REGISTRO ARQUEOLÓGICO INTEGRADO:

INCORPORACIÓN DE LA INVESTIGACIÓN SUBACUÁTICA EN LOS SITIOS ISLEROS.

Por Ana María Rocchietti
Universidad Nacional de Rosario

La experiencia que hemos recogido en los sitios arqueológicos localizados en albardones y explayados, sobre la costa firme de la terraza pampeana y en las islas del delta del Paraná tiene como marco de referencia el paisaje de agua y sus cambiantes y múltiples características, especialmente en lo que hace a la transformación de los depósitos y de los materiales culturales pertenecientes a las sociedades indígenas que los habitaron, porque obligan a una constante crítica sobre su contextualización y re-depósito. En los últimos años hemos deseado innovar, en esa dirección metodológica, incorporando el registro subacuático , por esa razón estamos -creemos- en condiciones de hacer al respecto un avance de evaluación de resultados y de formular algunas ideas de carácter teórico-metodológico.

La Cuenca del Bajo Paraná es una inmensa red de aguas fluviales que se derrama hacia el Río de la Plata cubriendo 355000 kilómetros cuadrados (OEA, 1971: 141); en su curso inferior termina en un extenso delta en distintos niveles de completamiento geomorfológico.

Como habíamos sostenido en nuestra conferencia de 1997 (Rocchietti, en prensa) el trabajo en sitios arqueológicos en ambiente de río tiene características específicas, siendo las principales las siguientes:
1. los items que suministran información orgánico-biótica están sometidos a intensos procesos de modificación tafonómica y, por esa razón, aparecen en una fracción muy baja en los contenidos del yacimiento.

2. existe equilibrio entre los procesos de desestabilización mecánica y la desestabilización química de los contextos provocando el hecho de que los conjuntos sean tanto el resultado del arrastre, depósito y re-depósito como de la oxidación y disolución de items (artefactos y ecofactos).

3. los items de información (orgánicos e inorgánicos) están casi todo el tiempo afectados por los procesos de matriz, fundamentalmente aquéllos que se verifican durante la inundación, configurando un ciclo de embebimiento del suelo y posterior deshidratación. Como las matrices que se forman en el delta poseen alta fracción arcillosa, esto resulta en alto higromorfismo del suelo y en formación de grietas cuando se termina su estado de plasticidad.

4. los items de información están "atravesados" materialmente por la incidencia de los factores propios del paisaje de agua, especialmente por los procesos bióticos de las plantas de litoral e islera; éstos, casi siempre alimentan el contenido orgánico de la matriz y ejercen acción mecánica de movimientos verticales y horizontales sobre los materiales arqueológicos.

5. la dinámica aluvial tiende a la madurez del paisaje (encenegamiento, relleno, arraigo de biota, formación de islas) pero sin alcanzarla -en realidad- nunca, en un comportamiento de tendencia asintótica. Así, los items de información se constituyen como tales bajo el imperio de condiciones que operan cíclicamente, como la inundación.

Por lo tanto, en la ribera e islas del Paraná, los sitios arqueológicos son conjuntos complejos en los que es posible establecer una estructura (relaciones entre unidades litoestratigráficas, entre materiales culturales y unidades litoestratigráficas, entre distribuciones de materiales culturales, biológicos y de depósito, y -por fin- de todos ellos entre sí), procesos de transformación y procesos de depósito. Estructuras y procesos son todos dependientes de la acción hegemónica del agua.

Si consideramos a los yacimientos arqueológicos como entornos de múltiples dimensiones para objetos, para relictos y para sedimentos y si agregamos a esta propiedad la de manifestarse por conjuntos cuya naturaleza permite distinguir entre "clases" de materiales y "clases" de evidencias (Rocchietti, 1984), entonces la subordinación al factor hídrico es de crucial importancia porque unos y otros serán deudores de su incidencia cíclica.

Por otra parte, estos poseen una sección subacuática que no podemos dejar librada al efecto "resaca" ni a la idea de que solamente aporta materiales descontextualizados.

Los sitios del Paraná poseen una sección aérea, una sección acuática y una sección subacuática. La primera puede ser entendida a partir de modelos climatológicos, la segunda por los procesos de formación y transformación de sitio y la última, por el desarrollo de la topografía bajo el agua, por la mecánica de las partículas sedimentarias en suspensión, por la dinámica y caudal de las corrientes de agua y de los depósitos subácuáticos. Estos sitios son fenómenos de continuidad integrada (aire, tierra y agua), simétricos de lo que constituyera la vida en ese ambiente por parte de los indios isleros.

¿Cómo sistematizar estos fenómenos arqueológicos?

Hay varias afirmaciones que pueden servir de punto de partida.

1. El estudio de la cultura material debe ser interdisciplinario y, en ese sentido, hoy existen campos "emergentes". La arqueología subacuática podría ser uno de ellos.

2. El trabajo interdisciplinario no es subordinante, es decir, no pone a una disciplina por sobre la otra sino que configura un espacio de práctica exploratoria y experimental para que -a través de la colaboración- surjan esquemas teóricos y encuadres novedosos.

3. La investigación de sitio con sección subacuática (y de todo sitio, en realidad) debiera convocar a un efecto de conjunto y de simultaneidad de las evidencias, semejantes a los que resultan en las excavaciones de "área abierta". Conjunto y simultaneidad formarían parte del modelo de sitio a construir.

4. la documentación subacuática es un tipo de fuente que conlleva una heurística propia (y no sólo metodología), es decir, un ámbito de crítica específico que todavía es necesario elaborar. Esto se vincula con el tipo y extensión de análisis que puede llegar a producir y, asimismo, a través de su articulación con la arqueología terrestre.

5. La estructura de sitio estaría incompleta si no incluyera la sección subacuática pero los procedimientos para describir esa estructura deberían ser reflexionados.

Para qué sirven las distribuciones subacuáticas en sitios de río ?

Existen varios servicios que ellas prestan a una investigación arqueológica en esos ambientes:
a. para completar el registro terrestre (generalmente bajo los criterios de presencia / ausencia completando las ausencias ergológicas de aquél).

b. para completar y complementar la tipología ergológica.

c. para distinguir procesos de transformación de los materiales (p. e. rodamiento. incrustaciones, decapamiento, imperfecciones, etc.).

d. para lograr un enfoque de conjunto y de simultaneidad
e. para elaborar líneas de análisis más completos que apunten a un modelo multidimensional de sitio.

f. para concretar una concepción integral de sitio arqueológico.

g. para elaborar una re-definición sistemática del "fuera de contexto" que amenaza a toda distribución subacuática
h. para resolver casos de re-depósito de materiales y la conformación de sitios arqueológicos que no son asentamientos.

Qué sistemática se deriva de estos puntos?.

En especial en lo que hace a los procedimientos adecuados para revalorizar la investigación integral, estimamos que ella se derivaría de tres líneas de análisis:
1. análisis evolutivo tomando a los fenómenos como pertenecientes a un proceso ;
2. análisis interno, centrado en la arquitectura del sitio;
3. análisis transversal tomando en consideración todos los entornos articulados en el paisaje acuático.

Los dos primeros estarían destinados a identificar los factores que fueron responsables del conjunto arqueológico (es decir, una sistemática de la formación y transformación de sitio), el tercero serviría para desarrollar la sistemáticoa de las condiciones materiales básicas de la formación del registro arqueológico en tiempo y espacio desde la perspectiva de la cultura material y de las poblaciones humanas que la sustentaron.

Cómo proceder ?

1. Procurando ofrecer una visión conjuntista y simultánea del yacimiento (en oposición a una visión fragmentaria y secuencial).

2. Definiendo el entorno subacuático de acuerdo con sus propiedades (lo cual supone explorarlo activamente y documentarlo). Esto significaría establecer su composición , es decir, sus unidades topográficas, sedimentológicas, bióticas, hídricas, etc; su estructura (unidades, distribución en el espacio y relaciones entre ellas), y dinámica (los procesos hegemónicos).

3. Contrastando los materiales culturales enterrados o superficiales en la sección terrestre y los depósitos subacuáticos,
4. Integrando los registros como dimensiones de un modelo multidimensional de sitio islero o de orientación islera,
5. Investigando la interacción de las poblaciones humanas litorales de río con los ambientes subacuáticos ( registrando qué se recoge en él, qué se arroja, cómo la población elabora un esquema conceptual sobre los cursos principales, arroyos, "boquitas" de río, bañados y fondos).

6. inventando o aplicando categorías sobre el registro integrado.

El registro arqueológico integrado sería aquél que lograra abarcar las dimensiones de los sitios isleros en el Delta del Paraná.

Las dimensiones que podrían establecerse serían las siguientes:
a. geoformas
b. ambiente vegetal
c. depósito
d. formación arqueológica
e. fondo subacuático
f. dinámica subacuática, interacción entre secciones
g. entornos
En el caso de los entornos podríamos distinguir entre entorno de depósitos y entorno de objetos. En el primer caso aquél puede estar caracterizado por embebimiento y saturación, por impregnación por sales y por carbonatos u otro tipo de soluciones y por la densidad de particulas en suspensión por cm2. En el segundo por vectores de rodamiento de tiestos cerámicos y de otros materiales, de oxidación de metales, y de la formación de concreciones por la precipitación de carbonatos y sales. Los entornos dependen tanto de fenómenos bioquímicos como del gradiente de la sección subacuática, de la velocidad y temperatura del agua, del grado de desagregación del fondo subacuático y del carácter de las comunidades bióticas existentes.

Estas dimensiones constituyen variables de un modelo analítico y como tal expresa una construcción lógica y conceptual que permite la comparación entre yacimientos concretos. El registro integrado debiera especificar los entornos de los depósitos y de los objetos caídos bajo el agua y la topografía específica subordinada al albardón o cualquier otra geoforma. La figura 1 ofrece una propuesta de esquema sobre registro integrado.

Conclusiones

Incorporar el registro arqueológico subacuático en el Paraná representa un progreso analítico y práctico. En vinculación con el primero porque esta operación implica avanzar en la conceptualización sistemática, con el segundo porque implica intentar construir la investigación de los sitios a partir de criterios de integralidad.

Referencias bibliográficos

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Iriondo, M. y C. N. Ceruti 1981 Las unidades geomorfológicas fluviales del Extremo Noroeste de Entre Ríos y su relación con los asentamientos humanos prehispánicos. Reimpreso de Revista de la Asociación de Ciencias Naturales del Litoral, nº 12: 72-84.

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Rocchietti, A.M. 1984 Órdenes de la clasificación arqueológica: sus fundamentos ideográficos y nomotéticos. Revista de la Universidad Nacional de Río Cuarto 4 (1): 75 - 112: 75 - 112.

Rocchietti, A.M. 1997 Integración de la arqueología subacuática a un modelo de sitio islero. Cuenca del Paraná Inferior. Argentina. Conferencias sobre Arqueología Subacuática Argentina. 7 de noviembre de 1997. Archivo y Museo Históricos del Banco de la Provincia de Buenos Aires "Dr Arturo Jauretche
Tonni, E.P., C.N. Ceruti y M. H. Iriondo 1985 Los vertebrados del sitio Arroyo Arenal l, Departamento La Paz, Provincia de Entre Ríos (Argentina). Revista de la Asociación de Ciencias Naturales del Litoral 16 (2): 157-167.


 


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