Especial NAyA 2001 (version en linea del cdrom)

LOS TUNELEROS.  Constructores de plantas hidroeléctricas en Costa Rica

-- ETNOGRAFÍA E HISTORIAS DE VIDA --

"¡Que hable entonces el tunelero mismo
que se escuche su voz de piedra
 y aguas subterráneas!
¡Que tome la palabra el tunelero!"…
  J. L. Amador

Desde que ingresé en el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), oí hablar de los tuneleros. Obreros encargados de construir los conductos subterráneos para el transporte de las aguas utilizadas en la generación de energía eléctrica. Me impresionó el respeto con que eran evocados por el resto de los trabajadores, casi como un símbolo, un modelo a seguir. De 1984 a 1990 realicé, por iniciativa propia, varias investigaciones orientadas a conocer diversos aspectos de su experiencia sociolaboral. Puede afirmarse que el proyecto de Patrimonio Histórico y Cultural del ICE, se inició en los túneles del Proyecto Hidroeléctrico Ventanas Garita, cuando, sin más equipo que mucho entusiasmo y una destartalada grabadora, emprendí aquella labor con los tuneleros, recuperando su voz, sus testimonios, sus vivencias personales y laborales.

Por aquel entonces no tenía plaza de profesional en el ICE. Me habían dicho que el Ing. Bayardo Selva era el jefe de los Proyectos Hidroeléctricos. Lo abordé en el pasillo y le solicité su apoyo para realizar una investigación sobre la vida de los tuneleros, que contribuyera a lograr un mayor reconocimiento a su labor. Anteriormente había realizado un análisis de autobiografías de mujeres campesinas y aspiraba a efectuar un trabajo semejante en el ICE. Me miró un instante y me dijo: "Presénteme una propuesta por escrito". Hoy, don Bayardo, ya no está entre nosotros, pero mi agradecimiento hacia él es perenne. De esta labor obtuvimos tres productos, que paso a reseñar: Ÿ Etnografía del Trabajo. Ÿ Colección de Autobiografías y Ÿ Análisis de Historias de Vida de Tuneleros: un estudio de la transición de jornaleros agrícolas a obreros de la construcción de túneles del ICE.

·   ETNOGRAFÍA DEL TRABAJO   

La etnografía es un método de investigación utilizada por la antropología social. Por lo general el investigador se integra a un grupo como "observador participante". "El etnólogo debe vivir personalmente los fenómenos que analiza, a fin de interpretarlos y comprenderlos en su significación real... debe participar de la vida del grupo como si fuese miembro suyo, y registrar cada momento, cada ocasión de la vida individual y colectiva del grupo...  La etnografía exige del etnólogo un gran esfuerzo para despojarse de su propia cultura" (Garaguso, 1986: 703)  Este tipo de investigación demanda un enorme respeto por el grupo en estudio. Poco a poco, y sin juicios previos, el investigador irá conociendo los valores y la cultura de dicho grupo. En nuestro medio, la etnografía es usualmente aplicada en comunidades indígenas o campesinas. Nuestro mérito ha consistido en aplicarla al estudio de un grupo laboral, dentro de una organización burocrático industrial. Por eso hablamos de etnografía del trabajo.

La etnografía del trabajo y uso del tiempo libre de un grupo de trabajadores de obras subterráneas del ICE, se publicó bajo el título ASÍ VIVEN Y TRABAJAN LOS TUNELEROS (Amador, 1994). Fue el resultado de un proceso de "observación participante", producto de varias semanas de convivencia del autor con los miembros de una cuadrilla, acompañándolos en su actividad laboral y pernoctando en sus campamentos. Narra la vida de este grupo de trabajadores y describe un día de su vida en el Proyecto Hidroeléctrico Ventanas Garita. El relato da inicio con el ingreso de la cuadrilla C.F. 4122 en el túnel para el comienzo de su jornada. Describe los diferentes aspectos de la actividad laboral: aspecto físico-ambiental del mundo subterráneo, fases del proceso de excavación, organización del trabajo, uso de las máquinas, pero, especialmente, cómo conviven los tuneleros, cómo configuran un grupo humano y construyen su cotidianidad alrededor de la actividad laboral. Un fragmento ilustrará el contenido de esta publicación:

Bajo la luz amarillenta de los bombillos, los cuerpos y los cascos de los tuneleros lucen brillantes por la humedad y el barro.... De vez en cuando alguno advierte que tomo notas mientras los observo, me hace un guiño y sigue manipulando su máquina. Hombres y máquinas parecen insectos gigantes horadando la roca y zumbando. El ruido es una sustancia infernal y densa, casi tangible. La atmósfera es pesada y el aire es una mezcla de olor a minerales de la tierra, humo, aceite, cemento, explosivos y vapor de agua. Uno de los tuneleros acaba de terminar la perforación de un agujero en la piedra. El emboquillador se acerca para ayudarle a dominar la máquina barrenadora y colocarla en el sitio en que se abrirá un nuevo agujero, toma la máquina  por el barreno, que sigue vibrando en el aire. Su mano cimbra, lo mismo que los músculos de su espalda. Varias veces ambos intentan que la punta de acero penetre la roca, pero la piedra no se rinde fácilmente, se descascara, se resiste. Están sudorosos y acalorados. Se hablan a gritos y sus voces casi no se escuchan en medio del ronquido ensordecedor de las máquinas... Sus piernas, enfundadas en botas impermeables que llegan hasta la rodilla, chapalean en un pozo de agua.... (Amador, 1994: 21)

Parte del relato da cuenta de la actividad de estos trabajadores durante las horas de descanso en el campamento, ocasión propicia para adentrarnos en su mundo íntimo y personal, compartiendo sus comidas, dormitorios, bromas y conversaciones, conociendo sus necesidades y preocupaciones.

Casi a las seis pasa un grupo de tuneleros cerca del cubículo donde estoy preparando entrevistas, ordenando notas y diarios de campo. Les hago un gesto interesado en saber hacia dónde se dirigen y luego de un breve titubeo me contestan con un ademán de que los siga. Salimos del plantel conversando y bromeando y sin mucho preguntar me entero que vamos al "pedo e chancho". "Usté quiere saber cómo vivimos nosotros,  verdá? pues, venga." De camino recogimos limones ácidos para la "boca".. Poco a poco nos fuimos alejando del plantel, internándonos por una callejuela. "Nada más tenga cuidao con lo que escribe," me dijeron. Cuando llegamos a la casucha donde se vende el "guarito", ya estaban ahí otros trabajadores del plantel. "Este es un traguito para comer, no beba mucho si no está acostumbrado." (Amador, 1994: 42)

Con este estudio etnográfico pretendimos hacer un acercamiento cálido y humano a las gentes que laboran en la construcción de las plantas hidroeléctricas. Asimismo, dar a conocer su vivencia cotidiana, cultura y visión de mundo. Fue así como empezó a cobrar vida el ideario de Patrimonio Histórico y Cultural.

·   RECOPILACIÓN DE HISTORIAS DE VIDA

En esta fase se recopilaron aproximadamente 16 testimonios orales autobiográficos de tuneleros de diversas procedencias y edades. Posteriormente este número se incrementó. El testimonio oral y las historias de vida son técnicas clásicas de la antropología, que permiten profundizar en un grupo humano, conocer su cotidianidad, su cultura y su visión de mundo. Aquí el investigador pasa a un segundo plano y en su lugar aparece el testimonio vivo del hablante, en esta caso un trabajador: un tunelero. Los objetivos de esta indagación (Amador, 1987) fueron:

·  Dar a conocer al público en general y al trabajador del ICE, en particular, "quiénes son y qué  hacen los tuneleros".

·  Describir su actividad laboral y el uso de su tiempo libre. 

·  Lograr para este grupo laboral el justo reconocimiento por su aporte histórico en el proceso de construcción de la infraestructura eléctrica del país.

·  Contribuir a configurar un enfoque teórico alternativo, frente a la perspectiva tradicional de interpretación de los fenómenos sociolaborales, existente en las organizaciones burocráticas. La perspectiva actual prescinde del componente histórico cultural del trabajador y propicia su deshistorización.

A modo de ejemplo, en el siguiente fragmento autobiográfico, un tunelero nos habla de los derrumbes causados por la presión del agua subterránea en el corazón de la montaña, durante la construcción del Túnel de Tapantí:

En la construcción de Tapantí hubo un atraso. La cuestión de los atrasos es que, como esos cerros son tan altísimos, tienen tanta agua y grietas y todo, diay... A veces iba trabajando en el túnel y cuando oía era que empezaba a traquear todo y ya había que tirarse para atrás,  porque aquello (la montaña) estaba haciendo fuerza. Dejaba de hacer fuerza y salía aquel montón  de agua. Ya el trabajo se paralizaba, porque las bombas no daban abasto en sacar agua. Y a montar tubería para sacar agua. Entonces, toda la guardia se la llevaba uno jalando tubo y bombas también. Tanto era así que no daban abasto, y cuando sentía era que estaba con el agua hasta aquí. Y un agua friíta, bastante fría. Esas fueron las experiencias más duras, ahí en Tapantí: los derrumbes, el montón de agua que se acumulaba y que no tenía salida...

Testimonio de don Urías García Boza, tunelero.

La colección completa de testimonios de tuneleros está transcrita, aunque muy deficientemente para pensar en su publicación. Solamente la historia de vida de don Urías García Boza fue depurada y difundida en algunos grupos. Más tarde, esta experiencia en historias de vida se retomaría con la puesta en práctica del programa de recopilación de testimonios orales de fundadores y antiguos funcionarios del ICE, el que se analiza en detalle en el capítulo siguiente.

·  DE JORNALEROS A TUNELEROS:

    ANÁLISIS DE LA TRANSICIÓN  LABORAL

De trabajar uno en un cafetal a trabajar en una cosa de esas se siente uno totalmente extraño y nervioso.   Joaquín Granados, ex-tunelero.

Por eso le digo yo, era muy difícil, de uno que no conocía, solo el canasto, a ir a coger una máquina barrenadora.    Saúl Solano, ex-tunelero

Muchos de los tuneleros autobiografiados resultaron ser originarios de la zona de Cachí. Al comparar entre sí sus historias de vida, se advirtió un aspecto común a todos ellos: su transi­ción laboral y existencial, desde el mundo de la hacienda cafeta­lera, al mundo del proyecto hidroeléctri­co.  Esto nos motivó a replantear los objetivos iniciales y dar paso a una investigación más compleja, orientada al análisis de esa transición.

La contextualización social e histórica de los testimonios, nos permitió ir más allá del nivel autobiográfico y alcanzar la dimensión colectiva e histórica de este proceso. En primer lugar, advertíamos que la transición que relataba cada tunelero como una experiencia personal, había sido, en realidad un proceso experimentado por toda la comunidad de Cachí, como resultado de la quiebra de la hacienda cafetalera y de la simultánea cons­truc­ción de una planta hidroeléc­trica en la localidad. Estos acontecimientos habían dado origen a un proceso de desintegración de la comunidad tradicional de Cachí y a su posterior reintegración en torno a un nuevo eje socioeco­nómico: el proyecto hidroeléctrico. En segundo lugar, y desde una perspec­tiva de más alto grado de abstracción, veíamos que aquella experiencia que los cachiseños consignaban en sus relatos biográficos como un simple "cambio de traba­jo", era ni más ni menos, la forma de manifestarse en sus vidas el proceso de moderniza­ción impulsado a partir de la instau­ración de la Segunda República, proceso que repercutía en el decaimiento de la hacienda cafetalera tradi­cional en todo el país y su irremediable sustitu­ción por haciendas tecnificadas de carácter empresarial. La construcción de la planta hidroeléc­tri­ca también respondía al mismo proceso de indus­trializa­ción y moder­niza­ción impulsado desde el Estado. 

Ambas realidades, las historias de vida de los tuneleros por una parte y la historia del pueblo de Cachí por otra, resultaban ser manifesta­cio­nes concretas de grandes procesos de trans­formación de las estructuras económi­cas y socia­les de nuestro país y del mundo.  Esta fue a grandes rasgos, nuestra síntesis interpreta­tiva del proceso histórico subya­cente a las historias de vida de los tuneleros.  (Amador, 1991).   

Estas investigaciones acerca de los tuneleros, nos permitieron profundizar en las interacciones existentes entre el mundo del trabajador y el mundo laboral. De este modo fue posible confirmar una vez más que, mientras las empresas pretenden, vanamente, administrar trabajadores homogéneos, la subjetividad, la familia, la comunidad y la cultura, irrumpen en el mundo laboral, con su cuota de diversidad y perturbación. Pero por otra parte, el mundo del trabajo se proyecta sobre el mundo privado y personal de los individuos, modificando las relaciones familiares, generando estilos de vida, imprimiendo su sello de pautas y valores, dietas, costumbres, consumo, horarios, ritmos, que se instalan en el hogar y en la comunidad, alterando su vida y su cultura, y transformando la sociedad.

Al iniciar nuestro labor en el campo de la cultura y la historia del ICE, indagando por el tunelero, preguntábamos por el trabajador en general. "El tunelero es un caso concreto, pero también se un símbolo. Representa al hombre que trabaja en silencio y que subterráneamente construye el futuro. Preguntar quién es el tunelero, equivale a decir quién es el trabajador de base, el que hace las carreteras, los aeropuertos, repara las centrales telefónicas, conduce los buses y tapiza las sillas. Es el ladrillo con el que se han construido y seguirán construyendo nuestras modernas organizaciones burocráticas, industriales o agrícolas. Ese que se esfuma detrás de los organigramas, pero sin el cual no se mueve el más pequeño tornillo." (Amador, 1991: 12) El trabajo con tuneleros fue la llave que nos permitió posteriormente ingresar a un mundo más amplio, y esto lo hicimos mediante la "recopilación de testimonios orales de fundadores y antiguos funcionarios del ICE", programa al que nos referiremos en otro artículo.


REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS.

Amador, José Luis

1987        "Tuneleros."  En Quesada, Juan Rafael (Compil.) Primer Seminario de Tradición e Historia Oral.  San José.  Universidad de Costa Rica.  Facultad de Ciencias sociales.  Escuela de Historia y Geografía.

1991           De jornaleros agrícolas a obreros de la construcción de túneles.  El caso de los tuneleros del ICE procedentes de Cachí.  Un análisis de historias de vidas.            Tesis de Licenciatura en Antropología Social. Universidad de Costa Rica.

1994             Así viven y trabajan los tuneleros. Revista Patrimonio y Futuro Nº 3. Oficina de Patrimonio Histórico y Tecnológico del ICE.

Baltodano, Federico

      1992     Así se forjó el ICE. Testimonio del Ingeniero F. Baltodano Guillén. Revista Patrimonio y Futuro Nº 2. Oficina de Patrimonio Histórico y Tecnológico del ICE.

Bertaux, Daniel

      1988     El enfoque biográfico:  su validez metodológica, sus potencialidades.  En Acuña,

Víctor (Compil). Historia Oral e Historias de Vida.  San José, FLACSO.

      1989     Los relatos de vida en el análisis social. Revista de Historia Oral, No. 1. Barcelona España.

Ferraroti, Franco

      1976     Hombres  y máquinas  en la sociedad  industrial. Barcelona. España: Editorial Labor. 

      1988     "Biografía y Ciencias Sociales." En Acuña, Víctor (Compil.). Historia Oral e Historias de Vida. San José. FLACSO.

Juan Pablo II, Papa

      1981          Sobre el trabajo Humano: Laborem Exercens. San José.  Editorial DEI.

Loría O., Moisés

      1974     Páginas del Recuerdo. San José: ICE.

Sánchez Adolfo

1990        "La electrificación Rural en México, informe sobre una aproximación a la historia oral", En Estudios sobre las culturas contemporáneas. Vol. III,  No. 8-9. Universidad de Colima, México. 1990.

 


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