Un acercamiento al Arte Rupestre de Loja
UNIVERSIDAD TÉCNICA PARTICULAR DE LOJA
ESCUELA DE ARTE Y DISEÑO
PROYECTO DE RESCATE, INVENTARIO, INVESTIGACIÓN Y MANEJO DEL ARTE RUPESTRE DE LA PROVINCIA DE LOJA, ECUADOR
Autor: Diego González Ojeda. Licenciado en Artes Plásticas y en Ciencias de la Educación. Profesor de la Escuela de Arte y Diseño de la UTPL
INTRODUCCIÓN
La provincia de Loja está ubicada al sur del Ecuador, dentro de una región rica en bio- diversidad y recursos culturales poco conocidos, incluso dentro del país.
Dentro del panorama arqueológico, se tienen datos que confirman la presencia de cazadores recolectores en el norte de la provincia, hace más de 10 000 años. De las primeras culturas agro – alfareras, se han encontrado vestigios fechados en 3 700 años de antigüedad. Las investigaciones llevadas a cabo entre 1979 y 1982 permiten constatar que a partir de esa época el poblamiento de la región se mantuvo constante durante toda la época aborigen, concentrándose sobre todo en el valle del río Catamayo, eje fluvial de la provincia.
EL ARTE RUPESTRE DE LOJA
Existen dos grandes grupos de obras de arte rupestre, las pinturas y los petroglifos. Hasta el momento, el autor no ha tenido acceso a información referente a reportes de la existencia de pinturas rupestres en el Ecuador, y por ende tampoco en la provincia de Loja.
En el año de 1993, Erasmo Alejandro y Jaime Celi, profesores de la Universidad Técnica Particular de Loja llevaron a cabo un inventario arqueológico en la provincia de Loja, registrando más de 40 sitios de interés arqueológico, donde una buena parte aludía a la presencia de arte rupestre, caracterizado por petroglifos y las llamadas rocas con tacitas o tacines.
Los sitios con petroglifos registrados en el citado inventario son los siguientes:
· El Guayural y Sacapalca en Gonzanamá
· Numbiaranga , Jorupe y Hornillos en Macará
· La Merced y Quillusara en Celica
· Mercadillo, Alamor y Chitoque en Puyango
· La Victoria, Buena Vista y Mishquillana en Chaguarpamba
· Cuamine, Santo Domingo de Guzmán, Sacapianga, San Antonio, Yamana, La Rinconada, Barrial Blanco, Cuello del Café y Cangonamá en Paltas
El inventario contiene algunos mapas, fotografías de los dibujos y descripción de los sitios. Este documento nos ha servido para emprender nuevas visitas a varias localidades. Nuestro aporte ha sido cualitativo. No hemos descubierto nuevos petroglifos, pero sí se ha ampliado la información recogiendo otros datos como el emplazamiento de las rocas mediante el sistema GPS, sus dimensiones, una descripción y ubicación más precisa en los mapas y sobre todo calcos directos hechos con rotulador sobre láminas de plástico transparente. A esto se suma una buena cantidad de fotografías y diapositivas.
Todo esto ha servido para constatar el estado actual de los petroglifos y nos está ayudando a plantear un proyecto que incluye el manejo de las imágenes rupestres aplicadas al campo del arte y el diseño, tanto gráfico como tridimensional.
A continuación describimos lo que la observación directa nos ha permitido conocer de los sitios que hemos visitado, completando nuestras anotaciones con las de los investigadores arriba citados.
El Guayural
Existe una sola roca grabada, ubicada en el límite actual del cantón Gonzanamá con Catamayo, en la loma llamada El Tablón, al margen occidental del río y cerca de la ciudad homónima, a una altura de 1 445 m.s.n.m., desde donde se domina plenamente el valle. La abundante cantidad de arbustos espinosos llamados guayuros ha dado el nombre al lugar (E. Alejandro, 1995). De manera natural, la roca se halla orientada hacia el este. Se llega al lugar tomando un desvío de la carretera que va de Catamayo a Cariamanga, pasando luego por el caserío La Algarrobera hasta situarse justo frente a la desembocadura del río Guayabal en el Catamayo, dato que presenta una singularidad ya que es el preciso punto donde este río cambia su curso sur – norte para dirigirse hacia el sur oeste y formar el Chira que desemboca a su vez en el Pacífico. Es difícil asegurar que esta observación sea determinante en la interpretación científica del sitio, pero no deja de ser relevante, puesto que marca una doble línea de contacto, por un lado con la zona noroeste del Perú, y por otro con la zona noreste de la provincia (e indirectamente con los antiguos territorios cañaris), algo que ha sido ya demostrado por las investigaciones arqueológicas llevadas a cabo en la región.
En los sectores bajos del valle la citada Misión Francesa (1979-1982) encontró cerámica del período formativo, las más tempranas tradiciones de la provincia, con una antigüedad de 3 700 años. Este dato sería una fecha tentativa de la máxima antigüedad del sitio Guayural. Sin embargo el valle fue ocupado durante todo el período prehispánico, quedando por determinar una datación valedera para los petroglifos.
La roca, cuyo tamaño total es de 7m x 6.5m, da la apariencia de una plancha pétrea que se halla al mismo nivel del suelo, enclavada en la loma y presentando una inclinación de 30°. Se aprecia un total de 31 signos, labrados cuidadosamente y dejando ver un carácter dinámico y sensual en el trazo, puesto de manifiesto por el predominio del empleo de líneas curvas. Se puede apreciar un buen número de espirales tanto levógiras como dextrógiras, sueltas o contenidas en otros dibujos. También hay algunos círculos con puntos, representaciones faciales, un probable antropomorfo y zoomorfos.
Las dimensiones de los dibujos varían entre 10 y 86 cm. Han sido labrados por percusión, en bajorrelieve lineal. La profundidad de los glifos es de 5mm y el ancho promedio de 2.5 cm.
Fig. 1. Petroglifo del sitio Guayural
Numbiaranga
A este pequeño pueblo se llega por un desvío de la carretera que va desde El Empalme a Macará, la altitud del sitio es de 1 370 m.s.n.m. La roca se encuentra dentro de una propiedad particular. La vegetación del lugar es de un ambiente cálido seco. Se trata de un bloque de piedra que mide 2. 85 m de largo por 2. 35 m de ancho, con una altura media de 0. 70 m. Su orientación tiende a ser noroeste. La superficie se encuentra considerablemente afectada por la meteorización, no obstante se pueden apreciar interesantes dibujos, llamando además la atención la presencia de cinco agujeros llamados tacines cuyo diámetro promedio es de 15 cm y una profundidad de 20 cm. Estos tacines se hallan en la parte superior de la piedra. Los glifos tienen actualmente un ancho promedio de 2 cm pero su profundidad es de pocos milímetros, lo cual hace poco perceptibles los grabados.
Fig. 2. Petroglifo de Numbiaranga
Hornillos
Se trata de una población ubicada a pocos kilómetros al oeste de Macará y con una altitud de 570 m.s.n.m., en donde se ha localizado un conjunto de cinco grandes bloques errátiles con innumerables petroglifos, asentados sobre un terreno plano, no carente de humedad y cubierto de hierba. Las piedras presentan forma redondeada, y sus diámetros oscilan entre 4 y 9 metros. Han sido muy afectadas por la meteorización, lo cual ha hecho desaparecer la casi totalidad de los glifos. Las incisiones casi imperceptibles cubren sin embargo gran parte de la superficie de estas rocas.
La Merced
Al sudoeste de Celica, en la parroquia de Cruzpamba se encuentra el sitio denominado La Merced, a 980 m.s.n.m., donde ha sido localizado un petroglifo en medio de un camino de herradura. La roca, de forma prismática por su base longitudinal mide 2. 60 m, de ancho 2. 50 m y una altura visible de 1.80 m. La cara dibujada de la piedra apunta al sudoeste. Las representaciones parecen hacer alusión a los astros puesto que se ven dos glifos “solares”. En el diseño de las figuras predomina la curva, sin estar ausente las líneas rectas. Los surcos son profundos y claramente visibles. La textura que presenta la superficie es bastante irregular, rugosa y la encontramos cubierta de musgo y líquenes.
Quillusara
Este sitio, cuyo nombre de por sí ya es sugestivo (“maíz de la Luna” podría ser una de las interpretaciones) se encuentra dentro de una propiedad particular, cerca de la población de Sabanilla, al lado oeste de la vía que va de Pindal a Zapotillo. Su altitud es de 820 m.s.n.m. y lo rodea un ambiente rico en vegetación. Se trata de una formación natural compuesta por grandes bloques de piedra, que ha sido sin embargo manejada artificialmente, acaso como un sitio ritual. Algunas piedras parecen mostrar el intento de alineación este - oeste, cosa que no se podría demostrar por el momento, como tampoco aseverar que se trata de menhires, como se los ha dado en llamar a veces.
Las piedras han sufrido los efectos de la meteorización, a lo que debe añadirse la frecuente quema previa a la siembra, por lo que considerables fragmentos de las rocas se han desprendido.
Con respecto a los petroglifos en sí, se han registrado varios dibujos que muestran una tendencia al manejo de la línea recta. El aspecto actual de las líneas es de un raspado superficial que originariamente –como pasa con la mayoría de petroglifos expuestos a la intemperie- pudo haber sido un poco más profundo. El ancho promedio de las líneas varía entre 1 a 2 cm. Se hace evidente la presencia de al menos tres figuras cuadrangulares con incisiones al interior. Se distinguen claramente diseños antropomorfos, también rectilíneos. Hay dos figuras interesantes: un gran dibujo que hace alusión a un ser de jerarquía respetable, y otro que parece ser una divinidad femenina. Se los encuentra en dos bloques uno junto al otro, lo que no deja de ser significativo.
El lugar tiene un encanto especial que bien puede formar parte de un plan de desarrollo integral en esta zona de la provincia en donde se han descubierto otros sitios de interés arqueológico y turístico como, por ejemplo, la fortaleza del cerro de Pircas, el sitio Pucará y otros.
Mercadillo
En esta parroquia del cantón Puyango situada a 1 180 m.s.n.m y en el interior de una propiedad particular abundante en vegetación se localiza un conjunto de tres piedras, cuya longitud promedio es de 3. 5 m. Dos de ellas, de baja altura, presentan cada una un tacín de características similares a los mencionados en Numbiaranga. La tercera posee en su cara oeste, de 1. 90 m de alto y dispuesta en sentido perpendicular al suelo, varios glifos con figuras antropomorfas y zoomorfas. En los trazos se maneja tanto la línea recta como la curva y con ancho y profundidad variables. Se distingue la figura de una cabeza con líneas radiales y una expresiva figura humana con su brazo derecho extendido.
El estado de la roca con petroglifos es lamentable, ya que además de los agentes naturales externos ha sido pintada y rayada recientemente.
Alamor
En las afueras de esta cabecera cantonal situada a 1 260 m.s.n.m. y al costado de un antiguo camino de herradura se halla una roca de aspecto rectangular de 4. 60 m, orientada hacia el noroeste y protegida por la vegetación. La irregular superficie deja ver surcos de más de 5 mm de profundidad y 2 cm de ancho en donde se han distinguido figuras irregulares, zoomorfas y la imagen clara de una mano humana.
Santo Domingo de Guzmán
En esta parroquia del cantón Paltas ubicada a pocos kilómetros al norte de Catacocha y a 1 171 m.s.n.m., en el claro de una hacienda se halla un pequeño pero interesante complejo, con una roca central grande y otras 11 pequeñas a su alrededor. La roca central es de forma redondeada, su longitud mayor es de 1. 90 m y la altura de 90 cm. En ella se encuentra bien conservado, un solo dibujo rupestre y el más grande que hemos visto en la provincia: una interesante representación solar a manera de máscara que curiosamente está boca arriba y ligeramente inclinada hacia el noroeste.
El diámetro promedio del petroglifo es de 1. 10 m. Su composición es simétrica. Consta de una zona central cerrada donde se aprecia un rostro muy expresivo y una considerable cantidad de trazos radiales que emanan de él. Las líneas están formadas por surcos, la mayoría con su sección transversal en forma de “v”.
Es probable que las piedras que rodean el bloque central tengan algún sentido en la interpretación del conjunto. Todas ellas son de tamaños similares, con un máximo de 70 cm de diámetro. No todas guardan la misma relación de distancia entre sí ni tampoco con la representación solar. De todos modos se podría trazar un área circular alrededor de la roca central, con un radio de 2 m abarcando a ocho de las piedras. Fuera de dicha área se hallan otras tres, separadas con más de 4 m del centro. Tomando como eje el petroglifo, dos de estas últimas piedras apuntan hacia el norte. Será necesario investigar estas relaciones para interpretarlas debidamente.
Fig. 3. Representación solar en Santo Domingo de Guzmán
Yamana
Este poblado del cantón Paltas está ubicado a varios kilómetros al sudoeste de Catacocha y a 1 250 m.s.n.m. Lo rodea un ambiente seco y caluroso. Dentro de una hacienda y bien protegida por su dueño se encuentra una plancha pétrea de 2.10 m de longitud por 1 m de ancho, cuya superficie está casi totalmente cubierta por petroglifos. En la actualidad esta roca se halla a flor de tierra, cubierta por el material que ha sido removido hace varios años para construir un gran depósito de agua.
La piedra se conserva en buen estado, así como los grabados que presentan una profundidad mayor a 5 mm. El ancho de las líneas varía entre 1 y 3 cm.
El aspecto de los dibujos es bastante sensual y dinámico por el predominio de líneas curvas cerradas y sinuosas. El más notorio de los glifos parece aludir a una figura femenina.
Fig. 4. Petroglifo de Yamana
La Rinconada
Este sitio se halla a escasos dos kilómetros de Yamana en un ambiente de similares características. Por el sendero que lleva a una casa, pudimos apreciar 6 piedras de diferentes tamaños, cercanas entre sí y cubiertas de grabados, una roca con dos tacines y dos piedras aisladas con una figura antropomorfa en cada una. Las rocas están bastante maltratadas pero se dejan apreciar con claridad los dibujos. Predominan imágenes de carácter fálico y algunas representaciones de manos y pies. Una de las piedras muestra un glifo solar y varios trazos rectilíneos.
Sacapianga
Al noroeste de Catacocha, a un costado del camino que conduce hacia San Antonio, se puede ver una enorme piedra de más de seis metros de altura con 15 tacines de diferente tamaño y profundidad que han sido labrados en su parte superior. El diámetro promedio de los hoyos es de 15 cm y la profundidad alrededor de 20 cm.
ANEXO 1. PRINCIPALES LOCALIDADES RUPESTRES DE LOJA
ANEXO 2. FOTOGRAFÍAS
1. Representación solar en Santo Domingo de Guzmán
2. Petroglifo de Yamana
3. Detalle de un petroglifo en La Merced
4. Detalle del calendario 2002. Actividad de difusión del Proyecto Petroglifos de la UTPL. Se muestra uno de los grabados rupestres del sitio Guayural, cantón Catamayo.
BIBLIOGRAFÍA
· ALEJANDRO, Erasmo, CELI, Jaime. “Informe sobre el inventario arqueológico, etnográfico y cultural de la Provincia de Loja” 1993. Universidad Técnica Particular de Loja, Ecuador.
· GARTELMANN, Karl Dieter. “Las Huellas del Jaguar. La Arqueología en el Ecuador” 1985. Imprenta Mariscal. Quito, Ecuador.
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· GUFFROY, Jean, LECOQ, Patrice, ALMEIDA, Napoleón. “Loja Préhispanique”. 1987. Instituto Francés de Estudios Andinos. París, Francia.
· IDROVO, Jaime, GOMIS, Dominique. “Arqueología Lojana: Enfoques y perspectivas a partir de una colección cerámica” 1997. Ediciones del Banco Central del Ecuador.. Cuenca, Ecuador.
· NÚÑEZ JIMÉNEZ, Antonio. “Petroglifos del Perú” 1986. Ministerio de Cultura, Editorial Científico Técnica. La Habana, Cuba.
· PORRAS, Pedro. “Arte rupestre del Alto Napo. Valle del Misagualí” 1985. Impreseñal. Quito, Ecuador.
· UNIVERSIDAD TÉCNICA PARTICULAR DE LOJA. “Revista N. 16”. 1995. Loja, Ecuador.
Loja - Ecuador
2002
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