1er Congreso Internacional "Pobres y Pobreza en la Sociedad Argentina" |
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Universidad Nacional de Quilmes - ArgentinaNoviembre 1997 |
Ponencias publicadas por el Equipo NAyA https://www.equiponaya.com.ar/ info@equiponaya.com.ar |
CEIL -UNIVERSIDAD DE QUILMES noviembre 1997
Lic. Eloy Patricio Mealla
CAPACITACION LABORAL PARA ADOLESCENTES POBRES
La siguiente exposición versa sobre la vinculación entre educación y trabajo en relación con adolescentes pobres. A la de por sí dificultosa y compleja vinculación, se agregan las condiciones de alta vulnerabilidad humana y social de muchos adolescentes, especialmente en los barrios más carenciados del Gran Buenos Aires.
El ángulo de intervención a considerar en esta problemática es preferentemente el rastreo de algunas estrategias llevadas a cabo desde organizaciones no gubernamentales.
Particularmente se presentará el caso del TALLER SAN JOSE (TSJ), situado en el barrio San Nicolás, Florencio Varela, provincia de Buenos Aires. EL TSJ pretende facilitarles transitar mejor una etapa crítica de sus vidas, agravada por condiciones sociales adversas, hasta tanto la maduración personal, el fortalecimiento de habilidades básicas y algunas competencias laborales, les permitan alcanzar mejores condiciones de empleabilidad y de inserción social. Se busca combinar en forma gradual la formación con las exigencias de la producción real.
Por otro lado, ha comenzado a efectivizarse, al menos en alguno de sus tramos, la Reforma Educativa. Ciertos aprestos externos así parecen indicarlo. Más allá de las polémicas y el escepticismo generalizado, es innegable que a la clase de experiencia, como la que aquí se reseña, ya la está llevando a un reposicionamiento de importancia. De este modo, pese a las incertidumbres reinantes y al desaliento provocado por la ausencia de políticas más enérgicas en la línea de la equidad y de las compensaciones sociales, pueden avizorarse con cierto optimismo algunas oportunidades beneficiosas. Por ejemplo, si los cambios anunciados son exitosos, supuestamente los adolescentes con más desventajas comenzarán paulatinamente a ser más retenidos -esperamos que de un modo no meramente cuantitativo- por el sistema formal, retrasando su incorporación al mundo laboral para un momento vivencial más adecuado y con más competencias desde el punto de vista de la capacitación.
En este sentido, pensamos que instituciones como el TSJ y sus similares podrán mantener su vigencia articulándose con los últimos tramos de la Escuela General Básica -que sigue siendo la formalidad mínima deseable- y con los Trayectos Técnicos que se preven a contraturno en el futuro Polimodal, y especialmente también ofreciendo alternativas para aquellos chicos y chicas que previsiblemente seguirán sin acceder al sistema formal.
I.- L O S P R I M E R O S P A S O S
Los primeros cursos de capacitación -carpintería metálica y soldadura eléctrica por arco- pudieron empezar a desarrollarse a partir de setiembre 1989. Desde entonces se inició un crecimiento vertiginoso y preocupante en cuanto a no poder satisfacerlo adecuadamente.
A unas diez cuadras de allí, en La Tosquera, comenzó a funcionar desde mediados de 1991 otro sector del Taller en el que despliega sus actividades el equipo de Construcciones o Mantenimiento de Edificios y el equipo de Huerta Orgánica1 . Es el sector de barrio donde vive la gente más extremadamente carenciada y hay además asentamientos muy recientes y precarios. Se formó enseguida un gigantesco basural de hasta 11 hectáreas y las napas de agua se contaminaron seriamente. La grave crisis suscitada en el país, a comienzos de 1992 con la epidemia de cólera, hizo prestar algo más de atención al grave problema de La Tosquera, y hasta cobró resonante estado público a nivel de los medios de comunicación social2 . Muchos vecinos han recurrido al cirujeo y es frecuente ver moverse revolviendo entre la basura a los llamados "cartoneros"3 . La Asociación MARIA CONSTRUYE nos cedió allí una fracción de terreno del loteo, para que podamos desarrollar nuevas actividades. Desde entonces, haciendo sus prácticas los mismos jóvenes han ido despaciosamente construyendo la totalidad de las instalaciones. La lentitud y los tropiezos se justifican ampliamente por lo que se gana en pertenencia y cariño de los chicos para con "su" Taller. Las chicas -si bien hasta ahora no las mencionamos expresamente- no están totalmente ausentes del Taller San José. En los primeros cursos incluso en los aparentemente más alejados de sus preferencias y posibilidades -por ejemplo en los de herrería y soldadura- estaban presentes. Luego, es cierto, dichas secciones fueron totalmente de varones. Para ellas, no obstante, se idearon cursos de costura y cocina que no nos satisfacen plenamente en cuanto a su capacidad verdaderamente formadora y transformadora. Es una limitación fuerte del Taller. Ni siquiera tenemos todavía locales propios para poder desarrollar esas tareas. ¨Es esto un reflejo de la postergación que la mujer tiene en el conjunto de la sociedad?. Se habla relativamente bastante de los "chicos (varones) de la calle", poco o casi nada de la problemática de las menores mujeres en situaciones de vulnerabilidad social4 . Desde otro punto de vista, podemos decir que si bien son ciertas y graves las flagrantes desigualdades a las que con demasiada frecuencia las mujeres están sometidas, no obstante, en los medios populares y aún en los más postergados, se observa que las mujeres a veces se posicionan mucho mejor que los varones.
Por ejemplo, en las organizaciones de base y en las redes solidarias la mujer tiene habitualmente un protagonismo mayor y una capacidad infinita de dar respuestas e iniciativas. Sin cohonestarlo totalmente -pues también tiene algo de doble filo en cuanto encasillamiento y negación de otros roles posibles- el reconocimiento y valoración más expresos que hacia la mujer, por ejemplo, tienen los hijos y la sociedad en general, le permite sobrellevar más airosamente la rudas exigencias de la vida.
No así el varón, más expuesto a lo público y externo, que cuando fracasa más fácilmente cae en la depresión y el alcoholismo.
Ahora bien, volviendo sobre los primeros pasos del conjunto de la vida del TSJ, los criterios que nos regían, y que en gran medida aún permanecen, nos llevaron -con mucho de tanteo e inexperiencia- a organizar unos cursos relativamente breves de unos cuatro meses5 . Esos criterios establecían que a partir de las características cuali- cuantitativas del mercado ocupacional se implementara la selección de los oficios. Esto implicaba además el análisis de las actividades productivas especialmente en su dimensión zonal para asegurar a la población estudiantil un puesto de trabajo. Para ello se adoptó también el criterio de considerar la demanda de mano de obra del sector. Por otro lado, asimismo se tuvo en cuenta, a partir de dicho relevamiento, los recursos físicos necesarios para su implementación (inversión en equipamiento, insumos, y disponibilidad de equipo físico) y los recursos humanos correspondientes para las tareas de aprendizaje. A lo anterior se agregó el establecimiento de prioridades de acuerdo a la demanda de interés de actividades dentro de la comunidad y la posibilidad de establecer un régimen de trabajo para terceros.
Desde el inicio se planteó la inclusión de actividades del área social que implicaran el descubrimiento de las relaciones hombre-mundo, con el objeto de ayudar al adolescente a convertirse en un participante activo de la sociedad. Fue el basamento incipiente de lo que luego se denominará área de FORMACION SOCIAL que después abordaremos.
También se fijó que un objetivo a alcanzar sería el autofinanciamiento, considerando que la valorización del trabajo es condición sine quan non para lograr que los jóvenes desarrollen el sentido social de su quehacer. Por lo tanto, se fijó como estrategia que la capacitación profesional sea impartida a partir de proyectos concretos y reales cuya implementación permitió desde el inicio responder a pedidos reales de productos que eran encargados a nuestros talleres.
Otro objetivo esencial del TSJ -no siempre de fácil concreción- fue inculcar desde el vamos, entre instructores y jóvenes aprendices, un espíritu de trabajo cooperativo y comunitario. O sea, la capacidad de interactuar con los demás. Más allá de las auténticas connotaciones altruistas de lo anterior, la "formación interactiva" es hoy una condición crecientemente exigida por la organización del trabajo.
Lo que al principio fue una más o menos una intuición -la opción por el eje de la educación y el trabajo- pronto se vio confirmada, en cuanto nos adentramos en ella, como una instancia fundamental desde la cual se construye en gran medida la identidad personal. De todo modos, no es el único eje, debe complementarse y articularse con otros.
Sabemos de adolescentes en situaciones todavía más críticas -ya sea de chicos "en" la calle que mantienen no obstante algunos lazos familiares, sea de chicos "de" la calle sin ningún o casi nulo lazo familiar y social- que ni siquiera pueden acercarse al TSJ, pero precisamente el TSJ existe para contribuir a que eso no ocurra. Pretende ofrecerse como una alternativa "antes de la calle".
II.- EL TRABAJO, EJE ALGLUTINADOR PRINCIPAL
Tal cual se acaba de señalar "la formación en y para el trabajo" -el aprender trabajando- se fue constituyendo en el gran eje aglutinador que orienta el dinamismo fundamental de nuestra tarea con los chicos6 . Por ello el énfasis en llamar "taller" a nuestro Centro. Podríamos decir que ciertamente para el Taller San José el trabajo es el "lugar" donde "confluye el intercambio creativo necesario para lograr el reconocimiento del propio individuo y el de sus semejantes, para crecer y realizarse como ser social integrado". Ahora bien, el trabajo con mucha frecuencia es también experiencia de cansancio, sufrimiento, fracaso. El mundo del trabajo es también muy repetidamente un mundo conflictivo, de choques y desencuentros.
Capacitar a los jóvenes para el trabajo es por lo tanto una tarea muy delicada. No es sólo formar para hacer cosas sino para "hacerse más humano". Trabajarse en los valores fundamentales de la persona, es capacitarse integralmente, no a medias. Si esto es verdad para todos los adolescentes, cuánto más para los que no acceden al sistema formal de educación, cuánto más para los jóvenes que están marginados socioeconómicamente.
De nada valdría, el aprendizaje de un oficio que se limitara a reproducir condiciones laborales de sobrevivencia y sometimiento -teniendo en cuenta además el cambiante rumbo tecnológico- si faltara la capacitación básica que incluye la formación personal y social de los jóvenes participantes del Taller. Estos no sólo aprenden un oficio, que es relativo como tal, merecen ser acompañados en circunstancias decisivas y difíciles de sus vidas - adolescencia y pobreza-, para que aumenten su autovalorización y confianza en sí mismos, se ejerciten en la solidaridad, aprecien sus raíces culturales y se inicien en las responsabilidades ciudadanas. Tal es en su esencia más profunda la propuesta técnica, laboral y solidaria del TSJ, o sea: APRENDER - PRODUCIENDO - EN COMUNIDAD7 . El gran desafío es cómo hacerlo en una perspectiva solidaria, y no meramente exitista. O sea, cómo evitar soluciones facilistas y falsas que terminarían por consolidar el esquema individualista: "se salva el que quiere",..."los vagos no avanzan...". Ignorando, y en definitiva ocultando, las condiciones objetivas desfavorables y muchas veces insalvables del desarrollo personal ante las que se ven expuestos numerosos jóvenes.
Muchas veces se nos interroga acerca de la "salida laboral" Respondemos diciendo, una y otra vez, que la capacitación, al nivel que sea, no implica necesariamente empleo. En el mejor de los casos, mejora las condiciones de empleabilidad. Tampoco queremos reforzar la tendencia lamentablemente creciente del precoz trabajo infantil y en condiciones inhumanas o la temprana y unilateral mercantilización de la vida de los adolescentes8 . Lo anterior no significa que la falta de empleo para los jóvenes, y especialmente para los de extracción más humilde, no nos preocupe muy seriamente. Más allá de nuestro granito de arena, que volcamos desde el eje de actuación que hemos priorizado, la solución pertenece al campo de lo macrosocial. Máxime cuando los jóvenes pobres y de la clase obrera están siendo desplazados de aquellas franjas ocupacionales que les eran más habituales, no sólo por la recesión, sino por otros sectores juveniles, preferentemente de clase media.
III.- LA FORMALIZACION DE LA PROPUESTA
La oferta inicial fue asimilada rápida y muy espontáneamente por los adolescentes. Enseguida se percibió también que era un diagrama insuficiente. Había que formalizar más los cursos, lo cual suponía plazos más largos y un régimen global más estructurado y pautado. Por otro lado, la retracción general de la industria, ya desde hace tiempo, no procuraba una rápida absorción de personal.
Surgía, por lo tanto, uno de los tantos dilemas que nos han acompañado: seguir en un estilo más informal u optar por un estilo más estructurado que implicara precisión en horarios, plazos, documentación, exigencias de estudios primarios, etc. Lo primero parecía acentuar la contención humana, lo segundo apuntaba más a la eficacia pero su mayor rigidez podía alejar a los chicos que más lo necesitaban.
Se eligió -no sin vacilaciones- lo segundo. No obstante, al mismo tiempo se tomó el firme propósito de mantener un estilo que no ahuyentara por sus exigencias a chicos que ya de por sí eran expulsados de otros circuitos de integración social, o no podían entrar en ellos. Creemos no habernos equivocado, pues en la práctica el caudal de afluencia de chicos no disminuyó, sino que creció, y sin mediar grandes campañas de reclutamiento. Pese a ello, había que mantener la vigilancia para no dejar afuera al que ya no le quedan otras redes para sostenerse.
En gran medida, pesó en la decisión el hecho de que el reconocimiento oficial por parte de las autoridades educativas -que fue otorgada muy rápidamente para el comienzo del segundo año- permitía la estabilidad laboral y las retribuciones de los instructores, pieza clave en este tipo de emprendimientos, además de los seguros pertinentes en un ámbito tan expuesto a los accidentes.
De todos modos, lo "práctico" -sigue siendo- el gran factor de atracción que actúa sobre los chicos. El contacto con "los fierros" y las máquinas los entusiasma.
Complementariamente, mediante un sistema de alternancia, también hay un tiempo de "aula" en que se desarrollan las competencias básicas de lecto-escritura y cálculo aritmético9 . Precisamente los especialistas en estos temas recomiendan insistentemente que no se descuiden estas habilidades corriendo tras el espejismo de una capacitación pseudo-pragmática e inmediatista pero que a poco de andar se revela muy insuficiente para acceder al hoy estrecho mercado laboral y para una vida de trabajo larga, cambiante e incierta. A continuación recorreremos las características y la organización general del estado actual del TSJ que en este momento agrupa a 150 adolescentes entre chicas y chicos.
EL TALLER DE HERRERIA. Comprende dos cursos que suman cerca de sesenta adolescentes. El Primer Año tiene sus actividades por la mañana de 8 a 13 hs. Sus edades van de 13 a 17 años, procuramos que tengan séptimo grado terminado y el que no lo tiene puede asistir como oyente hasta el mes de julio, mientras consigue su diploma. Divididos en dos grupos de unos quince, alternadamente tienen un día taller y otro aula. A contraturno, es decir, a la tarde, en pequeños grupos concurren a herrería artística y desde el comienzo de este año a deportes e iniciación a la operación con computadoras. Esto último, gracias a un proyecto que nos aprobó UNICEF, mediante el cual se pudo adquirir el equipo y asegurar la capacitación pertinente. A su vez, el Segundo Año tiene su horario correspondiente de 13.30 hs. a 18 hs., con el mismo ritmo de alternancia y distribución.
El contraturno para ellos se cumple en horas de la mañana.
Próximamente estamos apunto de inaugurar una sección de aluminio que diversificará muy notablemente la capacidad de aprendizaje y producción.
Prácticamente desde los inicios, se logró un estilo de aprendizaje y trabajo que permitió alcanzar niveles reales de producción. Es así que por encargo de clientes se confeccionan puertas, ventanas, rejas, faroles, herramientas de labranza, etc... Sólo se hacen trabajos a medida, pues no podría competirse con los precios de la producción en serie de una gran fábrica. Además nos conviene variar en los productos a confeccionar para no hacer tan fatigoso el aprendizaje y favorecer la rotación de los jóvenes aprendices. Lo producido permite cubrir hasta una quinta parte de este tipo de formación, muy cara por el tipo de insumos y equipamiento que requiere10 . EL TALLER DE CONSTRUCCIONES. También sigue una organización similar, intercalando momentos de formación teórica y práctica directa de albañilería, mampostería e instalación de sanitarios. El segundo año tiene además cálculo de material y presupuesto, y, a contraturno, dos horas semanales de dibujo técnico y computación. Entre los dos años suman actualmente un poco menos de cincuenta chicos.
Destaquemos alguna actividad de este equipo,. Por ejemplo, en uno de los últimos veranos -mediante el sistema de prácticas rentadas- se logró una experiencia muy saludable. Trabajando en forma combinada, sorteando las típicas rivalidades y miramientos, los equipos de herrería y construcciones lograron mancomunadamente levantar un salón de 50 mts2 que dio un gran respiro a las tareas de aula y permite desde entonces reuniones múltiples11 . Fue el gran logro y signo de crecimiento de la sección de Construcciones. Actualmente se encuentra enteramente abocados a la terminación del taller-cocina. Hasta el presente todas sus actividades se han desarrollado al interior del TSJ. En el futuro proyectamos hacerlo mediante tareas en el barrio, tal cual se propone más adelante.
TALLER DE HUERTA Y JARDINERIA. Los que desean del taller anterior, y algunos chicos más, participan a contraturno de las labores de la huerta. Cada uno tiene su parcela, pueden disponer de lo que producen y todos contribuyen con esos mismos productos para el almuerzo que tres veces por semana tienen en el Taller. Por el momento, no hay producción a escala, se está más bien en la fase de experimentación de distintas variedades, siempre bajo el régimen de producción orgánica, sin el uso de pesticidas ni agroquímicos. Se ha montado también un vivero y las plantas aromáticas apuntan como una alternativa productiva a tener muy en cuenta. En estos momentos se está ampliando el cercado del terreno, su limpieza y roturación.
TALLER DE COCINA Y REPOSTERIA. Recién este año desarrolla sus tareas dentro del propio Taller San José, en un pequeño y provisorio salón cocina, a la espera de las instalaciones definitivas y de porte más industrial. El año pasado de las veinte chicas inscritas sólo terminó la mitad. Concurren por las tardes de 14 a 17 hs. Hemos becado a un joven, que ya hizo su paso por el Taller, para que asista en Quilmes a unos cursos de especialización en panadería y repostería. Tenemos la esperanza de que sea uno de los animadores y capacitadores del proyecto de taller- cocina industrial que mencionamos anteriormente.
TALLER DE COSTURA. También aquí se repiten las limitaciones que ya hemos señalado en cuanto a no disponer de locales propios y de un proyecto integral y superador, más acorde a las necesidades y posibilidades de las adolescentes. Somos conscientes que tenemos aquí una asignatura pendiente. El curso dura un año. Actualmente asisten por las tardes una veintena de chicas de lunes a viernes.
IV.- HACIA UN TALLER LABORAL SOLIDARIO
En los apartados precedentes intentamos reseñar lo que hemos experimentado hasta el momento. También hemos señalado los desafíos, los problemas y los límites de nuestro accionar. En este último apartado aludiremos al futuro. Tiene mucho de contenido utópico12 . Entendiendo por utopía un proyecto capaz de motorizar lo mejor de las personas y de las instituciones. O sea, un ejercicio de "imaginación prospectiva" y de confianza en la "fuerza inventiva" del ser humano. Una propuesta no siempre alcanzable, pero que al menos se ubica en el horizonte entusiasmable de lo posible.
En realidad contiene mucho de lo que ya se ha venido haciendo en el TSJ. Combina pasado, presente y futuro.
Tiene carácter de borrador para guiar el diálogo y el intercambio entre los instructores y los mismos adolescentes. El presente Proyecto contiene entreveradamente una declaración de fines y objetivos, aspectos organizativos y una metodología incipiente para llevarlos a cabo13 . Está en estado de consulta entre todos los actores intervinientes. El rápido fluir de los chicos - oficialmente están sólo dos años con nosotros- dificulta su articulación. Precisamente entre los objetivos de esta propuesta está el lograr una prolongación de actividades que permita una continuidad mayor en el acompañamiento de los chicos. Veamos ahora más en detalle los aspectos del proyecto de un TALLER LABORAL SOLIDARIO que -con términos más o menos parecidos, pero con los mismos conceptos- estamos empezando a querer instrumentar más decididamente entre todos los participantes del TSJ14 . El TSJ puede ser considerado a la manera de una cooperativa de trabajo donde todos sus integrantes aportan y se benefician15 . El espíritu cooperativo, el acostumbrarse a trabajar en equipo y la gestión compartida de las tareas no son sólo metas que se proponen al final del aprendizaje sino que forman parte esencial del mismo y deben ejercitarse desde el comienzo.
Ya se están realizando actividades en este sentido. Habría que buscar otras y es por eso que estamos ensayando establecer una mayor autoorganización de los propios jóvenes mediante un sistema de Representantes y Comisiones.
Desde el punto de vista más estrictamente legal el CENTRO de CAPACITACION de la COMUNIDAD "TALLER SAN JOSE" toma la forma jurídica de una Asociación Civil (no depende del Estado ni es una empresa lucrativa)16 . Pretende la formación integral (técnica, humana y social) y la iniciación a actividades productivas de adolescentes que no participan totalmente del sistema formal educativo y con un escasísimo "capital social" que les impide incorporarse satisfactoriamente a la ciudadanía efectiva17 . Los beneficios a obtener en esta unidad educativo-productiva (no es sólo una escuela ni una fábrica) son el aprendizaje, el mantenimiento del propio taller y su extensión a quienes le estén asociados y en cuyo funcionamiento sus integrantes -aprendices, formadores y directivos- actúan en forma solidaria y cooperativa.
Hay distintas categorías de miembros o socios: estudiantes o aprendices18 , formadores, directivos.
Algunos formadores trabajan con jornada laboral completa, otros parcialmente u ocasionalmente y hay también quienes lo hacen en calidad de voluntarios. También quedan vinculados al TSJ los que terminaron su formación y otros adherentes. Los jóvenes pueden ser considerados como socios en etapa de formación -socios aprendices- que se benefician con la capacitación que les brinda el Taller y ellos a su vez con su trabajo contribuyen a su desarrollo y sostenimiento.
Los aprendices se incorporan de forma más transitoria y mientras duren los cursos de capacitación en los cuales se inscriban. El Taller en cuanto lugar de capacitación tiene una periódica entrada y salida de miembros una vez que concluyen su tiempo de aprendizaje. Aprobado este período inicial pueden prolongar su participación en cursos de perfeccionamiento que incluyan una mayor atención a la producción y , por lo tanto, con una eventual participación en las ganancias si las hubiera. Luego, los que desean - estamos considerando seriamente su factibilidad- podrían también, presentando un Proyecto de Trabajo, asociarse en forma cooperativa con el Taller19 . No obstante, todos son invitados a seguir vinculados en calidad de adherentes apoyando el Taller, formando parte del club o centro juvenil, Bolsa de Trabajo, etc.
En el Taller San José además de sus actividades más específicas -capacitación y producción- se efectúan otras actividades que benefician a sus integrantes y a la comunidad de la que forman parte. De este modo, se organizan acciones de servicio20 , actividades recreativas, actividades culturales, y otras iniciativas según los intereses de los participantes 21 . Para la realización de todas estas actividades se está en especial vinculación con otras personas e instituciones del barrio. Es una condición básica para que un Taller Solidario funcione adecuadamente que el grupo humano que lo compone esté unido y que exista confianza, compartiendo los mismos objetivos y un proyecto común, estando todo dispuestos a ejecutarlo buscando el beneficio compartido. Es una tarea permanente de complementación para "aprender-trabajando".
Los bienes más importantes que posee el Taller San José son las personas que lo integran y que aportan según sus conocimientos técnicos, su fuerza de trabajo y sus deseos de aprender. Los medios materiales (terreno, locales, herramientas,...) se han constituido básicamente por donaciones recibidas, por préstamo de instalaciones (comodato con María Construye), los sueldos para los instructores proporcionados por el Ministerio de Educación y también por ingresos producidos por el mismo Taller.
Todos esos bienes son propiedad común del Taller.
Los diferentes miembros del Taller efectúan diversos tipos de actividades: formación, producción, administración, dirección, comercialización, etc., y en distinta cantidad de horas. De todos modos, siempre el trabajo y la capacitación deben estar adecuadamente entrelazados y en ambos casos, para su coordinación, hay un Director, un Jefe de Taller, de Sección o Curso y un Maestro de Aula.
El Taller, en cuanto que es también un Centro de Formación Profesional reconocido por el Estado, se rige en este punto según la normas generales fijadas por las autoridades educativas22 . Los alumnos toman también a su cargo algunas tareas como el mantenimiento general, la limpieza diaria, la revisión del inventario y la preparación del refrigerio. Para cubrir todos los demás gastos (servicios, materiales, etc.) al mismo tiempo que se forman también producen bienes. Es una de las maneras posibles en que los "socios estudiantes" del Taller, que están en etapa de aprendizaje, contribuyen a su propia formación y retribuyen los beneficios que reciben.
El Taller, además de la capacitación, les facilita la inserción en el mundo laboral, la relación con autoridades y otras instituciones, respaldo y orientación, pasantías en empresas23 , obtención de becas (internas y externas), cupos de participación en cursos de perfeccionamiento y prácticas rentadas. Al final de la capacitación básica algunos de los que alcancen un mejor desenvolvimiento podrán ser llamados a desempeñarse como "socios ayudantes", colaborando en las tareas de adiestramiento. Para la distribución de estos "beneficios" el Taller se rige por los siguientes criterios: "a cada cual según su trabajo", el buen compañerismo, la solidaridad, el presentismo, la disciplina y las necesidades de cada uno.
Finalmente, la Dirección ejerce la responsabilidad de conducir el Taller ayudado muy de cerca por el resto de los formadores, mediante el diálogo directo, reuniones periódicas y otros mecanismos. También de modo especial promueve y coordina las actividades con las Comisiones y Representantes de los Alumnos. Por otro lado, cuida particularmente la relación con los padres de los chicos.
Promueve su organización y participación en el TSJ, pero preferentemente también procura que sean los canales de comunicación viva e interacción con la comunidad.
En definitiva, el Taller Solidario se basa en las buenas relaciones comunitarias de todos sus miembros. Son ellas un verdadero "factor económico" (al igual que el trabajo, el capital, los medios de producción,...). Es lo que Razeto denomina el FACTOR "C".
Este factor es particularmente cuidado y desarrollado por el Taller San José, por eso especialmente en el tiempo de capacitación existe una tercera área, a parte de la Técnica y del Aula, que denominamos de Formacion Comunitaria o de Formación Humana y Social24 . El Taller Solidario, como su nombre lo indica, no quiere ser una institución cerrada sobre sí misma. Es por eso que procura participar como tal en la vida de la zona, especialmente del barrio y del municipio. Por consiguiente, estrecha vínculos con organizaciones sociales, religiosas y comunitarias, contribuyendo a la solución de problemas comunes. Reiteramos, ya a modo de conclusión, que la problemática de los adolescentes, en situaciones de fragilidad personal y social, no la puede resolver nadie aisladamente25 . El Taller San José tan solo alcanza a concentrarse en una de las respuestas necesarias y urgentes. Es consciente de su aporte, pero también de sus limitaciones. Creemos -como se suele decir- que más vale, encender una luz, por pequeña que sea, que quedarse sentado maldiciendo la oscuridad. En el transcurso de estos años, no hemos alcanzado soluciones definitivas ni espectaculares, pero sí hemos comprobado que algo es posible realizar. La experiencia que hemos reseñado, más que dejarnos satisfechos, se convierte una y otra vez en el arranque de nuevos puntos de partida. Sigue habiendo un gran número de cosas para hacer, para cambiar, para imaginar. Volviendo sobre los fundamentos expuestos deseamos cada vez más ayudar a los chicos a conjugar y relacionar tres verbos fundamentales: HACER (taller) - PENSAR (aula) y QUERER (valores compartidos). Es el mejor "avío" que le podemos dar a los adolescentes en el difícil viaje que también los adultos tenemos que transitar.
NOTAS
1 Aquí hay que mencionar el apoyo y orientación permanente del Proyecto de Huertas Populares dependiente del Municipio local. También nos asiste eficazmente el Programa PROHUERTA del INTA que además nos encarga la fabricación de herramientas especiales de labranza contribuyendo así al sostenimiento de nuestro Centro. Para conocer las características de este programa, ver Proyecto Integrado PROHUERTA. Informe de Avance, INTA, Buenos Aires, febrero 1994.
2 Ver por ejemplo la reseña del diario CLARIN del 13 de agosto de 1992, pág.30.
3 Sobre actividades similares ver Mercau, Fernando "El `rebusque' como acción espontánea de los pobres", en CIAS N§405, Buenos Aires, agosto 1991.
También y directamente en conexión con el grupo etario que aquí más nos interesa, Macri, Mariela y Van Kemenade, Solange, Estrategias laborales de jóvenes de barrios carenciados, Centro Editor de América Latina, Buenos aires 1993.
4 Una excepción que nos ha llamado la atención en este sentido es el artículo de Eva Giberti "Las chicas de la calle", diario CLARIN, 12 de junio de 1995. También de la misma autora y más específicamente en relación con la prostitución infantil femenina, "Cuando los chicos son víctimas", CLARIN, 16 noviembre de 1994.
5 Rodríguez Rey, Elba con la colaboración de María Arsenia Tula "El Proyecto del Taller San José", (mimeo), 1989.
6 Articular educación y trabajo tiene también una relativa larga historia. Una introducción para esta cuestión Briasco, Irma, "Aportes para la inserción del trabajo productivo, como principio educativo, en el curriculum de la educación básica y polimodal", UBA-PRONATASS, (monografía), 1994. El boletín de la Red Latinoamericana de Educación y Trabajo, del CENEP de Buenos Aires, ofrece permanentemente artículos, actualización bibliográfica e información sobre el particular. También ver, Haurie, Lilia/Alzabé,Bernabé y colaboradores, Educación y Trabajo Productivo en la Posmodernidad, La Colmena, Buenos Aires 1991. La misma problemática pero a nivel de escuela secundaria, Jacinto, Claudia y Fafián, Claudia, "Juventud, Educación Media y Trabajo: los aportes de la investigación socio-educativa", Secretaría de Investigaciones Educativas, Munic. de Bs.As.; especialmente en medio rural, Martínez Guarino La escuela productiva. Utopía y realidad. Paidós, Buenos Aires 1994.
Por otro lado, observamos con satisfacción que la importancia de este tema la acabamos de ver confirmada por el Ministerio de Cultura y Educación de la Nación con la reciente creación de la Dirección Nacional de Educación y Trabajo, cfr. Boletín Oficial Nø 28.143 del 13 de mayo de 1995. Desde otros ángulos de la sociedad también parece que se le comienza a prestar más atención, algunas pruebas de ello: el Seminario "Educación y Formación Profesional", organizado por Fundación Navarro Viola y Fundación Adenauer, octubre 1993; las jornadas "La empresa de la Educación", convocadas por ACDE, Conciencia, Consejo Empresario Argentino, Fiel, Consejo Publicitario Argentino, Fundación Banco Boston, noviembre 1993; y el Simposium sobre Microempresas, desarrollado por el CONET.Ver también: Mealla, Eloy Patricio "La difícil articulación entre educación y trabajo", en Novedades Educativas, N§ 79, Bs.As., julio 1997; y "Educación y trabajo: los grandes ejes de vinculación", N. Educativas, N§180, Bs.As., agosto 1997.
7 Nos inspiramos para estos puntos en los postulados básicos del Centro de Investigación y Desarrollo de la Educación. Al respecto, Corvalán, Oscar, Lluch, Eliana; Andreani, Ricardo y Palma Claudio Juventud y Trabajo. Una opción de capacitación para el Chile democrático, CIDE, Santiago de Chile, 1990.
8 No olvidar de tener en cuenta La Propuesta para un Programa Nacional de Trabajo Infantil en Argentina, Ministerio de Trabajo, UNICEF, OIT, 1993.
9 Cfr. Gallart, Jacinto, Suárez, o.c., pág 14; del mismo parecer es el Prof. José Antonio Fernández, ponencia en el Seminario "Educación y Formación Profesional en el contexto de la mutación actual", FUNDARED, Buenos Aires, 1994. Para potenciar esta dimensión de la formación, UNICEF nos ha invitado, junto con otras instituciones semejantes dedicadas al trabajo con chicos, a organizar un TALLER DE EXPRESION ORAL Y ESCRITA. En este momento, y por un par de meses, estamos desarrollando este taller en nuestras instalaciones que, como su nombre lo indica, pretende apuntalar las competencias básicas en el área de lengua.
Entre los fundamentos de la iniciativa se dice: "Se considera que el lenguaje en tanto medio de comunicación, constituye una herramienta central que posibilita la inserción activa del sujeto en su medio social. Por medio del lenguaje, los sujetos acceden a los saberes socialmente significativos. El lenguaje posee la propiedad no sólo de transmitir el orden social sino de mantenerlo y modificarlo. A su vez contribuye al desarrollo del pensamiento y de la personalidad. También existe una estrecha vinculación entre el dominio de la palabra y el ejercicio de la participación". Nuestro Centro de Capacitación no escapa ciertamente a la constatación común que señala el bajo nivel que presentan los adolescentes para expresarse tanto en forma oral o escrita. Por lo tanto, es de suma importancia "desarrollar competencias comunicativas para el logro de una más efectiva participación de los mismos en la sociedad". O sea, se procura aumentar "la capacidad de responder, con textos escritos u orales adecuados, a diversas situaciones de comunicación, sean estas formales o informales, laborales o artísticas, especulativas o pragmáticas".
10 Esta operatoria -a pesar de que podría tener sus aristas polémicas y reparos- ha comenzado a multiplicarse en el país y es así que algunos centros educativos -incluso los públicos- encaran su autosostenimiento brindando productos y servicios. Hay ya en algunos casos una legislación que lo avala. Por ejemplo, en el ámbito de la Muncipalidad de Buenos Aires, las escuelas técnicas han sido autorizadas a comercializar la producción de sus talleres y laboratorios, ver Boletín Municipal N§19.963, Decreto N§24, 1994. Es de destacar,por otro lado, que algunas Universidades, como la Tecnológica Nacional, hayan encarado prestaciones directas a la comunidad, en particular nos referimos al Programa de Acción Social y Tecnológica llevado adelante por la Secretaría de Asuntos Estudiantiles. Es auspicioso también que el Consejo Superior de la Universidad de Buenos Aires acaba de establecer para sus alumnos la práctica social obligatoria con fines solidarios. Tenemos la esperanza que entidades como el TSJ puedan beneficiarse con estas medidas y otras similares.
11 Financió estas tareas la FUNDACION ANTORCHAS, al respecto vale la pena conocer las bases de su política de donaciones en el Area Social, y especialmente los oportunos criterios para los Proyectos para Adolescentes de bajos recursos y barrios carenciados.
12 "Hay que tener siempre una utopía de repuesto, pues, cuando sobreviene la catástrofe, la utopía se impone como la única alternativa realista", Von Hayek, Friedrich, Premio Nobel de Economía 1974, citado por Martínez Guarino, Ramón, La Escuela Productiva, Paidós, Buenos Aires 1994,pág.15.
13 Es lo que en el ámbito de la planificación escolar se denomina el "proyecto educativo". Para una introducción ágil y sencilla a esta cuestión, Berthoud, Susana, Fines y Objetivos Institucionales, Ed. Stella, Buenos Aires, 1988; Teijido, Elvira, Ejecución del Proyecto Educativo, Ed. Stella, Buenos Aires 1991; Giachino, María Isabel y Clotilde Alleva, Ideario y Proyecto Educativo, Ed. Stella, Buenos Aires 1993.
14 Para lo que sigue nos ha inspirado mucho Luis Razeto, nos referimos aquí en particular a su trabajo Modelos Organizativos de Talleres Laborales, Programa de Economía del Trabajo, Santiago de Chile, 1990. También acudimos a Palma, Claudio, Creación de Talleres Productivos, CIDE, Santiago de Chile.
15 Para un relevamiento sobre este tipo de organizaciones, Briasco, Irma, "Cooperativas de Educación", en Brocato, Alejandro (coordinador), Cooperativas de Trabajo: algunos elementos para su análisis,INAC-PRONATASS, 1994.
16 Hoy día se observa un auge renovado de este tipo de asociaciones especialmente en el campo de la acción social y desarrollo de la comunidad, que han dado en llamarse Organizaciones No Gubernamentales (ONG). También se las ha comenzado a agrupar como el "Tercer Sector", distinguiéndolas como pertenecientes a un campo propio distinto del Estado o de la empresa privada lucrativa. Ya es muy abundante la bibliografía al respecto. A modo de ejemplo, es de destacar en Argentina una reciente inciativa de la FUNDACION DEL VISO que ha comenzado a editar una revista denominada precisamente "TERCER SECTOR". Ya lleva publicados cinco números en los cuales se puede hallar una interesante fundamentación y accionar de este tipo de asociaciones. Para un panorama actuliazado en el país, Thomposon, Andrés, "¨Qué es el Tercer Sector en la Argentina?", Centro de Estudios de Estado y Sociedad (CEDES), N§110. Para un enfoque internacional acerca de las tendencias en el voluntariado social consultar García Roca Solidaridad y Voluntariado, Ed. Sal Terrae, Santander 1994.
17 "Las dificultades de inserción laboral de estos adolescentes, que más allá de las adversas condiciones del mercado de empleo, están vinculadas a su escasa calificación; y también a que sus hogares dificílmente pueden proveerlos de redes sociales que faciliten el ingreso a empleos medianamente atractivos desde el punto de vista salarial y/o de calificación. Ellos no saben dónde ni cómo buscar trabajo... la formación para el trabajo, en la medida en que sus objetivos excedan la capacitación técnica, puede significar para ellos un aumento de su capital social...En efecto, la empleabilidad no tiene que ver sólo con competencias técnicas, sino también con la responsabilidad individual, la autonomía y auto- organización de la tarea, la cooperación y la capacidad de trabajo en grupo, la adaptabilidad a los cambios y la predisposición al aprendizaje permanente". Gallart, Jacinto, Suárez, o.c., pág. 15. Ver también pág. 25.
18 La expresión "aprendiz" la usamos con cierta vacilación y a título de prueba debido a su posible alusión un tanto anacrónica y para algunos hasta peyorativa.
19 A veces no es fácil la concreción de estas actividades extracurriculares si no se cuenta con la debida cobertura se seguros contra accidentes y otras exigencias legales.
Para tal fin estamos elaborando las bases de los Equipos de Trabajo Cooperativo. Al mismo tiempo estamos haciendo consultas con el Ministerio de Trabajo y el Instituto Provincial del Empleo que apoyan este tipo de iniciativas.
Asimismo estamos contactando con la Fundación Emprender que brinda holgada financiación para el surgimiento de estas pequeñas empresas. Al incursionar en estas actividades hay que ser muy precavido y estudiar bien su viabilidad para no despertar expectativas irrealizables. En este sentido, nos parece muy adecuada la imagen "incubadora de microempresas" para indicar el rol que podría llegar a alcanzar una institución como la nuestra, brindando un soporte físico, capacitación y asistencia técnica para que dichos emprendimientos puedan, como recién nacidos, ir valiéndose de a poco por sí mismos, ver Gallart, María Antonia, "Pequeñas empresas y microemprendimientos: empleo, educación y capacitación", en EDUCACION Y TRABAJO, año 4, n§1, marzo 1993.
20 Pese a que lo desarrollamos en nota, este no es un aspecto secundario, alude a una dimensión central de la formación y de la acción que queremos imprimirle cada vez más al TSJ. Nos referimos al PROYECTO DE LOS APRENDICES que está orientado a una mayor vinculación del Taller con la comunidad. En la medida que el TSJ vaya cubriendo sus necesidades edilicias internas, los nuevos trabajos reales serán en base a detectar necesidades en la zona y que puedan ser cubiertos por nuestros talleres. Esto supone recorrer con los adolescentes el barrio y dialogar con las personas e instituciones interesadas, detectando "casos" a partir de los cuáles los jóvenes proyectarán cómo resolverlos desde sus respectivas especialidades. De este modo, aspiramos a combinar formación, ejercitación práctica sobre situaciones reales y conexión solidaria con la comunidad. El aprendizaje en base al Planteo de Casos y su Resolución es cada vez más un método interactivo de formación que se está difundiendo en los ciclos superiores de enseñanza. Las escuelas ORT de Argentina también incluyen este tipo de formación, ver Schlosser, Silvio, "Educación Tecnológica para el Siglo XXI", ponencia en el SEMINARIO EDUCACION Y FORMACION PROFESIONAL, Fundación Navarro Viola, Buenos Aires, octubre 1993. Esta metodología, creemos que también se puede aplicar en el TSJ con las debidas adaptaciones. Para lograrlo estamos programando instaurar en el TSJ la exigencia de realizar en equipo un Proyecto de Producción, a determinar según las características del tipo de curso del que se participa y de la duración del mismo. Aquello que se decida proyectar -una vez aprobado por la Dirección- deberá tener en cuenta, entre otras características, una finalidad solidaria hacia adentro del mismo Taller o hacia otras personas e instituciones. El Taller surgió y vive gracias a la solidaridad de muchos, por eso sus integrantes con más razón deben expresar también su solidaridad en acciones similares. Los aspectos técnicos del Proyecto deberán ser analizados dentro de cada curso particular o equipo de trabajo que se constituya según los casos. Supone un trabajo de conjunto entre las tres áreas que forman el "trípode" sobre el cual se sostiene el CCC: TALLER - AULA - FORMACION COMUNITARIA. Para orientar la elaboración de los Proyectos de Producción estamos a punto de concluir una GUIA PARA LA PRESENTACION DE PROYECTOS. Para redactarla hemos seguido muy de cerca la guía "Nuestro Proyecto" de Cáritas Argentina, producida por Sabatino, José Pablo, Servicio de Cooperación, Buenos Aires. También es un buen subsidio para estos temas y actividades: Capacitación de Animadores Comunitarios, Cuadernillo de Conceptos Básicos, Secretaría de Desarrollo Social, Buenos Aires 1995.
21 Por ejemplo, desde hace tres años -gracias a la constancia admirable de un grupo de voluntarios- funciona un grupo de teatro con sorprendentes resultados en el desarrollo humano y social de los interesados.
22 Desde el punto de vista educativo depende jurisdic-cionalmente de la Dirección de Adultos y Formación Profesional de la Provincia de Buenos Aires, luego que el CONET transfirió a las provincias las unidades educativas que le pertenecían.
23 Esto último no es todavía una práctica muy habitual en la Argentina y menos en las franjas laborales inferiores.
El Decreto del Poder Ejecutivo Nacional N§340/92 reglamenta e impulsa esta iniciativa. Precisamente PROYECTO JOVEN, propulsado por el Ministerio de Economía desde 1993, es un plan de entrenamiento laboral para jóvenes de escasos recursos que incluye necesariamente la exigencia de realizar pasantías en empresas. Si bien finalmente no brindamos ningún curso dentro de dicho programa, sí tuvimos la satisfacción de reunir los requisitos y ser registrados como entidad capacitadora cuando nos presentamos a tal fin en la Primera Licitación Pública Nacional en 1993.
Igualmente estamos inscritos en el Registro de Instituciones de Capacitación Laboral del Ministerio de Trabajo. Nosotros por nuestra cuenta, desde el inicio incorporamos las pasantías a las cuales pudieron acceder bastantes chicos del TSJ. Pese a que nos tocó vivir involuntariamente un hecho trágico y doloroso, seguimos pensando -tomando los debidos recaudos- que es una experiencia muy valiosa. Los informes de la empresas donde nuestros chicos han hecho prácticas rentadas nos alientan a proseguir en ese sentido.
24 Esta área está integrada actualmente con lo que hemos denominado el tiempo de Aula. Aquí nos ha sido de mucha utilidad el texto de Istvan Karl y David Burin, La Práctica del Co-operar. Manual para cooperativas de trabajo.
Instituto Nacional de Acción Cooperativa (INAC)-PRONATASS, Buenos Aires 1994; también, Soverna, Susana, "Las Cooperativas de Trabajo y la Cooperación", en Cooperativas de Trabajo, o.c. A un nivel distinto -el de reflexión para los formadores- nos ha resultado muy enriquecedor el trabajo de Onetto, Fernando, ¨Con los Valores: Quién se anima?, Bonum, Buenos Aires 1994. Es un aliento de aire fresco ante los interrogantes tan acuciantes, especialmente en los adolescentes, sobre los valores y el sentido de la vida, campo donde abundan los diagnósticos pero son pocas las propuestas y estrategias como las que el autor propone.
También en esta área de Formación Humana hemos experimentado con éxito el recurrir a la utilización de grabaciones radiofónicas de los cuentos de la serie "Yerbas y otros cuentos" de Mamerto Menapace. Es un recurso que encaja muy bien en la cultura preferentemente oral más que lógico-argumental de los adolescentes que participan del TSJ. Hay otras obras similares y escritas por el mismo autor publicadas por Ed. Patria Grande, Buenos Aires.
25 Es así muy auspicioso, entre otros indicios, el creciente concepto de "Salud Integral de los Adolescentes" -en base al cual se desarrolló celebrar en Mendoza el II Congreso Nacional convocado por la Sociedad Argentina de Pediatría- que implica un llamado a un fuerte compromiso interdisciplinario y multisectorial.
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