CURSO TALLER: ¿QUÉ ES HACER ARQUEOLOGÍA?.
PRESENTACIÓN DE UNA EXPERIENCIA EDUCATIVA

Cohen, María Lorena (1)

López Campeny, Sara M. L (1)

Somonte, Carolina (1)

RESUMEN:

Se presenta a continuación, la exposición de una experiencia educativa llevada a cabo a partir del dictado del Curso - Taller ¿Qué es hacer Arqueología? El mismo nació como parte del proyecto "Exhibir, Comprender y Proteger", elaborado por el Instituto de Arqueología y Museo (I.A.M.). Dicho proyecto fue premiado con un subsidio de la Fundación Y.P.F. en la convocatoria para la "Innovación en Museos" en 1997. El curso - taller está dirigido a estudiantes de tercer año del primer ciclo, segundo y tercer ciclos completos de la E.G.B. y Polimodal.

En este artículo exponemos la estructura básica del dictado del curso, como así también el impacto del mismo en los participantes. Esta experiencia nos permitió reflexionar, entre otros temas, sobre ciertas falencias educativas en la enseñanza de la prehistoria americana en las escuelas, la carencia de un sentimiento de identidad y pertenencia hacia el pasado indígena, el desinterés por el patrimonio y conservación de los bienes culturales del pasado y la falta de tolerancia ante la diversidad cultural.

ABSTRACT

The following is the presentation of the exposition of an educative experience which was performed since the dictation of the workshop (curso-taller) "What is Archaeology about?". This workshop was part of the project called "To exhibit, to understand and to protect", which was elaborated by the Instituto de Arqueología y Museo (I.A.M). This project was awarded with an Y.P.F. Foundation subsidiary in the "Innovations in museums summons in 1997. This workshop is directed at students of 3rd ; 4th ; 5th ; 6th and 7th grade and high-school students.

In this article we expound the workshop basic structure and also its incidence in the participants. These experiences gave us the opportunity to reflect about some educative faults occurring in schools for example the teaching of American Prehistory. It also showed us the lack of identity and possession feelings on the natives of the past. Finally we could see the lack of interest in the patrimony and the preservation of the past cultural goods and the lack of tolerance towards the cultural diversity.

INTRODUCCIÓN:

El siguiente trabajo surge de la inquietud y, hasta podríamos decir, de la obligación que sentíamos de comunicar una actividad educativa que las autoras vienen realizando desde el año 1999. Se trata de una experiencia que, en términos generales, responde a lo que siempre consideramos un tema pendiente de la Arqueología: la transmisión de los conocimientos obtenidos a través de nuestras investigaciones a la comunidad en general. Esto implica un trabajo previo de transformación del discurso científico para hacerlo accesible a la sociedad y, en el caso especial de la experiencia que aquí nos referimos, a los niños y adolescentes. Se trata, básicamente, de producir un contacto, un pequeño acercamiento que genere un diálogo, entre la arqueología como ciencia social, y la comunidad vinculada, de una u otra manera, con ese pasado. En otras palabras: significa hacer partícipe activo al público en general de este conocimiento sobre el pasado.

Con esto no estamos diciendo que consideramos que la difusión general del conocimiento a la comunidad sea un trabajo "extra" que debemos anexar a nuestra investigación científica, sino que esta tarea debe integrarse y formar parte activa entre los principales resultados de nuestra labor. Estamos completamente convencidas de que la arqueología es un producto de conocimiento social que puede, y debe, trascender más allá de los congresos de "ólogos" y especialistas, siendo, de una u otra manera, un servicio para la gente.

A través del presente artículo pretendemos realizar un pequeño aporte que ponga de manifiesto el importante papel que la Arqueología puede desempeñar en la educación de los niveles pre - universitarios. Queremos además destacar la necesidad urgente de asumir el compromiso social y colectivo, por parte de la comunidad de especialistas y científicos, de que nuestros resultados trasciendan el ámbito académico específico.

El resultado final al que apunta esta tarea de difusión intenta ir más allá del simple traspaso de conocimientos teóricos, sino que pretende, como fin último, la formación de una actitud de valoración y respeto hacia el pasado, la variabilidad cultural y hacia el Patrimonio Histórico que hemos heredado. Creemos que esta formación debe implementarse desde el ciclo escolar, ya que la educación infantil es la mejor inversión que podemos realizar para garantizar la protección y conservación de los bienes arqueológicos.

EL PROYECTO:

El curso-taller ¿Qué es hacer Arqueología? nació como parte del proyecto "Exhibir, Comprender y Proteger", elaborado por el Instituto de Arqueología y Museo (I.A.M.). Dicho proyecto fue premiado con un subsidio de la Fundación Y.P.F. en la convocatoria para la "Innovación en Museos" en 1997.

El curso se dicta en el edificio donde se encuentra ubicado el I.A.M, y está dirigido a estudiantes del tercer año del primer ciclo; segundo y tercer ciclos completos de la E.G.B. y Polimodal. Su venta se promueve a través de una visita a las escuelas públicas y privadas donde, con la ayuda de folletos explicativos y carpetas de publicidad, se informa a las maestras, para interesarlas en participar del mismo junto con sus alumnos. La elección de este público particular se debe a que consideramos que el curso puede ser una herramienta útil para complementar ciertos contenidos del Diseño Curricular de Educación General Básica, Jurisdicción Tucumán (1997), principalmente en lo que respecta a la enseñanza de la prehistoria de nuestro territorio y las poblaciones indígenas originarias. Asimismo, el curso responde a la nueva exigencia de aprender a través de salidas educativas fuera del ámbito escolar.

Por otra parte, reconocemos que existen serias falencias en la enseñanza del pasado amerindio, generándose en los alumnos una visión sesgada de la historia nacional, excluyendo a los pueblos indígenas de toda participación (Cfr. Podgorny 1999). Al respecto, este curso pretende brindar una visión diferente de ese pasado, enriquecida a través de los conocimientos producidos por la arqueología, que permita a los alumnos valorar las formas de vida de los pueblos anteriores a la conquista.

Además, la oportunidad de trabajar con las escuelas, permite que la experiencia de los alumnos no termine con el curso, sino que tenga una continuidad con un mayor desarrollo de la temática en el marco escolar. El curso pretende ser, entre otras cosas, un motivador o disparador de inquietudes que la maestra debe saber aprovechar, posteriormente, en el aula.

Es importante mencionar que, si bien el curso posee una estructura general y un contenido básico que conforma la exposición, de manera flexible se implementan diferentes niveles de complejidad discursiva de acuerdo con la edad de los participantes.

En forma sintética, esta experiencia educativa responde a los siguientes objetivos:

1. Hacer conocer teórica y prácticamente cómo trabaja el arqueólogo, diferenciando las principales etapas que sigue durante la investigación.

2. Diferenciar la tarea científica del arqueólogo de la actividad de aficionados, coleccionistas y excavadores furtivos.

3. Valorar los vestigios arqueológicos como testimonios y fuentes documentales de la historia de la humanidad.

4. Motivar una participación activa por parte de los estudiantes en la protección de los restos arqueológicos, concebidos no como propiedad exclusiva del arqueólogo, sino como parte del patrimonio de toda la sociedad.

5. Generar una actitud de respeto y tolerancia por las poblaciones que vivieron y viven de manera diferente a la nuestra, a partir del reconocimiento de las diferencias culturales.

EL CURSO

En términos generales, el dictado del curso consta de dos grandes partes: una primera constituida por una clase teórica, que entre sus apoyaturas cuenta con la proyección de un video de 25 minutos de duración; y la segunda, que consiste básicamente en la excavación de un contexto arqueológico simulado (Cohen, López Campeny y Somonte 1999). El dictado del curso se completa en aproximadamente cuatro horas, en donde la teoría y la práctica están interrumpidas por un recreo o descanso intermedio de 20 minutos.

Al comenzar el taller siempre se pregunta a los participantes qué expectativas tienen sobre el dictado del mismo y si les parece importante participar de una experiencia educativa sobre la Arqueología y el trabajo de los arqueólogos. Este diálogo inicial nos sirve como diagnóstico inmediato del conocimiento previo que poseen los alumnos sobre el tema. A continuación, se realiza una breve encuesta escrita e individual, vinculada a los contenidos conceptuales que se aprenderán durante la clase. La misma debe ser respondida y entregada antes de dar inicio al curso. El mismo cuestionario es respondido, nuevamente, por los participantes, una vez finalizado el taller. La comparación entre las respuestas previas y las posteriores nos permiten autoevaluar el dictado del curso, al estimar el grado de conocimiento adquirido por los chicos.

La primera parte teórica se inicia con un viaje imaginario al pasado remoto, que sitúa a los chicos como espectadores de una situación cotidiana:

"Hagamos de cuenta que visitamos un pasado muy lejano y que observamos una familia reunida para cocinar. Pensemos.... ¿qué actividades los vemos realizar?... ¿qué materiales utilizan para ellas? Hacen un fogón con leña, preparan los alimentos, los colocan en una olla de cerámica y la ponen al calor del fuego. Mientras tanto, vemos que algunos fabrican o reparan sus herramientas de piedra en torno al fogón."

La intención de esta ambientación es, por una parte, lograr una aproximación de los chicos a algunas de las actividades del pasado, al identificar a personas que, al igual que ellos, se reúnen a comer con su familia, pero reconociendo, al mismo tiempo, que las formas particulares de hacer estas actividades cambiaron mucho a través del tiempo. Esta experiencia nos permite, además, que los chicos relacionen actividades o comportamientos con las herramientas necesarias y con los productos resultantes de las mismas. Asimismo, se hace hincapié en la importancia de las relaciones espaciales entre los restos materiales.

Toda esta recreación del pasado nos da pie para introducir la noción de contexto arqueológico a partir del siguiente ejemplo: "imaginemos que una persona del presente remueve los materiales con el solo fin de llevarse la olla a su casa, simplemente como adorno". Una de las preguntas que inmediatamente formulamos a los chicos es: "¿Podrá explicar esta persona qué es lo que ocurrió en aquel lugar si solamente ha visto la olla y no el resto de los materiales asociados a ella: carbones, maderas, lascas, cenizas, huesos, restos de comida?"

La finalidad del ejemplo anterior es que los chicos reflexionen acerca de esta situación, visualizando a los materiales arqueológicos, no como piezas sueltas sin conexión, sino como partes de un todo integrado.

"Los restos nos dan información cuando están relacionados entre ellos, en el lugar donde se usaron. Son las cenizas, más los carbones, más los restos de alimentos, más los fragmentos de cerámica y demás, lo que nos da la pista de que alguien estuvo cocinando en ese lugar."

En esta instancia, otra pregunta clave es "si la gente del pasado ya no está para contarnos lo que hizo, entonces, ¿quién se encarga de hacer hablar a estos objetos?". Así, entre todos, comenzamos a construir la imagen del arqueólogo y de su labor.

El arqueólogo es presentado como un detective del pasado, ya que al igual que éste, investiga y busca pistas o huellas, a partir de las cuales intenta resolver un problema ¿qué ocurrió en el pasado?. Los vestigios arqueológicos se constituyen entonces en esas pistas que el arqueólogo indaga para explicar qué fue lo que ocurrió. El paralelismo arqueólogo/detective, sirve como disparador de una discusión, guiada por nosotras, en la que los chicos comienzan a elaborar una definición de Arqueología.

Es importante destacar que la clase se ve permanentemente enriquecida con los aportes de experiencias, inquietudes, preguntas y comentarios que los chicos hacen, lo que hace única a cada clase. Apuntamos a que el curso sea, durante todo su desarrollo, dinámico y participativo, un diálogo constante, donde la intervención de los chicos juegue un papel muy importante, impidiendo de esta manera que se transforme en una exposición tradicional.

A continuación se proyecta un video (2) (Korstanje et al. 1998-99), cuyo contenido apunta a conocer teórica y prácticamente cómo trabaja el arqueólogo, diferenciando las principales etapas que sigue durante su investigación. También se pretende que los participantes reflexionen sobre la importancia de que sean los arqueólogos los que realicen las excavaciones, utilizando métodos y técnicas especiales. Con toda esta información los chicos obtendrán los lineamientos básicos para realizar, posteriormente, la experiencia de excavación arqueológica simulada.

Para lograr la motivación y captar la atención de los chicos hacia el video, se propone que esta experiencia sea el comienzo de un juego en el que "todos nos convertimos en arqueólogos por un día". La importancia de que presten mucha atención al video es que descubran en el mismo las reglas que deben seguir para jugar. Estas reglas consisten en cada una de las instancias del método científico aplicadas específicamente a un trabajo de investigación arqueológica, es decir: la búsqueda bibliográfica, visita a la localidad que se tomará como caso de estudio, la elaboración de un Proyecto de Investigación, las etapas de prospección arqueológica, la excavación, el análisis de los materiales en el laboratorio, la interpretación y la difusión de los resultados a la comunidad.

Todas estas etapas de la investigación arqueológica serán aplicadas por los chicos en la experiencia de trabajo práctico, el que se inicia con el análisis del texto Relatos de un Viajero, elaborado por las autoras para ser usado en este taller. Se trata de una carta, escrita por un supuesto viajero, que relata, a la Corona española, las costumbres y actividades que observa durante su paso por tierras donde vive una comunidad indígena. En este relato están encubiertas las pistas que los alumnos deben descubrir a través de un trabajo de comprensión de texto: la ubicación geográfica del lugar, las características del ambiente, los recursos naturales disponibles por la comunidad, las diversas actividades y sus productos resultantes, así como las herramientas necesarias para realizarlas.

A partir de la información obtenida durante este análisis los participantes comienzan a plantearse preguntas que quisieran responder (así surge el problema de la investigación), las posibles respuestas (se plantean hipótesis) y los indicadores materiales o restos arqueológicos que apuntarían a contrastar algunas de sus hipótesis (implicancias contrastadoras). Luego de completar esta etapa de trabajo de gabinete, los alumnos pasan a la realización del trabajo de campo, para lo que se han creado contextos simulados para su excavación.

El conjunto de apoyaturas y herramientas que el taller dispone para la realización de esta experiencia de excavación consiste de:

- nueve cuadros de excavación o cajas móviles de 80 cm por 80 cm de lado, por 20 cm de profundidad (Ver Figura 1).

- un conjunto de nueve zarandas de malla fina, de 50 cm de lado por 20 cm de alto.

- implementos para excavar: baldes, palas de carga, pinceles, cucharines, espátulas, bolsas plásticas etiquetadas

El conjunto de materiales con los que se formaron los contextos está integrado por: réplicas experimentales, materiales didácticos (3) del I.A.M. y material ecofactual actual. Los contextos representan una variedad de actividades llevadas a cabo por una familia en una vivienda. Los materiales que forman parte de estos contextos nos remiten a las siguientes áreas de actividad: sector de talla lítica, de producción de cerámica, de manufactura textil, de fogón, de molienda de alimentos, de preparación de cueros, de descarte (basurero) y de contexto funerario (Ver Figura 2).

Las cajas son excavadas por un grupo de hasta cuatro chicos por cuadro, de manera que trabajen cómodos y no perturben la disposición original de los materiales que contienen. Se pretende que durante este trabajo los chicos pongan en práctica los procedimientos metodológicos contenidos en el video: excavación cuidadosa y detallada, recuperación de materiales en zaranda, registro mediante dibujos y fotografías, embolsado de los materiales por unidad de extracción (bandejas).

Si bien las cajas son excavadas de manera independiente, una vez finalizadas las tareas de recuperación, estas bandejas son ensambladas, para la interpretación final, como se muestra en la Figura 3.

A partir de la información obtenida durante el trabajo de campo retomamos las preguntas e hipótesis planteadas anteriormente por los alumnos, iniciando de esta manera la etapa de interpretación de los datos arqueológicos, se discute además sobre las diversas posibilidades de técnicas de análisis que pueden aplicarse a los materiales.

Como consecuencia de esta experiencia práctica, los alumnos aprenden que:

- La arqueología es más que una excavación. Esta etapa constituye sólo una parte del proceso de investigación, cobrando verdadero sentido en el marco del problema planteado.

- La finalidad de las excavaciones arqueológicas no es la de obtener piezas para llenar las vitrinas de un museo, sino responder a las preguntas formuladas por la investigación.

- La importancia de que sean los arqueólogos, profesionales preparados e idóneos, los que lleven a cabo este tipo de investigaciones científicas.

Esta última es una reflexión conjunta a la que arribamos con los participantes del taller, por lo que consideramos que, con esta experiencia, de ninguna manera estamos formando pequeños huaqueros. Por el contrario, al desempeñar los alumnos un rol protagónico durante el simulacro del trabajo arqueológico, aprenden sobre la importancia de que los restos deben preservarse en el lugar, y no ser removidos por personas que no sean arqueólogos. También se les indica qué hacer en caso de hallar un sitio o restos arqueológicos y siempre tener en cuenta que: "al igual que cuando ocurre un crimen, nadie debe tocar nada hasta que llegue el detective".

El curso termina con una serie de conclusiones que surgen ante la pregunta: "Arqueología ¿para qué? y ¿para quién?" De esta manera, se abordan temas tales como: la importancia de conocer nuestro pasado, la necesidad urgente de preservar y defender el patrimonio cultural y de respetar las diferencias culturales presentes y pasadas.

"El pasado nos pertenece a todos y es el arqueólogo el encargado de hacernos conocer nuestra historia más remota pero.... ¿para qué nos sirve conocer el pasado?

Para aprender que la forma de vida que tenemos no es la única que existe o existió y conocer que hubo muchas otras formas de vida en el pasado que no fueron mejores ni peores, sino simplemente distintas. Debemos rescatar el valor de las diferencias culturales como fuente de riqueza de la cual podemos aprender. No olvidemos que del reconocimiento de las diferencias culturales nace el respeto y la tolerancia por las poblaciones pasadas y presentes."

EL ANÁLISIS DE LOS RESULTADOS

Se presenta a continuación el análisis comparativo de un conjunto de respuestas a las encuestas previas y posteriores al dictado del curso. La relevancia del papel desempeñado por estas encuestas en el marco del taller obedece a que:

a) por un lado, representan medios empíricos para la verificación del cumplimiento de los objetivos propuestos para el curso. En otras palabras, constituyen indicadores para medir, evaluar o mostrar el progreso de nuestra actividad hacia la consecución de las metas a alcanzar (Delgado 1999)

b) y por el otro, nos permiten identificar ciertas probelmas en la enseñanza de estos temas en la escuela, como reflejo de un problema social más profundo.

Con respecto al primer punto, se eligió para el análisis una muestra compuesta por un total de 96 alumnos de tres divisiones de tercer año (primer ciclo de EGB). De las cuatro preguntas en que consisten las encuestas, se tomaron aquí las dos primeras: 1) ¿Qué es la Arqueología? y 2) ¿Cómo trabaja el arqueólogo?

De las respuestas se extrajeron palabras clave, que consistieron generalmente, en el caso de la primera pregunta en sustantivos relacionados con el concepto de Arqueología, y en la segunda, verbos vinculados con el trabajo del arqueólogo. De esta manera, se definieron una serie de categorías, a partir de las cuales se elaboraron tablas (Tabla 1 y Tabla 2) y gráficos comparativos o histogramas (Gráfico 1a y 1b; 2a y 2b) de la situación de conocimiento previa y posterior a la clase.

* Algunas de las observaciones más relevantes que pueden desprenderse del análisis de la Tabla 1 (Ver además gráficos 1a y 1b), son las siguientes:

- el porcentaje de los alumnos que no saben qué es la arqueología desciende considerablemente casi en un 50% después de la clase taller

- después del curso, las respuestas que definen a la arqueología como ciencia, como estudio del pasado, así como las que la relacionan con los testimonios del pasado, sufren un leve incremento,

- desaparecen categorías erróneas como las que relacionan a la Arqueología con sustantivos tales como lugar, arcos, agronomía, anatomía u otras imprecisas que conciben a la arqueología solamente como excavación

- se suman nuevas categorías de mayor precisión tales como ciencia del pasado y ciencia del pasado del hombre, aún más específica que la primera.

* En el caso de la Tabla 2 (Ver gráficos 2a y 2b), los cambios que pueden notarse entre las respuestas anteriores y posteriores a la clase son:

- el porcentaje de los alumnos que no conocen cómo es el trabajo de un arqueólogo disminuye en alrededor de un 45%

- se percibe un incremento en las categorías que vinculan la labor del arqueólogo con la investigación y la excavación

- categorías mencionadas anteriormente aparecen luego de la clase con mayor precisión (antes: buscar, después: buscar objetos y antes: estudiar, después: estudiar el pasado del hombre/estudiar restos materiales del pasado)

- se observa un manejo de nuevos conceptos relacionados con la actividad del arqueólogo, tales como la descripción de las etapas de trabajo y la mención de las herramientas que éste utiliza.

Los cambios observados entre las respuestas de los participantes, antes y después de realizar el curso, nos proporcionan un panorama general de los resultados del taller, en lo que respecta al conocimiento adquirido por los cursantes. De este modo, consideramos que, con el dictado del curso ¿Qué es hacer Arqueología? se estaría dando cumplimiento, en forma satisfactoria, a los tres primeros objetivos:

1. hacer conocer teórica y prácticamente cómo trabaja el arqueólogo, diferenciando las principales etapas que sigue durante la investigación,

2. diferenciar la tarea científica del arqueólogo de la actividad de aficionados, coleccionistas y excavadores furtivos y

3. valorar los vestigios arqueológicos como testimonios y fuentes documentales de la historia de la humanidad.

El cumplimiento de los dos objetivos restantes :

4. motivar una participación activa por parte de los estudiantes en la protección de los restos arqueológicos, concebidos no como propiedad exclusiva del arqueólogo, sino como parte del patrimonio de toda la sociedad,

5. generar una actitud de respeto y tolerancia por las poblaciones que vivieron y viven de manera diferente a la nuestra, a partir del reconocimiento de las diferencias culturales,

se verifica oralmente a través de las reflexiones de los chicos ante la pregunta final: "Para qué nos sirve conocer el pasado? y ¿A quién pertenece ese pasado?". En sus respuestas puede percibirse en primer lugar, si reconocen a ese pasado como propio y, por otro lado, si a partir de esta experiencia se sienten protagonistas y responsables del cuidado de los restos materiales de ese pasado.

REFLEXIONES FINALES

Uno de los resultados de esta experiencia pedagógica es que nos permitió reconocer algunas serias falencias educativas en la aplicación de los contenidos curriculares. Entre éstas podemos destacar la falta de actualización de los conocimientos, por parte de los docentes, por escasa consulta de material bibliográfico nuevo y específico. Esto se traduce en un mal manejo de los conceptos vinculados con el pasado indígena y con el papel de la Arqueología en su estudio. Pero una de las observaciones más duras consiste en detectar, en la mayoría de los casos, una actitud subvalorativa, en la enseñanza de un pasado indígena que es presentado con una carga de connotaciones peyorativas, despectivas y prejuiciosas. Un terrible ejemplo de esta situación lo vivimos cotidianamente cuando las mismas maestras que participan del curso con sus alumnos, en un llamado de atención a la disciplina de los chicos suelen expresarse de la siguiente manera: "chicos, no se porten como indios" , o en términos similares.

Este mismo pasado indígena que es tratado despectivamente, a su vez, es mostrado como una historia ajena y desvinculada del "ser nacional" o ciudadano argentino actual. Esta situación se traduce en la carencia de un sentimiento de identidad y de pertenencia hacia ese pasado indígena.

Consideramos que esta postura surge de una situación concreta y real: la Argentina es un país multiétnico y pluricultural. Con respecto a esto último suele enfatizarse, en la educación, la existencia de importantes sucesos que marcaron la particular formación de esta condición cultural de nuestro país, la más reciente de ellas, la gran ola inmigratoria de fines del siglo XIX. Sin embargo, en la construcción de nuestro perfil de identidad, generalmente suele olvidarse que existe un primer componente cultural constituido por las poblaciones originarias de nuestro territorio, "dando origen a ese primer nudo de nuestra cultura, esa primera mestización que fue la matriz original hispano indígena...y en general es ocultada cuando no negada" (Martínez Sarasola 1998: 15-16).

Ahora bien, ¿cuál es el papel que debe jugar la Arqueología en la reinserción de este pasado indígena dentro de la historia nacional?

La arqueología de las últimas décadas ha continuado con la herencia dejada por los "precursores", manteniendo una postura tradicional, alejada e incomunicada de la sociedad. Hay una verdadera falencia en la divulgación de los conocimientos adquiridos a través de las investigaciones y se hace necesaria una transformación y adecuación del discurso científico a un lenguaje de difusión general.

El dictado de este curso es una forma de acercamiento entre la Arqueología y un sector importante de la comunidad, donde la educación constituye una verdadera inversión para asegurar una visión diferente y, al mismo tiempo, generar una actitud crítica que permita cuestionar la enseñanza tradicional del pasado.

Pero no sólo necesitamos establecer un diálogo con la comunidad, sino que también es nuestro deber generar un lazo entre esa parte de la historia, que no se siente propia, y nuestro presente. De este modo, nos sentimos protagonistas de una tarea de concientización, mediante la divulgación de ciertos principios básicos que deberían ser practicados (sensu Martínez Sarasola 1998:486):

- Dignificación y respeto por el otro. Dada la condición multiétnica y pluricultural de nuestro país, se hace necesaria una valoración de la diversidad cultural, tanto del pasado como del presente, que conduzca a una actitud de tolerancia hacia los diferentes segmentos que conforman nuestra sociedad.

- Reafirmación de la propia identidad. A partir del principio expresado previamente se puede lograr la conformación de un sentimiento de identidad nacional donde confluyen los diferentes grupos que participaron de la trama histórica de nuestro territorio

- El indígena como compatriota, lo que significa reconocer que por su participación activa en los diferentes acontecimientos de la historia argentina han contribuido en la configuración de la nación argentina.

Intentamos que el curso sirva además como experiencia que permita que los participantes descubran cuál es la relevancia de conocer el pasado para la sociedad del presente. A través de ejemplos sencillos y concretos reflexionamos sobre qué podemos aprender de las distintas formas de vida de pueblos del pasado. Mencionamos también algunos elementos y prácticas culturales que aún conservamos, aunque ignorando su origen indígena, tomando conciencia de componentes de la vida diaria que provienen de ese pasado: aspectos tecnológicos (construcción de andenes y terrazas de cultivo, uso de fertilizantes naturales, materiales para construcción de viviendas, rescate de técnicas artesanales, etc.), aspectos rituales (relación armónica con la naturaleza, etc.), manifestaciones artísticas (estilos de arte, música, danzas), elementos lingüísticos (toponimias y otras expresiones) comidas tradicionales, etc.

En este sentido, coincidimos con Lumbreras (1981:6) en que la práctica de la Arqueología puede ser un instrumento social activo en el presente, al rescatar el conocimiento del pasado:

"La Arqueología (...) es arma de liberación cuando descubre las raíces históricas de los pueblos, enseñando el origen y el carácter de su condición de explotados; es arma de liberación, cuando muestra y descubre la transitoriedad de los estados y de las clases sociales, la transitoriedad de las instituciones y de las pautas de conducta. Es arma de liberación cuando se articula con las demás ciencias sociales, las que se ocupan de los problemas de hoy, y muestra la unidad procesal de la historia en sus términos generales y en sus particularidades regionales o locales."

Finalmente, creemos que sólo a partir del conocimiento de nuestro pasado se puede generar en la comunidad una actitud de valoración hacia los bienes patrimoniales, prerequisito necesario para su efectiva protección.

 


Figura 1. Modelo de bandeja para excavación

 


Figura 2. Contexto simulado para el trabajo práctico de excavación

Referencias:

Bandeja A1: Basurero: contiene tiestos cerámicos, ceniza, carbones, huesos de fauna quemados y no quemados, desechos de talla, vellones, artefactos fracturados, cordeles.

Bandejas B1 y C1: Área de Talla Lítica: retocadores de hueso (Re), desechos de talla (La), artefactos en diferentes etapas de formatización (Af), percutores (Pe) y núcleos (Nu).

Bandeja A2: Sector de preparación de cueros: estaca de caña (Est), improntas de agujeros de estacas (Im), raspadores (Ra), raederas (Rd), vellones (Ve).

Bandeja B2: Área de fogón: desechos de talla (La), huesos y astillas de fauna (Hu), tiestos con restos de hollín (Ti), semillas (Se), piedras quemadas, ceniza, carbones, leña quemada, área de rubefacción (mancha rojiza).

Bandeja C2: Sector de molienda de alimentos: mazorca de maíz (Mz), pequeña vasija (Va), molino plano (Mo), mano de moler (Ma), granos de maíz y maní (Se), camada de paja (Pj).

Bandeja A3: Área de manufactura textil: tortero (Tr), agujas de caña (Ag), fragmento de tela (Tex), vellones (Ve), cordel de lana (Co).

Bandeja B3: Contexto funerario:ajuar fúnebre: hacha de piedra (Ha), pequeño morral (Mo), plumas de ave (Pl), conchas marinas (Ca), instrumento musical (Im), figurina cerámica (Fi), restos de alimentos (Se).

Bandeja C3: Área de producción cerámica: arcilla modelada sin cocinar (Ar), posible antiplástico: restos de cerámicas (Ti), láminas de mica (Mi), caracoles (Ca), mano de molino (Ma).


Figura 3. Disposición de las bandejas luego de la excavación

 

 

Tabla 1

¿Qué es la Arqueología?

Categoría

Antes

Después

No saben

58,62%

9,19%

Es una ciencia

6,90%

9,19%

Es una ciencia del pasado

----

14,99%

Es una Ciencia del pasado del hombre

----

35,63%

Es un estudio del pasado

9,48%

12,63%

Es el Pasado

----

9,19%

Es un lugar

1,72%

----

Es una excavación

12,06%

----

Es el conjunto de testimonios del pasado

2,58%

3,44%

Es gente que trabaja en el campo

2,58%

----

Es gente que estudia anatomía humana

5,17%

----

Es el trabajo con arcos

0,89%

----

Otros

---

5,74%

Tabla 2

¿Qué es la Arqueología?

Categoría

Antes

Después

No saben

54,54%

8,33%

Estudiando

7,07%

---

Buscando

19,19%

---

Excavando

4,04%

8,33%

Investigando

3,03%

9,52%

Buscando objetos

---

23,81%

Estudiando el pasado del hombre

---

16,66%

Estudiando restos materiales del pasado

---

15,47%

Se mencionan etapas de trabajo

---

5,98%

Se enumeran herramientas de excavación

---

8,33%

Otros

12,13%

3,57%

NOTAS

1 Instituto de Arqueología y Museo. Facultad de Ciencias Naturales e I. M.L. Universidad Nacional de Tucumán. marisalopez@impsat1.com.ar lorenacohen@hotmail.com carosomon@mixmail.com

2 El video "¿Cómo trabajan los arqueólogos?" ha sido producido por el Equipo de Comunicación para el Desarrollo de la Fac. de Filosofía y Letras, Universidad Nacional de Tucumán, integrado por F. Korstanje; S. Marcos; C. Ballesteros; A. Santochi y J. Villanueva. Este video forma parte de la serie pedagógica: "Conociendo nuestro pasado", producida en el marco del Proyecto "Exhibir, Comprender y Proteger", elaborado por el I.A.M.

3 El conjunto de materiales arqueológicos denominado "didáctico" por el I.A.M. consiste de piezas fragmentarias sin procedencia o datos sobre el lugar de hallazgo que integran una parte de la colección.

Bibliografía:

COHEN, M. L., S. M.L. LÓPEZ CAMPENY y C. SOMONTE 1999. Desenterrando la Arqueología... un juego para niños. Resúmenes de las IV Jornadas de Comunicación Interna. Facultad de Cs. Naturales e I. M. Lillo, Universidad Nacional de Tucumán, pp: 46. Tucumán.

DELGADO, O. 1999. Conceptualización de términos utilizados en la formulación de Proyectos (m.s)

DISEÑO CURRICULAR de EDUCACIÓN GENERAL BÁSICA, JURISDICCIÓN TUCUMÁN. 1997. Ministerio de Gobierno Educación y Justicia de la Provincia de Tucumán. Secretaria de Estado de Educación. Vol (1) y (2). Impr. El Gráfico. Tucumán.

LUMBRERAS, L. G. 1981. La Arqueología como ciencia social. Ediciones Peisa. Lima. Perú.

MARTÍNEZ SARASOLA, C. 1998. Nuestros paisanos los indios. Emecé. Buenos Aires.

PODGORNY, I. 1999. Arqueología de la educación. Textos, indicios, monumentos. Sociedad Argentina de Antropología. Colección Tesis Doctorales. Buenos Aires.

 

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