Especial NAyA 2001 (version en linea del cdrom)

‘La vaca está llorando'
Un evento comunicativo entre los Tobas de la provincia de Formosa

Florencia Carmen Tola[i]

Abstract

En este trabajo se analiza una situación comunicativa ocurrida entre los Tobas orientales de la provincia de Formosa desde la perspectiva teórica de la Etnografía del Habla. A partir de las convenciones de contextualización de la interacción y del contenido semántico de la conversación se estudian algunas de las capacidades que Duranti atribuye al lenguaje, a la vez que el dominio de la competencia comunicativa tal como es definida por Gumperz.

INTRODUCCIÓN

En este trabajo se analiza una conversación que tuvo lugar en Namqom, comunidad toba de la provincia de Formosa[ii], entre un padre toba (Tito, de 25 años, habla castellano y toba), una madre toba (Roberta, de 21 años, habla castellano y toba), y la hija de ambos, también toba (Andrea Palotawae, de 1 año y medio, habla castellano y toba), en la casa de esta familia.

Para efectuar la recolección del material se grabó la conversación en el momento mismo en que espontáneamente se produjo la situación comunicativa. Al mismo tiempo se tomaron notas escritas acerca de los factores paralinguísticos y no lingüísticos que tenían lugar en el momento de la interacción. Posteriormente se desgrabó literalmente la conversación y se registraron en cada momento de la misma las actividades que tenían lugar, los detalles fonéticos, prosódicos e interaccionales considerando el background etnográfico necesario para comprender lo que estaba sucediendo y las actitudes de los participantes. Para el análisis del material se analizaron los 3 siguientes niveles:

1-   contenido semántico de la conversación

2-   pistas o convenciones de contextualización:

·   2a. señales no verbales: expresión de los ojos, rostros, movimientos del torso, de los miembros, movimientos faciales, distancias, gestos, etc.

·   2b. señales paralinguísticas y mecanismos prosódicos: inflexión de la voz, colocación de acentos, entonación, ritmo.

·   2c. elección del código y cambios de código

TEMA

El padre recurre, para dirigirse a su hija, a estrategias comunicativas diversas (verbales y no verbales, linguísticas y paralinguísticas) que son comprendidas en su mayoría por ella.

                La hija, a su vez, al comprenderlas y responer en base a su comprensión, es quien lleva el control de la interacción y, por diversos medios, logra atrapar la atención de los padres y así obtener sus propósitos, la acción deseada. Éstos no la hacen callar ni la retan sino que proceden según lo esperado por su hija.

MARCO DE LA DISCUSION

En este trabajo retomo la postura de Duranti en lo que se refiere a la consideración de la etnografía del habla. Según este autor: "La etnografía del habla estudia el uso del lenguaje tal y como se presenta en la vida cotidiana de una comunidad lingüística concreta" (1988:253)

                El autor, refiriéndose "al contenido de la interacción verbal cotidiana", considera que la etnografía del habla estudia: "(L)a relación establecida entre el uso lingüístico y los sistemas locales de conocimiento y conducta social. Es ante todo en el discuso (...) donde tiene lugar la (re)creación y transmisión de patrones culturales del conocimiento y de la acción social" (1988:253).

                Del párrafo anterior cabe señalar que, para los fines de este trabajo, se consideraron dos capacidades del lenguaje: aquella de actuar como un medio de reflexión (que crea y transmite patrones culturales de conocimiento), y la de ser al mismo tiempo un medio de acción (al crear y transmitir patrones culturales de acción social).

                Por otro lado, me interesa retomar las consideraciones de Gumperz acerca de la competencia comunicativa. Según Gumperz, el conocimiento de la gramática, la multifocalidad de los signos y la dependencia del contexto, son esenciales para lograr los objetivos de la comunicación. Redefiniendo el concepto de competencia comunicativa, Gumperz menciona que ésta implicaría: "El conocimiento de las convenciones lingüísticas y comunicativas relacionadas que los hablantes deben tener para iniciar y sostener un compromiso conversacional..." (1982 :30). Para lograr este fin es necesario no sólo entender la(s) lengua(s) usada sino también compartir convenciones gestuales, señales lingüísticas (pautas de contextualización), fórmulas discursivas, presuposiciones, etc.

                Uno de los objetivos de este trabajo es considerar la relación existente entre lo que se dice por medio del lenguaje y lo que los participantes hacen con el mismo, ya sea consciente o inconscientemente. Para esto se analiza una conversación en el sentido de la etnografía del habla señalada por Duranti.

                Otro de los objetivos es, siguiendo la postura de Gumperz (1982), ver cómo la correcta o errada dimensión interpretativa de las convenciones de contextualización y del contenido semántico de una conversación, refleja un fenómeno sociolinguístico, en la medida en que supera la pura dimensión linguística de la misma. Para esto es necesario considerar el contexto más amplio de la interacción, que estaría dado por características propias del grupo en cuestión, y también las competencias comunicativas de los hablantes.

LA INTERACCIÓN

1. Contexto y participantes del evento comunicativo

La situación comunicativa se produjo en la casa que Roberta y Tito tienen en Namqom. En ella nos encontramos Roberta, Tito, Andrea y yo. La casa es de techo de chapa, paredes de adobe y no hay luz eléctrica. Es de noche, afuera está comenzando a llover y el cielo está completamente obscurecido. Desde en interior de la casa escuchamos caer sobre el techo la lluvia.

                Tito y Roberta están sentados cada uno en una silla, enfrentados toman mate. Tito ceba el mate, él tiene la pava. Andrea está sentada sobre la falda de la madre. Yo estoy sentada en mi cama (estoy viviendo en la casa desde hace 15 días) a una distancia no mayor de un metro.

                Predomina el silencio, sólo nos miramos mientras esperamos que pase la tormenta. Andrea está inquieta, no deja de moverse sobre la falda de la madre, entre otras cosas desea ir afuera. Esta situación dura unos minutos hasta que Andrea le pone fin y da inicio a la conversación que sigue a continuación.  

2. La conversación

1. A: paapi, paapi, paapi !!!     Upa.....upa (lamentándose, estira los brazos hacia su padre)

2. T: (le dirije la mirada) mi-ráa, el sa-po es-tá can-taaando afuera

3. A: paapi, paapi, paapi !!! Upa, upa (sollozando vuelve a estirar los brazos)

4. R: (mira a su hija con el ceño fruncido, seria y firme) Ándi.......Ándi !

5. T: Palotawae, Palotawae: la wa-ca es-tá llo-raaando (susurro)

6. A: ..aando, ‘ta lloaaando.  Paapi, upa, upa (gritando. Ésta vez ya empieza a llorar)

7. T: hin-cha-pe-llo-ta !!! (mientras habla se levanta y la va a alzar)

8. A: ...cha pelotaa (ya en los brazos del padre, repite) 

9. T: Andi, ¿Vo cho malita? (A.está en sus brazos. La lleva a mirar la lluvia desde la puerta)

10 .A: noooo...

11. T: ¿Vo cho buena?

12. A: chiii...

13. T: (se sonrie y la abraza)

3. Contenido semántico de la conversación analizado paso por paso teniendo en cuenta el background etnográfico

En 1. la hija pide al padre que la alce en sus brazos. Éste, en 2., intenta llamar la atención de la misma, y distraerla de su pedido, ya que en ese momento él está ocupado cebando mate y tiene con él la pava caliente. El motivo de la frase que usa en este momento es utilizado también en contextos diferentes pero con características y finalidades similares: es la manera usual de calmar o distraer la atención de la hija cuando el padre desea hacerla dormir por las noches y cuando ella está llorando por algún motivo. Sin embargo, recurriendo a esta manera de tranquilizarla y distraerla, a veces el padre no logra sus objetivos. Tal es el caso de 3., en donde se evidencia que Andrea no se inmuta ante lo que el padre le ha dicho. Ella sigue pidiendo lo mismo de manera insistente y cada vez con mayor intensidad. Es en este momento (4.) que la madre, al percibir que Andrea no cambia de actitud, interviene en la conversación intentando disuadir a su hija si bien, al mismo tiempo, por la manera en que pronuncia su nombre y cómo lo acentúa, la está retando. Súbitamente después de que Roberta ha hablado, en 5. Tito, sin alterarse y con calma, viendo que Andrea no responde como ellos desean, intenta nuevamente distraer su atención y hacer menguar la tensión de la hija. Otra frase calmadora es pronunciada en este momento. En este caso recurre al nombre nawoGa de Andrea. NawoGa en castellano podría traducirse como ‘contagio’. Este concepto está aludiendo (entre otras cosas) a una interdicción que la pareja debe respetar mientras la mujer está embarazada: no se puede comer, matar, mirar o estar en presencia de ciertos animales durante los 4 primeros meses del embarazo ya que, de lo contrario, el hijo al nacer tendrá o bien el aspecto morfológico del animal o bien características de su comportamientos. El alma-imagen (nkií) del animal ha entrado, por medio de un ‘contagio’, en el bebé mientras se estaba formando[iii]. Para curar esto, el pi’oGonak (shamán) extrae el alma-imagen por medio de la palabra (oración, cantos, etc.) e impone un nombre al bebé (lanagat nawoGa), nombre que alude indirectamente al animal en cuestión.   

                Por otro lado, es interesante detenerse en las dos frases utilizadas por el padre para calmar y distraer a su hija. Con estas frases no se la está asustando ni retando. Simplemente se hace mención a dos animales muy habituales y presentes en su vida cotidiana (el sapo y la vaca), y de dos actividades humanas (cantar y llorar). Estas actividades son atribuidas a los animales, como dos comportamientos posibles de ser llevados a cabo por los mismos. La vaca y el sapo aparecen aquí como dos personajes casi humanos, que al igual que los hombres, lloran y cantan. Esto es lo que enternece a la hija y distrae su atención.

                En 6. se ve que la última de las frases calmadoras del padre ha tenido algún efecto: la hija repite parte de lo que Tito ha dicho, como habitualmente suele hacerlo cuando el padre pronuncia este tipo de frases. Sin embargo, después de unos instantes en los que ella ve que él no la ha alzado aún, comienza a gritar y llorar repitiendo su pedido inicial. Esto genera una reacción por parte del padre, quien en 7. actua como su hija espera: se levanta y la alza en sus brazos. Al llevar a cabo esta acción el padre pronuncia dos palabras que en un contexto y con una pronunciación diferente, podrían ser insultantes: "hincha pelota". Pero en este caso cabe mencionar que, además de la manera en la que es pronunciada (esto se analizará en el punto siguiente), esta expresión es utilizada en forma burlona solamente en contextos específicos: cuando la hija logra su cometido por encima de la voluntad de los padres. En 8. se ve cómo Andrea repite nuevamente partes de lo que Tito ha dicho, jugando verbalmente  con su padre. A partir de 9. y hasta el final de la interacción, se genera un tipo de diálogo entre el padre y la hija que consiste en un ida y vuelta entre preguntas retóricas y las respuestas esperadas. Este diálogo adquiere también las características de un juego que la hija comprende inmediatamente, y juega desde su inicio.

4. Convenciones de contextualización analizadas paso por paso

1.

- A nivel prosódico puede señalarse que la manera en la que "paapi" es dicho marca una entonación diferente: un quiebre en la a. El fin de esta impostura de la voz es llamar al padre por medio de un lamento. También se evidencian ciertas señales paralingüísticas como las pausas entre el llamado al padre y el pedido de ser alzada. El tono en que dice paapi es cada vez más fuerte.

- A nivel gestual, Andrea estira los brazos hacia el padre enfatizando con este gesto lo que verbalmente está pidiendo.

2.

- Tito cambia de código. La impostura de su voz es diferente de la usual: es más suave y; en contraposición con la de Andrea, el tono es más bajo.

- El padre recurre a una frase cuyo contenido espera que genere curiosidad, calma y distracción en su hija. También en esta frase se evidencia un alargamiento de la a de miraa y de cantaando. El tono de la frase y la manera de pronunciar las palabras por medio del alargamiento acompañan el fin de su mensaje: calmar y distraer.

- A nivel corporal, Tito enfatiza con el cuerpo lo que está pronunciando verbalmente. Alza las cejas y abre bien grande los ojos. Sus labios en un gesto de trompa señalan hacia afuera de la casa. Con estas expresiones faciales el padre intenta llamar también la atención de la hija.

3.

- Esta vez el tono de voz de Andrea expresa un sollozo, la intensidad del pedido es cada vez mayor. Acá no se evidencian las pausas señaladas en 1., ya que la impaciencia y el deseo de ser alzada es más grande.

- El cuerpo de ella está ubicado más hacia adelante, y en dirección del padre, requiriéndolo. La madre la sostiene para que no se vaya. Andrea en ningún momento hace gestos bruscos para salir de donde su madre la mantiene. Espera que el padre le haga caso.

4.

- La madre la llama por su apodo en castellano para terminar con la situación que se ha generado (suele llamarla casi siempre de esta manera). El tono de su voz es enérgico y firme. No le grita pero hay cierto enojo en el tono de su voz. La a inicial de Andi está más acentuada de lo normal. La madre marca una pausa entre la primera pronunciación del nombre y la segunda. Reitera de esta forma su pedido de tranquilidad.

- En el rostro de Roberta hay seriedad también. Su ceño está fruncido mientras la mira. - Sin embargo, Andrea no se inmuta ante el pedido de la madre.

5.

- El padre cambia de código: llama a Andrea por su nombre nawoGa.

- Otra frase calmadora es pronunciada con las mismas características que la anterior: suavidad en el tono, bajo volumen de la voz, expresiones de sorpresa en su rostro.

- La v de vaca es pronunciada como una w por cuestiones fonéticas de las dos lenguas en contacto (toba y castellano). La a de vaca y de llorando se alargan otra vez.

Semejanzas con 2.

6.

- La frase e intención del padre producen un efecto momentáneo: A. deja de insistir, mira hacia la puerta que da hacia afuera, hacia donde estaría la vaca, y repite las últimas sílabas de la frase del padre alargando ella también la a. Hay suavidad en su tono de voz.

- En su boca está la expresión de "trompa" como la del padre. Sus ojos se abren y sus cejas se alzan.

- Pero súbitamente se olvida de la vaca, y esta vez con más fuerza explota en llantos y gritos en voz bien alta frunciendo el ceño. Después de una pausa en la que evidencia que el padre no la alza, hace el mismo pedido que las otras veces, casi retando a su padre.

7.

- El padre deja la pava de inmediato, deja el mate y se levanta en dirección de su hija para alzarla. Ésta estira sus brazos y el padre la levanta.

- Cambio de código: en tono chistoso y amigable dice "hincha pelota", expresión usada siempre en contextos similares, cuando Andrea siempre se sale con la suya. La manera de decir estas palabras es particular, separa las sílabas marcadamente y la l de pelota es alargada.

- Cuando la tiene en brazos se va hacia la puerta a mirar hacia afuera. La madre los mira sentada en su lugar con expresión calma.

8.

- La hija repite nuevamente el final de la expresión pronunciada por el padre, con calma en el tono de su voz y tranquilidad, alargando esta vez la a de pelota.

9.

- El padre cambia de código nuevamente y dice el apodo de su hija en castellano.

- Vuelve a cambiar de código: en un tono infantil y divertido, como si él fuera un niño, le hace a su hija una pregunta retórica.

10.

- Ella también cambia de código ya que la impostura de su voz es también forzada y habla como si fuese un bebé. Responde lo esperado por el padre, con calma en el tono de su voz y suavemente.

11.

- El padre continua con el juego, pregunta de manera retórica lo contrario de la pregunta de 9., otra vez con el mismo cambio de código.

12.

- Ella nuevamente responde haciéndose la bebé, continua ella también con el cambio de código iniciado en 9.

13.

- Mientras Tito la tiene en sus brazos, se ríe y la aprieta contra su cuerpo.

CONCLUSIONES

Tal como se ha señalado en la introducción, siguiendo a Duranti (1988), uno de los intereses de este trabajo era considerar las dos capacidades que el autor atribuye al lenguaje: la de actuar como un medio de reflexión, y la de ser al mismo tiempo un medio de acción.

                Como se ha visto en la conversación analizada, la capacidad del lenguaje de ser un medio de acción queda bastante señalada. Por medio del lenguaje y de diferentes recursos lingüísticos y no lingüísticos, la hija logra generar el tipo de acción deseada para ser ejecutada por sus padres. La fuerza perlocutiva del lenguaje se impone en esta interacción por encima de la capacidad reflexiva del mismo. Toda la conversación se genera para impedir un tipo de acción que finalmente es llevada a cabo. Es por medio de los manejos del lenguaje, de los recursos prosódicos, paralingüísticos, extralingüísticos, de las elecciones de formas léxicas, de los cambios de código, etc. que la hija impone su voluntad.

                Este hecho se relaciona con otro tema señalado en la Introducción, la competencia comunicativa. Sobre este punto se habían señalado las consideraciones de Gumperz acerca de la misma (1982). La necesidad de conocer y dominar "las convenciones lingüísticas y comunicativas", la gramática, la multifocalidad de los signos y los contextos, es crucial para lograr los objetivos de la comunicación. La socialización, entendida como un proceso "en y por la lengua" que hace que al mismo tiempo que se socialice en el manejo del código el individuo se socialice como miembro social por la lengua, relaciona el aprendizaje del código y otras funciones del lenguaje. Tal es así que un niño que no habla fluidamente la(s) lengua(s) de su comunidad de habla, bien puede poseer la competencia comunicativa necesaria para entablar una comunicación, ya que pudo haber adquirido funciones del lenguaje que le permiten hacerlo (lineas entonacionales, tonos, ritmos, pausas, selección de repertorios lingüísticos y no lingüísticos, etc.). Este es el caso de Andrea que si bien entiende casi plenamente la(s) lengua(s) usada(s) no la(s) habla fluidamente pero comparte las convenciones gestuales, las señales lingüísticas (pautas de contextualización), fórmulas discursivas, presuposiciones, etc. Se ve cómo el padre recurre, para dirigirse a ella, a estrategias comunicativas diversas que son comprendidas en su mayoría por la hija. La hija a su vez, al comprenderlas y responer de acuerdo con eso, es quien lleva el control de la interacción, y por diversos medios logra atrapar la atención de los padres y así obtener sus propósitos. Éstos no la hacen callar ni la retan sino que proceden según lo esperado por su hija.

                Para concluir, a partir de lo analizado en este trabajo (el contenido semántico de la conversación y las pistas de contextualización), como se ha señalado en la introducción, conocer el background etnográfico y la competencia comunicativa de los hablantes (o de alguno de ellos), resultan fundamentales para entender cómo la correcta o errada dimensión interpretativa de las convenciones de contextualización y de la semántica refleja un fenómeno sociolinguístico, ya que supera la pura dimensión linguística.


BIBLIOGRAFÍA

Duranti, A.:

1988. La etnografía del habla. En Nawmeyer. Cambridge : Cambridge Linguistic Survey.

Gumperz, J.

1982. Discourse Estrategies. Cambridge : Cambridge University Press.

Hymes, D.

1974. Hacia etnografías de la comunicación. En Foundations in Sociolinguistics. Versión castellana en Garvin y Lastra: Antología de estudios de etnolinguística y sociolinguística. México: UNAM.



NOTAS

[i] Licenciada en Ciencias Antropológicas. Becaria del CONICET. Sección Etnología y Etnografía del Instituto de Ciencias Antropológicas, Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Buenos Aires (UBA).

E-mail : cldragon@mail.retina.ar  

Dirección Postal : Olazábal 1587 1°C  (1428) Capital Federal.

[ii] Los Tobas son un grupo de la rama lingüística Guaycurú que vive en el área chaqueña (provincias de Chaco, Formosa y Salta). Antiguamente eran cazadores-recolectores, y se organizaban en bandas nómades y exógamas. Hoy en día, una gran parte de ellos, se halla establecida en comunidades sedentarias agrícolas. También existen en la actualidad asentamientos tobas en los centros urbanos de Resistencia, Formosa, Rosario, La Plata y Buenos Aires. Desde los años sesenta una gran cantidad de aborígenes comenzaron a migrar a dichas ciudades principalmente por razones de índole económica.

La comunidad toba Namqom es un barrio peri-urbano de la ciudad de Formosa que cuenta con 3500 individuos provenientes en su mayoría de la provincia de Chaco y de comunidades y pueblos del interior de Formosa. Debido a la proximidad con la ciudad, los miembros de Namqom mantienen relaciones estables con la misma en lo que se refiere al ámbito laboral, educacional y sanitario.

[iii] Sobre este punto cabe mencionar la relación existente entre nawoGa, la manera en la que es concebida la gestación y las etapas en la formación del embrión. Se dice que los bebés durante los tres o cuatro primeros meses se van "transformando" gradualmente a partir de las sucesivas y constantes deposiciones seminales del padre. Tal es así que los mayores riesgos para el mismo se podrían producir en ese lapso. Por lo tanto, un buen número de restricciones y cuidados que recaen sobre la madre y el padre están señalados para el período de los tres o cuatro primeros meses de gestación.


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