Especial NAyA 2001 (version en linea del cdrom)

Articulación de reclamos y faccionalismo: el caso de los oleros afectados por Yacyretá

Autora: Christine Mohha Danklmaier [1]

 

Resumen

El propósito de este trabajo es analizar, en el contexto de un movimiento de protesta y reclamos reivindicatorios de uno de los sectores de la población  posadeña afectados  por la Central Hidroeléctrica  Yacyretá, la existencia de facciones, su funcionamiento y su significado, tanto para los dirigentes como para los integrantes de las mismas. Nos ocuparemos de los oleros, productores artesanales de ladrillos de la ciudad de Posadas y sus alrededores, quienes desde 1994 reclaman a la Entidad Binacional Yacyretá (EBY) por su derecho a una relocalización adecuada y a la continuación en sus actividades productivas.

Los datos sobre los que hemos trabajado, han sido obtenidos de entrevistas con los principales dirigentes oleros, de documentación oficial de la EBY y de la Dirección de  Geología y Minas [2] del seguimiento de las noticias periodísticas locales, de charlas con involucrados en diferentes momentos del desarrollo del Plan de reasentamiento, y con quienes, pasados 25 años de la iniciación del proyecto, son los responsables de completar el proceso de relocalización.

Los oleros 

Las zonas ribereñas de Posadas se han caracterizado por albergar, entre otros, a un grupo de productores marginales, inscriptos dentro del mercado informal de trabajo, llamados oleros. Se denomina así a los productores artesanales de ladrillos comunes [3] Las olerías, se instalan, por lo general, en terrenos bajos ribereños propiedad privada o fiscal. Tan sólo un 3% de los productores poseen títulos legales sobre los terrenos que ocupan (DGMG 1993). La propiedad de las instalaciones o "mejoras", de las herramientas para la producción y eventualmente algún tipo de edificación, es de tipo individual; son muy pocos los que han formado sociedades de hecho, que poseen y emplean en común las instalaciones de las unidades productivas. Ocurre también que un olero puede ser dueño de las mejoras de más de una olería, en ese caso la alquila a otros a cambio de una parte de la producción, estableciéndose una relación que se ajusta a los cánones del patronazgo - clientelismo [4]

La materia prima para la producción de ladrillos es el "barro" [5] , lodo arcilloso de las orillas del río o de los arroyos. El barro extraído de zanjones, es depositado en el "pisadero", en donde se lo mezcla con aserrín, viruta y agua; esta mezcla es introducida en el malacate para proceder a su mezclado. El barro amasado es modelado en una adobera rectangular, este proceso es denominado "corte", y el producto del corte son los "adobes". Se estima que el producto de una  jornada de 8 horas de trabajo sea de 1000 a 1500 adobes (Schamber, 1999). Los adobes terminados son secados por un día o dos, luego se los apila en forma de cadena (encadenado) para asegurar un completo secado de toda la superficie. Una vez secos, se procede a la quema o cocción en el horno, proceso por medio del cual los adobes se convierten en ladrillos. A pesar de tratarse de una explotación de tipo familiar, y un oficio que se aprende de los padres y se enseña a los hijos, nadie elige ser olero por vocación; la producción de ladrillos artesanales se presenta como alternativa ante el desempleo.

Los ladrillos son comercializados principalmente de dos formas: (1)La venta a pie de horno, que consiste en vender los ladrillos directamente en la olería, o (2) la entrega de la producción a un ladrillero o acopiador, que revende los ladrillos en la ciudad o en puntos estratégicos de venta llamados "playa" (sobre la Avenida Luis Cuaranta), en las afueras de la ciudad de Posadas.

Los asentamientos de los oleros son considerados inestables, debido a la precariedad de la actividad que depende de la demanda de ladrillos por parte del sector de la construcción y por las frecuentes inundaciones que sufren las zonas costeras. Esta "fragilidad" ha contribuido a la ausencia de relaciones estables entre los oleros y sus vecinos.

El avance del agua: Los impactos de una obra cuyos beneficios no se alcanzan a percibir

La represa hidroeléctrica Yacyretá, proyecto argentino-paraguayo, se ubica  sobre el río Paraná, en la provincia de Corrientes, a 80 Km. de la ciudad de Posadas. El embalse de la represa, cuando sea llenado a su máximo nivel, formará un lago de aproximadamente  1700 km2, obligando al desplazamiento de más de 40.000 personas en ambas márgenes del río, según estimaciones que se han tornado ya obsoletas (Bartolomé 1984). La formación de este lago implica la reubicación de obras de infraestructura y la relocalización de un número muy alto de personas [6] . Cabe señalar que los oleros afectados por el crecimiento del río, han sido incorporados al Plan de Acción Para el Reasentamiento y la Rehabilitación (PARR), que implementa la Entidad Binacional Yacyretá. Este programa está basado en tres censos:

-  1979 Censo EBY (Entidad Binacional Yacyretá).

-  1989 RAU (Relevamiento  de Asentamientos Urbanos).

-  1993 Censo Olero (Dirección General de Minas y Ecología).

La puesta en funcionamiento de la presa  otorga un nuevo sentido a la palabra afectado.  Si bien los planes de relocalización y acción social que la EBY venía implementando desde 1979 se habían ocupado específicamente del problema olero, en julio de 1992 el recientemente elaborado Programa para Reasentamiento y Rehabilitación (PARR)  incluye explícitamente a los oleros como un sector a resarcir [7] , dadas las graves consecuencias socioeconómicas que ocasionaría  la inundación de los yacimientos arcillosos de los cuales este grupo obtenía su materia prima. (D.G.M.G, 1994). Se trata de una población que pierde simultáneamente sus viviendas y su fuente de trabajo. El censo olero de 1993 determinó que el total de olerías afectadas ascendía a 493.

El programa de relocalizaciones está siendo llevado a cabo por etapas (aunque mucho más lentamente que lo originalmente planeado). Ha sido relocalizado aproximadamente el 45% del total de los afectados; es decir todas las personas que pierden su lugar de vivienda como resultado del llenado del embalse de la represa de Yacyretá. En el caso de los oleros, el reasentamiento se basa prioritariamente en la restitución de la vivienda y la unidad productiva. Es necesario destacar que existen diferencias entre los oleros respecto a la "propiedad" de las tierras que ocupan y a los medios de producción. A pesar de que, como fuese mencionado anteriormente, el 97% de los oleros no es "dueño legal" de la tierra, a efectos del PARR es posible hablar de "Maestros Oleros" (propietarios, inquilinos arrendatarios o intrusos) y de "Empleados", mano de obra contratada por los primeros. Estas distinciones determinan soluciones diferenciales por parte de la EBY respecto a la relocalización. La política de relocalización prevé para los propietarios el canje de vivienda por vivienda, la cual será registrada bajo título de propiedad al beneficiario. Este grupo no contrae ninguna deuda como consecuencia de su reubicación en la nueva vivienda. Por su parte el grupo de no propietarios, generalmente ocupantes precarios, con poca o ninguna capacidad de pago, reciben una vivienda con un boleto de compra-venta, y adquieren una deuda equivalente al 35% del costo de la solución [8] (PARR, 1992). Los requisitos para acceder al Programa son:

1. Habitar bajo la cota de afectación.

2. Haber sido censado.

3. Estar de acuerdo con la solución de reasentamiento.

Toda persona desplazada tiene la opción de elegir entre dos opciones excluyentes:

1.     Acogerse a los programas de reasentamiento propuestos por la Entidad Binacional.

2.     Solicitar la indemnización por los bienes inmuebles afectados, o compensación por sus mejoras y auto-relocalizarse por sus propios medios.

En el primero de los casos se entregarían: 

§   Vivienda de reposición para todos los hogares desplazados, dotada de servicios básicos y acorde con las necesidades habitacionales mínimas del grupo familiar.

§   Entrega de una parcela para el restablecimiento de actividades económicas periurbanas y rurales basadas en el aprovechamiento de recursos naturales que serán afectados por el proyecto.

§   Asistencia técnica y/o reconversión productiva.

§   Indemnización por mejoras.

Se han generado conflictos entre la comunidad afectada -- la entidad binacional -- y el gobierno local, a lo largo de este proceso. La relación entre quienes por un lado recibieron parte del "paquete indemnizatorio" comenzó a resquebrajarse al momento que los oleros tuvieron dificultades para  poner en funcionamiento sus unidades de producción. Esto ocurrió sobre todo por la escasez o mala calidad de la arcilla de los terrenos asignados para las nuevas unidades productivas, según declaraciones de los propios oleros [9] , que derivó en la comercialización de un producto de menor calidad que el original. La imposibilidad de producir trajo consigo la falta de dinero y de suministros alimenticios, lo cual unido al encarecimiento de la canasta familiar y la adquisición de nuevas obligaciones y erogaciones adicionales a las típicamente constitutivas de la estructura de gasto familiar, como por ejemplo transporte e impuestos, empeoró aun más la situación de este grupo de por sí marginal.

Los asentamientos periurbanos de los oleros se han caracterizado por ser dispersos y no presentan diferencias significativas con otros asentamientos urbanos. Si a esto agregamos la desarticulación de barrios y asentamientos como consecuencia de la modalidad de traslado hasta ahora implementada, según la cual, se reubican las familias que van teniendo en regla su documentación, o que por alguna razón, están más urgidas del traslado, nos encontramos con una consecuente ruptura de lazos de vecindad, resquebrajamiento de lazos comunitarios y desestructuración de la trama, generalmente muy sutil, de relaciones barriales, tanto en el caso de la población relocalizada, como de aquella que aún espera por su traslado.

Según Wolf (1966; tb. Gellner 1977) existen en todas las sociedades complejas lo que denominan "estructuras intersticiales" de poder en el seno de las estructuras formales. En las  sociedades en las que el poder estatal no se encuentra homogéneamente distribuido o en donde la eficacia de la burocracia es baja esos intersticios son ocupados por otras instituciones, paralelas o parasitarias de las oficiales. Wolf se refiere particularmente a tres instituciones: El parentesco, la amistad y el patronazgo-clientelismo, ellas "se superponen al sistema y funcionan y existen en virtud de éste, que es anterior a ellas desde el punto de vista lógico, aunque no cronológico (Wolf, 1966 pp20-21).

En unidades como los barrios habitados por los oleros reasentados, las pautas tradicionales de interrelación se han visto modificadas. La disociación de los lugares de vivienda / lugares de trabajo que en muchos casos coexistían, implica por ejemplo, una movilización adicional de los individuos, la cual trae aparejada la creación de nuevos grupos de referencia; el constante afluente de población rural y la migración posterior de algunos a los grandes centros urbanos, afecta a la calidad de las relaciones interpersonales, volviéndose las relaciones tradicionales más difusas y debilitándose la solidaridad entre vecinos. La capacidad participativa y el nivel de organización social de este tipo de grupos se caracteriza, en consecuencia, por un alto nivel de individualismo autosuficiente. La desconfianza hacia el Estado es generalizada y la Entidad Binacional es responsabilizada por la pérdida del "pasado mejor"; "los asados con amigos", "las quintas de verdura", "la fiaca de los domingos", "el mate con los vecinos", "la recogida de leña entre todos", etc. En otras palabras, la EBY, y a través de ella el Estado Nacional, es responsabilizada por la pérdida del tradicional tejido social. "Vinieron, rompieron, se llenaron de plata y no volvieron más" (declaraciones de un vecino del asentamiento A 3-2)

Las asociaciones de oleros

Los reclamos individuales ante la EBY se sucedieron sin mucho éxito, según manifiestan los mismos involucrados, hasta que comenzaron a perfilarse asociaciones de oleros, con líderes carismáticos [10] que reclamaban en nombre de sus "asociados". Estas asociaciones de oleros pueden ser definidas como sub-grupos unidos por una causa común de características temporales: Tiene una problemática en común que necesita resolución inmediata.

Los principales reclamos son:

-  Pérdida de Trabajo: Reclaman un lugar para instalar de nuevo la producción de ladrillos o ayuda para dedicarse a otro trabajo (relocalización de la fuente productiva o reconversión laboral). Reposición de terrenos y herramientas Quienes han obtenido tierras, las declaran de mala calidad.

-  El incumplimiento, o cumplimiento parcial  de las promesas realizadas  cuando se pactaron las condiciones de relocalización. Indemnización total. Insumos y alimentos para subsistir hasta que se regularice la situación.

-  Viviendas: Relocalización de viviendas, Varias familias quedaron fuera del censo de la EBY. Hay oleros que hace 20 años esperan ser relocalizados.

La primera asociación que se formó fue la Asociación de Oleros Unidos, dirigida por Rubén  Fernández. Paralelamente surgieron otras asociaciones menores, que fueron cobrando fuerza en la medida en que algunos de los seguidores de Fernández, no encontrándose satisfechos con su gestión, abandonaban su asociación para participar en otra. "Nosotros renunciamos a la comisión porque las personas que la integran son los chupamedias de la EBY" (Declaraciones de un olero al Diario El Territorio 12/02/99).

Existen hoy cuatro principales asociaciones de oleros.

·   Asociación Oleros Unidos de Misiones.

·   Asociación La casa del Olero.

·   Asociación Oleros Independientes.

·   Asociación Oleros Santa Rita Oeste.

Hay otras agrupaciones menores, las cuales no son reconocidas como legítimas por los dirigentes de las antes mencionadas ni por la opinión pública. Los medios de difusión, principales portavoces de los reclamos oleros, mencionan siempre a las cuatro agrupaciones principales, y si no lo hacen, agrupan a todos bajo el término genérico de "las familias oleras".

Según Gellner (1977) allí donde el poder se encuentra efectivamente centralizado o bien distribuido, este tipo de asociaciones, así como también el patronazgo - clientelismo, son menos frecuentes. Por oposición, entendemos que la EBY es un organismo que controla tierras productivas, reasentamientos pendientes, entrega de títulos de propiedad, ayuda alimenticia, reconversión laboral efectiva, etc. El conflicto se genera a partir de la distribución de estos "bienes". Las distintas demandas de los oleros chocan con los criterios burocráticos (racionales) y generan grupos de interés que buscan optimizar la transmisión de sus demandas. Las facciones, surgen ante la heterogeneidad de estas demandas y pueden ser definidas desde la Antropología Política como formas de organización política informales, movilizadas -- por caminos alternativos a los de la burocracia formal-- para acceder a una serie de recursos escasos.

Las cuatro asociaciones, a pesar de presentar básicamente demandas similares, procuran instrumentarlas a través de mecanismos diferentes ( movilizaciones públicas, petitorios, demandas judiciales, medios de difusión, negociaciones a puertas cerradas con directivos de la EBY, negociaciones con funcionarios del gobierno, etc.). Los dirigentes se preocupan por dejar claramente establecidas estas diferencias y se ocupan de aclarar ante quien quiera oírlos, que no "estamos todos metidos en la misma bolsa" (A.. Rosas, coordinador de la asociación La Casa del Olero). Dentro de las diferencias  existentes entre las asociaciones, una es  fundamental para entender las distintas políticas de acción que adoptan. Dos de las asociaciones, cobran a sus asociados una cuota simbólica de 2 (dos) pesos por mes. El dinero recaudado se supone que sirve para pagar los gastos de personería jurídica una vez al año y los honorarios de asesoramiento jurídico, pero de hecho incorpora otro recurso al sistema, pasible de apropiación diferencial.

Las diferencias entonces radican en:

a-   Antigüedad de los grupos: Las asociaciones nuevas desconocen a las "personas claves" dentro del  gobierno local que pueden facilitar la llegada de los reclamos a instancias superiores.

b-   Tamaño de los grupos: Los grupos más numerosos tienen mayor capacidad movilizatoria. Esto lleva en momentos de llevarse a cabo una acción planificada (movilización, convocatoria de medios, etc.) a intentos de "reclutamiento" de oleros pertenecientes a otras facciones, con la promesa de acceso los recursos en corto tiempo.

c-   Asesoramiento jurídico: Los grupos con asesoramiento jurídico continuo y permanente, no caen en manos de abogados oportunistas, quienes a cambio de altos porcentajes sobre eventuales indemnizaciones, negocian con la EBY beneficios parciales para sus clientes, los cuales deben comprometerse por escrito a desistir de cualquier nuevo reclamo.

Si nos referimos a los logros, los beneficios obtenidos por las asociaciones principales son evidenciados en los siguientes párrafos; sin embargo queda evidenciado también quién es el interlocutor de estas asociaciones.

§   12/02/99 Unos 60 oleros de los 108 que viven en la zona de Nemesio Parma recibieron el subsidio de 134 pesos entregado por el gobierno provincial para afrontar la crisis del sector, pero no como integrantes de la Asociación de Oleros Unidos de Misiones, sino por intermedio de una gestión particular ante el gobernador Puerta, así lo explicó el representante provincial de los trabajadores del ladrillo, Rubén Fernández. (Diario El Territorio 12/02/99)

§   06/04/99" Alrededor de 200 oleros persistieron hasta casi la medianoche de ayer frente a la Casa de Gobierno reclamando ayuda económica y social (…)que funcionarios del Ministerio de Bienestar Social les trajeron una mediana solución a sus reclamos y antes de la medianoche se retiraron a sus moradas".(Diario El Territorio 06/04/99)

§   25/05/99": C.E. Menem reiteró que las responsabilidades de la Eby con los oleros fue completamente satisfecha en lo administrativo e institucional y que sólo faltan algunas obras viales y de drenaje en El Porvenir, y la transferencia de tierras por parte del gobierno provincial".(Diario El Territorio 26/05/99)

§   08/12/99: El gobierno de Ramón Puerta entregó 122 Has de tierra arcillosa  a la Asociación Casa del Olero y Asociación de Oleros Unidos. (Diario El Territorio 09/12/99)

§   08/12/99: El ministerio de  Salud pública, de Educación, de Asuntos Agrarios y de Bienestar Social firma un acuerdo  de asistencia alimenticia con las asociaciones La Casa del Olero y Asociación Santa Rita Oeste. (Diario El Territorio 09/12/99)

Quienes "escuchan" a estas asociaciones y atienden a sus reclamos no son los integrantes de la EBY, sino el gobierno provincial. Es en esta esfera en donde los "brokers" encuentran a sus personas de contacto, las cuales a su vez necesitan de una "masa agradecida" para mantenerse en el poder. Esto no ocurre con los funcionarios de la EBY, quienes permanecen en sus puestos no por elección sino por designación desde el gobierno nacional en  Buenos Aires, independientemente de la vida política local.

Las facciones entonces, pueden entenderse como grupos contingentes de iguales, que compiten por el acceso a recursos presentados como escasos. Dado que el móvil de los participantes es ante todo el interés, podemos distinguir claramente aquí la facción del partido político. En la facción hay un interés concreto; la ideología aparece, pero no con la fuerza que lo hace en un partido político. En la facción, a pesar de existir una "cuota de membrecía", no hay un límite como lo es la afiliación política partidista. El nivel de apertura de la facción, es mayor que la del partido, siendo el tránsito entre facciones posible y común.

Es posible hablar aquí de cuasi-grupos desde el punto de vista de Mayer (1966), al tratarse de grupos informales. Se trata de grupo ego-centrados, es decir que por una parte, su existencia depende de una persona específica; y por otra, la actuación de cualquier miembro  es relevante solamente en la medida en que esta sea coordinada o en función a ego. Desde este punto de vista podemos definir entonces  a estos cuasi-grupos como "facciones". Se trata de grupos constituidos por líderes ocasionales de manera verticalista con el fin de resolver cuestiones particulares. Las facciones pueden estar atravesadas por otras formas de clivaje social, tales como lo son las clases, la religión o el género. Suelen disolverse resuelta la cuestión que los agrupaba.

Los líderes

Podemos definir la figura de los coordinadores ante todo como la de un  broker. Se trata de un mediador, que a diferencia de los patrones quienes promueven sus propios intereses, promueven los intereses de terceros (Paine, 1971). El broker, media entre los poderosos y la base popular, entre el poder central y la comunidad local; son personas que "entienden" y se "hacen entender", desarrollan un sistema de comunicación paralelo a los canales oficiales, en este caso del gobierno y de la EBY. En nuestro caso, las líneas de comunicación son tenues y difíciles de seguir debido a la distancia social que existe entre las partes. Estos intermediarios, en su calidad de nexo entre polos opuestos entre los que se da un intercambio vertical, se tornan en agentes claves de control social, actuando como freno ante conflictos de clase.

El liderazgo de la facción clientelística, no coincide necesariamente con la preeminencia  en el campo económico. La tradición influye en el surgimiento de estas figuras, se trata de oleros que hace tiempo están en el oficio, que conocen la profesión, a los que se ha pedido consejo, que han tenido actitudes generosas en lo que a empleo se refiere, etc. ¿Cuáles son las motivaciones de los coordinadores? Al no existir una remuneración en dinero "oficial " para ellos, es sencillo suponemos que es el prestigio social que se adquiere y el reconocimiento por parte de los integrantes de la facción lo que los leva a asumir este rol de "intermediario".

Quién consigue qué, cómo, cuándo.

La existencia de las facciones dentro del movimiento generalizado de los oleros en reclamo de sus derechos, se debe a la necesidad de apropiarse y controlar una serie de recursos necesarios para la supervivencia individual y grupal, a los cuales el acceso por las vías burocráticas institucionalizadas se presenta como imposible. Esta dificultad se debe en parte a la gran complejidad de la estructura y de la colectivización de la  toma de decisiones de la EBY. Una de las cuatro instancias sobre las que es necesario detenerse para entender acabadamente este sistema de relaciones.

Por un lado, la EBY se presenta como un gigantesco y anónimo bloque, el cual responde a las indicaciones de la "casa central" en Buenos Aires, la cual a su vez responde al Estado Nacional. La posibilidad de interactuar con ella sólo es concebible a través de intermediarios especializados (brokers). Los funcionarios de la EBY, no necesitan de "clientes" asegurar su existencia, ya que como fuese mencionado en apartados anteriores, la designación depende del Gobierno Nacional.

El Gobierno Provincial, goza de una autonomía de acción mayor a la que tiene la EBY, sus funcionarios, en sus cargos por el voto del pueblo, necesitan de él para mantener su posición. Se encuentran en la privilegiada posición de "ayudar" sin solucionar definitivamente los problemas de la población de los oleros [11] Las "ayudas" llegarán a los necesitados trabajadores a través de los coordinadores de las asociaciones, los intermediarios, los cuales mantendrán y/o incrementarán su clientela de acuerdo al éxito de su gestión.

La acción de los  brokers, aparentemente desinteresada a corto plazo, tiene ventajas relativas en el tiempo. Entre los planes de las asociaciones mayores, figura por ejemplo la posibilidad de manejar la venta de la producción ladrillera de manera centralizada. La institución que mediatizaría las ventas, en este caso estaría dirigida por el dirigente de esta asociación; él también está a cargo de los comedores municipales, de la distribución de las bolsas de suministros alimenticios y de medicamentos, y de determinar a qué familias se les asignan las tierras que de a poco son entregadas por el gobierno.Las "masas agradecidas" que dejarán su voto en los próximos comicios a los gobernantes de turno, en una escala mucho menor agradecen también a quién los guía al éxito. Incondicionalmente a quienes se les ha preguntado, se han manifestado de acuerdo con dejar el manejo de la venta de ladrillos en manos de los coordinadores oleros.

A través de este interjuego de intereses, las "ganancias" se reparten entre los jugadores que estan en el "poder" y entre aquellos que consiguen acercarse al mismo. El faccionalismo sólo sirve a los intereses de estos segundos y representa un subproducto de esta lucha de intereses.

Bibliografía Consultada

BARTOLOME, Leopoldo. 1984 "Forced resettlement and the Survival  Systems of the Urban Poor". Ethnology [USA], vol.XXIII, No. 3: 177-192.

GOBIERNO DE LA PROVINCIA DE MISIONES, DIRECCIÓN GENERAL DE MINAS Y GEOLOGÍA. 1993"Diagnóstico de la Situación de las Olerías Afectadas por la Represa Yacyretá. Proyecto para su relocalización. Informe Final

EBY (Entidad Binacional Yacyretá) 1992 Plan de Acción Para el Reasentamiento y Rehabilitación

Agosto.

______________________________ 2000 Planificación de actividades para el período 2000-2003. Secretaría de Reasentamientos. Departamento de Obras Complementarias.

GELLNER, Ernst. 1977 " Patrons and Clients", en E. Gellner y J. Waterbury (eds) Patron and Clients in  Mediterranean Societies, Londres: Duckworth. Center for Mediterranenan Studies of the American Universities Field Staff.

MAYER, Adrián. 1966 "The Significance of Quasi Groups in the Study of Complex Societies". En M. Banton editor, The Social Anthropology of Complex Societies.Ed. Tavistock Publications

PAINE, Robert. 1971 Patron and Brokers in the East Artic. Newfoundland: University of Toronto Press.

SCHAMBER, Pablo 1999. Los Oleros del Zaimán: Una etnografía socio-cultural.  Editorial Universitaria, Posadas.

WOLF Eric "Kinship, friendship and patron client relations in complex societies". In: Banton, M., and Ed. The social anthropology of complex societies. London, Tavistock, 1966.

 

NOTAS

[1] UnaM. Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales. CONICET

tinidankl@hotmail.com

[2] Antes  Dirección General de Minas y Ecología

[3] Los ladrillos pueden ser fabricados de diferentes formas o con diferentes materiales, algunos ladrillos están hechos de arcillas resistentes al fuego para construir chimeneas y hornos, otros están hechos con vidrio o se someten a procesos de vitrificación. Existen tres clases: ladrillo de fachada o exteriores, cuando es importante el aspecto; el ladrillo común, hecho de arcilla de calidad inferior destinado a la construcción; y el ladrillo refractario, que resiste temperaturas muy altas y se emplea para fabricar hornos.

[4] El "dueño" permite la utilización de la tierra "a crédito" y acopia los ladrillos que los oleros producen en su tierra que luego comercializará por su cuenta. Puede ocurrir que en épocas de adversidad climática, en las que resulta difícil producir, el "dueño" provea de alimentos a sus inquilinos, comprometiendo su producción a futuro. 

[5] "Barro" o "Barro ñaú".

[6] Según datos proporcionados por la EBY, se estima que el número de familias a ser reasentadas llegan a 7000 en la ciudad de Posadas (Planificación de actividades para el período 2000-2003)

[7] Desde 1979 se han realizado investigaciones y recomendaciones acerca del tema "oleros". Las sucesivas conducciones de la  EBY, coincidentes con los cambios de gobierno y de signo político en el país, han  "olvidado" sistemáticamente los aportes de las gestiones anteriores.

[8] Según estimaciones del PARR 1992 la deuda puede oscilar entre US$ 4.000 a US$ 5.000 según el tamaño de la vivienda

[9] Abundan los pedregullos, es tierra que no sirve para ser utilizada como materia prima". Declaraciones de un olero al diario El Territorio  12/02/99

[10] Desde el punto de vista de la sociología weberiana es posible distinguir tres formas diferentes de autoridad: 1-Liderazgo carismático, establecido en virtud de los poderes que le son atribuidos por sus seguidores. 2-Líderazgo por tradición, se trata de un rol heredado de la familia o de la clase. 3- Liderazgo legal, es aquel implementado a través de reglas formales. En el caso de los oleros, los líderes son figuras casi incuestionables, admiradas por su capacidad de gestión. La fuerza del líder se traduce en la cantidad de "asociados" que lo siguen.

[11] Hemos hecho referencia a la disolución de este tipo de grupos una vez solucionado el problema que los agrupaba.


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