Familias con hijos abanderados
Autores: Elvira Persa de Yerusalimski y Alberto Christin
Presentación
La idea de este trabajo surgió cuando observamos en nuestra práctica docente, a aquellos alumnos que se distinguían de los otros con relación a sus competencias y capacidades, en la forma de integrar sus procesos cognitivos y resolver situaciones problemáticas, lo cual los convertía en los abanderados del establecimiento educacional al cual asistían. Además, nos fue posible constatar que los hermanos de esos alumnos, por lo general, también sobresalían por las mismas características.
Ello nos llevó a pensar en las familias de estos alumnos y a fijar cierto perfil que deberían tener como padres para que sus hijos fueran abanderados. No obstante, nos dimos cuenta de no podíamos seguir modelos preestablecidos, porque notamos que aún en familias a que se muestran muy preocupadas por la educación, sus hijos no se destacan como abanderados.
De modo que comenzamos a consultar por Internet sobre investigaciones afines y otras fuentes bibliográficas, para poder establecer un marco teórico y una metodología de investigación, que nos permitiera preguntarnos: ¿qué averiguar? y ¿cómo saber si existe alguna relación entre estos alumnos y sus respectivas familias?.
A medida que avanzamos en el motivo de nuestra búsqueda, fuimos encontrando algunas respuestas. En primer término, observamos que existen familias, las cuales, partiendo de un capital cultural similar a las otras, logran mejores resultados.
Compartimos junto a padres y madres espacios de diálogo y reflexión acerca de las condiciones de educación y crianza de sus hijos. Comparamos los datos que cada uno logró extraer de esos encuentros, y obtuvimos los aspectos particulares. Asimismo, observamos la importancia del acompañamiento y apoyo de los padres en el aprendizaje escolar de sus hijos, el tipo de liderazgo familiar, y el impacto de la transmisión de valoraciones positivas sobre la escuela.
Consideraciones Metodológicas y Teóricas
Métodos utilizados
Para abordar el objeto, entrevistamos a los padres de familia, en un marco de una investigación cualitativa. Para ello se consideraron grupos de distintas épocas, que van desde la década de los 70 (en la escolaridad media), hasta la actualidad. Se trata casi en su totalidad de familias biparentales, en la que, a pesar de mantenerse una preponderancia femenina, la presencia masculina es fuerte, y tiende a crecer con el transcurso de las décadas, y en la actualidad tiende a afirmarse a la pareja como “un equipo”, por lo que nuestra preocupación se centró en lo que sucede en el interior de la familia.
Sociedad y Familia
En los comienzos del siglo XXI, y en forma independiente de la crisis profundizada por la situación de “default” en la Argentina, y más relacionada con los fenómenos ligados a la desocupación provocada por las nuevas tecnologías expulsoras de mano de obra, nuestra sociedad, dividida en clases, se ve obligada a llevar a cabo una serie de acciones tendientes a resguardar y si es posible mejorar, su posición social relativa. Tal como afirma Bordieu 1:
Los cambios en los estados del capital a reproducir y en los tipos de instrumentos de reproducción imponen una reestructuración de las estrategias de reproducción del capital poseído, más exactamente, una reconversión del mismo o una transformación de la estructura patrimonial.
En nuestro contexto esas estrategias derivan en una devaluación de las credenciales, con estamentos profesionales superpoblados, en la búsqueda de diferenciación o de mayores posibilidades mediante el logro de habilidades especiales (dominio del idioma inglés, de las técnicas de la computación etc.) y mediante el logro del mejor nivel de excelencia escolar, que garantice un tránsito feliz en todos los niveles del sistema educativo.
Consideramos que resulta adecuado ver la sociedad como un espacio organizado con múltiples sistemas de valoración. En lo referente a la posición de la persona, cabe considerar dos dimensiones, una relativa a la calidad de su capital, y la otra que considera el volumen total del mismo.
En cuanto a la calidad del capital, consideramos válida su clasificación en Capital económico, cultural y social, y tomando en consideración la influencia de los factores sociales sobre el individuo, como dice Tenti Fanfani 2
Una vez que hemos demostrado la insuficiencia de las metáforas corrientemente utilizadas para representar la jerarquía social, podemos preguntarnos: ¿En qué sentido esta clasificación compleja de las formas de capital nos permite evitar las inclinaciones objetivistas o subjetivistas? Para evitar cualquiera de estas dos inclinaciones, una teoría social adecuada necesita dar cuenta de la producción y reproducción de la sociedad como el resultado de fuerzas personales (y no, impersonales) y, a la vez, condicionadas (y no, incondicionadas).
Resulta entonces la excelencia escolar como parte del capital cultural, tomando en cuenta lo afirmado por Frank Parkin 3:
Las calificaciones y los certificados aparecen como los instrumentos más adecuados para asegurar que quienes poseen el “capital cultural” tienen al mismo tiempo las mayores oportunidades de transmitir los beneficios del estatus profesional a sus hijos.
En nuestro país es frecuente que la calidad profesional se transfiera de una generación a la siguiente, como una herencia, así vemos estudios jurídicos que son mantenidos a través de varias generaciones, pero en otras ocupaciones, donde la evaluación no está relacionada con las características de la clase, como en el deporte de alto rendimiento, esto resulta infrecuente, como lo es que el hijo de un tenista bien rankeado alcance niveles equivalentes, lo mismo para otros deportes, y las manifestaciones de arte (con la salvedad de los casos en que el capital social es determinante, como el caso de los cantantes populares)
En el caso de los abanderados, podemos observar que existe, en nuestro contexto, una reproducción más fiel aún que los beneficios del estatus profesional, lo que nos anima a afirmar el carácter cultural de la transmisión
Es importante señalar que los mecanismos de reproducción social no garantizan una perfecta conservación del capital, se trata de reproducción social, no de mecanismos de copia o repetición social.
Una copia o repetición social no existe ni ha existido nunca, y en síntesis, en cuanto al rol de las instituciones escolares no quiere decir que la escuela sea garante y legitimador de la inmovilidad social, pero se convierten en una arena de lucha para conservar o acrecentar las posiciones.
Dentro de estas ideas, si describimos nuestra idea de lo que significa la “excelencia educativa”, cabe destacar que no puede existir una única y universal definición, aplicable a todos los ámbitos, además como afirma Perrenaud 4:
La excelencia escolar, una realidad fabricada… Se olvida muy a menudo que éstas últimas tienen una doble vertiente. Son desigualdades reales en lo que respecta al saber y al saber hacer que se valoran en la escuela, pero no tendrían la misma importancia simbólica ni las mismas consecuencias prácticas si la evaluación escolar no las tradujera en jerarquías explícitas. La razón por la cual estas jerarquías; muestran u ocultan, amplían o reducen las desigualdades reales depende, en gran medida, de los procedimientos de fabricación empleados, de la estructura del currículum, de la esencia del trabajo escolar, de las modalidades de excelencia, algunos alumnos, animados a menudo por su ambiente familiar. (PERRENAUD 1990: Pág. 13)
Especialmente en la enseñanza obligatoria, el aprendizaje no suele responder a necesidades prácticas, para resolver un determinado problema, sino que constituye una larga marcha hacia un futuro todavía incierto. Además, en cada escuela se instaló el modelo meritocrático, según el cual, tras ofrecer a todos “las mismas oportunidades” de formación, pueden considerarse como más meritorios aquellos que demuestren un grado más elevado de excelencia.
En la escuela se aprende fundamentalmente a desempeñar un papel, un “oficio de alumno”, que en los aspectos congnitivos supone el aprendizaje en los primeros años de la lectura y la escritura, así como el dominio de las operaciones aritméticas y últimamente se ha insistido en la necesidad de “aprender a aprender”, a los que hay que agregar otros objetivos como el de orden, respeto a la propiedad, no violencia, etc.
Además, sobre todo para el maestro, en el trabajo de todos los días, la excelencia no se alcanza solamente con la obtención de los conocimientos fijados en el currículum, sino también es necesario comprometerse con las actividades realizadas y respetar las reglas.
Esto requiere de la familia se constituya en un ambiente que permita a sus hijos una aceitada relación con la escuela, para ello es necesario una serie de factores, tal como lo ha señalado R. Martiñá:
…una síntesis muchos de los llamados fuentes o factores mínimos, fundantes de la resilencia 5, según algunos de sus expositores, más allá de los predisponentes genéticos aún poco conocidos.
Sostén afectivo, presencia de, al menos un adulto atento a las necesidades del niño…, que no “pesque por él, pero que le enseñe a pescar”. Alguien que le haga “sentir” la pertenencia a un mundo relativamente seguro y estable, donde las dificultades son tomadas como problemas, no como catástrofe… Alguien que esté disponible….
Aprendizaje: la importancia cognitiva y emocional de avistar un nuevo escorzo en el mundo. Un nuevo punto de vista, una nueva posibilidad….
Autonomía: la constancia transferible del poder de influencia sobre la realidad. La autovaloración favorable … y el sentimiento de ocupar un buen “lugar en el mundo”
Juego: disposición al placer, al humor, a la imaginación, a la manipulación de la realidad, a la sustitución, a las alternativas, a la creatividad (Martiñá 2003: Pág. 121)
Caracterización del objeto de estudio
En la mayor parte de las observaciones, se hace presente una primera generación (de abuelos), que alcanzó únicamente la escolaridad primaria, pero que otorgó a la escuela mucha importancia, una segunda generación (padres), que alcanzó el nivel de excelencia exigido (fueron abanderados por lo menos uno de ellos), y una tercera (los hijos) en la que todos alcanzan esa condición.
También observamos en todos los casos un liderazgo burocrático en el sentido weberiano, o sea con reglas impersonales, las cuales deben ser acatadas por todos los integrantes, y además son firmemente discutidas en su implementación.
Aspectos particulares
Hijos discutidores y responsabilizados
En las entrevistas surge en forma casi unánime que los padres consideran que sus hijos son “discutidores”, pero ¿a qué se refieren?.
Se trata de familias con liderazgo basado en normas, pero no son estas precisamente el objeto de las discusiones, sino su aplicación. Es criterio de justicia la aplicación universal de esas reglas en el ámbito familiar. En la escuela se reproduce el esquema de liderazgo, y la existencia de reglas que no deben ser cuestionadas, por lo que la adaptación a la escuela surge como “natural”.
Las familias ven en esto un aspecto positivo y deseable, escuchamos por ejemplo a
Héctor y María, con cuatro hijos, que dijeron que sus hijos eran “discutidores”:
H: ¡Já! ¡ son terribles!, todos. Y todos están pendientes. Yanina (la segunda hija) es callada ante la gente, pero después aparece, por ejemplo me imitaba cuando yo decía cuando íbamos a comer: ¡no chicos, ahora la tele no! Y al día siguiente les decía ¡a ver chicos!, ¡denme el control remoto que está el partido!
Mario. y Cristian, padres de tres hijas nos contaron:
C: A las tres les gusta discutir, cuando a ellas les parecía que algo no estaba bien, entonces, ¿y porqué?, ¿y porqué?
M: Son muy firmes, tienen un lindo carácter. Como está la sociedad hoy el que tiene carácter débil no triunfa
C: Ellos saben defender lo suyo, lo que creen que está bien
Nancy, madre de dos hijas dijo que a las chicas les gusta discutir, y que son de mantener firme una opinión, aunque no ha notado que hagan oposición a sus posturas.
Alberto, padre de dos hijos señaló al respecto: “Acá en la casa tienen la posibilidad de cuestionar, al padre, a la madre, a la escuela, a los profesores, a la escuela. Yo me acuerdo que en una oportunidad Alejo (el hijo mayor), luego de haberlo retado, tomó el teléfono para llamar a la gente de los derechos humanos, y eso te da el nivel de información para hacerse respetar, y en el caso de Elisa (hija menor), tenía la capacidad de “salirse de la situación”, por ejemplo decir “vos me estás retando porqué estás enojada”
Gustavo y Miriam, padres de dos hijos, afirmaron:
G y M: ¡Son terribles! (risas). Tienen sus ideas y las defienden a muerte, y discuten con quién sea, tal vez las cosas están cambiando, tal vez sea la época
G: Hacen cumplir las normas hasta en los mínimos detalles, si en la mesa hay que esperar y alguien quiere probar, entonces ¡chá!
Omar, padre de 3 hijos afirmó que a pesar de considerarse “mandón”, siempre lo que el decía no lo consideraba “palabra santa”, y que sus hijos le discutían sobre política, televisión y otros temas desde posiciones encontradas.
Los jóvenes han sido responsabilizados en el ámbito familiar, y esto está relacionada con la anterior, ya que los jóvenes se involucran en discusiones porque se sienten responsables, la estrategia de responsabilizar forma parte de un todo, que apunta a conservar o acrecentar un cierto posicionamiento social, más que a las consecuencias directas de ella. Al respecto destacamos:
Nella, madre de tres hijos varones y una mujer, ya adultos y profesionales dijo que “en la mañana todos salían del hogar, cada uno a cumplir sus obligaciones, de modo que el primero que regresaba a casa debía cocinar la comida previamente preparada por mi. Todos participaban de una u otra forma”
La familia formada por Liliana, Javier, y tres hijas, afirmaron que ellas tenían normas que cumplir afirmaron:
L: En general en la casa, nosotros somos así, una de las cosas que les hemos hecho entender es que la casa es de todos, entonces cuidala como tuya.
J: De igual manera manejan el dinero con nosotros, tienen idea de lo que ganamos, de lo que gastamos en impuestos, digamos del manejo del dinero en casa
Héctor y María del Valle nos contaron:
H: …pero lo que hablamos con cada uno de los chicos es que tienen su responsabilidad, por ejemplo, no me pueden decir a las diez de la noche “me faltó un papel”, la responsabilidad es de ellos, porqué así nos permite a nosotros trabajar en otra cosa
En otro momento también dijo, al hablar con su hija mayor, que había recibido una sanción (un “1” 6), por haber permitido que un compañero le copiara en la escuela primaria
H: (le dijo a su hija) Si vos tomaste la decisión de dejarte copiar ahora tenés que responsabilizarte, vos asumiste el riesgo y ahora te la bancás, creo que en vez de dejarte copiar, traelo dos días antes a casa o vas a la casa de él, eso es ser buen compañero, no le estás dando el medio para que progrese. Eso lo hablamos en familia y sirvió de ejemplo
María del Valle nos relató sobre las responsabilidades en las tareas domésticas y como auxiliares del trabajo del padre:
M: Nosotros rotamos, juntar la ropa etc., ellos llevan un control con un almanaque y van estableciendo las responsabilidades
H: En el último año, Gimena trabajaba con nosotros, nos ayudaba a cargar los datos de los clientes chicos y ahora lo hace Yanina, trabaja dos horas por día y tiene un sueldito, y con eso se va pagando el viaje, y de paso aprende
Mario y Cristian dijeron:
M: El estudio es como un trabajo para ellas, y los trabajos hay que hacerlos bien, les decía “hacelo bien para vos”.
También relataron que las chicas estaban completamente al tanto de la situación económica familiar.
Silvia, mamá de Paola y Gastón respondió: “ellos acomodan sus habitaciones, el ropero, uno pone la mesa y el otro la levanta, hacen tareas hogareñas como la limpieza del patio, arreglo del jardín, lavado del auto”
Para Cristina, su único hijo, desde pequeño, realizaba tareas domésticas, y muchas veces él asumía la mayor parte.
Gustavo y Miriam afirmaron que sus hijos tienen responsabilidades domésticas y del cuidado de animales domésticos, todos los días.
Omar dijo que sus hijos, que ya terminaron los estudios universitarios, cuando vivían con la familia paterna, tenían todos obligaciones domésticas, aunque no estaban libres de quejas por parte de ellos.
La televisión, tipos de programas y controles
Lo más destacable en todos los casos es que dentro de los canales más visto por los jóvenes, están los llamados “culturales”, algunos ven habitualmente canales dedicados a la salud y la medicina, otros a la vida salvaje, otros el canal de los documentales, o el de la historia. Si bien están al tanto de la programación de los “canales de aire”, no parecen estar demasiados interesados...
Ellos tienen televisión en su habitación en un porcentaje similar al resto, en cuanto a la censura impuesta por los padres, se detectó algún caso aislado, especialmente cuando tenían de diez a doce años, lo que se evidenció en todos los casos es un “estado de alerta”, ya que los padres afirmaron conocer lo que ven sus hijos, y a veces la temática de la televisión, tanto en su contenido, intenciones e imágenes, son sometidas a discusión.
Interpretamos que la actitud de los chicos frente a la televisión es un síntoma de las estrategias familiares, que pretenden valorizar todo tipo de aprendizaje, además de estar alertas ante los efectos negativos (alienación, adicción etc.), que pondría en peligro dichas estrategias.
Esfuerzos y resultados
La escuela exige permanentemente obediencia a reglas impersonales, a postergar sus necesidades, a evitar críticas, lo que significa para el alumno un esfuerzo continuo. Si bien en nuestro país muchas veces se premian resultados sin esfuerzos, en la escuela esto puede ser considerado como algo fortuito, por lo tanto, las estrategias consisten en resaltar los esfuerzos, que son imprescindibles para la consecución de los objetivos familiares. En este caso logramos testimonios más o menos equivalentes, Omar dijo: “Yo siempre sostuve que lo que me interesaba más es lo que el tipo aprendiera, no las notas, no se si hizo eso que tuvieran buenas notas, pero me da la impresión que más o menos nos movemos por reconocer los resultados fácticos que los calificatorios…. Nosotros veíamos como estudiaban y las veíamos las calificaciones como una consecuencia natural de eso”.
Liliana y Javier afirmaron:
L: Para mi los esfuerzos son más importantes , y (dirigiéndose a J) creo que para vos también, siempre le decimos, por ejemplo a la más chica le costó mucho el pasaje al séptimo año a la mañana, tenía miedo, y me acuerdo que había estudiado, y a la mañana siguiente se levantaba llorando porqué decía que le iba a ir mal y a lo mejor los dos le decíamos “si estudiaste ¿qué problema hay?, yo, tu papá sabemos que vos estudiaste, entonces ¡listo! Ya está, vos el esfuerzo lo hiciste, si después por causas …, bueno, lo intentás de nuevo”, mientras hayas hecho el esfuerzo.
Alberto dijo:
A.: Nos importan los esfuerzos, nosotros buscamos que ellos se dieran cuenta que si se esforzaban, tarde o temprano se conseguían resultados, que los resultados a veces eran circunstanciales, pero lo importante era la acción y el esfuerzo
María del Valle y Héctor nos relataron:
H. En casa hablamos muchísimo de Maradona, me sirvió una barbaridad, porque yo digo que gente con talento hay mucha, pero el genio es el que a ese talento le agrega el esfuerzo. No competir contra el otro, sino contra uno mismo…. me sirvió mucho, porque hay que reconocer que era el que más se esforzaba, por más que uno tenga dones naturales, si no le agrega el esfuerzo no lo logran, y hasta ahora los chicos lo están logrando, gracias a Dios
También ante una actitud arbitraria de un docente que le llevó a bajar la nota a la segunda hija cuenta:
H: Le hice ver que ella había estudiado, que había cumplido, pero que el profesor era una persona, y que se equivocó, y que no tenía nada en contra de ella.
Cristian y Mario nos dicen al respecto:
C: Yo creo que lo que se hace con sacrificio siempre tiene más valor
Nancy opinó: “Nos interesa el esfuerzo, por eso yo recalqué que cuando nosotros sabiendo como padres que el esfuerzo ha sido hecho, los resultados se alcanzan, pero si a veces eso no sucede les decimos que no se preocupen, más allá de la nota, que si bien es agradable recibir tantas buenas notas, no lo vamos a negar, pero lo importante está en la voluntad, la responsabilidad y el esfuerzo y que además son capaces, ya que hay quienes hacen el esfuerzo y no logran nada”
Gustavo y Miriam se expresaron de la siguiente manera:
G. Queremos que se esfuercen, el resultado jamás, las notas no importan
M Pero en este caso los resultados llegan con el esfuerzo, es difícil que tengan malos resultados si ha habido esfuerzo, y no digo numéricos, porque puede ser un 10 ó un 7
G Eso si, la regla de la casa es por lo menos un 8, no se castiga ni nada, pero de 8 para abajo se les dice “che, parece que no hubo esfuerzo”.
La lectura
En todos los casos se observó que la lectura es una actividad muy importante para la familia, basta con ver la casa donde viven, para observar gran cantidad de libros, desde la lectura de periódicos, o, la lectura a las respectivas profesiones. Además desde la edad temprana, los chicos participaban de esas actividades, y antes algún adulto les leía. La lectura es una llave que permite un tránsito aceitado en el ambiente escolar, y seguramente abre las puertas del éxito.
Omar dijo: “Yo les inculqué el hábito de lectura a ellos…. Leíamos ante ellos, no en forma organizada, pero nosotros leemos mucho, mi mujer es de comprar y vender libros, es medio adicta”.
Héctor y María del Valle relataron que la lectura es una actividad diaria que les insume mucho tiempo, que sus hijos habían aprendido a leer en forma precoz y enfatiza al respecto:
H Creo que esto de leer es como andar en bicicleta, primero ayudado, luego con rueditas y después te largás solo, el tema es que lean, no importa si es por voluntad o no, una vez que arrancaron y descubrieron ¡ya está!
Nancy nos dijo: “Cuando eran chicas les leíamos mucho, y ni bien aprendieron a leer, tenían una biblioteca a su disposición, y a ellas les gusta mucho… me ven leer todo el día, e incluso cuando eran más chicas ya manejaban la bibliografía…. en época de vacaciones, a mi no me gustan las revistas comunes, compramos “Ciencia hoy”, “Muy interesante”, y ellas leen eso”
Isabel dijo: “Esta es una familia de docentes, siempre ha habido libros y clima de lectura desde pequeños. Leíamos cuentos y luego los dramatizábamos”
Miriam y Gustavo nos dicen:
M Ellos siempre tuvieron libros de cuentos, les hemos leído muchos cuentos….
G Ellos nos han visto leer desde chicos, M. siempre delante de ellos… la lectura es una actividad cotidiana, siempre hay pilas de libros por todos los lados
Cuestionamientos a la Escuela y a los Docentes
Siendo la escuela un mecanismo vital en las estrategias familiares, no es posible degradarla o descalificarla. Se verifica que con el correr de las décadas, la cantidad de años de escolarización de los padres fue superando a la de los docentes, y por lo tanto, observamos alguna sutil variación, dependiendo de la época donde estudiaron los “alumnos abanderados”. Los de las décadas del 60’ ó 70’, se observa el clásico “el maestro tiene siempre la razón”, a partir de los 80’ se observa alguna diferencia, mientras que en la actualidad, ante alguna aparente arbitrariedad, los padres se muestran preocupados por hacer escuchar a sus hijos “las dos campanas”, o bien en casos extremos, que de esa experiencia se puede sacar algo positivo.
Los testimonios que se presentan a continuación están ordenados, comenzando con los más antiguos. Nella afirmó: “nunca se les permitió cuestionarla, ya que siempre se la consideró como una institución de respeto y autoridad. Si uno de ellos hacía un comentario acerca de los docentes, se lo observaba y se le hacía ver que si habían tomado alguna medida en contra de ellos, por algo sería”
Omar dijo: Yo no puedo decir que la escuela que fueron los chicos no funcionaba, la escuela hasta que fueron era muy buena… tienen sus cositas, pero si tuviera que hacerlo de nuevo, lo haría, los mandaría nuevamente.
En cuanto a los docentes:
Yo mantuve una actitud que aprendí de mi viejo, “el maestro tiene razón aunque no la tenga”, aunque ha habido errores groseros de alguna maestra y hemos ido a hablar
Alberto dijo:
A.: Ellos tienen posibilidad de discutir todo, esto lleva también a discutir a algún docente, pero siempre tratamos de hacer ver los dos puntos de vista, también jugábamos al abogado del diablo
Liliana nos dijo:
L: Soy una persona que cuando veo que algo está mal, yo explico, mirá vos pensalo, lo que no trato de hacer es darle siempre la razón, por ejemplo si vienen con una queja del profesor, que por ahí pasa que yo soy docente, me pongo en el lugar del colega, pero creo que sería igual si no lo fuese, o sea yo siempre que vienen con un reclamo de un profesor, le trato de explicar el problema desde los dos puntos de vista, trato de explicarles el problema desde el punto de vista del profesor, y si siguen pensando lo mismo, que lo digan, que no se queden calladas, que a cualquiera le pueden exponer el problema, pero que no le falten el respeto, díganle que no piensan igual.
Héctor y María del Valle relataron:
H.: Nunca nos pusimos en contra de un profesor, porque si lo hacemos le quitamos la jerarquía, lo que decimos es que el profesor es una persona y puede equivocarse, hay que ir a hablar, de buena forma (se refiere que los alumnos deben hablar). Fui dos veces a hablar y los chicos no se enteraron que íbamos
Gustavo y Miriam expresaron lo siguiente:
G.: Cuando uno era chico, el profesor o el maestro siempre tenían la razón y eso por los dos lados lo vivimos así (se refiere a él y su esposa).
M.: Se evita hablar ante los chicos de cosas que pudieran dañar la imagen de la escuela.
Cristina dijo: “mi hijo fue educado en la cultura del respeto y de la disciplina, de modo que ante una situación que le fuera adversa, no se hacían comentarios, y si provenía de un docente o directivo, se aceptaba”
Nancy nos dijo:“Cuestionamos a la escuela de delante de las chicas, ellas participan, yendo a un hecho puntual, nos enteramos de conductas inapropiadas que se desarrollan dentro del colegio, y las autoridades hacen la “vista gorda”, en cuanto a los profesores, más que conformes, los trabajos que piden, las investigaciones que hacen solas…”
Reflexiones finales y nuevos interrogantes
En la familia se observa un liderazgo burocrático en el sentido weberiano. Al referirse a sus hijos como “discutidores”, lo hacen sobre la aplicación de las reglas, y nunca sobre la existencia de estas reglas, las cuales son aceptadas “a libro cerrado”. Dentro de esas normas aceptadas sin discusión está la de otorgar gran importancia a los aprendizajes, y esto lo observamos por la tendencia a mirar en los ratos de ocio los canales tipo “Discovery”.
La importancia de los aprendizajes está íntimamente relacionada con la actividad de lectura que se lleva familiarmente, y con los estímulos recibidos por los niños desde los primeros años. Esto seguramente les permite adquirir códigos lingüísticos abiertos, según definición de Berstein, que son los mismos que son utilizados en la escuela.
En nuestras instituciones escolares prima el mismo tipo de liderazgo, y nos aventuramos a afirmar que estos alumnos no son considerados “discutidores”, en función de su obediencia a las normas escolares, tanto a las curriculares como a las de convivencia. Si en la escuela se pone en cuestión, se infligen esas normas, o no se da importancia al aprendizaje, tenemos entonces un fuerte acercamiento al fracaso.
El liderazgo fuerte ejercido por los padres, los cuales procuran no contradecirse, a los efectos que las normas no pierdan vigencia, lleva a lograr que los hijos se responsabilicen en sus tareas, y como la escuela es familiarmente muy importante como estrategia para mantener o acrecentar posiciones socialmente, resulta natural que los chicos tomen sus aprendizajes escolares como muy trascendentes desde un primer momento, tratando de lograr los niveles de excelencia buscados.
En función de esta preparación realizada por la familia, resulta “natural” la adaptación y el éxito en el cumplimiento de las rutinas escolares como losmomentos de evaluación formal, deberes para casa, ejercicios individuales, participación en clases y discusiones colectivas, trabajo en grupos.
El presente trabajo muestra una descripción de un fenómeno relativamente frecuente, observado en nuestro contexto, permite a su vez la aparición de nuevos interrogantes, como ser el tratamiento del mismo objeto, pero esta vez desde la óptica del alumno, para lograr otra aproximación.
Referencias bibliográficas
PERRENAUD, PHILIPPE: [1990]. La construcción del éxito y fracaso escolar. Ediciones Morata. Madrid
MARTIÑÁ, ROLANDO: [2003]. Escuela y Familia: una alianza necesaria. Editorial Troquel. Buenos Aires
FRANK PARKIN: [1999]. El cierre social como exclusión en Sociología De La Educación Mariano F. Enguita (editor). Editorial Ariel, S.A. Barcelona. 1.a edición
TENTI FANFANI [2000], Sociología de la Educación. Universidad de Quilmes. Segunda edición
WEBER, Max [1976], Los tipos de dominación, en Economía y sociedad, México. Fondo de Cultura Económica
NOTAS
1 PIERRE BOURDIEU [1999] “Las estrategias de conversión” en Sociología de la Educación Mariano F. Enguita (editor). Editorial Ariel, S.A. Barcelona.
2 TENTI FANFANI [2000] “Sociología de la Educación”. Universidad de Quilmas.
3 FRANK PARKIN [1999] “El cierre social como exclusión” en Sociología de la Educación Mariano F. Enguita (editor). Editorial Ariel, S.A. Barcelona.
4 PHILIPPE PERRENAUD [1990]. “La construcción del éxito y del fracaso escolar”.. Ediciones Morata S. A. Madrid 1990 Fundación Paideia
5 Resilencia: término tomado de la física, “cierta capacidad que oponen los cuerpos, en especial los metales, a su ruptura por choque o percusión
6 Nótese lo arbitrario de la sanción, que tiene aún mucho uso en la escuela: “castigar con una nota”
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