realidades.23 Tradicionalmente24 la metáfora -analogía de proporcionalidad extrínseca- pareció del dominio del poeta y sufrió los avatares de la evaluación de la poesía misma.

Pero en la actualidad, gracias al giro lingüístico en general y al pensamiento de Ricoeur25 en particular, goza de una consideración que transgrede la mera función poética para ofrecer posibilidades semánticas y de estilos epistémicos sumamente interesantes.

Sin entrar, decididamente en el cuidadoso discernimiento que Paul Ricoeur, -del que me declaro incompetente-, hace de las distintas nociones y usos de la metáfora y las funciones que cumple en distintos autores, sólo quisiera rescatar de su pensamiento acerca de la metáfora en primer lugar, que no se trata de una comparación de cosa sabida a cosa sabida, no se trata de una transposición que fuera posible traducir (alegoría) ni de una forma engañosa de la que es preciso desembarazarse.

Se trata de un acontecimiento26 del discurso, donde juega con sentidos manifiestos y latentes dándole una capacidad significativa múltiple y abierta.

En especial sus calificativos de metáfora viva o metáfora de invención refieren este juego no meramente retórico, no exclusivamente poético, sino de capacidad hermenéutica. No se trata de un uso impropio, de una palabra donde debiera estar otra y que está ausente. No se trata de un adorno del lenguaje de modo que tal como aparece una figura pudiera aparecer cualquier otra. No se trata de un cubrimiento de algo que es preciso desenmascarar.

Se trata de un lugar que presta un servicio al decir y a la comprensión desde esa apertura semántica y por necesidad misma de la cosa dicha que no puede decirse de otra manera más precisa y cerrada. El mito religioso es para Ricoeur un ejemplo de esta exigencia y no adorno semántico. En su diálogo-discusión con Freud compara el uso de los símbolos que ambos hacen y abre decididamente lo que podríamos llamar el "poder de verdad" de los símbolos, del mito y de la metáfora.

III EL POBRE COMO METAFORA Y LA PRAXIS A SU SERVICIO

Otra posibilidad interpretativa se nos ofrece, entonces, en el orden de ver algunas de las expresiones usadas como códigos referenciales a la realidad de los desaparecidos, sin nombrarlos o nombrándolos elípticamente.

Si la tesis del imperio del miedo y del peligro real es cierta27, en la experiencia concreta de los miembros de la sociedad argentina se conjugaban dos impulsos igualmente poderosos y contrarios: la necesidad de hablar, de gritar lo que nos pasa y la necesidad de callar toda palabra que nos ponga en riesgo y nos pueda acarrear la muerte.

Me parece que es preciso pensar la siguiente posibilidad: siempre que el obispo Novak no habla -en sus escritos- directamente de los desaparecidos, aparecen largos párrafos de denuncia de atentados contra la dignidad humana, de lesiones a la vida y otras expresiones parecidas. Pero cuando los investigadores esperábamos encontrar la referencia al accionar represivo, las más de las veces nos encontramos con referencias a la pobreza, al hambre, al desamparo de los que carecen de vivienda, de pan, de trabajo.

Puede pensarse que la referencia al pobre es también un lenguaje codificado para referirse a todo lo terrible que nos pasa: que el pobre es símbolo y paradigma de toda afrenta a la vida. Que, entonces, lo que en nuestro proyecto separáramos metodológicamente como distintos temas a abordar en cuanto al accionar de la Iglesia de Quilmes y de su titular, el obispo Novak: el tema de los derechos humanos y desaparecidos, la paz y los conflictos armados y la justicia y los pobres, no se corresponde con el discurso de Novak. En efecto: la palabra encendida en contra de toda violencia incluye el tema de la guerra en el tema de la represión. Y la justicia y la pobreza son el caldo nutricio, el horizonte, el suelo y la atmósfera en la que se mueve todo el pensamiento y el decir del obispo quilmeño. Nuestra propuesta podrá haber tenido validez metodológica a los efectos de la delimitación de un objeto de conocimiento que, en la realidad temática del obispo de Quilmes, no se encuentra separado de los otros.

Pero, entonces, me parece que es posible dar un paso más e interpretar que cuando era preciso hablar del horror de lo que nos pasaba, a veces sólo era posible hacerlo a través de la metáfora de la pobreza.28 El hablar de los pobres, también puede haber tenido el sentido de un lenguaje codificado, especie de contraseña de guerra, por la que es posible expresarse sin caer en el riesgo extremo. Y que éste era un acuerdo -tácito y no deliberado- con el resto de la población o con parte de ella. Así creo que pueden reinterpretarse en ese sentido, por lo menos parcialmente, los resultados de las encuestas del Primer Sínodo de Quilmes29 donde los habitantes del lugar, en general y los que eran católicos prácticos en el culto dominical, coinciden en sus respuestas en señalar al problema económico y a las carencias en este sentido como la más negativa de las realidades presentes y en postergar a la desaparición de personas como situación condenable. Si esta interpretación es correcta, la protesta contra el estado económico era entonces una forma posible de hablar encendidamente en contra de lo que nos pasa por lo que nos están haciendo.

Esta expresión -metáfora de la pobreza30- no debe entenderse como debilidadora del discurso respecto de los pobres y potenciadora del referido a los desaparecidos, como si el interés real fuera el de hablar de la represión y la pobreza un pretexto: sería una manera muy estrecha de entender a la metáfora31. Todo lo contrario: la capacidad metafórica y remitente de la pobreza y la situación económica sólo intenta explicar el silencio o ciertos "baches" de silencio respecto de la desaparición de personas. Pero no ignora que para Novak y para los católicos congruentes con su manera de pensar, el "pobre" es el centro y el fin de toda consideración de la teoría y la práctica religiosa.32

Por lo demás, creo que el "tema" de los pobres, su enunciación y su defensa contenían el "tema" de lo considerado subversivo en su núcleo esencial. Del mismo modo que la pobreza y la injusticia son parte del producto de la represión.

A. LA OPCION PREFERENCIAL POR LOS POBRES

En la III Conferencia del Episcopado Latino Americano reunido en enero de 1979 en Puebla, México, se acuñó esta expresión33, fuente de controversias, enfrentamientos y malentendidos.

En efecto, el documento que lo expresa, votado por la totalidad de los delegados obispos presentes y refrendado por el papa Juan Pablo II, lejos de ser considerado por eso fruto digno de la jerarquía católica más confiable para los sectores conservadores, fue visto de inmediato como un producto del catolicismo izquierdista, parcial y sectario, por lo menos, si no sospechoso de desviado doctrinal y pastoralmente.

Por otro lado, la propuesta de "la opción preferencial por los pobres"fue recibida alborozadamente por otros sectores de la Iglesia fuertemente comprometidos con la pastoral y el estilo popular, aunque éstos juzgaran al documento como tímido y falto de un compromiso pleno.

La expresión sufrió aclaraciones por doquier de que "preferencial" no significa "excluyente" y recorrió el continente y el mundo insistiendo en el mensaje y produciendo oleadas de opciones concretas y decididas en favor de los pobres, situándose en sus espacios y compartiendo sus vidas cuando no organizando y luchando sus luchas. De este modo, el acompañamiento de las personas más pobres, su preferencia efectiva y el respeto de su lugar, su estilo y sus necesidades imantan fuertes movimientos teóricos y prácticos de religiosos, sacerdotes y laicos que, en muchos casos, confirman y dan nombre a un camino ya elegido (como es el caso de Yorio, al que me referiré enseguida), en otros, descubren un nuevo horizonte de significación y de praxis.

En este sentido, la metáfora de la pobreza se vuelve metáfora de sentido ético y propuesta de elección de acento de vida y de entrega.

"La opción preferencial por los pobres" es una inflexión de la pobreza entendida como metáfora de toda violencia y, por eso, su acompañamiento, como cura de toda injusticia.

B. LA RAIZ DE TODA SUBVERSION

Esta opción, tanto en sus términos teóricos como en sus proyectos prácticos no resultó indiferente a quienes detentaban el poder político y económico. Pasa a ser temible y dañina. Supone una alianza en contra del poder constituido (aunque fuera constituido mediante un golpe de estado) y una amenaza contra el estilo de vida logrado.

La opción por los pobres, en la medida en que no quedara en mera retórica y supusiese una forma de vida, se levanta como subversiva. En realidad, como la raíz y fuente de toda subversión que nace de esta "desmedida" preferencia por los más pobres que no son los representativos del sistema vigente. A partir de los pobres se arman las distintas formas de subvertir que van desde la protesta hasta la guerrilla armada.

Es muy interesante como ejemplo, el testimonio de Orlando Yorio34, cuando relata que sus captores lo "catequizaban" haciéndole comprender su error al entender que los "pobres" a los que se refiere Jesucristo en el Evangelio eran los pobres de la villa a la que él se había ido a vivir con otros sacerdotes (uno de ellos, Francisco Jalics, fue también su compañero de prisión), en lugar de darse cuenta de que sólo se refería a los "pobres de espíritu". Es notable la expresión de uno de sus guardias "Usted, padre, unía a los pobres. Y eso es subversivo".

Precisamente, la organización de "ollas populares" y de otras formas de ayuda, pero que tienen la inevitable función de cohesión popular y de denuncia de una situación de extrema necesidad, fue y sigue siendo considerado subversivo en un sistema que insiste en el bienestar general que la política económica neoliberal propicia para todos. En este sentido es preciso no olvidar que a la par del discurso anticomunista que acompañó la represión se instaló el discurso modernizante y liberador económico que protagonizó el ministro de economía, José Alfredo Martínez de Hoz35, tal como planteamos en la síntesis histórica del inicio.

C. EL LUGAR DE SALVACION DE LOS DERECHOS DEL HOMBRE

Usando una categoría del lenguaje religioso, bíblico, entiendo que puede entenderse al pobre y a la pobreza como un lugar salvífico.

Aunque fuera cierto lo que Dussell36 entiende como víctima, permanece posible y abierto que el modo como la víctima es más crucialmente víctima es cuando se trata del pobre. Las mujeres relegadas nunca lo son tanto como cuando, además son pobres de todo poder y capacitación; los niños nunca son tan víctimas como cuando como pobres carecen de espacio y de contención; las minorías religiosas o étnicas que carezcan de medios para publicitar su condición tanto como para comprar los espacios mediáticos en que presentarse, son doblemente víctimas de la violencia que sufren.

En este punto, la metáfora de la pobreza que ya había inflexionado, estalla y deja de responder la acotada pregunta acerca de la diferencia entre reconstrucciones memoriosas y escritos en torno Novak, para referirse a la pobreza y a los pobres en general, en cualquier espacio y en todos los tiempos.

Que "siempre tendremos pobres" según la polémica expresión de Jesús37, puede ser leído de muchas maneras: propongo que una de ellas sea la de decir: la violencia de la guerra, las violencias represoras; las marginaciones y exclusiones siempre se maximizan entre los pobres, en sus familias o lo que quede de ellas, en sus casas o lo que quede de ellas, en sus culturas o lo que quede de ellas.

Pero si esto es así, podemos invertir el análisis y considerar entonces que el pobre y la pobreza se constituyen, con toda su ambigüedad y confusión, con toda su mezcla y su anonimato, en un lugar privilegiado de defensa, de recuperación y de reconstrucción de las dignidades humanas lesionadas en tantas víctimas de tantas reiteradas y exquisitas formas de violencia.

Sin duda un Congreso como el que aquí se ha convocado es una propuesta en este sentido.

NOTAS

1 Entiendo que la reconocida "desactualización" de la filosofía, de la que hablaron los antiguos, o Hegel, o Heidegger, entre tantos, no puede entenderse como una indiferencia programática a su tiempo, sino como una anticipación o una memoria que "se dan por añadidura" a una filosofía que se anima a pensar lo que pasa y lo que nos pasa. Aceptando el riesgo que entraña de una cierta falta de rigor y mezcla con los niveles psico y sociológico y con el histórico.

2 Seminario de Maestría en tica Aplicada Metodología Interdisciplinaria en tica Aplicada, Facultad de Filosofía y Letras, UBA, 1997.

3 El gobierno democrático que se iniciara a fines de 1983 inició una investigación exhaustiva y llevo a juicio a todos los comandantes en jefe de las tres armas así como a numerosos oficiales. La investigación la realizó una Comisión Nacional para la Desaparición de Personas.

Publicaron un libro "Nunca Más" (Buenos Aires, Eudeba, 1985), donde se detallan todos estos delitos contra la vida de miles de argentinos y la suerte de miles de familias.

4 Esta realidad, combinada con la lucha antiguerrillera, permitió una especial perversión ética. Un empresario dedicado a pavimentos, que en determinada ocasión tuvo que informar a un coronel, directivo de otra empresa, cliente suyo, que no podía hacerse determinada obra porque el inspector municipal la había desautorizado, recibió la siguiente respuesta: "Lástima que ya lo informó. Porque si no lo chupábamos y asunto concluido". Es un hecho que ilustra, a mi modo de ver, esta extensión económica de la represión.

5 Emilio Mignone testimonia estas actitudes tanto en las reuniones de la APDH (Asamblea Permanente por los Derechos Humanos), en Argentina, como en la ONU.

6 Creo que la vinculación a los pobres y a su defensa y justicia no es casual, sino absolutamente coherente con la lógica represora. En efecto, -tal como espero mostrar aquí- , son el lugar del compromiso evangélico y fueron claramente mencionados como peligrosos. La política económica, lejos de ser casualmente paralela, fue decididamente parte de una política única, al punto que para muchos la instalación del régimen económico neoliberal constituía el fin de toda la acción represora. He anticipado algunas de estas ideas en Otra perspectiva para entender "lo que nos pasó", Revista de Ciencias Sociales, Universidad Nacional de Quilmes, en prensa.

7 Precisamente así tituló Fortunato Mallimaci su ponencia ante el XXIV Simposio del CEHILA, Las Cruces, USA, septiembre de 1997: La frontera entre la vida y la muerte

8 He desarrollado estas ideas en algunos trabajos, como por ejemplo, Otra..., ya citado y La iglesia de Quilmes y la cuestión de los "desaparecidos": algunas implicancias teóricas de la acción del obispo Novak, ponencia ante el XVII Congreso Internacional de Historia de las Religiones

9 A esto se refiere la tesis de Otra... y del trabajo que acabo de presentar en las Primeras Jornadas de Religión, Sociedad y Derechos Humanos, UNQ, octubre de 1997.

10 Documento de mayo de 1976

11 Estas actitudes están documentadas en el libro de Emilio Mignone, Iglesia y Dictadura: el papel de la iglesia a la luz de sus relaciones con el régimen militar, Ediciones del Pensamiento Nacional, Buenos Aires, 1986.

12 Cf. la Presentación que el equipo de la investigación en la UNQ a que se hará referencia hiciera ante el Consejo Superior de la Universidad de Quilmes, con oportunidad de solicitar su distinción como Profesor Honoris Causa. En el libro sobre Novak, de esa editorial, en prensa.

13 Todas las afirmaciones que se contienen en este punto están documentadas en las transcripciones de entrevistas e informes de documentos y de medios de prensa que se encuentran en el Informe de Avance de la investigación sobre La iglesia de Quilmes durante la dictadura militar, 1976-1983. Derechos humanos y la cuestión de los "desaparecidos" que dirige el Dr. Mignone en la Universidad Nacional de Quilmes, Secretaría de Ciencia y Técnica.

14 Ver los trabajos de O. Yorio (Revista CIAS, agosto de 1996) y de R. Brardinelli (III Jornadas de Historia de la Iglesia, UCA, septiembre de 1997 y Primeras Jornadas de Religión, Sociedad y Derechos Humanos, UNQ, octubre de 1997)

15 Cabe destacar que es una de las primeras que se crean en una diócesis argentina y se anticipa a la del Episcopado, pese a que ya existía la comisión correspondiente en el Vaticano y que como dijera, su creación era una de la recomendaciones del Concilio Vaticano II.

16 Se trata un movimiento, el de los focolares, de la Iglesia Católica, con origen en Italia, de acentuación en la conversión y vínculos cordiales entre sus miembros.

17 Los investigadores participamos de esa convicción inicial al momento de elaborar el proyecto de estudio

18 El dinero, como queda dicho, venía del Consejo de Iglesias, protestante. Mignone refiere que era el camino con el que contaba el gobierno sueco para apoyar las acciones anti-represivas y de ayuda a familiares. El Episcopado católico alemán, a través de su oficina Misereor le hizo a Novak un aporte de 60.000 marcos que prometió ser anual para financiar la ayuda a los familiares de desaparecidos. Pero cuando fue al año siguiente se encontró con una avergonzada y sentida negativa a hacer más aportes, por intervención del Episcopado argentino. (Informe de Avance...pág 128)

19 La teoría de los ámbitos fue propuesta por el doctor Marcelo Colombo al exponer el análisis de los documentos del obispado de Quilmes. Posteriormente se ha reforzado por el hallazgo de las homilías de las misas mensuales por los desaparecidos, mucho más libres y explícitas que las otras homilías archivadas. Sugestivamente, no estaban archivadas con las, podríamos decir, "oficiales".

20 En especial en la Poética y la Retórica. Aristóteles, a juicio de Ricoeur, estrecha el sentido de la metáfora.

21 Cf., por ejemplo, los clásicos manuales de A. MARC, Dialéctica de la afirmación, Gredos, Madrid, 1964, pág. 75- 173; R. JOLIVET, Lógica y Cosmología y Metafísica, Lohlé, Buenos Aires, 1960; J. DE FINANCE, Conocimiento de Ser, Gredos, Madrid, 1975, J.MARITAIN, Los Grados del Saber, Desclée, Buenos Aires, 1947.

22 Me parece que frente a esta manera muy clásica de presentar el tema lógico, debería abandonarse la clasificación estática de conceptos como pertenecientes a una clase o a la otra y dinamizar el planteo, insistiendo en el uso: ya que un mismo concepto puede usarse unívoca, analógica y -aquí sí- equívocamente.

23 Ejemplos de estas analogías pueden ser: atribución intrínseca, "ser" como predicado de la sustancia y, por extensión, de los accidentes de la sustancia, la cantidad, la cualidad y la relación; atribución extrínseca puede ser el concepto de luminoso que pertenece principal e intrínsecamente a la luminaria y por extensión relativa, pero sin pertenecerles real e intrínsecamente, al aire, las paredes, etc. que sólo son luminosas porque reflejan, o permiten el paso, etc. de la luz, pero propiamente no iluminan. Proporcionalidad intrínseca es, por ejemplo, el mismo concepto de ser, como existir que se dice de distintos entes según una relación semejante pero siendo esencialmente diferentes: así puede decirse que el ser de la planta es a la planta lo que el ser del animal es al animal lo que el ser de Dios es a Dios, donde en cada caso ser dice lo mismo y algo totalmente diferente. Por último, la proporcionalidad extrínseca es una comparación de relaciones donde el término nocional pertenece propiamente a uno de los sujetos y sólo por semejanza extrínseca a los otros. Precisamente, esto es lo que se denomina metáfora y es el caso en el que llamamos luminosa a la luminaria y al pensamiento y a la decisión, porque la luz es a la luminaria como la (luz) inteligencia es al pensamiento o la (luz) convicción es a la decisión, etc.

24 Para ver una síntesis de los distintos modos de concebirla a lo largo de la historia de la filosofía, ver el término "metáfora" en el Diccionario de Filosofía, Ariel, Barcelona, 1994, pág. 2387-2394.

25 Cf., por ejemplo, las siguientes obras del autor: La metáfora viva, Cristiandad, Madrid, 1980; Tiempo y Narración, Siglo XXI, México-Madrid, 1995; Educación y Política, Buenos Aires, CINAE, 1984; Hermenéutica y Acción, CINAE, Buenos Aires, 1985; Del existencialismo a la filosofía del lenguaje, CINAE, 1983; Freud, una interpretación de la cultura, Siglo XXI, México-Madrid- Buenos Aires, 1970; Le conflit des interprétations, Paris, Du Seuil, 1969.

26 Esta noción de acontecimiento parece muy importante, sobre todo por el lugar que le diera Heidegger en su filosofía. Se trata de algo que ocurre, que se da, y que, por tanto, cuestiona el protagonismo, la autoría de determinada acción. Es como si convirtiéramos el verbo acontecer en personal y preguntáramos por su sujeto: ¨quién acontece lo que acontece?. Heidegger, sin duda, diría "el ser". Ricoeur por lo menos apuntaría a que la metáfora no es, por lo menos, necesariamente-, una construcción deliberada, -quien sabe ni siquiera consciente-. ¨Quién metaforea la metáfora? El discurso. El decir con su fuerza, su interés vivo de decir lo que no se puede decir de otra manera. Creo que esta noción se acerca, sólo se acerca, a la de "lapsus linguae" del psicoanálisis.

27 Tendríamos que mostrar como la "curva" de explicitación discursiva coincide, en relación inversa, con la curva represiva

28 El doctor Mallimaci cree que lo que yo llamo metáfora no es sino un atajo para no hablar lisa y llanamente de los "Derechos Humanos", por ser terminología liberal y condenada para los católicos. A este respecto señala una dificultad para participar en las organizaciones que los defendían donde se mezclaban toda clase de ideologías, como la APDH y necesitar crear un ámbito cristiano donde fuera posible hablar de derechos humanos, pero en clave y en ámbito cristiano. Puede ser. Pero voy a usar una expresión de ese autor para responderle: quizá no se trate sino de un conflicto en medio de un consenso: entendiendo por consenso, la voluntad de verdad y de bien y la oscura inquietud por "hacer algo" ante lo que está pasando. Y el conflicto con el miedo, el miedo a la muerte y también a ser confundido con "otros". Lo cual podía, claro está, acarrear la muerte.

29 Cf., los documentos: Aproximaciones a la Realidad Religiosa de la Diócesis de Quilmes. Publicación del Primer Sínodo Diocesano de Quilmes, pág. 207; Realidad Humana y Social de la Diócesis de Quilmes, Publicación del Primer Sínodo Diocesano, pág. 107 y nuestro trabajo ya citado: La Iglesia de Quilmes..., pág.17.

30 Uso esta expresión en un sentido sumamente laxo y poco preciso en sentido técnico. No se distingue sino que equivale al sentido del término símbolo en una acepción amplia.

31 Ya hemos dicho cómo gran parte de la obra de Paul Ricoeur se dedica a explicar la imposibilidad de "traducir" una metáfora en razón de su hondura y capacidad permanente de referir nuevos sentidos.

32 Un ejemplo. Cuando en 1982 Novak fuera invitado a un conocido programa de opinión, entonces llevado adelante en común por los periodistas Bernardo Neustad y Mariano Grondona. Algunos católicos quilmeños que compartían frecuentes reuniones con el obispo -por necesidades de la organización sinodal- recuerdan que Novak dudó mucho sobre si debía aceptar, temiendo una manipulación que deformara su prédica eclesial. Y que finalmente aceptó con dos condiciones: estar solo en el bloque del programa en que lo entrevistaran y referirse exclusivamente a la realidad de la pobreza y a las acciones para paliarla. Quizá algunos recuerden el programa: se encontró "sorpresivamente" "enfrentado" al hijo del secuestrado y asesinado ex- presidente Aramburu, con quien estuvo naturalmente obligado a hablar exclusivamente de secuestros y desapariciones. El comentarista final mostró su "decepción" porque no se había producido un enfrentamiento esperable entre Novak y Aramburu hijo que coincidieron en sus condenas a la violencia. Pero lo que quiero rescatar en esta nota es que Novak quería hablar de lo que le parecía realmente urgente y enorme: la pobreza de su gente. Y no de lo que resultara periodísticamente más rentable...

33 La Evangelización en el presente y en el futuro de América Latina, documento final de la III Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, marzo de 1979, en sus números 1134 a 1183.

34 Sacerdote jesuita que con otros dos compañeros hace una opción pastoral e intelectual por la que se va a vivir, con otros dos sacerdotes, a la vera de la villa miseria del bajo Flores, desde donde se hace catequesis y pastoral. l y Jalics fueron secuestrados en un gran operativo de la Marina y mantenidos en cautiverio, encadenados y cubiertos los ojos, durante cinco meses en los que se los interrogaba después de doparlos con "Pentotal". El largo cautiverio -en un altillo de una casa de Don Torcuato, gran Buenos Aires- propició que algunos guardias tuvieran cierta simpatía e interés comunicativo. Fueron liberados dormidos en medio de un campo.

35 Esta circunstancia permite relatar dos hechos sumamente interesantes de la participación de Novak en la Conferencia Episcopal Argentina. Nos relata que en la primera reunión en la que participa como obispo aboga para que se permita a una delegación de obreros -obreros católicos y de prestigio internacional, por cierto- ser recibidos de la misma manera como acababa de serlo el ministro Martínez de Hoz, por más de dos horas y en plenario de obispos, en la sala principal de reuniones. Sólo consigue que se los reciba en portería, un rato antes de comer, los obispos que tuvieran interés.

Del mismo modo relata lo que humorísticamente califica de su "votación más exitosa": al pedir que el Episcopado acompañe las acciones de asistencia a los familiares de los desaparecidos que protagonizaba el Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos, MEDH, se voto con el resultado de tres votos a favor -seguramente Novak, De Nevares y Hesayne- y todo el resto en contra. (Informe de Avance...pág. 133)

36 Se trata de su afirmación de que conceptualmente hoy hemos pasado de hablar del pobre a hablar de la víctima. E.

DUSSELL, Transformaciones de los supuestos epistemológicos de la teología de la liberación, en Perfiles Teológicos para un Nuevo Milenio, DEI, San José de Costa Rica, 1997.

37 Evangelio de Juan, 12, 8.

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